miprimita.com

Rompiéndole el culo por primera vez a Eva

en Sexo Anal

Hola a todos. Es la primera vez que escribo un relato erótico así que espero que les guste. Es una historia totalmente real en la que relato la primera vez que le reventé el culo a mi novia.

Primero comenzaré describiendo a Eva. Ella es castaña clara con el pelo rizado y bastante largo (hacia la mitad de la espalda). Mide 1’70 y es una mujer de complexión normal. No es increíblemente delgada sino que tiene sus curvas y muy bien puestas. Posee unos pechos no muy grandes pero bien turgentes y muy apetitosos con unos pezones bastante pequeñitos, lo que hace a sus pechos mucho más apetecibles. Pero lo mejor sin duda es su culo. ¡Un señor culo! Increíblemente respingón y bastante duro, desafiando la ley de la gravedad.
Yo me llamo Víctor. Mido 1’88 castaño también y con el pelo corto. De complexión delgada pero bastante musculado pues hago mucho deporte y voy al gimnasio. Y también tengo un culo respingón que gusta mucho a las mujeres…

Ambos vivimos en León y esto ocurrió en el verano de 2003, en agosto. Mis padres y mis hermanos se había marchado una semana de vacaciones a Lopagán a ver a mis tíos y primos que tienen un apartamento allí y suelen pasar allí gran parte del verano.
Así que me encontraba sólo y casi todos los días cenábamos los dos juntos en casa y después solíamos ver la tv o alguna película aunque muchas de las veces no llegábamos a terminar de verlas pues acabábamos desnudos haciendo el amor como animales encima de mi cama.

Esa noche fuimos a cenar a mi casa y recuerdo que habíamos alquilado una película en el videoclub “SLAM” . Después de cenar nos tumbamos en mi cama los dos bien abrazados y empezamos a ver la película. Esta vez sí que acabamos de ver la película aunque al menos yo me tenía una calentura encima… Si habéis visto la película sabréis que es una película en la que hay mucho sexo… Y al final sodomizan al guapo de la película y acaba haciendo películas porno para gays como “Me las meten dobladas”…

El caso es que una cosa llevó a la otra y yo le fui metiendo mano a ese culo que me vuelve loco por debajo de uno de esos vestidos de verano de flores (el sólo recordarlo me pone a mil…) Le bajé los tirantes del vestido y empecé a chuparle sus pechos. Ella suele vacilarme bastante en estos casos poniendo voz y cara de traviesa diciéndome cosas como:

- ¿Qué haces?

- No lo ves…

- Me estás tocando.

Y a mí eso me pone malo malísimo…

Ella empezó a tocarme por encima del pantalón

- ¿Qué tenemos aquí? Parece que está contento.

- Ya sabes, se alegra de verte.

- Pues habrá que decirle hola y darle algún besito, ¿no?

Así que me desabrochó el pantalón y siguió sobándome la polla por encima de los calzoncillos. Después me metió la mano desde la pata de los calzoncillos.

Yo ya jadeaba y estaba deseando que se dejara de tonterías, me bajara los calzoncillos y se metiera la polla en la boca. Y parece que me leyó el pensamiento.

Primero comenzó a darme lametones a lo largo de todo el tronco y me chupaba los huevos. Después se metía el capullo en la boca y jugaba con él muy lentamente a la vez que con su otra mano me sobaba los huevos y jugaba con mi perineo y mi ano… Algo que me vuelve loco. Así estuvimos un buen rato, acelerando y bajando el ritmo… Dioooooooossss. Pero sin llegar a correrme.

- ¿Te gusta?

- Me tienes loco.

La cogí y la tumbé salvajemente sobre el colchón quitándole el vestido y un tanguita rojo que traía puesto que estaba ya muy mojado. Y empecé a besarla todo el cuerpo desde sus pechos hasta el ombligo, la parte interna de sus muslos y su pedazo de cochete que me vuelve loco.

- Estás muy mojadita.

- Es que una no es de piedra…

- ¿Te gusta que te chupe aquí?

- Ohhhhhhh. No pares por favor ¡Víctor! ¡Diooosss!

Así estuve un ratito chupando y lamiendo su coño a la vez que jugaba en su ano con todos los jugos que le escurrían. Ya casi entraba mi dedito sin dificultad. Finalmente ella se corrió así que me incorporé y me puse a su altura besándonos y compartiendo sus jugos.

Entonces la coloqué de medio lado y empecé a frotar mi pene por todo su culo y raja a la vez que seguía sobándole un poquito el clítoris con mi mano. Y cuando iba a metérsela en el coño como siempre, ella tumbada de medio lado con una pierna estirada y la otra doblada con un ángulo de 90º empecé a empujar con mi pene en su ano muy poquito a poco. Yo esperaba que me dijera algo para que parara pero todo lo contrario, ella siguió mi vaivén y me dijo:

- Hazlo con cuidado.

En ese momento a mí se me encendió el semáforo de luz verde. Había llegado mi momento deseado, con lo que a mí me gustan los culos y las veces que deseado petarme uno, ahí tenía mi primera oportunidad. Así que me acordé de que tenía un sobre de lubricante que me habían dado un día por la calle junto con un preservativo así que me levanté y lo saqué de un cajón.
Abrí el sobre y me unté el dedo, recuerdo que estaba frío. Ella dio un respingo cuando le eché un poquito de ese gel en su ojete.
Comencé  a jugar con mi dedo meñique hasta que entró perfectamente. Y seguí echando lubricante. Cada poco rato le preguntaba:

- ¿Te duele? ¿Te hago daño?

- No, no te preocupes, tú sigue.

Y claro yo estaba cada vez más enfermo, como un burro, no veía el momento en que mis huevos chocaran contra su culo… Buuufffff

Seguí metiéndole otros dedos, poco a poco. Probé con todos los dedos y a ella seguía sin dolerle así que decidí probar con dos deditos. Primero fueron el meñique y el índice y finalmente el índice y el corazón. Cuando saqué sus dedos tenía el ojete bastante abierto. ¡Qué visión tan maravillosa! Así que decidí que ya había llegado el momento.

Ella seguía de medio lado así que ahora la coloqué con las piernas hacia fuera de la cama con el culo al borde del colchón y la puse casi completamente boca abajo.
Me unté la polla con el gel que quedaba en el sobre y me dispuse a penetrarla, a petarle ese ojete tan deseado.

Comencé con el mismo vaivén que al principio pero casi nada más poner la puntita de mi capullo en su ojete entró. ¡Qué maravillosa sensación!

- ¿Te duele?

- No, tú tranquilo que si me duele te lo digo.

Poco a poco iba entrando más y más. Yo prácticamente incorporado iba viendo como iba entrando mi polla en su culo centímetro a centímetro.

- Ya está casi la mitad. ¿Te gusta?

- Bueno, no está mal ¿Y a ti?

- Me encanta.

- ¿Y por qué te gusta tanto?

- Porque lo tienes tan apretadito, casi me corta la circulación.

Al final entró toda. Notaba como mis huevos chocaban con su culo plas, plas, plas… Ella seguía mis embestidas echando el culo para atrás para que la penetración fuera más profunda.

Estuvimos así como 10 minutos y yo le pregunté:
- ¿Te queda mucho?
Ella medio se rió diciéndome que así no iba a llegar al orgasmo. Así que empecé a tocarle el clítoris pero me quitó enseguida la mano porque en la postura en la que estábamos le hacía daño.

- Acaba tú que yo ya he tenido mi parte antes gracias a tu boquita.

Al final me corrí de manera brutal llenándole sus intestinos de mi leche y seguí embistiéndole un poco.
Se salió un poco de mi semen de culo y se levantó rápidamente a limpiarse por si acaso, para que no llegara nada de mi semen a su chochito.

- ¿Te ha gustado niña?

- No ha estado mal pero la próxima vez con condón que no quiero sustos.

Seguimos la noche follando pero dejamos su culo para otro día pues se encontraba un poco empalada.

Espero que les haya gustado. Ya les contaré mis siguientes penetraciones anales porque desde aquel día ha habido otras cuantas.

Si alguien quiere contactar conmigo para preguntarme cosillas o para contarme sus experiencias hacedlo a: