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Tarde de Perros

en Zoofilia

Cuando se es inexperta y joven cualquiera puede aprovecharse de una situación para abusar de una niña boba como yo hasta un perro.

 

Tarde de Perros

Estaba de vacaciones en casa de mis tíos y no podía dormir, aunque la noche era calida vi. A mi primo Javier en un rincón del patio me acerque para saludarlo, cuando me di cuenta de su actividad. Estaba inclinado, sobre una rodilla acariciando a su perro, patán; pero le estaba prestando algo más que una atención fortuita. Tenía una mano bajo el perro, que permanecía absolutamente inmóvil.

No podía verlo todo inmediatamente; pero de pronto lo vi. Bien. Estaba jugando con Patán, tirándole del pene e incluso le decía:

buen perro, buen perro

Me dieron ganas de gritarle que dejara de hacer aquello y al mismo tiempo, me sentía extrañamente atraída. No podía apartar la vista de ellos. No fue preciso mucho tiempo, en un momento el cuerpo del patán se estremeció y me pareció que salpicaba algo blancuzco frente a el.

Cuando todo concluyo, me controle y grite:

-Debería darte vergüenza Javier-le regañe-si vuelves a tocar a patán se lo diré a tus papas.

Mi primo se encogió por la sorpresa; pero volvió a adoptar su pose y tomo la ofensiva.

¿De veras?-te desafió-Sabia que me estabas observando y si dices algo, sostendré que tu me forzaste a hacerlo.

No encontré ninguna respuesta que darle y mis dudas animaron a Javier a adoptar un tono más confidencial.

-¿Quieres intentarlo tu? Es muy divertido.

-Creo que es repugnante- le dije y me aleje.

-No es fascinante-comento utilizando mis propias palabras, como si hubiera leído mi mente antes, patán tiene un miembro todo rojo y enorme, apuesto que ni siquiera lo viste bien mide como 20 cm.

Me quede callada y siguió adelante describiéndole el modo en que lo hacia siempre que podia. A veces Patán permanecía tendido de costado, y en otras trataba de montarse sobre su pierna, y en otros momentos se limitaba a permanecer inmóvil, como esta noche.

Sentí un rubor en mis mejillas no sabia mucho de sexo y estaba ahí con mi primo hablando de lo que hacia con un perro, su conversación me había excitado.

-Vamos- me dijo, en tono persuasivo-No tienes que hacerlo; pero ¿por qué no observas?

Así pues lo seguí, esta vez mas lejos de la casa donde nadie pudiera observarnos, probablemente estarían dormidos todos yo no podía dormir por el calor y estaba desnuda bajo mi bata de algodón y había bajado hasta la puerta buscando un poco de aire fresco, Javier me llevo, junto con el y el perro a un rincón oculto del patio, detrás de un árbol.

-ven aquí Patán- le dijo al perro, cuando se le acerco volvió a meter la mano frente al animal y comenzó a tirarle del miembro, no alcanzaba a verlo bien, de modo que me incline un poco mas y me acerque a ellos. Javier siguió un poco mas y luego me tomo de la mano y me la puso sobre el miembro brillante del perro que comenzaba a salir. Trate de apartar la mano pero me la sujeto con fuerza y me obligo a acariciar el miembro del patán, que salía cada vez mas.

Me sentí sorprendida y asqueada por su tacto, pero no podía retirar la mano, mientras la movía el perro respondió con impulsos fuertes y rápidos y en unos instantes volvió a eyaculas y parte del semen aterrizo en mi bata.

-¡Es horrible!-le dije-¿Qué voy hacer ahora?

Estoy llena de eso

Javier me aconsejo que me quitara la bata y la dejara para que se secara; pero le explique que no llevaba nada abajo.

-Que importa-me dijo- somos primos….

Me sentí tonta por estar en esa situación y enojada conmigo misma; pero me la quite y la iba a colgar en el árbol, no escuche a Javier acercarse detrás de mi; pero sentí sus manos en mis pequeños senos, me besaba el cuello y aun cuando quise separarme no lo logre ya que era mucho mas alto y fuerte que yo. Le amenace con decirle a mi mama; pero se rió y me dijo que seria mi palabra contra la suya, además que estaba haciendo allí y porque tenia semen de perro en mi bata.

Me sentí derrotada y acorralada por el ,mientras tanto sus manos se movían rápido de mis senos a mi panochita virgen que ya empezaba a emanar jugos por la situación y sus caricias siguió hasta que sentí mi cuerpo relajado y respondía a ellas ya que no tenia experiencia en eso mi cuerpo era un volcán en erupción.

Estaba bastante húmeda, los dos sabíamos que el manoseo con el perro nos había excitado a ambos.

Javier estaba bien pegado a mi cuerpo por atrás y sentía su miembro duro en mi espalda baja, se soltó la bragueta y se la saco y comenzó a frotarme la espalda con el estaba bien caliente y me embarraba algo de liquido con el, mientras me besaba el cuello y me acariciaba los senos, mi cuerpo se relajo un poco mas, me impulso hacia abajo, de modo que quede en cuatro patas y comenzó a decirme:

-Buena Chica…Eso es

¡En el mismo tono en que lo había hecho con el perro!

La punta de su miembro estaba en la entrada de mi panochita y no tuve tiempo de decirle que era virgen; de pronto lo enterró hasta el fondo y me tapo la boca para que no gritara, gruño como si estuviera en agonía y comenzó a bombearme despacio hasta que solo se escuchaban nuestros gemidos en la noche.

Sentí que el perro olfateaba alrededor de mi; pero estaba demasiado ocupada para ver que hacia, Javier dijo algo, ordenándole al perro que se retirara.

El perro había estado tratando de montarse en el y seguía intentándolo, buscando mas caricias. No podía liberarse de el y me saco su pene y se escucho un sonido como cuando descorchan una sidra, me quise levantar de inmediato pero Javier fue mas rápido y me sujeto fuerte por el cuello dejándome en esa posición. Comence a gritar:

-¡No! ¡No!....

Pero Javier me puso la mano en la boca y me sujeto, el perro aprovecho la situación para lamer mi panocha recién desvirgada arrancándome oleadas de placer interminables, no se cuantas veces me vine pero ya estaba casi apunto de desmayarme en esa posición entonces escuche a Javier decir:

-¡Muy bien patán! ya la tienes…

El perro se trepo encima mió y Javier lo ayudo a encontrar el camino hacia mi panocha con su mano, volvía gritar llena de asco; pero el sonido quedo ahogado con la mano de Javier.

El Patán estaba firmemente dentro de mí y sus zarpas se apoyaban en mis nalgas, las rasguñaba pero eso no me dolía, si no su miembro enorme y se movía velozmente. Me sentí disgustada pero mi sorpresa fue mayor cuando me hizo venir de nuevo una y otra vez, mi cuerpo no podía evitarlo, el miembro de patán estaba bien dentro de mí y lo sentía como algo estupendo.

Javier miraba la escena fascinado, y me soltó sin que yo intentara escapar solo gozaba como me montaba aquel animal.

Javier se puso frente a mí, impulso su miembro dentro de mi boca y lo empecé a chupar con gusto se movió en mi boca como lo hacia el perro, de repente sentí un dolor mas fuerte en mi panocha y enseguida chorros de semen del perro fueron depositados en mi interior, estaba demasiado excitada que termine en un orgasmo mientras Javier me llenaba la boca con su semen.

Me deje caer al suelo desmayada no supe cuanto tiempo permanecí así, me desperté porque sentía dolor en mi panocha y el perro aun estaba pegado a mi Javier me dijo que me relajara y de un tiros saco el miembro del perro de mi interior y pude ver en su totalidad el moustro que tenia enterrado con una enorme bola al final de su miembro, no podía creer que me había entrado todo eso, mientras Javier me puso de pie y me dijo ahora te esperamos el patán y yo todas las noches mientras duren tus vacaciones, en este mismo lugar para enseñarte mas cosas Denisse.

dvazquezontiveros@yahoo.es