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Día de trabajo (1)

en MicroRelatos

Día de trabajo

Era mi primer día de trabajo.

Entre por donde me dijeron, y enseguida salió el jefe a recibirme.

-Buenos días

Espeto él.

-Buenos días

Me miro de arriba abajo.

-¿Es usted?

Dijo esperando que me identificara.

-Magdalena, la nueva secretaria

Él asintió

-Aquí sobran secretarias... Serás camarera en el bar de abajo.

-Ok

Yo extendí la mano, él la cogio.

-Brazos torneados... Mejor

Fue su observación.

-Vete a la sala de al lado, para que te tomen las medidas del uniforme.

Obedeci.

Al cruzar la puerta me extraño la vestimenta de las sastras. Prendas de cuero que apenas tapaban algo. Pensé que me había equivocado de ocupación...

-Desnúdate, para que podamos empezar a medirte.

Saque mi navaja de el hueco entre mi piel y los vaqueros. Ellas captaron el mensaje.

-Ok... Toma esto, y sal a servir

Me dieron un chaleco, una pajarita, y unos minishorts.

Obedecí. El jefe estaba cortando mi posible huida apoyado en el marco de la puerta.

Además son 2000 a la semana.

Salí de allí... Tarde poco en que él se fijara en mi. Maduro, acompañado de dos niñas de no mas de 12 la mayor, y bebota aun la peque.

-Usted dirá

él me agarro de la muñeca, me espeto un dulce.

-¿Cuánto cobras aquí?

-¿Dígame que desea?

No soy ninguna puta, le dije con mi mirada.

-Insisto, dime.

Le mire. Piel tostada, bien vestido, no mas de treinta

-No es asunto suyo

-Te daré 10.000 si trabajas para mi.

Me quede petrificada.

-No habla en serio

-Si lo hago

Me pone un cheque en blanco delante y me ofrece el boli: Pon tu precio.

-¿Qué tendría que hacer?

-Ya te diría yo

-¿Sería tu criada?

-Mas o menos... ¿Aceptas o no?

Lo pensé...

-Acepto

-Ok, coge tus cosas y vamonos

Le seguí y nos metimos en su coche, las niñas iban detrás

Me miró y paso su mano por mi mejilla.

-Perfecta

Me puse nerviosa, había caído en la trampa.

-Dime, ¿Qué tal se te dan las felaciones?

Era directo el jodio yuppie, y ecima me lo dice tan tranquilo y sin apartar la mirada de la carretera..

-¿Qué?

-Eres preciosa y muy linda, era simple curiosidad.

Unos instantes de incomodo silencio... no se como, pero de mi boca salió un:

-Dicen que bien

Él hablo con la misma serenidad, y sin mirarme.

-¿Quieres ganarte una propina?

-Si

Se desabrocho los pantalones y libero su miembro ante mis ojos estupefactos por lo que estaba ocurriendo.

-Adelante, ya sabes.

Le mire a la cara, y luego a su miembro... Y me incline a ganarme la propina.

La agarre en mi boca, acariciando la punta con la lengua, mojandolo bien... Disfrutando de su sabor.

Sentí su mano empujando mi cabeza para que entrara mas profundo.

Ummm... Noto como toca mi campanilla y se corre... No me lo esperaba y escupo

Me abofeteo, y me sacó, acababamos de llegar, del coche a trompicones

-No vuelvas a hacer eso

-¿Pero que haces?

Le mire con rabia y le escupí en la cara. Me miró, y la rabia se dibujó en su cara... Me prepare para una paliza

-Anda entra, quiero hablar de negocios contigo

Le seguí hasta su despacho, me ofreció asiento.

-¿Has visto a mis hijas?

-Si, claro

-¿Qué te parecen?

-Son muy lindas

-Y cuestan 5 millones a la semana... La pensión que acorde con mi ex mujer

-Vaya

Espete yo.

-Tengo que hacerlas desaparecer

Continuo él.

-... y para eso te quiero a ti. Según tu curriculo eres buena con las armas

Aquello me olió mal, le espete secamente:

-¿Y? Si piensa que voy a hacer algo a las chiquillas se equivoca conmigo!

Extiende de nuevo el cheque.

-Un cheque en blanco, y muchas primas. Nadie sabrá que fuiste tu, y nadie las encontrara... ¿Ok?

Me lo pensé...

-Vale, necesito ese dinerillo

-Bien

Y se acomodo en su sillón.

-Mi plan es venderlas como carne en el bar donde te contrate. Gustan de la carne humana. Ese era tu destino allí, pero pensé que me servirías mejor aquí... ¿Me sigues?

Me quede mirándole pensativa...