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¡Feliz cumpleaños, vecinita!

en Jovencit@s

¡FELIZ CUMPLEAÑOS VECINITA!

Frente a mi casa vive una nena preciosa que hoy tiene 17 años, es un bombón, tiene un cuerpazo increíble y una carita de niña inocente maravillosa. Consciente de su belleza la utiliza como si fuera un arma, que blande ante todos los hombres que ve. Siempre es provocativa, siempre adopta poses insinuantes aunque esté haciendo cosas poco sensuales como esperar el autobús…

Lo que contaré sucedió cuando ella cumplió los 15 y como es costumbre le hicieron una fiesta con todas las de la ley. Yo tenía entonces 17 años y no tenía novia. No éramos muy amigos, sólo nos hablábamos de vez en cuando. A sus 14 añitos ya estaba buenísima: pelo negro y lacio; una carita preciosa; sus teticas eran redondas, firmes y paraditas; tenía una cinturita de avispa, una culo muy bien formado, piernas torneadas… en fin, preciosa. Yo la deseaba muchísimo. En mi tierra hace calor y las camisitas ombligueras con tirantes, los vestiditos, las minifaldas (alguien diría culifaldas), y hasta la ropa de estar en casa le iban muy bien. Perdía el control de mis ojos cuando la veía y recorría su cuerpo ansiosamente con la vista. No esperaba tener algún roce con ella, que por lo simpática que era tenía un ejército de admiradores para escoger, eso sí, nos llevábamos bien; ella venía a mi casa a que le prestara el periódico o a que le ayudara con sus tareas o yo iba a la suya.

Cuando le organizaron su fiesta de 15, ella me invitó; y además sus papás me contrataron para que tocara el violín en la serenata. Ya tenían un cantante y un organista de la familia y se les ocurrió que un violín sonaría bien. Tuve que encontrarme con los otros músicos para ensayar. La verdad no me gusta la música que se suele tocar en esas serenatas pero como esas ocasiones pueden servir para hacer algún levante me olvidé por un momento de Vivaldi, Mozart y Brahms y me aparecí esa noche encorbatado tocando "quince primaveras". Ella sí que se sorprendió al verme y cuando terminamos de tocar se abalanzó sobre mí, me besó, me abrazó y me dijo que era un amor.

Al terminar de tocar yo fui a mi casa a guardar el violín (no olvidemos que vivía al frente) y volví a gozar de la fiesta. ¡Ignoraba que también iba a gozar del cuerpo de mi vecinita!... bueno no del todo, yo había planeado caerle a una amiga del barrio con la cual ya había tenido algunos acercamientos, coqueteos, miraditas y cosas así, de modo que llevaba una caja de condones en el bolsillo, por si acaso.

Cuando encontré a mi amiga, de inmediato comenzamos a hablar, y cuando empezó la música bailamos un rato, pero ella se tuvo que ir temprano para su casa por que no le habían dado permiso de llegar tarde. Le rogué que se quedara y aunque se le notaba que quería acceder al final se fue. Yo la acompañé a la puerta y cuando nos despedimos el tradicional beso en la mejilla se convirtió sin darnos cuenta en un rico beso en la boca.

Regresé adentro creyendo que mis planes se habían dañado aunque esperanzado de lograr algo después con mi amiga. Me sorprendió ver que mi linda vecinita del cumpleaños me estaba esperando para que bailáramos; yo acepté encantado y durante el baile, yo hice lo que pude por tocarla disimuladamente y ella de mostró receptiva a mis toqueteos. Luego hablamos, bebimos, comimos y así se nos pasó el tiempo. Ella llevaba un vestido azul celeste, largo y adornado como las princesas de los cuentos y una corona de flores en la cabeza. No hay que decir que estaba maravillosa. Como a las 2:30 de la mañana ella se me acercó y tomándome de la mano me dijo: "ven, que quiero mostrarte algo" y me llevó a su cuarto. Yo pensaba que me iba a hacer alguna confidencia o a mostrarme un regalo interesante como solía hacerlo. Me di cuenta de que ella había bebido un poco más de la cuenta pero no estaba borracha. Cuando entramos al cuarto ella cerró la puerta con seguro y abrazándome me dijo: "¿te cuento un secreto?... soy virgen y quiero perderla esta noche en mi fiesta, y quiero que sea contigo, aquí, ahora" yo ante semejante proposición me quedé blanco de la sorpresa y sólo atiné a abrazarla y besarla muy dulcemente y preguntarle: "¿estás segura?" ella intensificó sus caricias como para convencerme (y eso no hacía falta ja ja) mientras me decía: "¡claro que sí!, perderla en la noche de mis quince es mi fantasía, aunque me duela, aunque nos descubran no me importa, ¿si?, ¿quieres cogerme? Di que si, cógeme" yo la besaba con muchas ganas y no la dejé seguir hablando; la tocaba como si se me fuera a acabar el mundo y en menos de nada le quité el vestido. Ella se soltó de mis abrazos y modeló ante mi en ropa interior diciéndome: "¿y crees que no se que me deseas?... esa forma como me miras, deberías disimular más… pero ahora me tienes para que me hagas lo que quieras".

Acariciándola le quité lentamente el bra y pude ver sus lindas tetas, le besé sus pezoncitos una y otra vez y luego bajé hasta su ombligo y mientras le besaba la barriguita le bajé el panty y cuando se lo quité ella me dijo: "ahora voy yo". Ella ya me había quitado casi toda la ropa mientras me pedía que la cogiera, así que ahora me quitó el pantalón y el bóxer, que era lo único que me quedaba mientras me besaba; al quitarme el bóxer mi pene saltó erecto y ella se quedó viéndolo embobada, entonces me dijo: "puedo chupártelo?" yo, que precisamente se lo iba a pedir le dije: "anda amor, chupa todo lo que quieras" ella, arrodillada comenzó por lamerme el glande y luego de un rato se metió mi pene en la boca y me hizo una mamada deliciosa, se supone que no tenía experiencia en esas cosas pero no se le notaba, fue tal la excitación que su boca no tardó en estar llena de semen; ella se lo tomó todo y después de sacar mi pene de su boca me lo lamía para no dejar escapar ni una gota. Al bajar la vista era algo increíble: la nenita virgen con la boca chorreando semen, los cabellos completamente en desorden colgando de ellos la corona de flores blancas y una cara de puta que nunca le había visto mientras su vestido de princesa yacía tirado en el suelo. Al final se levantó y se dirigió a la cama a donde la seguí, se acostó y abriendo sus piernas me dijo: "te toca". Yo me le acerqué y la besé en la boca, luego el cuello, las teticas, el vientre y ¡por fin! su coño. Tenía unos pocos pelitos recortados y estaba muy mojada. Quería comerle toda su cosita, ¡que bien sabía! Emanaba un aroma virginal maravilloso que me embriagó, chupaba, lamía, mordía delicadamente, estaba muy excitado y ella también, se agarraba a las columnas de la cama, suspiraba y gemía; la sentí estremecerse y temblar, se vino y yo sentí sus juguitos en mi boca que saboreé con gusto. Me acosté junto a ella y descansamos abrazados un rato.

Me estaba quedando dormido cuando ella me dijo muy dulcemente al oído: "cógeme" yo me levanté por la caja de condones que llevaba en mi chaqueta y ella al verlo dijo: "¿si que estabas preparado ah?". Saqué un condón y mientras me lo ponía ella me acariciaba y besaba diciéndome: "ay, apúrate, rápido que quiero que me lo metas ya mismo, ven" yo me arrodillé en la cama con el pene erecto y le dije: "súbete" ella: "si, si, quiero que el mundo sepa que hoy, a las –miró el reloj- tres y cinco de la mañana del 23 de abril voy a perder mi virginidad con mi vecino, mi amigo, mi… aaaaah!" se dejó caer sobre mi suavemente comiéndose poco a poco mi pene, y comenzó a subir y bajar con suavidad, pero cuando la punta de mi pene tocaba su himen se detenía, así que yo la tomé de los hombros y le hacía fuerza para que bajara, ella se puso roja y gemía cada vez más fuerte, cuando la rompí gimió con tanta fuerza que creo que la oirían afuera, afortunadamente había música y tal vez no la oyeron. Yo seguí subiéndola y bajándola y ella blanqueaba los ojos, se mordía los labios y suspiraba, luego sus gemidos de dolor se volvieron gemidos de placer y ya ella se clavaba sola mi pene entonces mis manos quedaron libres para tocarla, le sobé las tetas y le pellizcaba los pezones, a ella pareció gustarle por que se estremecía cuando lo hacía, después pasé mis manos a su espalda y su culo mientras mi boca se encargaba de sus lindas tetas, se las mamé un rato y después nos besamos con mucha pasión, la cama temblaba, nosotros sudábamos, ella tenía aún su corona de flores blancas en la cabeza; yo sentía que me venía, y cuando no pude contenerme más, la abracé con fuerza y me vine, entonces la sentí suspirar como nunca y agarrarse a mí como si no me quisiera soltar y era que se estaba viniendo también.

Cuando terminamos nos quedamos desnudos en la cama descansando. Hubiéramos querido coger más pero ya era tan tarde que era temprano, ya quedaban muy pocos invitados y sus papás podrían sospechar. Nos vestimos tratando de quedar como antes. Por mí no fue difícil, pero ella había ido esa tarde a una sala de belleza a que la peinaran y la maquillaran y a estas alturas su cabello estaba revuelto, la corona se había caído y estaba debajo de la cama; no sabíamos que hacer, al fin ella decidió quitarse el poco maquillaje que le quedaba, guardar su vestido de princesa y arreglarse normalita con camiseta y faldita. Ella saldría primero a ver como estaban las cosas y si no habían monos en la costa me avisaría, pero ya iba saliendo cuando al verla así tan linda no pude resistir las ganas de tocarla; ella me leyó el pensamiento y decidimos hacer un rapidito. Ella se acostó en la cama y se quitó el panty, yo me bajé los pantalones y me subí sobre ella, le levanté la faldita y la penetré poco a poco mientras nos besábamos y nos acariciábamos; yo aceleraba mis movimientos cada vez más, nuestros suspiros se convirtieron en suaves gemidos de placer y finalmente yo me vine primero y ella un poco después. Entonces si nos arreglamos y como habíamos convenido ella salió a explorar. Mientras ella estaba afuera me di cuenta de que ella había olvidado ponerse el panty y había salido así. Me lo guardé en el bolsillo y cuando ella volvió metí mi mano bajo su falda y la toqué para que se diera cuenta; ella asustada lo buscó por todas partes y al no encontrarlo sacó otro del cajón y se lo puso (otro día le conté que yo lo tenía, pero no se lo he querido devolver) después ella me dijo: "ya puedes salir", nos despedimos con un besito y yo salí, ella se quedó en el cuarto para que no nos vieran juntos, luego me contó que se había acostado a "recordar" y se había quedado dormida con la mano en su cosita y que al otro día cuando su mamá la fue a despertar casi se muere del susto.

Después de esa noche fuimos amigovios por un tiempo y luego evolucionamos a novios, pero no duramos mucho, no se por qué. Antes de que nos peleáramos decidimos terminar y seguir siendo amigos, eso sí, con derecho a hacer toda clase de cosas juntos...

Hoy en día no nos vemos con tanta frecuencia. Ella ya no vive en la misma casa, yo me enamoré de una niña de la universidad y ella también consiguió novio hace unos meses. Todavía salimos juntos a veces los fines de semana y de vez en cuando vamos a alguna parte a "recordar".