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Mi vicio el transporte publico

en Jovencit@s

Hola a todos, me llamo laura y desde chiquita siempre me atrajo todo lo que tenga que ver con el sexo, demás esta decir que leer los relatos me excita muchísimo aunque muchos son fantasías. yo por mi parte prefiero los que son vivencias reales, este es mi caso cien por cien real.

Confieso que ahora tengo mas cuidado de con quien hago estas cosas si el tipo no me gusta o su aspecto me intimida rehuyo la situación. pero en la mayoría de los casos esto no sucede y paso agradables momentos.

Tengo 22 años no soy muy alta 1,65 soy flaca pero sin llegar a ser puro hueso, tengo donde agarrar como dice mi novio buenas tetas y un culo grande y paradito que es mi mayor orgullo, para algo me mato en el gimnasio.

Vivo en buenos aires argentina y lo que quiero contarles es mi vicio, yo lo defino así ya que desde chiquita me gusto y nunca lo he abandonado desde entonces.

Todo empezó cuando tenia 14 años ya estaba bastante dearrolladita no tanto mis tetas pero si mi culo, como les dije antes soy culona, la cuestión es que para viajar al colegio secundario tenia que tomar el colectivo (bus) el viaje era de aproximadamente 20 minutos y al llegar a mi parada siempre venia lleno por lo que me costaba mucho subir y había llegado varias veces tarde.

Ese día no fue la excepción y encima hacia un calor insoportable yo iba con mi uniforme el típico, pollera tableada a cuadros y camisa celeste, con mi mochila llena de carpetas que estaba mas pesada que de costumbre por el tema de los exámenes

Cuestión que subí entre empujones y me ubique cerca de la parte trasera mi mochila molestaba y la verdad me pesaba demasiado así que la coloque delante de mis piernas, con esto en mi inocencia no advertí que mi culo quedaba ofrecido a los apoyadores que hoy día son mi delicia pero en ese tiempo no tenia idea de lo que podía llegar a suceder.

El cole se siguió llenando y pronto sentí el cuerpo de alguien que se ubicaba detrás mío, apenas le eche un vistazo se trataba de un tipo cuarentón de traje, ni lindo ni feo así que me conecte los wotman y me olvide del asunto.

Pronto comencé a notar algo muy duro contra mis nalgas se clavaba justo en el medio de ellas y se notaba caliente ya que al parecer el pantalón del tipo era de tela muy finita, en un principio recuerdo que me asuste no era tan tonta como para no saber de que se tratataba, pero del mismo modo me excitaba que un tipo de la edad de mi papa se calentara conmigo.

Poco a poco me iba gustando mas el sentir ese caño caliente en mi colita así que lo dejaba apoyarme y ayudaba un poco en cada frenada del colectivo para sentila mas si era posible eso ya que la sentía incrustada entre mis nalgas que lo cobijaban

De pronto mi apoyador se retiro hacia atrás por un instante sentí pánico que fuera a bajarse me había encantado sentir su pedazo y quería que nunca abandonase el cobijo que mi culito le estaba dando.

Para mi alegría volví a sentir su pedazo nuevamente sobre mis nalgas pero ahora mas caliente y duro que antes, podía sentirlo sobre mi piel apenas tapada por mi bombachita, me di cuenta casi al instante que el tipo no solo había llevado su pene por debajo de mi pollera sino que tambien lo tenia fuera del pantalón en un contacto directo con mis nalgas.

Era la primera vez que sentía un pene así en contacto directo con mi culo y si bien me puse colorada como un tomate en mis nalgas sentían un placer inimaginable, recuerdo que me moje toda y el pedazo de carne ardiente se paseaba entre los surcos de mis nalgas rozando mi conchita por suerte protegida por mi tanguita,

Creo que acabe como tres veces hasta que de golpe sentí que el hombre se retiraba un poquito hacia atrás y algo mojo mi trasero mientras el hombre soltaba un suspiro.

Yo no me atrevía a volverme y solo me limitaba a estarme quietita, cuando sentí que mi pollera era bajada y se pegoteaba con la leche del tipo que comenzaba ya a descender por mi pierna, sentí de repente la mano de alguien que me sobo mis nalgas haciendo que mi falda se impregnara y se pegara a mi culo por lo menos evito que la leche siguiera cayendo de entre mis piernas.

Casi al instante el tipo se dio vuelta y bajo en la primera parada, yo volviendo a la realidad me di cuenta que me había pasado como 15 cuadras de mi parada, pero la verdad nunca lamente esa media falta que me pusieron por llegar tarde al cole.

Bueno esta es la historia de cómo comenzó mi vicio, desde aquella vez viajar en colectivo apretadita es para mí toda una aventura de placer.

Hoy ya perfeccione bastantes metododos para gozar todo lo posible de mis viajes si les gusto mi relato escríbanme y en una de esas les digo en que línea estoy viajando ahora.

Un besito laurita