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Mi vivencia bisexual

en Bisexuales

Hola amigos. Me llamo Angela y hace unos días envié mi única historia en la cual conté como fue mi primera experiencia bisexual; por los comentarios que he recibido les agradó bastante aunque hacía falta lo que pasó ese mismo día después. Les comparto lo que siguió ese día.......

Ese día supe del amor entre mujeres y de algo que siempre me negué a sentir por las razones que sean y que sólo Sandra supo darme y que empecé a apreciar. Después de esa tremenda faena con Sandra les indique a mis amigos que tenía que irme pues ya eran cerca de las 11 de la noche y no quería que mi esposo llegara de su viaje y se preocupara. Sandra me toma en sus brazos y me dice llama a tu casa y si tu esposo ya llegó le cuentas que estás celebrando con tus compañeros que te vas a demorar un poco más, que no se preocupe y que nosotros te llevamos. Eso hice y en efecto Carlos recién había llegado me indicó que disfrutara con mis compañeros y que más tarde nos veríamos. Quedé mucho más tranquila aunque no pude denotar mi nerviosismo por lo hecho aunque lo disimule muy bien. Estaba un poco pensativa cuando Ricardo me dice menos mal que ya tienes el permiso porque yo ya no puedo resistir más y se lanzó a comerme el clítoris.

Me abrí de piernas y lo dejé llegar, la lengua de Ricardo me recorría hasta lo más recóndito de mi vulva en una lamida que me arrancaba intensos gemidos de placer, ante eso intento coger su mano a lo que el se gira y fue el tieso y goteante miembro el que alcancé; aferrándome de él se nota que me aproximo al clímax, y en medio de la excitación busco llevar ese pene a la boca, quedando los dos enlazados en un perfecto 69. En esto noto que Sandra se acerca y se une a nosotros.

La tranca de Ricardo estaba dura como una piedra y apuntaba a mi cara. Yo me puse a cuatro patas encima de la silla para poderla comer, estaba muy arrecha, no podía creer que todo esto me pasara había hecho por primera vez en mi vida el amor con una mujer, me encontraba a punto de que me penetrara otro hombre y fuera de eso había efectuado mi primer trío que más podía pedir. Estaba en la faena cuando noto un azote atrás y empiezo a sentir un placer adicional. Acto seguido Sandra empieza a lamer los alrededores de mi culo. No había tenido ningún orgasmo concreto en este momento aunque estaba cerca pero creo que ya me había corrido como unas 4 veces con mi amiga.

Su lengua jugaba alrededor de mi culo y de mi coñito depilado hasta que se decidió a hacerme la comida de culo más rica que me han hecho nunca. Que lengua amigas, las que no hayan probado la lengua de una mujer que no deje de hacerlo y si es en compañía de otro hombre que no sea su marido mil veces mejor.

Sandra y Ricardo se pusieron los dos detrás de mí, yo sabia que algo magnifico pasaría. Sandra seguía lamiéndome entera y Ricardo acariciaba mis senos, mis piernas, lamía mis pies, me olía, besaba de vez en cuando a Sandra, me besaba a mí, enloquecía......De pronto noto como algo redondito y del tamaño de un dedo empezaba a entrar en mi culo y que Sandra hacia esta función mientras Ricardo se había tumbado encima del sofá y había dejado su cara debajo de mi coño que yo apretaba contra él como una loca. Poco después siento como otra vez entraba otra pequeña cosa era otro dedo y después un tercero. Me volvía loca de placer. Al sentir esto desfallecí en un orgasmo enorme pero antes de que los latidos de mi coño se pararan otra vez estaba cachonda como la perra que me sentía esa noche. Ricardo aceleraba los lengüetazos en mi clítoris y creo que me volví a correr. Uno lamiendo y Sandra con los dedos me están volviendo loca perdida. Después de no poder estar arrodillada porque me caía abrí un poco los ojos y vi como Ricardo se acercaba con su verga toda grande y me penetra por detrás. Es extraño pocas veces lo hago así con mi marido pues me duele bastante y esta noche sería por los tragos que tenía no sentí nada antes por el contrario estaba extasiada con el placer generado sentía su verga hasta el útero y sus testículos me golpeaban mis nalgas.... El placer para mi era indescriptible hacía años que no sentía un trozo de carne dentro de mi culo y que trozo, yo me encontraba como loca sintiendo eso dentro de mi ser, creí que ya había disfrutado todo lo que tenía que disfrutar con cierto grado de dolor propio de esa situación pienso yo, pero que placer el sentir después como entraba y salía la verga dentro de mi culo y cada vez esos impulsos eran más rápidos, Con cada embestida me volvía más y más animal, sus gemidos y mis gritos iban cada vez más en aumento. Decidí que aquél polvo tenía que terminar como merecía aumenté frenéticamente el ritmo de mi pelvis hasta que conseguí que Ricardo se viniera en un orgasmo fantástico, el cual recibió con un grito derramándose enteramente en mi interior, me llenó de su semen . Ufff que placer, quedé exhausta y el también, me dejó sentir su verga en mi interior hasta que salió sola. Nos besamos como si estuviéramos en deuda, con mucho amor me decía por haberle regalado aquél polvo que era fantástica, sin embargo en el fondo era yo quien estaba agradecida…

No tardó en ponérsele dura otra vez notando que nuevamente quería penetrarme, se tumbó en el piso pero esta vez yo acerqué el pene a mi vulva, no había tenido esa sensación en la noche y no quería por ningún motivo perderla, me la metí toda sentándome en ese aparato, disfrutaba y cada vez más estaba más excitada, me iba acercando al orgasmo cuando Sandra colocó sus labios sobre los míos y me empezó a besar en mi boca mientras yo llegaba al clímax. Ricardo se movía cada vez más rápido y me dijo quiero correrme en tu boca, puedo? Dudé un poco y le dije que pocas veces lo he hecho así, y hoy no estoy preparada, a lo que Sandra me dijo no importa amor recíbelo y después nosotras lo saboreamos en un beso profundo. Accedí y Ricardo sacó su verga y me la metió en mi boca y empecé a mamarla hasta cuando llegó el momento en el que se corrió, le avisé pero no la sacó, me lleno con su semen abundante y caliente y no pude dejar de tragar algo, un sabor salado y dulce invadió mi boca, lamí su verga hasta que no salió más. Sandra se acercó y nos besamos saboreando nuestras lenguas y traspasando esos sabores a través de nuestros dientes, que beso más sensual sentía saborear todos mis espacios y pasar saliva endulzada con semen hasta que no dejamos nada , nos habíamos pasado todo.

Descansamos un poco pues ya era cerca de la 1 de la madrugada cuando Ricardo me dice esta no será la última vez que nos veamos ya sabes donde vivimos y creo que lo que hemos hecho merece ser repetido cierto Angela? La verdad les dije que sí pues habían sido muchas las sensaciones experimentadas que ignoraba totalmente y si antes puedo decir que era ardiente ahora lo seré mucho más. Yo ya me encargaré de hablar con mi esposo de esto. A partir de esto siento que mi sexo ha cambiado y mi confianza ha crecido por lo que puedo hablar de cosas más abiertamente que antes, ustedes han sido muy amables conmigo y especialmente tu Sandra. Nos abrazamos, nos quedamos mirándonos frente a frente y poco a poco fuimos acercando nuestras bocas para besarnos. Nos turnábamos en nuestros besos, eran cálidos y sus lenguas no paraban de bailar dentro de mi boca. Mientras nos besábamos con Ricardo sentí como Sandra acariciaba mis pechos. Mis pezones eran del tamaño justo y estaban en erección. Sandra me empujo ligeramente para que me estirase sobre el sofá boca arriba. Así lo hice y en cuanto estuve en posición ella hundió su cara entre mis piernas. Su lengua recorría mis ingles, mi monte de Venus, pero no se acercaba a mi centro de placer. Aquel suplicio duraba mucho, pero al fin lo hizo, su lengua se abrió paso entre mis labios y llegó al clítoris. Comenzó a lamerme con cuidado y de una manera muy diestra. Me estaba muriendo de placer, y entonces me metió un dedo dentro. Dios!, que placer!!! Su dedo entraba y salía continuamente, en medio de mis oleadas de placer.

Poco a poco ella fue parando y cuando acabó de lamerme se movió y puso su vulva encima de mi cara. Me moría de ganas de comérmela, así que en cuanto pude comencé a hacerlo. Era muy excitante notar como su sexo me aplastaba la cara. Mientras ella seguía lamiéndome, y entonces hizo una cosa que nunca me habían hecho antes. Mientras se metía todo mi clítoris en su boca me metió un dedo en la vagina y otro en el culo. Fue algo indescriptible. Después de todo lo hecho y todavía sentía tanto placer. El sentir que te daban placer por triplicado me volvió loca de pasión y decidí hacer lo mismo. Notaba como a cada vez que le metía los dedos una corriente recorría todo su cuerpo y le hacia estremecerse. Seguimos así hasta que llegamos al orgasmo de manera casi simultanea. Nos quedamos unos instantes en la misma posición y al final, después de reposar, nos levantamos. Nos besamos nuevamente y sentí sus labios en los míos, sus senos con los míos y no aguante la curiosidad de tocarla nuevamente era yo quien tomaba la iniciativa, fue una experiencia maravillosa. Estaba mojada con el clítoris parado e igual estaba yo. Fue entonces cuando me dijo que siempre me había deseado y que me agradecía por haber sido tan comprensiva, que quería algo más profundo, que no necesitaba invitación para ir a su departamento. Le mamé los senos y la vulva. Todo fue muy especial y ella hizo lo mismo conmigo y mi vulva pedía más y más cada vez. Me introdujo los dedos y sentí que iba a tener otro orgasmo ya en este momento había perdido la cuenta de los que llevaba lo cierto era que estaba excitada y le hice lo mismo a ella. Luego se subió encima de mi y comenzamos a rozarnos una con otra nos restregamos nuestros cuerpos a modo de tijera y los gritos se manifestaron. Las dos al mismo tiempo sentimos el cielo. Bebimos un poco más, nos vestimos y me llevaron a casa.

Bueno yo digo que para un buen entendedor pocas palabras faltan. Hoy soy la mujer bisexual mas feliz del mundo, se lo recomiendo a cualquiera porque de verdad que es la experiencia más gratificante que puede tener una mujer. Sentirse amada por una mujer y por un hombre en una misma noche a pesar de ser casada es una experiencia absolutamente positiva desde todo punto de vista.

Además, sexualmente me aportó muchísimo, Como pareja me acercó a mi esposo de una forma increíble en sus gustos, somos ahora más abiertos y no tenemos secretos. Somos además de pareja, amigos y compinches, compartimos un grado de intimidad y secretos que me hacen pensar que nuestra relación es muy duradera. Y no olviden que les seguiré escribiendo pues mi vida sexual se volvió muy activa y hay varios relatos que estaré enviando de eso que me ha pasado recientemente tanto con mi esposo como con otras personas.