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Lagrima

en Bisexuales

TITULO: LÁGRIMA

Me llamo Christian y tengo 26 años, toda mi vida me ha gustado el deporte; y desde que era un pibe siempre estaba haciendo una de las cosas que mas me gustaban que era patear la pelota, ya que desde chico fue mi eterna pasión sumándole a que nunca me gustaron los libros y ni siquiera pensaba entrar a una universidad.

Pues si: para muchos siempre fui el prototipo de jóvenes en los cuales se hacía todo lo posible para enderezarlo en buen camino pero no había caso. Siempre me escapaba de la escuela o del liceo para hacer un toque con mis amigos en una de las canchitas que teníamos mas cerca de donde estudiábamos. Claro esta que no era muy fácil decir en mi casa que estuve estudiando ya que siempre me venía con los calzados llenos de polvo, medio transpirado y la demás ropa pronta para el lavarropas. Pienso que con el tiempo se fueron dando cuenta de que en realidad debían aprovechar aquel entusiasmo que yo tenía por el fútbol ya que era algo que yo lo hacia con todas mis ganas.

Fue así que un día en mi casa me dijeron que sería mejor que me dedicara a lo que siempre me ha gustado y que me tratarían de ayudar en lo posible económicamente.

A los 18 años sentí que ahora tenía todo un futuro por adelante por el cual debía luchar y que ahora no era mas un simple juego sino que dependería de eso para vivir.

Desde los 16 años me acompañaba un amigo muy estrecho (Leonardo) por el cual éramos ese tipo de amigos tan unidos que "son capaces de prestarse a sus novias". Para donde yo fuera estábamos siempre juntos. Bailábamos y encarábamos juntos las minitas en los boliches de mi pueblo. Siempre tuvimos suerte ya que estábamos con los físicos armados y nunca nos faltaba tiempo para los fierros del gimnasio. Hasta recuerdo que una noche dejamos esperándonos para salir a una de las tantas novias que tuvo Leonardo ya que nos fuimos a patear una pelota en la chacra de uno de nuestros compañeros del equipo que formábamos. Aún recuerdo y me río porque eso fue un pleno sábado por la noche y a él le costó la pérdida de aquella minita que por demás estaba muy rica.

Pero ustedes sabrán que las mujeres cuando se juntan son terribles ya que si están con bronca pueden armarte terrible relajo. Pues les digo que como pueblo chico en donde vivíamos entre todos se conocen y fue así que la novia de Leonardo le dijo a Florencia (mi novia en aquella época)donde era que estábamos. Si; así es; Florencia también esperaba para salir aquella noche y se quedó clavada esperando. Fue así que yo también perdí a mi novia. Y bueno; si mi amigo tiene que sufrir debemos de hacerlo los dos juntos porque es lo mas justo no?? JeJe así éramos.

Se pueden imaginar que con esa edad ya es claro lo que queremos con nuestras vidas con respecto a lo sexual ya que también hay determinadas reglas que se te impone desde chico y mas viviendo en un pueblo pequeño como era el mío. Nunca me puse a pensar si podía cojer con un pibe ya que la situación te puede impedir hasta de pensarlo. Es increíble!!!

Pero hay situaciones que se te pueden dar de imprevisto y ponerte en duda cualquier convicción que podamos tener.

Esto me sucedía bastante seguido últimamente cuando nos duchábamos tras un partido. O por ejemplo cuando se nos daba por ir a mear con Leonardo después de tomarnos unas cervezas en un boliche o cuando "se nos daba la gana". Pues sí: también meábamos juntos!! Y lo mas bueno era que si yo decía que me iba a "echar un cloro" Leonardo me decía "Uhh yo también me estoy meando Christian, voy con vos..."

También hacíamos esas bromas comunes que se hacen mientras que estás orinando. El me decía "Mirá lo que es esta pija men!!! no sabés como me la chupa mi novia; ella sí que es una yegua en la cama!!" Yo no me quedaba atrás, porque si de algo estaba seguro era que Florencia siempre me dijo que yo la tenia mas grande de lo normal. Por lo tanto era así que le contestaba: Haber si la tenés gruesa y grande como la mía!!; te lo aseguro que no!!. Tanto jodíamos con eso que una vez me propuso una apuesta para medirnos la verga en su casa y ver quien de los dos la tenía mas grande, ya que "si no la tenés parada no significa nada". Y yo lógicamente se lo acepté ya que estaba muy seguro que le ganaría la apuesta. Sin embargo me acuerdo que nuestros compañeros siempre decían que Leonardo era el "León del equipo" además yo se la había visto siempre que nos enjabonábamos y el tenía la costumbre de lavarse la verga como si se la estuviese pajeando con jabón y aquella cosa no era para nada chica en su estado de flácido.

Antes de contarles la apuesta les quisiera contar como es Leonardo para que se hagan una idea.

Hace un par de años cuando Leonardo hacia pesas conmigo recuerdo que usaba el short blanco del equipo que tenemos y como es de costumbre muchos no nos ponemos bóxer por debajo ya que estos shorts tienen incluido esa especie de slip interno de tela fina y transparente. También llevaba puesta esa camiseta negra sin mangas que te dejan expuestos los brazos. Su físico bronceado ya de naturaleza le dejaba a la piel un aspecto dorado, sumado a su sonrisa perfecta en donde se le hacen esas muequitas en los cachetes de tan varonil que es; sus ojos castaños bien claros "color miel", su pelo lacio semilargo mojado de la transpiración que se le cae en la frente sumado a ese genio tan increíble de "macho buena onda" lo convertían en un macho perfecto causando admiración a quienes estuviesen en esa sala de aparatos.

Pero lo que me llamaba la atención era como se notaba aquella verga dentro del short ya que yo era capaz de decir si se la había puesto hacia la derecha o hacia la izquierda. Pero lo que pasa es que aquella pija era bastante "potente" mucha de las veces se le notaba por el short que estaba colgando y bamboleando, sumado a que Leonardo nunca la podía dejar quieta ya que se la acomodaba todo el tiempo con aquellas manos de macho fuerte. Por lo tanto aquella pija se movía en función de como caminaba Leonardo de un lado para el otro alternándose con sus piernas bien marcadas y con pelos. Demás está decir que tenía los pectorales mas buenos de todos nuestros compañeros del club.

Muchas veces nos reíamos de algunas minitas que se hablaban entre ellas sonriéndonos mientras que yo lo ayudaba a levantar la barra con sus kilos pesados. el se acostaba en aquel aparato (barra horizontal) y su cabeza quedaba mirándome entre mis piernas y yo estaba ahí para sostenerle la barra antes de que el iniciase a levantarla. Pero como siempre, antes de todo se acomodaba la los huevos y se manoseaba de una forma espectacular. Así podía levantar la barra y "estar cómodo".

El como todos nosotros cada vez que hablábamos de algo referente al sexo o mismo para hacernos notar que estábamos entre nuestros compañeros siempre nos apretábamos la pija en el short o en el vaquero o mismo cuando hablábamos duchándonos. Eso es común... Pero Leonardo pareciera que tuviese una obsesión con eso y se la manoseaba todo el tiempo. Por momentos yo sentía luego de terminar un partido aquel olor característico de transpiración mezclado con el olor a bolas de esos jóvenes entre 20 y 24 que se pajean todos los días. Pienso que cuando te pajeas y luego te vas de tu casa a jugar un partidito, luego de tanta actividad te empieza a molestar un poco las pelotas y por eso debería ser que Leonardo se las tocaba tanto...

Aquel día que hicimos la apuesta de medirnos la pija recuerdo que habíamos ido a bailar y nos pasamos de cervezas. Y nos meábamos a cada instante. Ya estaba amaneciendo y decidimos irnos "porque ya no pintaba ninguna minita pasable dentro del boliche"

Como de costumbre nos íbamos caminando hasta su casa porque nos gustaba ir charlando, pese que era lejos, casi saliendo del pueblo.

Esa noche, luego de que el me propusiera la apuesta parecía que todo era una broma y se llevaba en forma de joda lo que uno decía pero luego vi que era verdad y que el seguía diciéndome que yo iba a salir perdiendo. El venia todo el camino apretándose la verga que estaba dentro de ese pantalón vaquero clarito que le quedaba muy bueno. Además le hacia un bulto delantero que llamaba la atención. Traía una camisa blanca y entre sus botones medios desprendidos una cadena como la de los militares que trae todas las identificaciones de uno mismo...

Otra cosa que siempre destaqué del aspecto de Leonardo eran esos antebrazos que tenía que eran gruesos y bien varoniles, con pelitos claros y las venas bien marcadas de los fierros que hacíamos.

Al llegar a la casa me dijo que me fuera para su cuarto. Quedaba pasando el patio como si fuese una habitación totalmente apartada al fondo de la casa. Me dijo que hiciera silencio porque sus viejos estaban durmiendo. Yo me fui directamente al cuarto porque ya sabía donde quedaba, de tantas veces que me había quedado a dormir allá.

Leonardo se dirigió al baño a pegarse una ducha que quedaba también en su dormitorio. Mientras que el se bañaba yo me tiré en su cama y miraba nuestras fotos de cuando nos habíamos conocido que quedaba en la mesita de luz. También estaba la foto de su "ya ex novia" JeJe...

Siento que me llama al rato y me dice que le alcanzara la toalla que se la había olvidado. Al entrar al baño lo vi desnudo bajo la lluvia con aquella agua corriendo por los pectorales, su pelito totalmente mojado aquellos antebrazos bien marcados con sus manos firmes y una de ellas lógicamente tocándose la verga.

Ahí fié el día que empecé a darme cuenta que no me gustaban solo las mujeres como yo me creía ya que el me miraba diferente y yo tenia esas sensación que se siente cuando se esta muy nervioso; sentía el corazón como que se iba a explotar de tan fuerte que me latía.

El me dijo que yo me podía bañar luego que el saliese de la ducha así yo podría sacarme un poco el "pedo del alcohol".

Yo acepté y el me dijo que me desvistiera porque no me iba a ver nada que se fuera asustar ya que según él "mi pija era muy pequeña"...

Yo notaba que esa vez que yo estaba en su casa no era como habitualmente...

Lógicamente me saqué la ropa ya que me quería pegar una ducha y hablábamos simultáneamente mientras el se secaba de que las minas que habíamos visto en el boliche no estaban buenas, "no servia ninguna". Me hablaba mientras se ponía con las piernas abiertas y se secaba las pelotas y se corría el prepucio para tras mirándose como quien mira ver si todo está bien con su pija. "Para cojerme una de estas minas prefiero garcharme un macho" me decía él riéndose y como siempre con esas muequitas en los cachetes mojados. Al mismo tiempo agitaba la cabeza para que se le cayeran los pelos en la frente y así no usar peine. El siempre fue despreocupado con la prolijidad. Nunca tenía ropas de marca tampoco le gustaba los perfumes. Era ese tipo de macho rústico que con una pelota de fútbol, cerveza y un amigo lo dejas feliz... Pero pienso que no era necesario nada de eso ya que solo su cuerpo era mejor que cualquier ropa de marca o perfume que pudiese usar. En realidad estaba mejor así sin nada...Mi mirada pienso que se hacia notoria. Yo no estaba como siempre. Algo estaba diferente entre nosotros...

El mal había terminado de secarse y veo que se recuesta un poco sobre el lavatorio mirándome hacia mi con la toalla colgada en su hombro y los brazos cruzados. Ya no estaba sonriente como minutos atrás. Su semblante había tomado la forma de un joven tímido y preocupado. Luego veo que su mirada se dirige hacia mi pecho como un punto intermedio entre mi cara y mis pelotas, como que no se animaba a mirarme y tampoco verme como siempre lo habíamos hecho en los vestuarios. Yo debajo de la ducha y que le seguía la conversación paré de hablar y empecé a mirarlo. Se formó un silencio entre nosotros dos que jamás se había dado. Yo lo miré y no entendía lo que estaba pasando y le pregunté: Que te pasa Leonardo?

Veo que desde su mejilla corre una lágrima que le llega a los labios y termina por caer de manera solitaria y triste.

Cierro la canilla y en aquel instante se me fueron de la mente todos los pensamientos que tenía minutos atrás ya que Leo era mi amigo... Que le pasaba?

Salgo de la ducha y lo abrazo. Que te pasa Leo? Porque estas así? Te pegó para bajo el alcohol???

Es ahí cuando el me abraza y llorando más aún me dice al oído: Disculpame amigo, soy la persona mas mierda que hay en este mundo podrido. No sé como lo vas a tomar... pero lo único que tengo seguro es que no puedo seguir dando vueltas y engañándome a mi.

-Que querés decir con eso Leo?

-Quiero decirte...

Quiero decirte...

que yo soy un puto de mierda...

Salí maricón y nunca hice nada por ser así...No sé porque me pasa esto...pero "me gustás cabrón!!"

Sos importante para mi y te defendería con mi vida Christian... Disculpame...

Fue ahí cuando lo abrasé con todas mis fuerzas y me di cuenta que entre nosotros siempre hubo mucho mas que nuestra amistad.

El me dijo: No estas mal con migo macho?

Y yo recostando mi mejilla mojada en la suya le digo:- Porque tendría que estar mal con la persona mas importante para mi en estos momentos?

Estoy sintiendo lo mismo que vos Leo... Creo que te quiero mas que nunca...

Ese día sentí el beso mas lindo de mi vida, la sensación mas pura que puede sentir una persona cuando realmente cae enamorado. Estrechamos nuestros cuerpos con un roce infernal. Sus antebrazos empezaron a estrecharme en un sin fin de caricias. Sus pelos mojados se entrecruzaban con los míos en un beso eterno.

Mis manos recorrieron cada parte del pecho hasta llegar su abdomen delgado y marcado.

Cuando quería darme cuenta el me estaba tocando la verga con su cuerpo y me recostó su pija que la tenía parada. Nuestras respiraciones se hicieron mas intensas. En su cara aquella barbita de dos días sin afeitarse me rozaban el cuello que me besaba Yo estaba en un estado de excitación tan grande que parecía que me iba a acabar en aquel mismo instante. Lentamente me agaché y dentro de sus brazos recorrí desde su boca todo su cuerpo sintiéndole ese aroma tan particular de hombre. El temblaba un poco pienso que por miedo a lo que estábamos haciendo. Yo ya estaba seguro que aquello me enloquecía.

Sentí el aroma de sus vellos pubianos hasta rozar mis labios con su pija y detenerme para acariciar aquellos huevos preciosos que colgaban de una tronco grueso que se mojaba poco a poco de jugo lubricante. Corrí su prepucio lentamente hacia atrás y dejé al descubierto aquella cabeza grande y dura que con las pulsaciones del corazón de Leo se movía de una forma espectacular.

Fue ahí cuando el me llevó para su cama y me dijo para acostarnos en el colchón. Arriba estaba el short que él había usado aquella tarde cuando entrenamos. Se puso boca arriba y me extendía la mano para que yo me acostara con él. Yo me acosté sobre él u sentía como su pija gruesa se rozaba con la mía. Las dos mojadas de lubricación. Estiró los brazos y se aferró al respaldo de la cama. Ahí le pude ver aquellos pelos en las axilas con sus brazos gruesos marcaditos. Su piel dorada. El me preguntó si me podía besar mi cuerpo. Y fue ahí donde después de tantos besos se mojó con saliva su verga que ya por demás estaba lubricada y me la metió despacito hasta que sentí el tope de sus pelos con mis nalgas. Yo creía que me moría... Era algo divino. No quería terminar jamás...

Así terminamos la noche luego del boliche y él riéndose traspirado me dice:

-Te gané la apuesta cabrón; yo la tengo mas grande que la tuya.

Realmente tuve que darle la razón.

Hasta el día de hoy seguimos saliendo juntos luego de "cargarnos las minitas del boliche" y "mear juntos en un árbol".