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Una pervertida en la puerta de mi casa

en Jovencit@s

Nueve de la mañana. El fraccionamiento en el cual vivo se conforma con un sol penetrante entre las hojas de los árboles, las calles solitarias y el sonido leve de las grabadoras que se ejecutan mientras las amas de casa hacen las labores matutinas. Yo, una pervertida de 15 años, alta, blanca, de cabello castaño, delgada y piernuda, además de poseer un traserito paradito y musculoso además de mi encantadora y cóncava espalda femenina, ando en minidalda azul, una blusa de tirantes rosas y mis simpáticas sandalias. Mi padre ha ido a trabajar, mi madre también, y mi hermano mayor se ocupará de sus hijos....tal vez...No sé...mi problema es que cada mañana me quedo sola, sin qué hacer, acostada en la sala de mi casa, pensando morbosidades, pensando en qué hacer...y he encontrado algo que hacer...lentamente, meto mis dedos por debajo de mi minifalda...palpo mis bragas...mis dedos las hacen a un lado...toco mi carnosa vagina, húmeda al primer tacto...lentamente, busco mi clítoris...¡¡¡Wow!!! Lo he palpado...lentamente juego con el, con mis dos dedos, mis dos yemas,....me dedeo una y otra vez, mientras sonrío y me aprieto mi pancita plana, mientras mis piernas se revuelcan del placer....mientras mis piernas se rosan la una a la otra cuando mis dedos están en mi vagina....en poco tiempo, el placer me invade y no me reconozco...empiezo a gemir..a gemir...a gemir y a gemir, y luego los gemidos se transforman en gritos, luego, me convierto en una bestia indomable mientras mis labios se contraen, mientras mi vagina se humedece al máximo...mientras me vengo en un maravilloso orgasmo...

Pero no me es suficiente... me levanto, me miro al espejo...miro mis bonitos ojos azules, mi piel tersa y blanca de muñequita...mi largo cabello café descansando en mis desnudos hombros...mi boquita delgadita....me peino...miro mis dientes, mis pestañas y me acomodo el brasier...mis senos, redondos y exuberantes, se alzan sobre la blusita rosa....camino hacia la puerta...salgo de mi casa y camino por las calles de mi fraccionamiento, solitario, con un sol encima que quema...camino por la acera bajo la sombra de los árboles...mi vagina ya no aguanta...mi ano tampoco...mi lengua tiene muchísima hambre...todas las mañanas me pasa lo mismo, pero esta vez no lo puedo controlar...tengo que buscar a alguien que sacie esta sed....No me resisto...mi primer impulso es tocar a la puerta más cercana...Un vecino, un no muy conocido (habíamos intercambiado holas y adiós pero nadamás) abre la puerta en bóxer, una camisa entallada a su pecho y sus cabellos despinados...Un chavo x, no tendría más de 20 años...Pero mi cuerpo ya no aguantaba más...

---Hola --- le digo

----Hola – me dice tartamudeando, mirándome de arriba abajo...¿Te puedo...?

----Oye, ¿Yo te gusto?

Él se me queda viendo con una cara de ¿¿¿QUÉ??? Pero después de un rato, me sonríe y con la mano en la puerta, (el en su casa y yo del otro lado de la puerta) me invita a pasar...

---¿Pero dime, te gusto si o no?

El cierra la puerta y me mira otra vez de arriba abajo.

---Me encantas....la primera vez que...

No lo dejé terminar...Me le lancé en un apasionante beso mientras le quitaba la camisa...su vientre velludo me hizo tener la sensación de tocarlo hasta saciarme...su ancha espalda sacio la sed de mis manos...su boca estaba sobre la mía...su pene que rápidamente se ponía como piedra, tentaba mi húmeda vagina, hundiendo su verga en ella. Mientras nos besábamos salvajemente, caminamos hacia el primer sillón que nos topamos. Ahí, me recosté y se encimó en mí mientras me recorría con una excitante ola de besos. Me besó desde mi boquita hasta mis piernas, donde sus manos me acariciaron con violencia, hasta despojarme de mi falda. Y así, en bragas, abrí las piernas para rodearlo y besarlo. Nos besamos hasta cansarnos, nos tocamos hasta saciarnos. Pero entre más placer más loca e insaciable me ponía. Le bajé su bóxer y lo hice volar por los aires, lo recosté en el sillón y me metí su enorme y tibio pene en mi boca, probándolo con mis labios y con mi lengua dando vueltas en la cabecita roja. Estaba delicioso. Me lo comí todito, pasando mi boca desde la punta hasta la base, donde le daba lamidas a sus peludos huevos. Hubo un tiempo en que se la mamaba sin parar, mamaba y mamaba sin parar, sin siquiera tomar aliento, dejando empapada de saliva la verga de mi querido cogedor. De repente, me recostó boca abajo en el sillón mientras me decía mil mnorbosidades al oído y así, me despojó de mis húmedas bragas. Yo estaba a 1000, pues esa sed animal de sexo estaba lentamente siendo satisfecha pero a la misma vez estaba incrementando. Me puse en la posición de perrito, con mis brazos en el brazo del Sillón, y mi culito desnudo y paradito. Él estaba detrás de mí, y podía hacer conmigo lo que quisiera. No sabía si me iba a penetrar por mi vagina húmeda o por mi culito palpitante pidiendo verga. De repente, sentí su gruesa verga por entre mis labios hasta que topó y entonces empezó a meter y a sacar. Al fin, mi cuquita sentía una verga dura y caliente dentro de ella, comiéndocela....Mientras duramente me embestía por detrás, me decía morbosidades en el oído, detrás de mi cabello, lo que me calentó más. Así estuvo un rato hasta que decidó chupársela de nuevo. Se la chupé mejor que la primera vez...le humedecí todo, sus huevos, su tronco...se la mamaba y se la mamaba, y escurría saliva aún con mi boca en su verga. A veces, me la sacaba y le escupía o la masturbaba con la mano...pero seguía mamando y mamando...hasta saciar mi hambre de verga.

----Eres mío --- le decía

El no hacía nada. Sólo gemía y con un gesto de asombro me veía, pero nadamás.

---Ahora me dará por el culo – le dije

Me puse en cuatro nuevamente y el no dudó en metérmela por el chiquión...no tardó ni un segundo....Yo grité de dolor al sentir esa vergototota en mi hoyito, tibio y virgen....La saliva y los líquidos de mi vagina ayudaron a que resbalase tremenda verga..Yo nunca había sentido una verga en mi ano, sólo dedos y mangos de objetos, pero aquella verga entrando y saliendo con salvajismo de mi ano era la gloria....gemí como nunca, mordí los cojines del sillón y lo golpeaba como un animal. El paró repentinamente, y fue cuando él estaba a punto de terminar. Aunque yo no había terminado, había gozado como nunca.

----Quiero que los pongas aquí --- le dije

cuando me recosté boca arriba del sillón y abrí mis piernas como un compás, mostrando con mis dos dedos mi clítoris. El sonrío y se encimó en mí, penetrándome de nuevo, esta vez con más fuerza en mi cojita. Al fin, estaba encima de mi subiendo y bajando, metiendo y sacando, sudando y gimiendo, y yo en la gloria....lo rodié con mis piernas y apretaba su espalda mientras yo sentía que me moría del placer....al fin se vino...sacó su verga y poco a poco empezó a deslecharse en mi clítoris, sacando salpicadas tibias y abundantes....los dos mirábamos aquello mientras gemíamos a coro...me bañó toda mi vagina, y el semen escurría hasta mis piernas y ano...yo con un dedo recogí un poco de semen y mirándolo a los ojos, me lo metí a la boca, chupando mi dedo...Luego, cuando él se vestía, chupé los restos de semen que quedaron en su boca....

---Estás loca --- me dijo sonriendo.

Al fin, saciada, satisfecha, me vestí, y sin siquiera mirarlo, salí de su casa. Emprendí la huida, caminando por la acera contraria...de repente, vio otra puerta...¿Y si entro y me encuentro a otro cachondo vecino? Uno nunca sabe lo que puede pasar.

Atte:

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