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Prendas

en No Consentido

Hace 1 año hubo un hecho que nos cambió la vida a mi familia y a mí también. Por ese entonces tenía yo 12 años y aunque algo sabía sobre sexo nunca había tenido ninguna experiencia. Mi familia estaba compuesta por mi hermana Angie de 15 años mi papá Alberto de 41 y mi mamá Jazmín de 37. Mi hermana era una chica muy linda, de pelo castaño muy claro, casi rubio, y ojos marrones. Por ese entonces ella tenía un pechos muy grandes para su edad por lo que intentaba usar sujetadores apretados para ocultarlos porque le daba un poco de vergüenza. Ella había heredado esos enormes pechos de mi mamá que era admirada cada vez que caminaba por la calle por cualquier hombre que pasaba a lo cuál ella siempre estuvo acostumbrada. Mi papa era un hombre muy alto y grande medía poco más de 1.90 m. y era muy corpulento y aunque no iba al gimnasio siempre hizo mucho deporte por lo que su cuerpo estaba bien formado. Yo tenía un cuerpo bastante delgado y no era demasiado alto sino más bien de estatura mediana. Siempre fui morocho y de ojos claros como mamá.

Mi relación con mi padre nunca fue muy buena, casi no lo veía porque el trabajaba en una fábrica todo el día y llegaba a casa muy tarde a la noche, por ello toda mi infancia fui criado por mi mama. Mi mama siempre fue muy sobre-protectora por lo cuál nunca me dejo ir solo a ningún lado y en lugar de jugar con amiguitos de mi barrio o del colegio lo hacía con mi hermana a quién siempre quise mucho. Hasta aquí quizás mi historia no sea muy diferente a la de cualquier otro chico pero no faltaría mucho para que mi vida cambie totalmente.

Recuerdo cuando todo empezó, fue un 20 de Abril, día en que mi padre cumplía años. Como siempre, mi padre festejaba el día con la familia y una vez que todos se retiraban se iban a jugar Poker con sus amigos. Por algún motivo ese día la reunión familiar terminó temprano y mi papá se dispuso para ir a jugar poker con sus amigos cuando mi mama me vio a mi un poco aburrido y le pidió a papá que me llevase con él así aprendía cosas de hombres y estaba más tiempo conmigo. Aunque a mi papá no le gustó la idea solamente para no pelearse con mamá y para irse lo más rápido posible aceptó.

En el viaje en auto hasta lo de su amigo mi papá no me hablaba por lo cuál confirme mis sospechas de que solo iba para complacer a mamá pero mi padre no tenía intenciones de pasar tiempo conmigo. Llegamos a casa de su amigo del trabajo a eso de las 23.30 hs. cuando ya todo estaba muy oscuro. Al entrar a aquel lugar una niebla me golpeó en la cara ya que los amigos de papa estaban en la mesa de poker fumando en exceso (luego descubriría que no eran cigarrillos comunes sino que había algo de droga dando vueltas). Igualmente yo me sentía a gusto por estar entre hombre en lugar de pasarla con mamá y mi hermana como siempre y mi padre me dejo sentado en un sillón de un costado...

Papá: No se te ocurra moverte, te quedas acá mientras yo juego ok? ya bastante molestas!

Yo traté de contener el llanto que me venía debido a la dureza de las palabras de mi padre y porque estando entre hombres quería actuar como un macho en lugar de como una nena.

El tiempo fue pasando y todos fueron de a poco perdiendo un poco de cordura debido al alcohol y los cigarros. En un momento, mi papa se quedo dormido en un costado un poco enojado porque ya había perdido todo el dinero que había apostado. Entonces Juan, uno de los amigos de papá, me invitó a unírseles en la mesa para jugar. Yo había aprendido un poco a jugar al poker pero no me acordaba demasiado de ello. Juan, me dijo que para que jugase con ellos el me obsequiaría un par de fichas para empezar lo que yo le agradecía enseguida.

A los 15 minutos un par de manos de poker después, yo ya había perdido todo aunque la estaba pasando bien por sentirme uno más de ellos. Entonces Juan me vio sin fichas...

Juan: Nico, ya no podes jugar sin fichas, a no ser que los muchachos y yo nos pongamos de acuerdo en como podes pagarnos.

Yo no comprendí mucho que estaba diciendo y solamente les pedí que por favor me dejaran jugar. Juan se reunió con el resto de los amigos de papa con los que estaba jugando (eran 4 en total Juan, Pedro, Agustín y Pablo) y después de discutir un poco se acercaron.
Juan: Mira nene, los muchachos y yo nos pusimos de acuerdo que para que no te sientas mal y no ser injustos te dejaremos jugar un rato más... si ganas te daremos el dinero correspondiente pero si pierdes tendrás que hacer una prenda.
Yo estaba acostumbrado a ese tipo de juegos con mi hermana donde las prendas eran no ver tele por una semana o cosas por el estilo, por o tanto inmediatamente acepté el trato que me estaban ofreciendo.
Muy bien nene, dijo Juan mientras se reía y miraba al resto con una mirada extraña, entonces será mejor que empecemos.

El juego duró no más de media hora, y cuando llegó el momento en que no había más chances de que yo gané Pedro con una gran carcajada dijo que el juego ya había terminado y que yo había perdido. Yo me puse un poco triste por perder tan rápido pero igualmente la había pasado muy bien durante el juego por lo cuál aún estaba agradecido con ellos por tratarme tan bien.

Ellos se juntaron y charlaron hasta decidir cuál sería la prenda, momento en el que se acercaron y me rodearon. Pedro, que era quién más emocionado estaba por la situación me tomo de un brazo.

Pedro: Nene, ya sabemos que prenda tenemos para vos. Tenés que darnos besos a nuestros penes!
Yo: Queee!!! no... están locos...

Yo no podía creer lo que estaba diciendo aquel hombre querían que yo haga algo de niñas! yo que quería ser un hombre más esa noche y ellos querían que yo haga cosas de niña. Entonces Juan se me acercó...
Juan: Mira nene, te dejamos jugar gratis y la pasaste bien gracias a nosotros, además vos aceptaste las reglas del juego así que tenés que hacernos ese favor.
Yo no estuve de acuerdo pero una vez que Juan me lo explico de esa forma me di cuenta que tenía razón que yo había aceptado jugar por una prenda y que no sería de hombre no cumplir mi palabra.

Entonces Pedro me tomó por la cabeza y presionó hacia abajo hasta colocarme de rodillas entre todos esos hombres. Yo tenía miedo de esa situación, y aunque se me calló alguna lagrimita sabía que me lo tenía que aguantar. Pedro fue lentamente bajando sus pantalones cuando bajo sus boxer salió un miembro muy grande de entre sus piernas.

Pedro: Que pasa nene? te gustan así de grandes?

Yo lo miraba sorprendido ya que era enorme en comparación con mi pequeño pene, pero lentamente comencé a darle besos. Pero Pedro no se conformaba con ello y presionaba en mi boca cada vez más hasta que metió su pene adentro de mi boquita.
Pedro: Así se hace nene!
Mientras me gritaba y gemía metía su pene a su ritmo por mi boca entrando y saliendo. Yo intentaba no ahogarme pero me era muy difícil y me dejaba hacer para que todo pase más rápido y no se enojen más conmigo. El pene de Pedro seguía creciendo dentro de mi boca y creí que no me iba a entrar pero el seguía haciendo fuerza con su pene muy adentro de mi boca sin importarle mis quejidos.
YO: por favor pedro...mm... para...mm.... es muy grande...
Pedro no contestaba, solamente se reía y continuaba con su ejercicio hasta que empezó a convulsionarse.
Pedro: ahhh.... ahhhhhhhhhhhhhhhhh....acabo nene!!! acabo!!!!..... ahí tenés toda la lechita... tragatela hijo de puta!!!! si no te la tragas te mato!!!

Entonces Pedro me la metió muy adentro en mi boquita y yo para no ahogarme y para hacerle caso a lo que me decía trague lo que salía de aquel enorme pene. Su leche me rebalsaba la boca y yo me esforzaba por tragarme todo aunque no era nada fácil.

Finalmente el pene dejó de expulsar chorros de leche en mi boca y yo me tragué todo el semen que quedaba en mi boca de una vez.

Pedro: si nene... yo sabía que eras toda una putita... te gusto la lechita no?
Yo estaba como shockeado y no le conteste, a lo cuál el se enojo y me pegó un cachetazo fuerte en mi cara.
Pedro: dije si te gusto nene?! contestá!
YO: si..si... (dije con miedo)
Pedro: si que puta? decímelo con todas las letras o te pego de nuevo!
Yo: Si, pedro, me gustó chuparte tu pene y tragarme tu leche.
Pedro: Así me gusta putita.

Yo ya no daba más y enfile para la otra habitación donde mi padre estaba casi inconsciente por el efecto del alcohol y las drogas pero Juan me tomó del brazo.

Juan: Adonde vas? todavía faltamos nosotros!

Yo: pero... ya está..... déjenme ir.. estoy cansado.

Juan; NO putito, vos prometiste cumplir la prenda y nosotros nos vamos a asegurar de que las cumplas.

Entonces el resto de los que aun estaban vestidos empezaron a sacarse las pollas de sus pantalones. Eran 3 penes de tamaño bastante grandes aunque no tanto como el de pedro pero estaban todos ya muy duros por el espectáculo que Pedro y yo habíamos acabado de darle. Entonces yo completamente resignado me arrodille y continué con mi labor. Fui chupando los penes uno a uno, de a pares... fue un descontrol, me hacían tragármelas hasta el fondo de mi garganta y cuando creía que me ahogaría me las sacaban por un segundo para metérmelas de nuevo. Poco a poco comenzaron a llegar al final todos juntos y llegó el momento que pensé que todos acabarían nuevamente.
Juan: ahhh ahhh... ya acabo.... ya acabo.....

Entonces los tres me fueron acabando en la boca, primero fue Juan quién me dejo toda la leche en la boca sin dejarme tragarla o escupirla por lo cuál sentía completamente su sabor que no era para nada malo; luego Pablo acercó su pija a mi boquita llena de leche y a la leche de Pedro le agregó la suya casi al mismo tiempo que Agustín hizo lo mismo.

Agustín: A ver la nena como tiene la boca llena de leche mostranos a todos... entonces con la boca casi rebalsante de leche la abrí para que todos vieran como mi boca estaba llena de el semen de los 3.

Y allí me di cuenta que el hijo de puta de Pedro que había estado en silencio estaba filmando todo. Se acercó con la cámara filmándome con la boca llena de leche.

Pedro: Esto es un recuerdo para que no te olvides de lo bien que la pasas con nosotros ahora abrí bien la boca para la cámara... muy bien así... y ahora tragate toda la leche saboreándola.
Yo no tuve más remedio que hacerlo y lentamente fui tragándome toda esa leche relamiéndome los labios de ese sabor que realmente no era nada malo.

Una vez que me tragué toda la leche de aquellos hombres ya estaba muy cansado y me quede allí tirado un rato. Y lo miré a Pedro con mucho odio cuando ya con la cámara apagada me dijo si querés que este video no lo vean en tu casa descansa bien porque ahora viene la mejor parte... vas a tener que seguir haciendo todo lo que nosotros queramos.