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Jugando con bolitas chinas, relato real

en Confesiones

Jugando con bolitas chinas, relato real. (Si se puede con fotos reales)

Algunas putas no tan putas, simplemente a veces amigas que saben jugar y complacer al hombre.

Soy de Buenos Aires, siempre me gusto cambiar de mujer o monta, como se dice, porque aunque tuviera un montón de amigas o amantes, siempre le he encontrado algo excitante a experimentar con una mujer nueva.

Por tal razón desde muy joven cuando navegaba, conocí cuanto piringundín había en el mundo, desde la calle Juan Carlos Gómez en Montevideo, que la frecuente desde los 17 años, y posteriormente, el Trocadero de Lima, el Campo Alegre en Venezuela y en Curasao, las vidrieras de Hamburgo, el Barrio Chino de Rótterdam y Ámsterdam y un montón de lugares mas, que seria interminable de narrar.

Siempre me gustaron las putas, aunque nunca tanto como en estos últimos tiempos. Ya quizás no son tan frías como antes, que por cualquier cosa extra que hicieran tenias que pagar, y tenias que interrumpir lo que estabas haciendo para pagar por adelantado el próximo chiche que iba a hacer.

Así que, durante estos últimos años (como siete o mas) conocí a Viviana, una chica casada que trabajaba de día en un sauna (viene a ser como un departamento con varias habitaciones pequeñas que tienen además de la cama una piletita para lavarte la pija), el cual esta ubicado en la calle José Evaristo Uriburu, casi en esquina con la avenida Corrientes en el barrio de Once en Buenos Aires.

La conocí cuando estaba embarazada de la segunda hija, tenia unas tetas preciosas que derramaban al apretarlas es juguito que creo que se llama calostro o algo así, que les sale a las embarazadas antes de parir. Lo probé en la punta de la lengua y me gustó, así que cada vez que iba, lo saboreaba.

Después de haber dado a luz por cesárea, (que se puede ver en la foto la cicatriz que le quedó), entonces me convidaba un poquito de leche, para no abusar y que tuviera para el nene cuando volviera a su casa.

Me contó que al marido le decía que cuidaba a una señora enferma. Siempre me gustaron las mujeres que trabajaban de día, porque son las mas cariñosas, parecería que a estas realmente les gusta el sexo, además de cobrar para mantener a sus chicos.

Así nos fuimos conociendo y tomando primero simpatía y luego mucho cariño.

Vivi tenía una comadre de unos 37 años como ella, que trabajaba en una parrilla y no ganaba mucho, por lo que la convenció para que viniera a trabajar con ella.

Quedamos que el primer día que viniera a trabajar me iba a avisar, cosa que hizo, porque me contó que le daba vergüenza comenzar con alguien desconocido, así que me apure a estar unos minutos antes que llegara, cosa que no la eligiera otro cliente primero.

Era hermosa un poquito mas alta que ella, trigueña, pelo largo hasta los hombros, unas tetas paradas de 95 cm. ; una cintura ceñida y unas caderas prominentes de cómo 100 cm.

Se me subieron los huevos a la garganta pensando que se podría arrepentir, le dije a Viví que no se cambiara con la ropa que usan; en la recepción y pague el arancel para dos señoritas y pasamos al cuarto los tres juntos.

La comadre, que no recuerdo bien su nombre estaba media nerviosa y parecía un poco tensa, así que mi amiga la comenzó a besar con piquitos en los labios mientras yo le rodeaba la cintura con mis brazos desde atrás, apoyándole mi nabo duro entre las cachas de su colaza.

Aquí hago un paréntesis, porque el tema que traigo a colación es el de las bolitas chinas con Viví, así que si les gusta la historia y me lo piden, entonces en otra oportunidad lo contaré, porque son muy pocos mis relatos y no tengo mucho tiempo disponible para escribir como me gustaría.

Sigo; con Viviana pasó algo diferente a mi costumbre, comencé a pasar siempre con ella, luego que su comadre dejo de trabajar en el lugar. Le empecé a hacer regalitos, bombachitas (que se ven en las fotos), soutiens y un día también le robé a mi mujer un vestido de laicra largo, ajustado a la piel que delineaba lodos los contornos de la carne, que se lo había comprado para ir a una fiesta.

El lugar desde la recepción hasta los gabinetes tiene una escalera empinada (donde le saque una foto), que siempre las señoritas suben primero, pudiendo ver sus hermosas cachas desde abajo, además yo mientras subía nunca perdí la oportunidad de meterle la mano entre los cachetes tanteando el hermoso agujerito del culo (En la foto se ve su culo, con un poco de sarpullido, que luego con una crema que le regalé, se le fue completamente). Lamentablemente no pude insertarla en el relato, porque parece que ocupa muchos bits y no puedo transferirlas.

Ese cariño, hizo que la tratara con suma dulzura, cuando entraba al cuarto, le besaba los párpados y nos dábamos besos en los labios, bajaba por su pancita besándole la cicatriz de la cesárea y luego bajaba a su conchita, le metía un dedo y con la lengua le chupaba el clítoris, hasta hacerla acabar, notando que realmente lo hacia, porque me llenaba la boca con sus jugos.

Luego me hacia "la Diosa arrodillada" que consistía en chuparme la pija en esa posición, mientras yo le apretaba la nariz para que se tragara bien a fondo mi pija, con la otra mano la agarraba de la nuca para que me hiciera la garganta profunda.

Con sus hermosos ojos lagrimosos, me miraba con esos párpados azules hasta que le acababa en la boca.

Continuamos siempre con buena onda, un día lleve un vibrador y se lo metí en el culo mientras la cojía por la concha.

He visto las fotos que últimamente salían en los foros de Internet, de todo tipo de imágenes caseras, desde la aparición de las cámaras digitales, cosa que me calentó mucho, por lo que el año pasado, decidí comprarme para regalarme, en mi cumpleaños una cámara digital, ya que Viviana me dijo que aceptaba a sacarse fotos, siempre y cuando no se le viera el rostro, cosa que cumplí a medias, como se podrá ver cuando pueda subirlas.

Y ahora si voy al relato de las bolitas chinas.

Nunca me gusto ir a los sex shop a comprar cosas, así que como tengo bastante habilidad manual, se me ocurrió una idea: Hacer las bolitas chichas con el roley bol de los frascos de desodorante.

Miden mas o menos 2.5 cm. de diámetro, así que tenia guardados algunos vacíos, para concretar mi proyecto.

Los saque cuidadosamente y le hice unas perforaciones con una mecha de 3 mm, hice una cuenta con 4 bolitas y le atravesé un hilo de algodón de los que se usan para atar, limite el desplazamiento de las bolitas a ambos costados con nudos.

Fui un sábado por la tarde, en que no va casi nadie para poder experimentar con tranquilidad. Ese día no lleve la cámara porque me había quedado sin pilas y además para hacer este trabajito hay que disfrutarlo, y a veces con la cámara uno se pierde un montón de cosas lindas para ver en vivo y en directo.

Viviana, cuando usa el culo tiene gel que no derrite al látex, así que cuando saqué las bolitas chinas me dijo: No se las habrás metido a nadie no?

-No tonta le conteste, las hice solamente para vos-

-Bueno pero me parecen un poquito grandes ¿Me entraran?-

-Si tontuela, si son más chicas que el diámetro de mi pija- (En realidad lo que yo quería, era abrirle el culito un poco ya que lo tiene muy chiquito, fruncido y duro y a veces cuesta metérsela).

Le empede a pasar el gel en el agujerito del culo y a las bolitas.

Le empecé a empujar la primera y me dijo: ¿Será seguro esto? A lo que le respondí: ¡Como no van a ser seguras si las hice yo¡ Y empecé a empujar……. (No saben la sensación visual que se siente cuando empieza a pasar la mitad y luego el agujerito negro se la traga a la bolita y desaparece en la nada)

En la primera me dice –

¡Que lindo, como entro enseguidita¡

Le empuje la segunda bolita que entro sin hace mucha resistencia

La tercera se enredo en el piolín, pero entro igual

Cuando puse la cuarta me dice

Me están haciendo dar ganas de hacer caca

Entonces me apure a metérsela del todo.

Ahora venia lo soñado: Ir sacándolas despacito……

Empecé a tirar……….

y....... sale un nudo, había zafado del agujero y se venia, tuve la esperanza de que la tercera iba a empujar a la que había zafado, pero…….no también zafo el nudo.

Ella da vuelta la cabeza y me pregunta

¿Qué pasa que no las sacas?

......y le digo: Fallo el invento

Con mucho miedo me dice ¿y ahora que hacemos?

Yo tenía ganas de matarme o llamar al Chapulín Colorado, pero pensé y le dije:

Vas a tener que cagarlas

Para peor en el gabinete no hay baño, así que agarré el tacho que se usa para tirar los profilácticos y la hice poner en cuclillas y a hacer fuerza.

No salían, así que le metí un dedo que lo hice resbalar alrededor de la bolilla, agrandándole todo lo que podía el esfínter, así que pudo con bastante fuerza salir, la que había entrado tercera, zafo bien, la segunda ya vino mas fácil.

Cuando estaba por salir la que había entrado primero, siento que por el agujerito de la bolita salía gas que serviría para impulsarla, así que la hice girar con el dedo y ahí sí;.......salió como un cañonazo, y atrás me imagine que luego se venia todo, así que se envolvió en una toalla y se fue corriendo al baño que queda afuera de los gabinetes.

Después de eso nunca mas la vi, aparentemente las recepcionistas me dijeron que no trabajaba mas allí y que no había dejado ni dirección ni teléfono donde ubicarla.

Yo en alguna oportunidad le había dejado mi número de teléfono y a veces me llamaba a mi casa. Cuando mi mujer atendía la contraseña era que preguntaba por la farmacia.

Nunca pude tener el teléfono de ella que según me dijo usaba el de una vecina que le cuidaba los chicos, mientras ella trabajaba durante el día.

A veces yo le preguntaba

Te cojió tu marido anoche? - y me decía

No por eso hoy vine caliente

En esta foto se la ve en que forma se puso para meterle las bolitas chinas

A pesar de no tener un cuerpo, de lo que se dice una diosa, tenia la carne de una mujer opulenta, que se entrega al hombre como una real hembra salvaje, que es lo que a todo macho le gusta.

Recuerdo que cuando entraba al gabinete, antes de desnudarse se recogía el pelo en un rodete como se ve en la foto.

Yo le enseñe a desnudarse, dejándose sacar el corpiño primero y luego de espalda ir sacándose la tanga despacito, poniendo la cola hacia atrás.

En una de las ultimas veces que fui, llegue y un hombre bastante mayor ya la había elegido a ella y a una señorita paraguaya (que también le saqué fotos) y estaban por pasar los tres juntos, ella me sonrió y me hizo señas que enseguida iban a terminar con él y así lo hicieron.

El hombre salió a los 15 minutos tambaleándose, (vaya uno a saber que le habrán hecho)

Si les ha gustado mi relato, pueden escribirme a jbbocajuniors@hotmail.com, les podré dar la dirección exacta donde queda ese hermoso lugar a los que quieran, también pueden escribirme mujeres para que opinen que les parece mi forma de actuar, si les gusta o no.

Siempre tuve este lema "A las damas hay que tratarlas como a putas; y a las putas como a damas" y siempre me ha dado resultado.

Dedico este relato a Pedro W, que a pesar de los pocos relatos que tengo, me ha dedicado uno y a adrianaabogada que es la escritora mas simpática del foro.

Y a vos Viviana, te digo que estés donde estés nunca te olvidaré.

Espero comentarios y valoraciones. Muchas gracias por haberme leido. Si alguien puede ilustrarme como subir las fotos se lo agradeceré mucho.

Saludos Jaimar.