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Los vecinos Pili y Carlos (2)

en Hetero: General

-Hola a todos, si quereis saber como empieza la historia solo teneis que leer el primer episodio de la serie, gracias!

Habían pasado unas semanas desde mi encuentro en el ascensor con Carlos, yo todavía seguía flasheada, en nuestras fugaces coincidencias en el patio, yo solía bajar un poco la cabeza, el actuaba de forma algo mas cariñosa, pero yo me alejaba algo mas de el, un día como después me confesó vio a mis padres salir de casa, y ni corto ni perezoso se acerco a verme, llamó a la puerta y le abrí.

Por supuesto estaba sola en casa y el lo sabia...

-¿Puedo pasar?-dijo el

-pasa- le invité, nos sentamos en el sofá y empezamos a hablar de cosas varias, la mayoría banalidades hasta que el se atrevió a tocar el tema que aun teníamos pendiente hablar.

-Oye mira Pili lo que pasó el otro día creo que no fue nada malo, a mi me gustó mucho y creo que a ti también por eso no entiendo que me huyas todos estos días.

-Tienes razón me gusto, y mucho y no te huyo solo que ahora no se por que me da mas vergüenza mirarte a la cara...

-Pues no tienes por que tener vergüenza conmigo Pili pero ¿sabes que? creo que tienes vergüenza por que no estas acostumbrada a que te vean desnuda ¿a que si? Seguro que con mas práctica la vergüenza se te pasará- y mientras decía esto comenzaba a bajarme un tirante de mi camiseta.-Yo no se que extraño poder ejercía este chico sobre mi pero en cuestión de segundos mi camiseta de tirantes estaba debajo de mis pechos solo cubiertos por un sujetador blanco, su boca en mi cuello dándome besos y respirándome en la oreja y su mano derecha en mi pecho izquierdo que movía en círculos. el siguió abalanzado sobre mi y poco a poco me rendí y me deje tumbar en el sofá, Carlos me bajo la camiseta por las piernas y colocó su cara entre mis pechos que enseguida liberó del sujetador, los cogió con ambas manos y mientras me besaba en la boca me los acariciaba de una manera que todavía recuerdo, descendió de mi mí boca a mi cuello y de allí a los pechos, que rodeó con besos hasta llegar al centro del derecho, cuyo pezón lamió primero, yo notaba unos escalofríos que me eran ajenos, pero me encantaban, lamió el otro pecho y yo animada acariciaba su cabeza con mi manos, Carlos continuo entonces su descenso pasando por mi estomago y mi vientre con besos muy dulces se detuvo en mi ombligo, que también lamió con delicadeza mientras suavemente y sin casi percatarme me bajaba las mallas que llevaba puestas y colocándose entre mis piernas comenzó a manipular con sus dedos mis ya empapadas braguitas, las apartó y acercó su boca a la cara interna de mis muslos, que besó tan suavemente como había besado el resto de mi hasta llegar mi mis labios, me los abrió con los dedos y con su lengua fue directamente a mi agujero, que profundizó con ella, debió mojarse hasta la nariz pero eso no le importó y continuó ahora una ascensión por mi vagina, despacio hasta mi clítoris, primero superficialmente y mas tarde en profundidad chupó, después de sacarlo de su capuchón ayudado por sus dedos, lamió después de abajo a arriba mi vagina varias veces, durante un buen rato me estuvo cuidando así hasta que paró.

Levantó su cara y se quitó su camiseta, luego su pantalón, sobraban las palabras, me iba a penetrar, por primera vez en mi vida, y no hice nada para evitarlo por que lo estaba deseando. Carlos sin decir nada acerco su pene muy duro a mi entrada, yo casi instintivamente abrí mas aun mis piernas, para recibirle, (es curioso lo rápido que se aprende), la posó sobre mi clítoris y la bañó en mi humedad meneándola de arriba a abajo, le dio tiempo a besarme la frente, los ojos, la nariz... antes de enterrarme muy despacio su pene en mi interior, recuerdo esa sensación como si fuera ayer pero como entonces me cuesta explicarla, todos los matices que pasaron por mi cabeza, notaba aquel falo recorriendo despacio el mismo camino, bendito camino, dentro y fuera, dentro y fuera, primero y durante un rato despacio, un ritmo cansino, para dejarme claro el procedimiento, para acelerar progresivamente y cuando me di cuenta estaba entre mis piernas, apoyado con sus brazos a cada lado de mi cabeza, penetrándome a una velocidad que en ese momento, me pareció considerable, yo poco a poco fui encontrándole una ubicación a mis manos que pasaron de su nuca a su espalda y mas tarde a sus nalgas, lo que el interpretó correctamente como una invitación a aumentar la velocidad, para añadir mas madera a la maquinaria, Carlos comenzó entonces a penetrarme de una manera mas violenta, sin perder dulzura y encanto, pero mas violenta, rápida, ahora el sonido de nuestros fluidos había dejado paso a un golpeteo, el que producía el choque de nuestros cuerpos al llegar al final. Nos hicimos el amor por 15 minutos mas en esa postura, variando el ritmo, y la velocidad, hasta que en una de esas acometidas mas rápidas y violentas Carlos empezó a respirar mas entrecortado y sus penetraciones se hicieron algo mas torpes, hasta que paró, y seguidamente yo comencé a notar algo mas caliente aun si cabe dentro de mi.

Carlos se corrió en mi interior y estuvimos un rato abrazados, tumbados en el sofá, fue mi primera vez, y no os voy a engañar, no tuve un orgasmo, (los orgasmos no se regalan como parece en algunos relatos) pero no me hizo falta para disfrutar a tope de mi primera relación sexual completa, o casi completa...

P.D: Siento la tardanza y espero que os guste, grácias por las críticas como siempre, un beso Lunita.