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Tareas eróticas

en Textos educativos

Tareas eróticas para conocer las preferencias de tu pareja

Ejercicios prácticos de comunicación verbal y corporal que te serán útiles para (re)conocer la particular forma de experimentar la sexualidad que tiene tu pareja, tanto en lo referente a factores estimulantes del erotismo como a los inhibidores.
 

Seleccionamos una serie de tareas eróticas pensadas para desarrollar la comunicación sensual en tu pareja. El orden en el que están ubicadas no es casual. Van desde las menos genitales a las más genitales, lo cual permite una exploración en diferentes órdenes de la experiencia erótica. Es recomendable hacer de a una por encuentro, dedicando toda la concentración a esa tareas en particular y tratando de no transgredir las pautas y los tiempos que demanda cada una de ellas. Te deseamos lo mejor, y recuerden que siempre hay algo más para conocer en la otra persona y en nosotros mismos.

Conversación de 5 minutos

Se trata de llevar a cabo una conversación con el objetivo de conocerse más y darle una mayor dinámica a la comunicación erótica. Cada uno, por turnos, hablará durante 5 minutos manifestando lo que sexualmente le excita (sus fantasías preferidas) y lo que le enfría o disgusta. La información que van a compartir no se reduce a los límites de la cama, sino que abarca todo lo que ustedes consideran erótico y sensual.

Está prohibido interrumpirse, pasar viejas facturas y hacer reproches o recriminaciones al otro.

Masaje sensual

Proponele a tu pareja realizar, por turnos, un masaje erótico de no menos de 15 minutos de duración (cada uno). Pueden usar aceites o cremas para el cuerpo, para que el contacto sea más placentero. En este caso no se trata del típico masaje descontracturante, sino de estimular suavemente toda la piel con la yema de los dedos, la palma de las manos, las uñas, una pluma, una flor o lo que se te ocurra.

Comienza el que quiera, el que recibe primero se recuesta boca abajo, y luego de la primera etapa del masaje se da vuelta y se pone boca arriba. No hay que dejar ninguna parte del cuerpo sin recorrer (salvo las no permitidas).

Será provechoso durante el ejercicio informar al otro sobre cómo uno desea ser masajeado, señalando lo que resulta agradable y dando indicaciones para modificar lo no agradable. Durante el ejercicio no se deben estimular los genitales ni los pechos, y es mejor no tener relaciones sexuales posteriormente.

Es fundamental durante el ejercicio permitirse ser egoísta y concentrarse solamente en las propias sensaciones y en el placer experimentado. No hay que pensar en la otra persona, para eso está el momento en el cual nos toca dar el masaje.

Beneficios del masaje sensual
 
Desgenitalizar la sexualidad.
Aprender a relajarse en pareja.
Disminuir la ansiedad y las exigencias por el rendimiento sexual.
Aprender a concentrarse en las propias sensaciones.
Comenzar la relación sexual con estímulos suaves y tiempos prolongados, sin prisas ni  ansiedades.
 

Conociendo el mapa corporal de tu pareja

Si bien podemos decir que hay zonas erógenas universales, ya que son puntos que suelen despertar sensaciones placenteras en la mayoría de nosotros, cada persona construye a lo largo de su aprendizaje sexual y corporal un mapa sensitivo que le es particular e irrepetible.

Por lo tanto, es imposible adivinar a priori las preferencias sexuales de un varón o mujer, y solamente podemos conocer su mapa sensitivo en la práctica erótica y por supuesto dialogando constructivamente sobre el tema.

En este ejercicio te proponemos una combinación de práctica y diálogo, ya que lo que vas a hacer junto con tu pareja es un trabajo de exploración y descubrimiento mutuos en la escena sexual.

El esquema es el siguiente. Proponele a tu pareja que se recueste. Puede cerrar los ojos o incluso vendarlos, para aumentar su receptividad táctil. Luego le vas a acariciar diferentes zonas de tu cuerpo con tus manos de manera suave. Procurá que las zonas no sean demasiado grandes, sino más bien focalizadas en un área puntual.


No dejes ningún punto del mapa corporal sin acariciar, tanto de la parte delantera como de la trasera: cabeza, cuero cabelludo, cuello, cara, hombros, pechos, brazos, manos, dedos, espalda, cola, piernas, y por supuesto los genitales.

Al final del ejercicio, comenten emociones, sensaciones, pensamientos, y lo que han aprendido el uno del otro.
 

Exploración genital mutua

La propuesta es investigar los genitales de tu pareja como aquel viejo juego del "doctor". Podes hacerlo primero el masaje sensual, tomándote otro tiempo largo para cada uno. Es recomendable utilizar crema o aceite para el cuerpo, así la mano se desliza con mayor facilidad y el contacto es más placentero.

El que da el masaje no debe dejar sin tocar ni un centímetro de la anatomía genital de su pareja, y la otra parte es interesante que registre cuales son las sensaciones más placenteras y las menos placenteras que recibe. Cada parte tiene un nombre, y si no lo conocés podés leer cualquier libro de sexualidad masculina o femenina.

Como en el masaje sensual, el masaje se hace por turnos con los roles diferenciados (el que da y el que recibe), lo cual facilita la concentración en lo que cada uno hace. Hay que hacerlo despacio y concentrado, comunicándose con la pareja acerca de las zonas preferidas y las menos agradables.

El ejercicio puede terminar con un buen orgasmo manual o incluso oral.

Beneficios  de la exploración genital mutua

Mejorar el registro de las sensaciones genitales.
Aprender a estimularse los genitales sin tener como único objetivo el orgasmo.
Tolerar de esa manera un tiempo largo de estimulación sin eyaculación.
Conocer las preferencias sexuales de la pareja en lo referente a la estimulación genital.
 

Besos en los labios

El beso se ha ido perdiendo como técnica de estimulación erótica. Proponele entonces a tu pareja recuperar ese afrodisíaco tan potente.

Pedile a él/ella un encuentro sólo de besos. A su turno, previo sorteo, cada uno enseñará al otro cómo le gusta ser besado y cómo le gusta besar. Este ejercicio deberá durar entre 10 y 15 minutos para cada uno. Se recomienda que este ejercicio quede cerrado en sí mismo y, sólo en esta ocasión, no se tengan relaciones sexuales a continuación.

Comenten luego las sensaciones que han tenido, que les pasaba cuando controlaba uno mismo el camino del beso, y que ocurría el seguir el ritmo marcado por la pareja.

Es interesante complementar este ejercicio con una salida erótica. Se pueden preparar y producir los dos como si tuvieran su primera cita, y por lo tanto pondrán lo mejor de sí para seducir al otro. Es interesante visitar esos bares que son especiales para parejas, con luz tenue, buena música y cómodos sillones... o recordar aquellos tiempos en los cuales no tenían lugar para estar juntos, y entonces el auto (ubicado en algún lugar estratégico) cumplía la función de "albergue ambulante". Ubicados entonces en el contexto apropiado, y lejos de una posibilidad inmediata de relación sexual, pueden poner manos (o mejor dicho labios) a la obra...

 

Coito en diferentes posiciones

El Pene penetra en la Vagina sólo unos centímetros, permanece en ella un minuto, se retira y descansa en la cavidad clitorial otro minuto y vuelve a entrar. En los minutos de  descanso, el Pene espera primero en la parte exterior de la Vulva, después espera dentro de ella.

POSTURA LATERAL: El coito prolongado resulta más fácil si están tumbados de lado uno frente al otro. Ella está tumbada con una pierna entre las de él y la otra sobre él.
Descansen parcialmente sobre la espalda, con ella un poco de frente. Pasa un brazo por debajo de ella, acercándola a vos.

POSTURA DEL MISIONERO: El uso de esta postura versátil sirve en algunos varones para facilitar el coito prolongado. La ventaja de la postura del misionero es que él se puede elevar un poco hacia un lado para que una de sus manos pueda llegar a los testículos y tirar de ellos hacia abajo, en caso de necesitar controlar un orgasmo inminente. También maneja mejor los ritmos del coito, aunque a veces ésta postura lleva por sí misma a una carrera hacia el orgasmo.

ROTACIÓN DE CADERAS FEMENINA: Esta técnica está pensada para provocar el orgasmo en cuanto los dos estén preparados.  Tumbada sobre la espalda, ella tensa la cola y eleva y gira las caderas mientras empuja hacia arriba, apretando los músculos vaginales en los movimientos descendentes.

ROTACIÓN DE CADERAS MASCULINA: Es la misma técnica que la rotación de caderas femenina, sólo que esta vez es el hombre quién está tumbado boca arriba y aprieta los músculos de la cola mientras levanta las caderas y las mueve en círculos. La mujer experimenta una sensación en espiral muy excitante.
Los movimientos lentos y fluidos del coito Tántrico hacen que ella saboreé las sensaciones sin distracción.

PENETRACIÓN POR DETRÁS: La ventaja de que el hombre penetre a la mujer por detrás es que puede llegar fácilmente al clítoris para estimularla con los dedos hasta el orgasmo. La proximidad de él a los músculos anales de ella significa que cuando ella llegue al clímax, el Pene se verá especialmente afectado por la fuerza de las contracciones orgásmicas de ella.