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Plan perfecto

en Interracial

Ese día todo estaba fríamente calculado, mi esposa, una mujer de 48 años, tez blanca, bien blanca, con senos medianos y contextura gruesa, aunque no gorda, ni se imaginaba las semanas de planificación previas.

Estábamos en una etapa de madurez y exploración de nuevas experiencias para mantener el interés sexual de la pareja, fantaseábamos de vez en cuando, al tener relaciones. Pero esas fantasías se fueron volviendo poco a poco en obsesiones. Verla con otro hombre.

Una noche de verano con nuestra hija de vacaciones en la playa, situación que aprovechábamos ya que durante esos días prácticamente permanecíamos desnudos en la casa, con las cortinas semitransparentes que dejaban sentir la sensación de poder ser vistos por los vecinos. Sabia que a pesar de lo que hablábamos al hacer el amor, ella jamás lo llevaría a la practica, por eso lo planifique así.

Contacte por la Internet un joven y le propuse que se comiera a mi mujer, el muchacho era joven de 25 años musculoso y de tez negra agradable a la vista, mejor dicho, un negro fino. Acorde la fecha y le di instrucciones y quedamos pendientes.

La noche en mención lleve una película de sexo sobre tríos, donde precisamente había un negro como protagonista. Viendo la película y tomando unos wiskeys empezamos a acariciarnos, yo le decía que se imaginara que el negro estaba con nosotros, los tragos y la película ayudaron mucho. Yo fingía tomar pero me cercioraba que ella si se embutiera todo el trago y con una frecuencia que dio resultados en poco tiempo. La tenia borrachita, totalmente embriagada y totalmente desinhibida. Fue a la habitación y saco su consolador y me dijo: -Siéntese ahí con el negro, les voy a hacer un show-

Aunque no es profesional, hizo un show digno de una estrella porno, yo la animaba diciéndole que el negro me había pedido permiso para lamerle el culo, le preguntaba que debía hacer yo y ella gimiendo me pedía que lo dejara, que le pasara la lengua por todo el cuerpo, que le iba a chupar la vergota, en fin fantasías que calentaban enormemente el ambiente, inclusive en medio de su arrechera decía –Usted solo mire y hágase la paja, esto es entre el negro y yo-

Que instantes tan excitantes, pero se necesitaba mas licor, cuando creí que todo estaba a punto, escogí un momento que aproveche para llamar al contacto que estaba en un bar cercano, el llego y toco ligeramente la puerta, apenas para enterarme yo, lo deje pasar, le pedí que se desnudara y esperara mi llamado. Mi corazón latía a millón, me la jugaba toda, toda por una fantasía, la reacción de ella podía ser cualquiera.

Me le acerqué, la acaricié y le puse una venda diciéndole que no quería que se la quitara, que se limitara a sentir. Fue en ese momento que me acerque a la pared y le hice señas al negro para que viniera, le hice indique que le chupara la cuca y el lo hizo.... Uffffffff, no lo podía creer, ver a mi esposa ahí patiabierta y otro hombre lamiendo su cuca, yo me masturbaba y explotaba de placer, ella gozaba y se movía sin descubrir sus ojos. La lengua del negro le recorría desde el culo hasta el clítoris y mi mujer gritaba de placer, le pregunte -¿te gusta lo que te hace el negro? Y ella decía con su voz medio enredada por los tragos –si, si, siiiiiii, pero mientras el me pasa la lengua te la quiero mamar-. En ese momento entonces, acerque mi verga a su boca, la tomo con su mano y la chupo con ganas durante unos segundos y se detuvo como queriéndose explicar lo que pasaba, así que se quito la venda sorprendida, miro al negro y me miro, solo dijo – ¡ sos un hijueputa !, después de esa reacción y, creo por el efecto del licor y la excitación del momento, me dijo: - pero, es lo que querés, esto es lo querés ver, pues a mirar hijueputa. Venga mi negro y páseme esa vergota yo se la mamo-, me puso a un lado y empezó a disfrutar el regalo que le había llevado.

Verla a ella chupar, lamer esa verga negra, ver esas manos oscuras que recorrían el cuerpo de mi mujer reblanca y, lo que me impresionaba mas, ella lo estaba disfrutando; fue algo supremamente excitante, yo me ubique en un sillón de la sala a ver como el extraño hacia y deshacía con mi esposa y ella, mamaba y me miraba con una cara de puta....

Mi mayor sorpresa fue cuando ella le dijo: -papi métamela toda y ofreció su coño abriéndose como nunca lo había hecho jamás, el negro, todo un atleta de dio con ganas y ella pedía mas, no conocía esa faceta de mi esposa pero me producía un morbo enorme.

Fueron muchos minutos, por la cuca, por el culo, por la boca, por todo lado, en todas las posiciones. Un espectáculo para mi satisfacción, ver como le daban, verla bien puta. Eso era lo que mis fantasías dibujaban, y yo con mi verga bien tiesa y acariciada de arriba abajo con rapidez, mis ojos se salían de sus orbitas, por ultimo cuando el volvió a llevar su palo sobre su boca me llamo y pidió que nos derramáramos en su cara, ambos explotamos de placer, los gemidos de ella nos animaban a entregar hasta la ultima gota acompañada con golpes sobre su rostro de las vergas tiesas y babeantes.

Cuando terminamos, se levanto tambaleante y se retiró a su habitación diciendo entre lenguas. –satisfechos? Y se encerró.

Levante mis hombros y me despedí del chico, el se vistió y se fué, ese resto de noche terminé durmiendo en el sofá de la sala.

Al otro día ella me dijo que no quería hablar de ese asunto y hasta hoy elude ese tema, todo siguió normal en nuestras vidas pero cuando trato de abordar algo relacionado, ella evita comentarios al respecto. Es como si se le hubiese borrado de la mente (aunque yo se que no es así)

El Chico me ha llamado un par de veces a preguntar si lo volvemos a hacer, pero en esas ocasiones le he dicho: - Ella lo disfruto, pero no lo quiere repetir.