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Una bella y normal mujer y su tío

en Sexo con maduros

Recordando el día anterior de cómo tío antonio le había acariciado sus hermosos pechos y suavemente le acaricio sus nalgas, llegaron ella los sentimientos de culpa después de que en la noche descargo toda su calentura que le dejo su tío y sus caricias antes de que llegara miguel, ya que miguel le cometo que le gustaba mucha la forma que le hacía el amor y que la amaba mucho por su manera de ser tan discreta y recatada en su forma de ser ante toda la vecindad y de su trabajo. Por lo que al irse miguel se dijo así mismo que era una locura lo que hacia con tío antonio y su paciente, sin embargo el solo mencionarlos le daban esas extrañas cosquillas que le recorrían desde sus pezones hasta los labios de su moja rajita, e inconcientemente toco con su indice medio. Más recobrando su cordura al verse al espejo sus hermosas formas determino dar fin a ese juego que su tío le había despertado ya que no deseaba ni quería herir a su amado miguel y que le juro solo ser de el.

Después de ducharse y al arreglarse, vio la bata con la que la inmortalizaron, con mucho coraje se deshizo de ella para no tener ningún objeto que le martirizara su mal comportamiento. Por lo que decidió que solo vestiría sus ropas mas decentes para no mostrarle nada su tio-suegro. Y con ello volver hacer aquella mujer que miguel conocía y ser la esposa recatada y perfecta que su madre le inculco y que le decía que solo las mujeres de la calle se podían comportar de esa manera con los hombres.

Así mismo al llegar a su consultorio y revisar sus citas, vio que le tocaba ese viejo chaparro que la ultima vez le habia tocado sus nalgas, tratando de no recordar lo sucedido con él, y se dispuso a recibirlo. Una vez que empezo hacer sus trabajo el quiso poner sus mano en sus rodillas como la vez anterior, sin embargo ella se levanto reclamandole su actitud para con ella, diciendole que no le había detenido la vez anterior debido a que le daba vergüenza reprocharle su forma de tocarle sus piernas y nalgas, reprochandole que era igual que todos esos hombres que la acosaban a donde quiera que fuera sola y que le repugnaba el solo hecho de ver que solo la quería para hacer sus cochinadas y recordandole su aspecto tan sucio y feo que era, por lo que el señor reyes al ver la situación trato de calmarla diciendole que le perdonara su comportamiento, pero al mismo tiempo con gesto de tristeza, le suplicaba que no lo tomara a mal, que tratara de comprenderlo, ya que su físico obeso hacia que las mujeres lo miraran con desprecio y recelo por la forma en que las veía, quienes le decía viejo grosero, lujurioso morboso.

El sr. Reyes le volvio a ofrecer disculpas por haberla tratado de esa manera y de haber creido que una mujer tan atractiva y tan hermosa y que a pesar de vestir con decencia no lograba ocultar ese hermoso cuerpo tan sexy que tenía, por haberse ilusionado que al fin después de varios meses pudo al fin tocar y acariciar las formas de tan perfecta mujer.

El sr reyes con su cara de angustia y vergüenza le suplicaba que no lo tomará a mal, ya que él por su aspecto tan feo nunca en su vida había tocado a una mujer tan bella como ella. Y que el pensó que al estarse de pie toda la consulta anterior a su lado le gusto que el le acariciará esas nalgas tan paradas y duras que tenía. Esto le hizo creer que tal vez era un sueño que hace tiempo tenía.

Cris al ver el arrepentimiento del sr. Reyes, pensó en la situación que igual que a su tío suegro había provocado, por lo que su enojo poco a poco se empezo a convertir en gozo al ver a ese pobre hombre como a un niño que se porto mal. Verlo así y que solo en sueños pudiera haberle permitido que una mujer como ella se dejara tocar.

Al ver esto y olvidandose de su promesa de serle fiel únicamente a miguel y de terminar con esos juegos que le producían esas extrañas cosquillas en su vientre, y sin saber como a Cris le salieron las palabras: "esta bien don luis no voy a decir nada a nadie de lo sucedido", solo que le pido me diga por que quiere tocarme, ella sin salir de su asombro y de no creer como le habían salido estas palabras, se quedo parada enfrente de su paciente.

Don luis la vio incrédulo, y sin creer en lo que acaba de escuchar, viendo fijamente a Cris le dijo: en verdad Dra quiere saber por que me atreví hacerlo.

Cris pensó en la situación que estaba provocando y que al mismo tiempo su cordura le recordaba que tenía que ser una mujer decente y fiel a miguel. Sin embargo los pequeños piquetes en sus pezones le hicieron contestarle " si don luis", quiero que me lo diga.

Recuerda el día que por primera vez me consulto, ese día fui el último, por lo que al abrir el consultorio la vi en su lindo vestido de color rojo guindo, aquel de cuello redondo con brillantitos y de tirantes sobre sus pechos, un poco arriba de sus rodillas que brillaban por el aceite que había puesto en toda sus piernas, haciendo conjunto con las zapatillas de tiritas del mismo tono pero con tacon de aguja dorada, que hacian resaltar esos pies tan hermosos que tiene. Y que hacen resaltar su figura tan esbelta y tan hermosa que posee.

Recuerdo que me dijo que ya no podía atenderme por que se dirigía a un compromiso social con su esposo, sin embargo le pedi me atendiera aquella muela que me provocaba tanto dolor, por lo que al verme se resigno hacerlo, no se si fueron las prisas pero cuando se enclino no se dio cuenta que rozo mis brazos con sus pechos que me pusieron tan nervioso que se me olvido mi sufrimiento.

Desde entonces Dra, cada vez que recordaba esos momentos empece a soñar con su hermoso cuerpo, a imaginarme que tal vez llevaba una tangita de hilo ya que no se le marcaba nada.

Cris lo vio fijamente y tratando de contener sus estremecimientos, y sabiendo que no era correcto lo que le pidio a don luis, volvio a pensar en miguel y en su condición de mujer respetable ante su circulo de amistades que le provocaron sentimientos de culpabilidad.

Sin embargo don luis continuo diciendole si Dra, la vez anterior la vi en mi sueños caminando en unas sandalias de aguja blancas, con un juego de medias blancas sujetadas por un liguero de tiritas desde su cintura tan estrecha y una tanga de hilo que apenas le cubría sus bellos, y sus pechos sacudiendose a cada paso que daba, hasta parase enfrente de su escritorio donde se arrodillo para mostrarme…

Mostrale que le dice cris arrastrando su voz, que se le llenaba de saliva y que sentía como crecía su calentura.

Tu culo preciosa, si ese hermoso par de nalgas paradas sobre el escritorio, viendo como tu tangita se hundía en unos labios rosados y húmedos.

Ella al escuchar la forma que don luis le decía, siento fuertes convulsiones en su estomago y dejando escapar un inaudible ahhh del placer que le producía oir esa forma tan grosera.

El al ver su reacción y contemplarla con sus ojos bridiosos del placer que sentía al decírselo.

Si Dra. Me gusta ese hermoso par de nalgas que protejen ese culito tan rico que tiene, verla caminar le provocan pequeños temblores bajo su vestido.

He soñado como mis manos recorren esa piel tan suave que tiene, desde sus nalgas hasta esos pezones tan paraditos que se le notan, señalandoselos con su dedo que casi le toca sus puntitas, que a pesar de sus vestimenta trato de ocultar.

Cris estática y sin articular palabras, escuchaba como don luis le describía sus sueños, que le provocaron que su conchita escurriera aún sobre su pantaleta, sin embargo tratando de mantener la cordura.

Cris se retiro de él, diciendole basta viejo cochino, no quiero oír más, es usted un viejo asqueroso, yo solo quería saber la causa de su actitud tan grosera, yo soy una persona decente que solo me dedico a mi hogar, a mi trabajo y no le perdono la forma en que usted me trata.

Entiendalo, Don luis soy una mujer casada con hijos y con un esposo al que quiero y respeto mucho. Por lo que le suplicó salga inmediatamente de aquí.

Don luis al ver a la dra. Tan molesta, se arrodillo ante ella y le suplicó le perdonar. Que lo comprendiera que no soportaría el dejar de verla y que debido a su desprecio pudiera tomar la decisión de morirse.

Cris al escucharlo y ver su actitud, se sintió muy mal, al ver que ese viejo chaparro, gordo y feo la soñaba como una diosa tan sensual.

Entonces, le dice tranquilo don luis, reconozco que tambien ha sido culpa mi el haber contribuido a desencadenar todos sus sueños y deseos tan insanos.

Le perdono, pero le suplico tener la amabilidad de no comportarse de esa manera.

Don luis al ver que ella cedía a su actuación, le decía gracias Dra. Pero por su adentros pensaba y sonreía gracias mamacita, pero quiero verte suplicandome que te mame ese culito tan rico que tienes y que no te conte,

Don luis casi llorando le dio nuevamente las gracias por su comprensión, e insistio muchísimo para que en señal de su arrepentimiento le aceptara un pequeño regalo.

Ella le sonrió diendole no se moleste, con el hecho de portarse bien es suficiente me doy por bien servida que no vuelva ha hacerlo. Ya que era un cosa que odiaba tanto, pero pensando y sin saber aún porque le provocaba en su interior tantos jugos que nojaban sus bargas y que hoy le escurrieron por su muslos que trato de que don luis no se percatara bajo la falda larga que vestía.

Con esto don luis abandono el consultorio, que al salir se toco sus pantalones completamente mojas por lo caliente que le puso al contarle su sueño a la dra. Cristina.

Al quedar sola cristina, pensaba como su tio suegro y don luis la deseaban, por lo que al ver su figura tan actractiva que tenía, y que solo miguel había logrado tenerla, y con profundos sentimientos de culpa decidío usar solo ropas holgadas para evitar los deseos morbosos que despertaba en los hombres que la encontraban.