El proceso de introducción de mi esposa a la zoofilia
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Un plan de varios meses para ver a mi esposa con otro amante de otra especie
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Mi esposa es del tipo tímida, la clásica ama de casa dedicada enteramente a sus hijos. Físicamente es de estatura promedio y delgada, es menuda pero tiene un cuerpo muy apetecible, basta con que salga a la calle para que llame la atención, tiene un rostro de ángel, a sus 28 años está muy apetecible sexualmente hablando, a sus amigas siempre les intriga como ha logrado mantener una figura delgada después de dos hijos.
Al cabo de 11 años de matrimonio ya hemos probado todo lo que una pareja puede probar sin incluir a otros en la relación, para estas alturas a mi ya se me estaban acabando las ideas y el camasutra no era mas que historia antigua, en múltiples ocasiones yo le había propuesto que hiciéramos intercambios con otras parejas o hasta los tríos, pero a ella no parecía interesarle, de hecho se enfadaba con migo solo con mencionárselo.
Una día mientras me encontraba perdiendo el tiempo en la web me encontré algunos videos de zoofilia, cuando ya tenía una importante colección decidí mostrárselos a mi esposa y valla sorpresa que resulto cuando la convencí de verlos ya que no parpadeo ni por un segundo, a lo que le pregunté que le había parecido, ella me dijo con una expresión entre tímida y excitada en su rostro "se ve riquísimo como ese perro se la coge", podrán saber que mi reacción no se hizo esperar, tuve una erección instantánea y sin tentar mi suerte y aprovechando que ya era la hora de dormir le pregunte si deseaba ir a la cama, por supuesto que mi intención no era dormir; al empezar a calentarla casi tuve un orgasmo al tocar su ropa interior justo sobre su sexo, este se encontraba tan húmedo que no dejaba dudas que estaba lista para el sexo, no necesitaba mas preparación, esa noche tuvimos una intensa sesión de sexo.
Al día siguiente, no podía sacarme de la cabeza la respuesta mi esposa en cuanto al video, empece a imaginármela siendo cogida por un perro y así que empece a maquinar el plan con el que cumpliría mis sueños.
Al cabo de un tiempo traje a casa un cachorro el cual yo sabía que provenía de un par de perros de tamaño mediano, tan solo un poco menos que el tamaño de un Pastor alemán, me había asegurado que según la estatura de sus padres tuviera un tamaño adecuado para colocarse detrás de una mujer sin quitar sus patas traseras del piso
Los meses pasaron y ya el cachorrito se convertía en un perro adulto, así que cuando tuvo aproximadamente unos 10 meses empecé a entrenarlo según mi plan; usualmente dejaba a mi esposa sin sexo por algunos días (fue un periodo difícil), para que en su calentura mojara sus prendas intimas, ella es una mujer que necesita bastante atención sexual, de otra manera requiere por lo menos de un cambio de ropa por día debido a sus calenturas.
Sin que ella se percatara, yo tomaba sus prendas cubiertas de jugos del canasto de la ropa cuando se cambiaba y las llevaba a donde estaba el perro, luego hacía que este olfateara la prenda, al principio no se mostraba interesado, pero necesitaba enseñarle con paciencia que ese olor estaba relacionado a una hembra en celo, luego de algunos días empezó a interesarle el aroma, quizás porque ya se volvía mas adulto y sus instintos apremiaban.
Así continuamos algún tiempo y decidí que era el momento de dar otro paso, ahora le permitía olfatear la prenda un poco (algunas ocasiones el animal lamía la prenda) y luego frotaba la zona humedecida por mi esposa de la prenda contra la funda del pene del animal. Esto produjo un efecto interesante ya que parte del aroma quedaba impregnado en la punta del pene del animal así que este lamía el aroma como acostumbraba y simultáneamente lamía su verga, al parecer esto le gustaba, así que cuando salía un poco mas de pene de su funda yo frotaba nuevamente la prenda contra el mismo solo que ahora directamente con su rosado falo.
Después de repetir esta práctica por algún tiempo mis esfuerzos empezaron a rendir frutos, ahora cada vez que llevaba la prenda para que la olfateara y lamiera (ahora lo hacía todo el tiempo) podía observar como la punta rosada de su pene escapaba de su funda, el perro había aprendido a relacionar el aroma con placer a su sexo. Había notado que las prendas húmedas con jugos en vaginales cercanos a los días de su menstruación lo ponían mas emocionado de lo normal y curiosamente mi esposa estaba mas atraída sexualmente en esos días previos y posteriores al periodo
Los efectos no se hicieron esperar, mi esposa me comento en un par de ocasiones que cuando salía al cuarto de pilas (donde se encontraba el animal) el perro no dejaba de olfatearla y seguirla, ella me dijo que seguro ella le caía bien, no pude evitar reír para mis adentros y decirle "Quizás le gustas", ella solo replicó No, es solo que es muy juguetón. La pobre ni se imaginaba que el animal buscaba la fuente del afrodisíaco al que yo lo estaba volviendo adicto.
Así pasó algún tiempo y un día ella me comentó un poco alarmada que mientras se encontraba agachada recogiendo algo que había caído debajo de un mueble, el animal se había acercado tras ella a olfatearla para luego subirse a su espalda y empezar a tratarla como si fuera su perrita, me contó que por la posición en que estaba (con parte del cuerpo bajo el mueble) no pudo quitárselo de encima inmediatamente y que al principio se asustó, pero que luego le hizo gracia, por supuesto que el animal no pudo hacer nada debido a que llevaba ropa puesta, pero esa fue la señal que esperaba
Pasó un tiempo y una noche nos dispusimos a salir solos, usualmente vamos al cine y luego a tomar algo, luego de dejar a mis hijos con mis suegros nos fuimos de fiesta, al regresar a casa ella estaba un poco mareada por los tragos, ya venía algo caliente y sabía que ese día le tocaba un tratamiento especial, pero ni se imaginaba lo que estaba por suceder.
La llevé a nuestra habitación y le quité la ropa, traje la botella de tequila y le dije que celebráramos a lo grande, ella ya bastante caliente y desinhibida por los tragos decía cosas como "mi amor te la quiero chupar, la tengo muy hinchada y me duele" supe que eso era lo que yo había buscado hace bastante tiempo, el momento, las circunstancias y la disposición eran óptimas.
Le dije: "Amor, vamos a jugar algo muy interesante, te voy a hacer cosas y vas a describir que sientes"
Ella replico "No, yo quiero que vengas ya, dámela"
- "No amor, ahora vamos a jugar un rato, tenemos toda la noche para nosotros solos y no la vamos a desperdiciar"
Saque las cuerdas y la venda para ojos y le dije "Ahora verás" vi un destello en sus ojos de lujuria e inmediatamente se dispuso para que yo hiciera mi trabajo.
Até sus manos a la parte superior de la cama y coloque la venda en sus ojos, y luego jugué con ella por un rato, hablándole al oído, calentándola, acariciándola, haciéndole masajes en los pies (eso la relaja mucho) y estimulando su punto G para producir una mayor cantidad de fluidos, que mas adelante serían el señuelo de su nuevo macho.
Luego le dije "Ahora te voy a preparar porque te van a coger" al parecer no puso mucha atención a lo que dije, quizás por los tragos, porque solo mostró una sonrisa y se dejó hacer, así que la voltee estando aún atada a la parte superior de la cama, ella me dijo que estaba mareada, pero que se sentía muy bien y relajada, me advirtió que si no le hacía algo pronto podía quedarse dormida, deje solo una luz tenue y puse música suave, coloqué algunas almohadas bajo sus caderas a manera que su cola quedará levantada, exponiendo su húmedo sexo ya abierto por la inflamación de la excitación y lo suficientemente húmedo para penetrarla de una sola embestida.
Ahora ella estaba entre adormecida, relajada y absolutamente entregada al placer, su vagina estaba lista para la penetración, yo le dije "espera un poco, ya regreso" no se si me escucho porque se encontraba en una especie de trance gracias a la música, mis tratos y el alcohol.
Corrí al cuarto de pilas con varios calcetines en mano y un rollo de duck tape, me apresure a cubrir las patas del animal con los calcetines y los aseguré con la cinta adhesiva (ya había visto videos donde algunas mujeres terminan bastante maltratadas por las patas del animal). luego el animal me siguió algo confundido por los aditamentos en sus patas. Al entrar a la habitación el olor a mujer en celo era intenso, no lo había notado previamente quizás por estar tanto tiempo en el lugar, pero ahora era evidente, esto que alertó los instintos del can, el cual movía ahora su cola atraído por el aroma, mi esposa yacía con la cola completamente dispuesta y levantada en la cama, con su pecho contra la misma y bajo ella las almohadas que le impedían poner sus caderas al mismo nivel del pecho, era una invitación perfecta
Al parecer no notó nuestra presencia, así que con cuidado subí al animal y éste instintivamente olfateo hasta llegar a la húmeda vagina de mi esposa, luego comenzó a lamerla, me acerque con cuidado y pude escuchar ligeros gemidos de mi esposa, muy suaves, casi imperceptibles, ya que se encontraba casi dormida, el animal ya dejaba asomar peligrosamente la punta de su instrumento y por su ansioso comportamiento se notaba que sabía que hoy ella iba a ser su perra y nada se lo impediría.
Rápidamente y sin aviso el animal se subió a la espalda de mi esposa y comenzó a tratar de penetrarla, gracias a la posición de mi esposa el animal pudo colocarse perfectamente detrás de ella y con sus patas delanteras la aprisionó a la altura de las costillas, justo después de las almohadas, era evidente que la posición le iba a producir la penetración mas profunda posible. No pude evitar pensar que en este punto no había marcha atrás, se la iban a coger en frente de mi por primera vez en su vida con otra verga que no era la mía, yo estaba por estallar
Por su inexperiencia, el animal no podía acertar en el blanco al principio, pero por la posición de ella y lo húmeda y abierta que estaba una vez que su lanza se posicionó en la entrada el animal empujo con todas sus fuerzas y empezó a embestirla como si de ello dependiera su vida.
Inmediatamente vi el rostro de mi mujer y casi tuve un orgasmo al ver que ella ahora abría su boca con una expresión de placer y sorpresa inconfundible. El animal empezó a cogerla locamente, me coloque detrás de ellos y vi como su miembro empezaba crecer, sabía que no le iba a causar daño a mi esposa ya que ella ha sido penetrada por juguetes largos y gruesos en el pasado, pero esto era increíble e indescriptible.
Mientras me encontraba atrás viendo, escuche su voz que decía :
- "Amor..., que pasa?, que me estas haciendo? que me está metiendo?" su estado de ebriedad y el súbito despertar hicieron que sus sentidos no le permitieran sentir con precisión lo que pasaba
Me quedé un poco atrás y le dije "Tranquila preciosa, te están cogiendo, solo quedate quieta para que te den bien por la conchita que esto te va a encantar" mientras el animal no paraba de embestirla.
Ya un tan solo un poco mas despierta y haciendo lo posible para que sus sentidos le ayudaran a entender la situación me dijo:
"pero que es?, Ay! es muy grande!!, ahh!!, ahh!!, que es?? mmmm aaaaHHhhh, que es mi amor, dígame que es? por favor!!!"
Yo le pregunté Que sientes?
Ella replicó No sé!, ahhh... es muy grande, ahh!, mi útero!, lo siento en la entrada de mi útero!, ahh dígame que es por favor, déjeme ver por favor!
Te gusta?
- Ssssi... No sé!, ahh, ahhh, ahh, sí!, se siente.... ahhh... muy rico, es... es..., muy caliente, que es?
Yo no salía del trance, y vi a mi esposa regalándole el primer orgasmo al animal cuando este aún no acababa de cogerla, ella al ser multiorgásmica estaba a penas empezando, no había acabado de regarse y ya se podía escuchar en su respiración que se anunciaba el siguiente orgasmo.
Tomó un poco de aire y me dijo "Déjeme ver por favor, suélteme, yo quiero ver que es!" procedí a quitarle la venda despacio, pero no las amarras, no quería que se quitara sin que el animal hubiera terminado con su perra, aunque a estas alturas creo que difícilmente ella hubiera podido retirarse, en parte por su estado físico como por lo que estaba sintiendo.
Luego de quitarle la venda ella abrió los ojos tratando de ajustarlos a la luz y volvió a ver hacia atrás, aún respirando agitadamente por las embestidas que ahora eran muy profundas, yo sabía que inevitablemente el animal la estaba abotonando para este momento y se estaba preparando para llenarla. Sus ojos quedaron como platos al ver que el animal la estaba cogiendo y me dijo
- "Que me hiciste!, me esta cogiendo el Agghhh, me esta cogiendo el ppppeeerrrooo, ahhhh... que grande la tiene... quitelo... no puedo!!, es muy grandee... se le esta poniendo muy grande!!!!"
El animal le metió todo lo que pudo en ese momento y empezó a descargarse dentro de ella o debería decir mas bien, CON ELLA, ya que ella al sentir el abundante fluido y la bola de su verga justo en su punto G dio un profundo gemido y continuo diciendo
- "Noooooo.... Ahhhh... se esta regando adentro, siento muy caliente adentro, sáquelo... me voy a regar... sáquelo.... ME ESTOY REGANDO!!!! AAAHHHHHHH!!!" y apretó los labios y frunció el ceño mientras hacía ese sonido inconfundible que había escuchado por tantos años cuando se viene.
No podía creer lo que veía, el animal la tenía bien empalada y ella le estaba bañando la verga en sus jugos, su verga completamente sumergida en la vagina de mi esposa, palpitando y llenándola, vi como brotaba leche de su entrepierna y goteaba en la cama o quedaba en sus piernas.
Ella sin decir palabra se quedó quieta, gimiendo y respirando profundo, el animal se quedó inmóvil sobre ella terminando de descargarse en su perra, después de un par de minutos yo recuperé la compostura y empece a acariciar su clítoris y vulva que estaban tremendamente hinchados, y empece a decirle
- "Ahora amor si que tienes una vergota adentro verdad" Ella solo respiraba profundo
- "Ahora ya no eres mujer de un solo macho, ahora ya te han congido dos en tu vida... Y lo mejor es que te regaste con su verga, no puedes negarme que es una de las mejores cogidas que te han dado"
Mientras le decía esto no paraba de frotar su clítoris de la forma en que a ella le gusta, el animal seguía tranquilo y bien trabado en su interior, lo que me permitía seguir estimulando su botoncito.
Ella me dijo "No mi amor, sáquelo, yo no quiero... no... ahhhh...." sus reclamos eran traicionados por la expresión de su cara y su respiración agitada, la pulsante verga en su vagina y la estimulación que yo le estaba provocando le estaban produciendo un nuevo orgasmo, así que continué hablándole
- "Ahora, cada vez que vallas al cuarto de pilas y veas al perro, vas a saber que él te cogió, ese es nuestro secreto, y sabrás que ya te has regado en su verga, es mas... te estas regando ahora... otra vez!"
Ella apretó la cara y trato de contenerse, pero su cuerpo la traicionó nuevamente y soltó otro enorme orgasmo sobre el falo erguido del animal. Así tuvo un par de orgasmos mas hasta que el animal ya mas flácido se separó de ella, dejando escapar un torrente de su leche de la ahora dilatada vagina de mi esposa, ella simplemente se quedó ahí, no sabía que hacer, solo respiraba de manera agitada
Mi pene necesitaba vaciar su carga, por lo que cuando el perro se quitó para bajarse de la cama, procedí a quitarme lo que me quedaba de ropa y a ponerme detrás de mi esposa, una vez ahí le dije Ahora es mi turno y la penetré sin reparo.
No puedo encontrar las palabras indicadas para describir la sensación al entrar en ella, por un lado su vagina estaba increíblemente dilatada internamente por el enorme falo que acababa de dejar su interior, la lubricación era increíble gracias a los jugos de nuestra mascota y a sus múltiples orgasmos y su temperatura interna era mas caliente de lo normal, después de toda esta provocación no hizo falta mucho esfuerzo para que mi leche fuera a parar en lo mas profundo de mi esposa, la cual se regaba también sobre mi, realmente mi orgasmo fue mas producto de la excitación que del rose con su vagina. El de ella quizás se debía al morbo de ser tomada por dos machos.
Al terminar le desate las manos y le pregunté si se sentía bien, ella me miró sin saber que decir y le dije que todo estaba bien, que yo sabía que ella lo había disfrutado y que yo lo había disfrutado también, que esto era normal y no tenía por que sentirse mal por lo sucedido, esto iba a ser nuestro secreto, luego le di un beso apasionado en la boca al que ella correspondió prontamente abrasándome.
Esa noche dormimos en la habitación con nuestra mascota, la cual nunca lo había hecho anteriormente. Quedé muy satisfecho con los sucedido y se que mi esposa también, pero aún tengo trabajo por hacer, ahora debo acostumbrar a mi esposa a tener sexo con nuestra mascota regularmente, tengo paciencia y un buen plan, así que esperen otra historia.
Te agradecemos tus comentarios a deepdarknighttime@yahoo.com
ddnt!