Desde hace bastante tiempo, una de mis mayores fantasías era que se tomen, beban, saboreen, traguen mi semen. Estoy seguro de que esta es una fantasía de muchos porque son pocas las mujeres a las que les gusta hacerlo.

Tenía yo 19 años e Isabel era mi novia de ese entonces, pequeña, delgada pero con un cuerpito muy bien formado, con pechos pequeños, pero con una cinturita de avispa, vientre plano y un delicioso trasero redondito, paradito, firme, súper formadito como me gustan. Además de cabello castaño, ojos miel y una linda carita de niña buena. Teníamos relaciones con frecuencia, aunque por su educación ella era bastante fría en cuanto al sexo. Aunque con el tiempo (y mucho esfuerzo) conseguí hacer del sexo anal su preferido (me costó mucho), nunca me aceptó cosas como el intercambio de parejas ni que ella lo haga con otro (esta fantasía la tenemos muchos, aunque esto se los contaré en otra oportunidad ya que algo logré). Tampoco se tomaba mi semen, le daba asco, siempre se negó, y si yo insistía, se iba molesta y no me hablaba por un par de días. Sí me hacía sexo oral (le encantaba tenerme dentro de su boca), a veces me dejaba venirme en su boca, pero siempre lo escupía, tragárselo......nunca.

Un día estábamos en mi casa, ese día ella se veía riquísima, con una blusita cortita semitransparente y un pantalón ajustadísimo, estaba yo muy caliente porque nos estábamos besando y tocando.....mmmm.....de sólo recordar como le amasaba ese par de nalgas tan ricas.....me chupo el miembro, que bien lo hacía, succionando como bebita ansiosa de leche, suave, fuerte, rápido y de nuevo despacio, sus gemidos....uufff......siempre se volvía loca por chupármelo, pero no pasaría nada más porque ella estaba con su período. Tras unos 10 minutos de una tremenda mamadota no quiso seguir porque tenía miedo de que alguien llegue. Así que mientras fue al baño, me masturbé como loco y pensé "esta vez no te salvas". Serví un vaso de yogurt y eyaculé ríos y ríos de semen en ese vaso, la verdad no sé de dónde salió tanta leche, lo cubrí con un poco más de yogurt y listo. Me serví otro vaso para disimular y la esperé.

Al salir del baño le ofrecí el vaso, y ella dijo "mmmm, qué rico, justo lo que quería", esas palabras hicieron que me ponga como bestia de nuevo, pero quería cumplir mi plan. Luego vino la gloria, bebió un largo sorbo alimentándose con todo mi esperma, yo estaba en el paraíso, lo saboreó, luego vino otro sorbo y otro y otro, hasta que dejó el vaso totalmente vacío......pero luego miró el vaso inquieta y luego a mí, era como si lo supiera. Soy hombre muerto pensé, pero con su carita inocente dijo "lo noto bien espesito y tiene un sabor diferente......es otra marca de yogurt no?.....qué marca es?......ya no compres la otra, compra ésta porque está mucho más rica". No me había descubierto, pero esas palabras hicieron que ya no pueda controlar el fuego en mis pantalones y me la saqué y ella me dijo "parece que todavía no se te baja, déjame ayudarte". Me masturbó un poco, la besó lentamente, pero no pudo resistir más sus impulsos de mamoncita desesperada y volvió a chupar, lamer, mamaba golosamente, gemía, me arañaba las bolas, "qué rica está" me decía, era su juguete favorito. Tomé su pelo y metía mi animal hasta el fondo de su garganta, adentro, afuera, rápido, lento. Sentía su cálida boquita, su húmeda lengua haciendo travesuras en mi glande, era delicioso. Me lamía las bolas mientras me masturbaba, se frotaba el miembro por toda la cara, lo olía, lo lamía, le hacía de todo y lo hacía bien rico. Ya no pude más y le inundé la boca, uufff, me dejó con las bolas secas, solté un montón de semen. Ahh, fue espectacular, me sonrió, me guiñó el ojo y fue al baño a escupirlo, se enjuagó, regresó y me dijo "disculpa, pero tú sabes que me da asco el semen", me reí, la besé en la frente y vimos televisión abrazados. Si ella supiera que en esos momentos mi semen descansaba en el interior de su estómago.

Tuvimos muchas experiencias memorables, como la primera vez que lo hicimos, la primera vez que tuvimos sexo anal, algo de sexo oral en público, tantas cosas, pero esas y otras más que pasaron con otras mujeres después que nos separamos, se las contaré en otra oportunidad.

Espero sus comentarios, y pronto seguiré compartiendo mis experiencias con ustedes.