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Mi regalo

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MI REGALO

Esta historia que os voy a contar puede haber sucedido… o puede que no. Esta en mi cabeza pero no se si es un recuerdo o simplemente una ilusión, un sueño, un deseo.

Soy una chica de piel clara, morena de pelo, alta comparada con la mayoría, con curvas… muchas curvas. Pero curvas sensuales y muy femeninas. No soy una chica muy ligona pero si se que llamo bastante la atención y se usar mis armas. Sé que atraigo las miradas de los chicos de color, les encanta mi trasero y mis anchas caderas.

Tengo varios vecinos de color, y en el ascensor no pueden guardar sus miradas. A Bolo lo conozco desde hace un año aproximadamente, me ha invitado a salir varias veces, pero nunca lo acepte por el que dirán.

La semana pasada me insistió otra vez, y no tuve más remedio que aceptar. Resulto ser muy simpático y contestaba a todas mis dudas y cuestiones, que no eran pocas. Preferí volver pronto a casa para que no se alargara la cosa, pero el me insistía en que lo acompañara a su apartamento. Pero una vez más, me negué. Y no es porque no me gustase, sino porque no quería mantener una relación con alguien que posiblemente me abandonaría al menor cambio. Quería algo serio no nada de dos días.

Pasados unos días, me mando varios mensajes, diciéndome que le guste mucho y que quería volver a verme. Al no contestarle, me volvió a enviar mensajes cada vez más insistentes y dejando claro lo que quería. Y no era precisamente una vida juntos. Jajaja.

Una calurosa mañana, baje a comprar algo para el almuerzo y a la vuelta me lo encontré hablando por teléfono, en cuanto me vio, dejo todo para hablarme:

Hola Carmen, como estas? Te mande varios mensajes y no respondiste!

Hola Bolo, si… mmm no tengo saldo (me cuesta mucho mentir aunque sean pequeñitas), lo siento, pensaba responderte cuando recargara.

Bueno, estas preciosa, te ayudo a subir las bolsas?

Jaja gracias, pero puedo sola.

De todas formas el me acompaño hasta mi puerta y se mantuvo muy cerca de mi en el ascensor, mandándome miradas cariñosas e incluso me retiro el pelo de la cara en una ocasión, al salir del ascensor me dio un beso en la cara y dejo caer su mano sobre mi cadera cuando pasaba, dándome una dulce caricia.

Cuando entre en casa, solté las bolsas y tuve que echarme agua en la cara de la calentura que me había provocado. El que llevase soltera y sin relaciones más de 3 meses creo que ayudaba bastante.

Justo cuando terminaba de guardar las cosas, recibí una llamada, y fui corriendo a coger el móvil:

¿Si? Dígame

Hola preciosa Carmen.

Bolo eres tu?

Si, mira tengo un regalo para ti.

No quiero que me regales nada. No soy tu novia ni nada por el estilo.

Te quiero regalar porque eres mi amiga. Puedes bajar a mi casa?

Bolo… yo… no creo que sea lo mejor. Lo siento.

Carmen… baja (sollozando)

Esta bien, ahora voy.

Me empezaba a dar pena, el hombre iba con buena intención incluso tenia un regalo para mi!! Hacia mil que no me regalaban algo, cualquier tontería me hacia ilusión. Pero además las ganas de besar esos labios carnosos floro a mi exterior, recordándolos, suaves en mi piel.

Yo sabia cuales eran sus intenciones, el regalo era una mera escusa para atraerme a su casa, yo lo sabia, pero quise obviar este detalle y hacerme creer a mi misma que solo quería ser un buen amigo.

En cuanto entre a su casa, todo cambio. El ambiente era distinto, una casa de inmigrante con pocos muebles y escasos adornos que recordaban a África. El me miraba con deseo pero se aguantaba, su sonrisa se amplio en cuanto me dio el regalo, era una pulsera de hilos, que él me había hecho. Un detalle que me lleno mucho y estaba tan contenta que me abalancé a abrazarlo.

El entendió el gesto de otra forma, y su abrazo fue mas estrecho. Paso sus fuertes y bronceados brazos por mi cintura, apretándola y poso su cabeza en mi hombro, oliendo mi pelo. Intente deshacerme de él, porque no estaba bien. Pero en cuanto comenzó a acariciarme el trasero con sus grandes manos, suspirando en mi oído y cogiendome suavemente el culo todo cambio. Ya nada me importaba, solo él y yo.

Deje atrás todos mis miedos y remordimientos, ahora dejaría de ser una chica buena para dejar pasó a mis impulsos mas salvajes.

Deje de forzar para abandonar su abrazo, y me acomode en sus brazos, el noto el cambio y vio luz verde para besarme, primero muy suave y dulce en el cuello, en la oreja mientras me susurraba los bonita que estaba.

Pronto sus manos dejaron mi culo para acariciarme la hendidura justo encima de este, e introducir su mano bajo mi camiseta. Me apretaba mas fuerte y cada vez notaba más su calor, su cuerpo entrelazado en el mío, y note algo que antes había pasado por alto. Mis pechos aplastados por su pecho estaban duros y querían ser acariciados.

El pareció haber leído mi mente y en ese momento una de sus manos subió por mi estomago hasta posarse sobre mi pecho, lo acaricio y presiono, cogiendo el pezón entre sus dedos y apretándolo levemente mientras me lamia el cuello. Un pequeño gemido se me escapo y su mirada se poso rápidamente en mis ojos, y luego en mis labios. Hasta ese momento había olvidado sus carnosos labios. Pero no necesite mas de medio segundo hasta que se posaron en los míos, primero con un pequeño beso y luego besándome con mas intensidad cada vez. Sus manos ya no acariciaban mis pechos, ahora me agarraba por la cintura con una y con la otra tocaba y rozaba fuertemente mis pechos.

Según subía la pasión en mis besos el subía también la suya en sus tocamientos y me quito la camiseta, observo mi sujetador un par de segundos, sonrío y siguió besándome mientras me quitaba el resto de la ropa. Yo ya estaba desatada, me importaba bien poco que alguien nos pudiera estar viendo o que hubiera un terremoto, yo estaba totalmente inmersa en el y solo quería tocarlo besarlo y mmmmm en ese instante sentí sus gruesos dedos acariciar mi clítoris, sabia q no se pararía mucho en el, y así fue como note sus dedos pasar por mi coñito desde una punta a otra buscando mi agujerito, o eso pensaba yo, en realidad estaba lubricándose los dedos, puesto que estaba mojadísima.

De repente algo hizo ponerme rígida y gritar de… dolor o placer? Creo que fue una mezcla de ambas con un poquito de morbo, porque sin previo aviso introdujo dos de sus dedos largos y anchos en mi coño. Si estaba mojada y morbosa eso me volvió del todo loca. Desato mi ansia y ganas de montarme en el. Mis uñas se clavaban en su espalda con cada estoque que daba con sus dedos y entre mis gemidos pude escucha suave en mi oído:

te gusta Carmen? Mmm dime que si, porque esto no es nada con lo que te espera preciosa.

Su aliento me puso la piel de gallina y me obligo a quitarle la ropa. Fui a por lo importante primero, su pantalón, y el se quito la camiseta en cuanto se dio cuenta de mis intenciones. Mientras el me seguía introduciendo los dedos, me obligue a hacer un esfuerzo porque quería descubrir su herramienta. Y no costo mucho encontrarla. Pose mi mano sobre su calzoncillo y comencé a acariciarla por encima de este, imaginando como seria y a que sabría. Pero mi paciencia no es muy grande y le quite el calzón, pero algo salto como de la nada, algo grueso y grande, su olor era fuerte, pero me atraía a el.

Creo que solo una mirada le hizo falta para entender que quería hacer, y sonriente me dio su permiso, me agache y la olí, lamí la puntita y la saboree. No podía aguantarme, deseaba comerla entera, pero era muy grande así que decidí ir poco a poco. Me metí la cabecita en la boca, entera, el me miraba mientras lo hacia y sonreía gustoso. La chupe como un caramelo y la ensalive bien. Luego lamí todo el tronco, desde los huevos hasta arriba y cuando llegue a la punta, subí la mirada y lo mire a los ojos mientras sonreía. Esto pareció gustarle porque vi su mano dirigida a mi cabeza en el mismo instante en que me la metía entera en la boca, no pudo ser entera pero la metí todo lo que pude, el sonreía de gusto y me la introducía mas y mas hasta llegar a mi garganta. Tuve que coger aire para volver a metérmela, me hacia daño pero era tan morboso y estaba tan caliente… que no me importaba. Me empezó a doler la boca porque estaba muy abierta y el también me daba pequeños empujones para introducirla mas. Así que opte por lamer los huevos un poco. Los lamia con la lengua de arriba abajo, bien salivada y luego… no pude resistirlo y me metí uno en la boca chupándolo y sacando todo su sabor, y luego los dos, jugaba con ellos en la boca y parecía que le gustaba porque comenzó a gemir y me agarraba de la cabeza. Aunque resultaba incomodo pero me daba mucho morbo sentirme como un instrumento para su satisfacción.

Lo note mucho mas excitado que antes y me atrajo hacia el, me levanto y me guió como debía ponerme. Me echo sobre un sofá mugriento, abriéndome las piernas y no me dio tiempo ni a mirar cuando ya estaba encima mía, me beso el cuello y la boca, y me susurro algo que no pude entender al oído, en ese mismo instante me penetro!!

Su gran polla negra se introdujo en mi coño sin apenas esfuerzo, estaba muy lubricada y ayudo a que entrara sin problemas, pero era muy ancha y me dolía con cada empuje, por no hablar que cada vez me daba más fuerte y llegaba hasta el fondo. Yo no se si emitía gemidos, gritos o si estaba medio en coma, porque todo lo que sentía era su miembro entrar y salir de mi. El comenzó a gemir y decirme cosas en su idioma, cosas que naturalmente no entendía, pero su tono me decía que estaba cada vez mas caliente y que se aproximaba su fin. Me acaricio la cara y empezó a darme más y más fuerte, siguió diciéndome algo ininteligible y lo repetía una y otra vez, y cada vez más fuerte. Me apretó un pecho y de repente, no se de donde me vino una explosión de gusto que me quede sin fuerzas, mis fluidos se hicieron mas intensos y sus empujes se hicieron aun mas rápidos, yo no podía mas, ya me había corrido y mi coñito estaba ahora mas sensible que antes y sentía su polla entrar y salir mil veces mas que antes. Me tomo la boca con la mano y paso sus dedo por mis labios, me beso y metió un dedo en mi boca y lo comencé a chupar. Un segundo después lo saco, me dio un gran pollazo y con la misma fuerza con que la metió, la saco. Rápidamente me la puso en la boca, no me dio tiempo ni a reaccionar cuando de su punta empezó a barbotear un líquido blanco y caliente, llenando toda mi boca. No podía aguantarlo, cada vez había mas y eso no paraba, el me metía la polla cada vez mas y no tuve mas remedio que tragarlo, ese gesto pareció gustarle y se apretaba su miembro para que saliera mas.

Termine cogiendole gusto y lamiendo y chupando su punta para sacárselo todo. Seguí lamiéndole suavemente después de correrse, hasta que su miembro perdió fuerza y me la quito de la boca. Me sonrío y se fue al baño.

Yo me quede pensativa, sorprendida por todo lo que había ocurrido mientras me acariciaba mi coñito húmedo tumbada en el sofá, lo notaba dolorido y muy abierto. Al rato me levante y me vestí, y antes de que el saliera de la ducha me fui a casa.

Kimera14