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Una desvelada inusual

en Autosatisfacción

Algunas veces cuando por alguna razón me cuesta conciliar el sueño -como hoy por ejemplo- o bien sea que la distancia y el tráfico capitalino hacen de las suyas. Me levanto de la cama y camino hasta la terraza. Con cierta picardía y cada vez con más atrevimiento observo los balcones y ventanas de edificios cercanos; sé, aun sin mirarme en un espejo que mi rostro refleja claramente mis pensamientos. En otras ocasiones lo habia estado hacendo con total oscuridad o al resguardó de las cortinas de la sala, pero hoy no… hoy quiero ser más audaz, hacerlo distinto.

En mi terraza, en un 5to piso, mi cuerpo anhelante de aventura se despereza mientras cruzo los brazos y me alzo de puntillas, exhibiendo los senos en todo su esplendor ya que suelo dormir en bragas nada más. No sé si alguien en la distancia me observa, pero pensar que podría ser una posibilidad me excita. Quizás, todo esto no es más que el fruto de los acontecimientos de aquel día: Durante una fiesta laboral, lo hice -en compañía- frente al cristal panorámico de una habitación en un lujoso hotel de Catia la Mar… Ohhh cielos, fue estupendo, nunca pensé que ser observada a conciencia despertara en mi aquel morbo, desde entonces siento un gusanito por sentirme así de nuevo.

No puedo evitar dar rienda suelta a la imaginacion y morderme una uña mientras sonrió inocentemente -puede que este sola, pero no acabada-. Mis piernas atentas a mis pensamientos inician una leve fricción marcadas por el compás que dictan mis músculos pélvicos, haciendo que mi cuerpo vaya entrando en calor… cierro los ojos y continuo así unos instantes, quizás, uno o dos minutos antes de que mis manos inquietas por el cambio de temperatura corporal empiecen poco a poco a recorrer mi cuerpo.

Aun absorta en mis pensamiento siento como mis experimentadas manos inician su labor; la derecha me frota los senos en círculos y hala los pezones haciendo que estos se pongan firmes y receptivos a todo estimulo; la izquierda por su parte merodea por el vientre, recorriendo los bordes de mi braga e invadiendo ligeramente el interior para acariciar el montículo triangular que apunta a mi centro de placer, cual se encuentra prisionero entre el roce de mis piernas.

Mientras me dejo llevar físicamente, mi mente se debate inventando triquiñuelas "Eso sería indecoroso e imprudente", "estás loca", "que tal si alguien te ve"… -¡Precisamente eso!- mientras más buscaba una razon para evadirlo, mas deseaba realizarlo. Toda esa cháchara mental es por lo que no puedo evitar seguir estimulándome -Son las 2:47 am ¿Quién en su sano juicio estaría un miércoles a estas horas asomado por alli?- Sin embargo, una mirada furtiva solo muestran escasas luces con estancias vacías – ¡No hay nadie!, además, cuál es tu problema-. Tontamente debatía con mis otras "Yo". Me fui dejando caer de rodillas abiertas piernas al mismo tiempo que me entregaba más a las caricias y me frotaba la parte interna de los muslos y la braga con ambas manos. Cierro los ojos y me concentro en lo genial que sería ser descubierta infraganti y que el silencio nocturno fuera roto por algún grito o silbido. No lo puedo evitar… el manoseo hace que la tela de la braga se caliente estimulándome el coñito y se me erice la piel.

-Ohhh, si… lo sé.

-Que rico no.

-Así, se que te gusta

-Suave… verdad. Gemía en un monologo entre mi conchita y yo mientras pensaba (o eso intentaba) en lo maravilloso que sería tener espectadores clavados sobre mí.

Cuando abro los ojos veo mis senos bajar y subir con los pezones despuntando firmes y sensuales. Pero no debo dejarme llevar incontroladamente si quiero conseguir algo más que un simple orgasmo, quiero uno de los buenos.

–Suave… sin prisa mi lindis… la noche aun es joven ("mi o mis, lindis" refiriéndome a esas zonas de mi cuerpo), decía a la vez que iba reduciendo el ritmo de las caricias.

Finalmente estoy muy agitada como para echar para atrás y opto por reunir algunas piezas para mi inusual desvelada. Regreso al cuarto y busco lo más esencial que tengo guardado para casos como este; un dildo plateado, un D.P. con base de chupón y un frasquito de aceite con sabor a cereza. De regreso, enciendo la luz de la terraza y empujo desde la sala una mesa rectangular (de salón, de patas cortas) y coloco los juguetes y el aceite en el piso cercano a esta. Mientras me pellizco los pezones con ambas manos giro en rededor mirando la estancia… solo me queda una cosa antes de empezar. Doy un corto paseo por la nevera y tomo una botella cerveza.

-Solo faltabas tú –dije mientras la destapaba con un trapo de cocina-

Una vez más en la terraza opto por tomarme primero la cerveza, pero sin dejar que esta me enfrié los ánimos. Entre sorbo y sorbo me voy pasando la botella fría por los costados de los senos, los pezones, el abdomen y el vientre como un recordatorio de las labores pendientes, así le voy dando hasta culminar la botella.

Me pongo a gatas encima de la mesa apoyando una rodilla en ella y la otra pierna extendida por fuera -me siento algo estúpida, pero pensar que alguien pudiese percatarse de lo que hago, me excita… más aun en aquella posición- meneo un poco el culo y aprieto las piernas, luego voy relajando suavemente las nalgas. Entre tanto, pego el pecho lo más que puedo arqueando la espalda y levanto el pompis, luego giro la cara observando los balcones y ventanas pensando en la vista que estoy ofreciendo a los posibles espectadores.

Continuo con los mimos, esta vez frotándome la tela de la braga con la mano derecha mientras que con la izquierda busco algo de apoyo y comodidad, puedo sentir como la tela se va calentando con el refriegue; haciéndome sentir cada vez más cálida y húmeda por dentro, por lo que no aguanto la tentación de corroborarlo y paso la mano por debajo de ella.

-Ahhh… si… estas tan cálida…

-Tan suave por dentro… Ahhh -gimo suavemente-

-Ummm… Así mi lindis…

Sigo así entre leves y continuos gemidos hasta que de repente me recuerdo de donde estoy y lo que estoy haciendo -no puedo evitar pensar en que alguien podría estarme contemplado a la distancia- por lo que apoyo la otra rodilla sobre la mesa, cierro las piernas y sujetándome cada lado de la braga la empujo atrás y la voy bajando. Me excita la idea de que me observan, por lo que abro las piernas nuevamente apoyando ambos pies del piso y me separo los labios vaginales con una mano para que puedan apreciar su rosado interior, luego dejo que mis traviesos dedos acaricien la raja en toda su extensión, incluso hasta llegar a mi cavidad posterior.

-Oooh… cielos... que rico lindis… estas tan cálida…

-Así mi lindis, con calma… Ahhh

-Ummm… suavee, si.

Sutiles espasmos productos del frio nocturno y del calor corporal invaden mi cuerpo. Ahora doy un pasito adelante y dejo que mis dedos índice y medio pasen lado a lado por los labios externos y de regreso se cierren frotando suavemente el clítoris haciendo círculos en torno a él, mi pelvis inquieta comienza a pendular adelante y atrás… me estoy sintiendo cada vez más mojada por dentro.

-Oooh... cielo –gemía mientras contraía y dilataba los glúteos y músculos pélvicos-

-Que rico… mi amor

-Si... lo sé lindis, tú también quieres tu parte… ¿no? –Gemía suavemente mientras comenzaba a meterme y sacarme un dedo del culo-

-¡Ummm!.... que apretadito estas corazón…

-Aaah... suave, así...

-Así mi amor, se siente tan bien –me respondía en mi monologo anal-

-Se que quieren más… pero tranquilas mis lindis…

-Aun hay tiempo… -les decía controlándome un poco-

Me doy la vuelta y me tumbo de espalda acercando lo mas que puedo la cadera al filo de la mesa, con los pies apoyados en el piso dejo que mis piernas se abran lo mas que puedan, mostrando en detalle el pubis triangular que apunta a mi húmedo coñito. Me coloco las manos tras la cabeza y mirando a los balcones y ventanas dejo que mi cuerpo se mueva y arquee libremente. Entre contracciones y dilataciones musculares me dejo ir unos instantes y noto que los jugos empiezan a brotar -No resisto la excitación y me pellizco los pezones con ambas manos arqueando la espalda-. Sé que mis espectadores podrían disfrutar del espectáculo aun observándome a la distancia y no puedo evitar imaginarme sus pollas poniéndose gordas, duras y deseosas de meterse hasta lo más profundo de mis entrañas.

Consciente de reflejar el placer que siento, lascivamente me humedezco los labios con la lengua. Sigo tocándome y no puedo reprimir algún que otro gemido a la vez que siento como mis labios inferiores se mojan cada vez más con las atenciones que mis ágiles dedos le prestan a toda mi concha. Del piso tomo la botella aceite que tengo a un lado y empiezo mojarme los senos, dejando un hilo camino abajo hasta llegar a mi húmeda cueva. Empiezo a esparcir el aceite frotándome, halándome y aplastándome los senos; pellizcándome y retorciéndome los pezones; arrastrando el aceite por mi abdomen y vientre para finalmente reposar entre la parte interna de los muslos y frotarme los labios superiores.

Una vez allí fijo mi atención en ese punto caliente que se encuentra entre mis muslos; no puedo evitar entregarme al placer y me contorsionando toda a la vez que mis piernas se tensan y relajan moviendo la pelvis en círculo y pendularmente en busca de mayor contacto con mis manos. Estos movimientos ejercen un increíble efecto sobre mi clítoris y advierto que esta ha punto de derretirse.

-Oooh… cielos…

-Ayyy… lindis… tranquila nena… -gemía hablando con mi sexo-

-Espeera… un rato más…

Tengo que frenar un poco y dejo que mis uñas arañen los labios externos hasta llegar al montículo triangular que apunta mi centro de placer, notando lo suave que lo tengo porque mantengo el vello recortado y fuera de este completamente depilado. Siento como mis fluidos la mantienen lubricada y de cómo esté desciende por mi raja mezclada con el aceite hasta el ano, recordándome lo anhelante de mimos que se encuentra.

Cierro las piernas y doblando las rodillas me las llevo hasta el pecho, coloco las manos en cada una y lentamente me voy abriendo las piernas mientras me concentro en sentir como mis fluidos al contacto del aire nocturno refrescan mi piel… puedo sentir también como el ano se contrae y dilata reclamando atención. Lo tengo palpitante y me muero de ganas por seguir tocándome esa parte tan intima. Mantengo como puedo las piernas recogidas ayudándome con los codos al tiempo que me llevo una de las manos al ano y me introduzco lentamente un dedo en él mientras observo el panorama; algunas luces se prendieron otras se apagaron. Al tiempo que me penetro el ano lentamente con un dedo, sonrió estúpidamente pensando que cualquiera que tenga unos binoculares a la mano estaría igual o más caliente que yo. Puedo imaginarme a los chicos frotandose y bombeandose las pollas tras las cortinas, persianas o ventanas oscuras donde se masturban a escondidas… sosteniendo la respiración y aguntando las ganas de esparcir su delicioso licor en mi honor. Habrá quienes sigan mi ritmo, quizás algún precoz reventado o tal vez algún veterano de mil batallas a la espera de algo más atrevido –entonces pienso que esto es solo el calentamiento- de seguro no les importaria si los eligiera individualmente o en grupos de tres o mas, con tal de que los dejase penetrar alguno de mis agujeros... -¿Y si es alguna chica la que me ve? Oooh… que maravilloso- de seguro estaría de rodillas frotándose el coño y pellizcándose los pezones, inundando la habitación con ese olor a hembra tan peculiar de cada mujer, igual de peculiar que el sabor y textura que tiene el semen viril de cada hombre… son tan diferentes en todo... Quisiera en especial tener una que me atara de piernas y brazos, mientras me grita obscenidades "voy hacer que chilles como una perra", "te voy a reventar ese culo puta de mierda", "vas a mamar esos dildos hasta que yo diga" "¿Qué quieres, compasión?... Suplica por ello maldita", "Mas te vale obedecer perra o la vas a pasar muy mal" me gusta ser sometida, más aun si es una mujer con determinación de mando.

Estoy segura que mis espectadores captarían lo mojada que estoy ya que los fluidos me empapan el coñito y el culo. Incluso ahora a pesar de estar en un ambiente abierto, por caprichos de la brisa o la ausencia de esta puedo apreciar el olor a hembra que flota suave en el aire. Me gustaría a estas alturas tener una lengua husmeando por ahí abajo; una febril, grande y tosca lengua masculina o una delicada, suave y algo mas angosta lengua femenina, chupando mis dos agujeros, deslizándose entre los pliegues, subiendo por mi cuerpo y revolcándose en el interior de mi boca.

Ya las caricias y manoseos son insuficientes para la creciente demanda de placer que anhela mi cuerpo. A tientas voy hurgando el piso con las manos buscando los juguetes, al dar con ellos me los llevo al pecho y los observo detenidamente mientras me tomo un pequeño respiro, el D.P. es algo rígido con un miembro más largo y otro más grueso, por otra parte está el común dildo plateado con varias fases de vibración. Finalmente decido empezar con el dildo, lo pongo a vibrar media fase y lo voy paseando primero por la parte interna de los muslos, luego por los labios exteriores y finalmente sobre el clítoris pero sin penetrarme todavía.

Ya algo más relajada sigo masturbándome pero esta vez lo voy introduciendo lentamente, sintiendo como entra y sale suavemente de mi sexo; sintiendo como mis paredes se ciernen a él haciendo que las vibraciones repercuten dentro como las ondas sonoras hacen vibrar puertas y ventanas -es como un bum, bum, bum, bum suave pero continuo-. Siento que el flujo es cada vez más abundante. El olor mesclado a cereza y flujo vaginal que emana de mi cuerpo es tan estimulante que no aguanto la tentación de probarlos; empiezo a meterme y sacarme el dildo casi hasta el fondo, para finalmente llevármelo luego a la boca y saborear mis dulces jugos.

-Ummm… que rica estas mi lindis. –La mezcla agridulce está de lo más sabrosa y me entran ganas de seguir lamiéndolos un rato más-.

Cierro los ojos y degusto el dulce néctar que mana de mí ser -solo mi boquita y yo- disfrutando del sentido del gusto. En cada viaje dejo que el dildo se hunda lo mas que pueda en las profundidades de mi húmeda cueva; apreciando el bum, bum, bum de las vibraciones y luego una vez más regresando a mi boca. De nuevo mi endurecido clítoris esta palpitando y me vuelve loca de placer, necesariamente tengo que dejar esto a un lado o estallare.

Me meto el dildo en la boca y formo un ovillo, negándole al cuerpo a dejarse ir –sé que estoy cada vez más cerca del punto sin retorno, ya que estos periodos de ir y venir son cada vez más cortos y difíciles de controlar- no puedo evitar temblar un poco ante toda la presión muscular que estoy ejerciendo para no dejarlo escapar a la vez aprieto el dildo con los labios mientras mi legua se retuerce de gusto lamiendo los fluidos. Casi me he olvidado de mis posibles espectadores y cuando tomo conciencia, siento que tengo una expresión de sorpresa en el rostro, incluso diría que estoy avergonzada.

No puedo evitar recordar lo delicioso que se siente como engorda, crece y se pone dura una verga en la boca -hecho de menos el degustar de ese liquido transparente y saladito que precede a la eyaculación, así como la textura y aroma individual de cada polla- mientras chupo el susodicho juguete, siento que a cada instante segrego mas y mas saliva. Mis piernas se mueven inconscientemente como un abanico, al tiempo que un hilo de saliva se me escapa por la comisura de los labios rodando por la mejilla. Luego tomando este con ambas manos le doy una serie de desesperados lametones de abajo a arriba y viceversa, lo escupo, lo pajeo y me lo vuelvo a meter en la boca.

-Ohhh, cielos… ¿porque no eres una polla real?

Sigo tan increíblemente excitada que retomo la posición y me abro los labios vaginales para que se refresquen con la brisa nocturna. Mi respiración es entrecortada y cuando observo detenidamente mi cuerpo, veo este brillar bajo una mezcla de aceite, sudor y fluidos vaginales, estos últimos, hacen aun más atractivos la parte interna de los muslos, el pubis, los labios externos, los labios inferiores y entrada vaginal -por el olor y sabor que los envuelven-. Razón por la cual no puedo evitar saborear otra vez su esencia y froto una de las manos contra la parte interna de los mulos para luego llevarla a la boca y lamer uno a uno los dedos mientras imagino como seria tener; no una, sino dos o quizás tres pollas metidas en los agujeros de mi cuerpo… lo que me recuerda lo alerta que se encuentra mi anito por la falta de atención.

-Ahora te toca a ti lindis, se que te hice esperar mucho. -Le respondía en voz baja mientras volteaba a ver donde había dejado el consolador D.P.-

-No, tu no… a ti te quiero en mi boquita –hablando con el dildo y metiéndomelo en la raja-

-Ohhh… si, llénate de fluidos…

-Con que aquí estabas dulzura…

Respondí a mi misma al tomar el D.P. del suelo. Mi ano se contrajo fuertemente al presagiar un pronto estimulo. Hice un puño con una mano y la penetre primero con uno y luego con el otro, para así darle una idea de lo que le estaba por venir.

-A ver, cuál de las dos pingas prefieres… la gruesa y corta… o la larga y delgada…

Me pare de la mesa y arrodille junto a esta para ubicar lo mejor posible el D.P. para la siguiente faena nocturna. Una vez colocado contemple los edificios aledaños, pero aun ahora seguía todo igual. Escupí sobre ambas pollas y cerré los ojos mientras al pajearlas me imaginaba a los dos hombres que me iban a follar.

-¿Están listas?... verdad... Solo quería lubricarlos para Uds.

-Quizás... tú… -susurre escogiendo meterme la más delgada pero larga por detrás-.

Esta vez no iba a poder ver los balcones ni ventanas, ya que la polla que me iba a meter por detrás la había colocado viendo al filo de la mesa por lo que estaría de espalda. Me coloque con la mesa entre mis piernas y las pollas abajo anhelando hundirse en lo más recóndito de mi ser.

-Ahora si lindis… están listas para la partida doble…

-ya les voy a dar lo suyo...

-Ups… casi me olvido… mejor dicho, triple –dije metiéndome y sacándome el dildo del coño para llevarlo a mi boca-.

Poco a poco fui descendiendo hasta sentir la punta del largo en la entrada mi orificio anal, luego hice un pequeño movimiento para cerciorarme de estar en el lugar indicado y empuje un poco más.

-Ahhh… Siii… siii… alliii lindis -Grite al sentir la cabeza dentro-.

Frote el dildo cerca del clítoris y lo metí en mi boca para no gritar, mientras tanteaba para ver si la otra polla estaba en posición para penetrar mi cueva. Comencé a sudar frio, sabía que el próximo no tendría retorno por lo que de un empujón me encasqueté ambas pollas dentro.

-¡Ughh!... ¡Ughh!... –gemía calladamente con el dildo en la boca mientras sentía mis piernas temblar-

Un leve corrientazo me recorrió de los pies a la cabeza al sentir las dos pollas dentro. Me las metí hasta el fondo sentándome de pleno sobre ellas, -si dijese que no me dolió mentiría…- la del culo la sentía como un fierro caliente dentro, pero no la iba a sacar de allí. Empecé a chupar y lamer el dildo hasta dejarlo limpio y sin sabor mientras el esfínter dejaba de reclamarme aquel dolor tan intenso que le había provocado, una vez relajado deje el dildo a un lado para concentrarme en el placer de mi coñito y anito. Con ambas manos me masajee unos instantes el culo y comencé a mover la cadera en forma circular, podía sentir; las paredes vaginales latir suaves y lubricadas sobre la pinga gruesa; las paredes rectales contraídas y pegadas a la pinga delgada… esta aun me ardía por dentro por el empuje que había dado para penetrarme, aun así mi anito palpitaba delirante de placer ya que el esfínter se dilataba y contraía continuamente siguiendo el instinto de su otra hermana que hacía lo mismo. Despacio voy subiendo y bajando, sintiendo como ambas pollas me penetran, es delirante ser penetrada así.

-Oooh... Siii...

-Asi, despacio... Despacio. -gemía mientras me penetraba un par de veces-

-¡Si lindis!, ¡Así!… ¡Más duro!, mas, mas… -empecé a gritar, ya algo dilatada-.

-¡Ahhh, que rico!... ¡Cójanme!... ¡COJANME!... ¡ASIII!

-¡Ohhh cielos!... ¡QUE RICO MI AMOR!... ¡QUEMAME EL CULO!

-¡REVIENTAME!.. ¡ASIII!...

En cuestión de instantes mi cuerpo se inclina adelante apoyando las manos al filo delantero, haciéndome sentir más duras las pollas que están pegadas a la mesa a la vez que mi pelvis comienza a moverse pendularmente; adelante, atrás, derecha e izquierda al tiempo que sube y baja. Me las meto a fondo y hago amplios círculos pero sin dejar que salgan por completo, y una vez más inicio el ciclo una y otra vez.

-¡OHHH!... ¡SIII!... ¡ASIII!

Aquello me lleva al borde y dejando la cordura a un lado empiezo a gritar de placer mientras el orgasmo me provoca un hormigueo que comienza a recorrer mi cuerpo de manera descontrolada; teniendo como epicentro la boca del estomago, puedo sentir como la onda sube por mi abdomen hacia arriba y baja por el vientre hacia los pies. No puedo evitar seguir gritando al sentir como mi cuerpo se contrae entero amplificando la sensación de aquella onda que rebota por todos lados hasta llegarme a la cabeza, atropellando en su carrera cada glóbulo rojo y blanco de mi ser, buscando escapar subiendo por la dermis y erizándome toda la piel.

-¡Ahhh! que rico…

Puedo sentir que ese bum, bum, bum sigue recorriendo intermitentemente mi cuerpo… y aun con las pollas dentro me voy relajando por momentos y me voy sacando el juguete del interior. El culo me quedo ardiendo… la raja por su parte quedo mojada y un charco de flujo quedo en la mesa alrededor del D.P.

-Ohhh… cielos, que rico estuvo.

La serie de espasmos que me recorrían desde la boca del estomago fueron menguando y haciendo un esfuerzo de estar consciente me levante como pude para recostarme sobre el piso frio de la terraza. Estremecida y satisfecha, cierro los ojos y sin darme cuenta me quedo dormida