La vuelta de Soledad 2010

La tarde entristecía el día que terminaba, poco a poco la soledad como su nombre cubría su vida, no había sospechado ahora con casi treinta y cinco años, que su aura de liberal y alegre mujer la abandonaba, su compañero otra vez se encontraba en el exterior, dormida frente al televisor esperando su llamado, paso gran parte de la noche, se desnudo y se acostó, dio varias vueltas insultando ese momento y a la congoja que la aplastaba sobre ese lecho , soñó su último relato en estas paginas y algunos comentarios sobre el fracaso, el cansancio, las felicitaciones, sobre la decisión tomada (no escribir más).

A la mañana la despertó su llamado, su rostro imaginado la tranquilizó al son de sus palabras, él cumpliría sesenta años, sus hijos le habían pedido hacerle una fiesta sorpresa, ya que tenían lugar en la quinta que a nombre de ella poseían en Pilar.

El departamento (refugio desde siempre), era cómodo para ir al trabajo, su esposa "culpa" del divorcio se suicido era por ello que le extrañó sobremanera recibir esa mañana el llamado del hijo (menor que ella dos años)

Al encontrarse en el centro, un dejo de sospecha se traslució en sus diálogos, quedaron encontrarse para ir juntos a Pilar a ver que se podía organizar, la hermana (Eliana de 39) estaba embarazada y le había dejado todo a cargo de José (33), cuyas actividades de fabricantes de remeras y ropa de trabajo, no cubrían las expectativas de Jorge (60)(su pareja formal desde el 2004) el padre , "Su Profe"

Sabía ella que su figura , movía a su hijastro, en plenitud sexual, el "profe" como siempre llamó a su pareja, llegaría en tres días, después de dudar , llegó a la conclusión que debería hablar con él sobre el tema, puesto nunca le habían gustado las sorpresas, siempre quería tener todo bajo su control y su amor le había costado mucho, para "engañarlo" aunque sea para darle una alegría, le explico la situación y él al ver la oportunidad de amalgamar la relación con sus hijos, le pidió que siguiera con el juego.

La quinta tiene un cuidador Mario (40), conocido de ella, que había trabajado en vigilancia en la empresa de un cliente. El recorte, la crisis de turno, lo dejó de cuidador, le extrañó a José la presencia de este señor, al no poder disimular, su gesto se torno adusto, Soledad pensó enseguida que sus sospechas eran ciertas pero no podía probar nada.

En viaje de regreso, le preguntó por su actitud, el atino a decirle que estaba enamorado de ella, que era la mujer de su vida, que todo esto era para llegar a hacerle el amor aunque sea violándola, estupefacta, decidió callar, ese hombre la atraía. Ya había pasado por esas tentaciones, nunca desde que se unieron cayó en la infidelidad.

No reacciono, la dejo frente a su departamento, dejándole en claro que no lo iba a invitar a pasar.

A la mañana recibió la llamada de que su "Profe" estaría llegando en dos horas a Ezeiza, adelantando su regreso el apuro para irlo a buscar , no dejaba dudas de su amor , su rostro reflejaba el cansancio del viaje y el trajín del trabajo de esos días, no lo atosigo, solamente se bañaron juntos y se recostaron, la tensión de la ausencia ya desaparecida le permitió dormir junto a él, como si a la noche no lo hubiera hecho, seis horas pasaron a las cuatro de la tarde los despertó el llamado de José , ellos no lo atendieron y dejó el mensaje en el contestador ,su voz inconfundible, expreso en pocas palabras " te salvaste ayer, pero quiero una oportunidad" , él le pidió explicaciones y no tuvo más remedio de comentarle todo el episodio.

Su mano se deslizó entre sus piernas, respondiendo con el lubricante natural entre sus anchas vulvas, deseosa de sexo, su cuerpo dejaba al hacer

, no usaba "Viagra" pero su hermosa erección, le costaba varios minutos más, ella lo acariciaba, hasta que ambos sentían esa tromba interior que pensaban, llevando a sus pieles toda la lujuria de un amor, increíble.

Más de cinco años han pasado, no fue este episodio con José, el primero ni creo será el último el intento de separarlos, quizás la envidia, el odio por ver esta situación, pese a muchos, no sentía estar cuidando un viejo, su goce (¡Ella había gozado más de un hombre!), no solo no babeaba, sino que la hacia sentirse una REINA.

El amor platónico de su juventud de ese conocido de su padre, los años de amante, el intento infructuoso del casarse para olvidarlo, todo y cada acto le daban vueltas en ese instante, dejo de sentirse mal, puesto que su ausencia en su lecho era la causal de su congoja.

Fue su Profe, el que le dijo al hijo, que lo comprendía, que era imposible no enamorarse de ella, que buscara a alguien, pero esa mujer (soledad) era de su propiedad, hasta que el muera.

Al dialogar sobre este episodio, entendió que escribir relatos, descargaba sus tensiones, es por estas paginas que bajo laurasoledad 2050. De acuerdo con su "profe" iniciará una nueva etapa de relatos.