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Antiguas y nuevas amistades (2)

en Interracial

Hola de nuevo. Como recordareis de la primera parte, estaba teniendo una noche muy caliente en el bar latino al que me había invitado violeta.

Después de acabar de follar con mi nuevo amigo negro, Marcelo, él se fue a por unas bebidas, y yo me quedé sentada en el reservado en el que habíamos estado follando. Estaba descansando cuando de repente, escuché que me llamaban:

  • patricia, ¿eres tú?
  • sí, violeta. ¿estas en el reservado del final, no?
  • sí, ven, que te enseño algo que te va a gustar.

Me puse el tanga, y salí de mi reservado, abrí la puerta del suyo, y efectivamente, lo que vi me gustó mucho. Mi amiga, que estaba sin nada de ropa por debajo, y con las tetas saltando por encima del sujetador, estaba sentada encima de otro chico negro, dándole la espalda, y moviéndose despacio de arriba abajo. Cuando violeta subía, se podía ver toda la hermosa polla del negrito, completamente tiesa y se le notaban perfectamente todas las venas del cipote. En cambio, cuando ella bajaba, se le enterraba totalmente en su coñito. Se ve que acostumbrada al gran miembro de su exmarido, en aquel agujero ya entraba de todo hasta el fondo.

Me excite rápidamente, en cuanto oí los gemidos de mi amiga, pero sobre todo con la mirada fija de violeta en mi, como retándome a que no me quedara parada. Me moje en cuando se empezó a pasar la lengua por sus labios carnosos.

  • Patricia, ¿te vas a quedar ahí parada sin hacer nada?

Me acerqué a ella, y bajando la cabeza la metí la lengua entre sus labios, comiéndonos una a otra toda la saliva que fuimos capaces de intercambiarnos. Ella reaccionó rápidamente, y llevo su mano a mi encharcado coñito, y con dedos expertos, lo recorrió de adelante a atrás, localizando rápidamente el clítoris, y masajeándolo con movimientos circulares. Lo único que pude hacer fue doblar mis piernas, y lanzar fuertes gemidos durante los tres minutos en que mi cachonda amiga hizo que me corriera. Después de limpiarse los dedos mojados en su boca, dijo:

  • qué, pedro, ¿te ha gustado el espectáculo?
  • menudo par de putas estáis hechas. la pena es que estemos en este sitio, y no en una cama de verdad para daros lo que os merecéis.
  • te has fijado, Patri, solo tiene diecinueve añitos. Tiene más centímetros en la polla que años. Nunca he conocido a nadie que tardara tanto en correrse.
  • bueno, pues le pondremos más caliente todavía a Pedrito, para que suelte cuanto antes todo lo que tiene en estos huevos, dije acariciándole sus hinchados testículos.

Me puse delante de violeta, así que ella solo tuvo que sacar la lengua para empezar a repasar de arriba abajo mis pechos. Estos reaccionaron inmediatamente al contacto de su lengua, y los pezones se pusieron como piedras. Violeta se decido a llenarme de saliva las tetas, mientras que yo miraba desafiante a pedro.

  • si todavía se te levanta cuando acabes con mi amiga, a ver si tienes lo que hay que tener para empezar conmigo.
  • cuando acabe de follarme a esta cerda, quiero que me chupes la polla y correrme en esa boquita que tienes.

La conversación fue interrumpida porque de repente, me cogieron desde atrás por las caderas, y me doblaron la espalda, poniéndome el culito en pompa. Oí la voz de Marcelo que dijo:

  • ahora vas a probar otra posturita.

Teniendo como tenia el coño de empapado, fue apoyar la polla en la entrada, empujar y ya volvía a tenerlo lleno de carne. Me apoyé en los fuertes muslos de pedro, con lo que, en la postura en la que me encontraba ahora, me ponía enfrente de los melones de mi amiga, con lo que me dediqué a lamer aquellas maravillas que tenia enfrente. Eso fue al principio, cuando Marcelo me estaba follando despacio, porque al rato, empezó a culear más fuerte, y entre el movimiento y mis gemidos tuve que abandonar los pezones de violeta.

Así estuvimos varios minutos, hasta que empecé a cansarme de la postura, y lo que hice fue además de los movimientos de cadera de Marcelo, ayudarle yo con las mías, moviéndolas en circulo, hasta que acabe corriéndome, y un minuto mas tarde, sentí un calor en el coñito, que me anunciaba que él también se había corrido totalmente, además de lanzar un gemido muy profundo.

Lo que me sorprendió más fue oír de repente una voz extraña que decía:

  • pues si que folla bien esta putita que nos ha traído Violeta.

Me di la vuelta y vi a Marcelo y a su lado, estaba un señor de unos 50 años que había visto detrás de la barra, y que pensé que parecía el dueño del bar, cosa que luego me dijeron que así era. Estaba desnudo y con la polla totalmente mojada y con aspecto de haberse corrido, con lo cual no había sido Marcelo quien me había penetrado, sino este otro señor, que se llamaba diego. Por cierto, aunque ya tenía la polla fláccida, también parecía que tenía un tamaño importante. Empezaba a pensar que para que un tío entrara en ese bar, había que pasar un casting de pollas grandes.

Mientras nosotros hablábamos, de repente vimos como pedro, que a todo esto, seguía montando a violeta, lanzó unos gemidos más fuertes, y vimos como del coño de violeta, salían varios regueros de un semen espeso y blanco que llenó el aire de un olor salado y fuerte.

  • vaya con las nuevas generaciones, dijo diego, cuando vio la escena. Vienen pegando fuerte.

Escena que por cierto, puso como una piedra, la polla de Marcelo. la de diego no reaccionaba tan bien porque acababa de descargar todo lo que tenia dentro de mí. Así que agarre el miembro de Marcelo y empecé a pajearle despacio para conseguir tenerlo erecto en toda su longitud y grosor para un nuevo polvo. Diego por su parte, no quiso quedarse parado y agachándose, se dedicó a llenar de saliva mi ya mojado coñito, llenándose la boca de su semen y de mis flujos, mientras su experta lengua paseaba por todos mis rincones más ocultos.

Marcelo llamó a diego, y le dijo algo al oído. Este se fue a un rincón, y desenvolvió una alfombra que había, Marcelo me llevo allí y me puso a cuatro patas, y desde atrás, buscó con su polla mi coñito, y una vez que lo encontró, allí la enterró, moviéndola muy despacio, y dejando que se empapara bien de mis jugos. De repente, la sacó, y apuntó mas arriba, al agujerito de mi culo, lo que en un primer momento, me puso tensa. Hizo un primer intento y como no entraba bien, me metió primero el dedo, escupiendo encima del ojete, para que pudiera entrar mejor. Poco a poco me fui relajando, y empezó con un movimiento circular. Cuando lo notó más receptivo, se echo saliva en la punta del cipote, y apoyándolo en mi entrada trasera, fue empujando, introduciendo la punta. Una vez que estuvo dentro la punta, y superado el dolor inicial, me relaje e intenté disfrutar de la enculada que me estaban haciendo, aunque en honor a la verdad debo decir que no disfruté mucho, porque Marcelo tenía un miembro muy grueso, cosa que me encanta para el coño o la boca, pero no para mi culito. Afortunadamente, la mayoría de los hombres se corren muy rápido cuando me follan por detrás, dicen que porque el agujerito les aprieta la polla, y Marcelo no fue una excepción, porque unos tres minutos después, se ponía muy tenso, y descargaba toda su leche dentro de mí.

Mientras me relajaba, vi como habíamos dado envidia a nuestros compañeros de sexo, y como Diego empezaba a penetrar por detrás a Violeta, que le recibía con lametones a la polla de pedro, que ya estaba otra vez erguida, y que para variar tenía unas medidas notables.

El resultado de aquella noche fue que nos despertamos ya avanzado el día siguiente Violeta y yo, en la misma cama, con agujetas por todo el cuerpo. Lo que paso después ya os lo contaré en la siguiente parte.

Como siempre, ya sabéis, fotos y comentarios a pmrm1970@mixmail.com

Besos a todos y todas.