miprimita.com

Técnicas masturbatorias

en Textos educativos

Hablemos de la frase introductoria del texto. No vale simplemente con meneársela. Seguramente para muchos sí que vale porque es lo único que hacen. Pero estoy aquí para enseñaros un par de cositas que se pueden hacer para mejorar considerablemente la experiencia de la masturbación.

El acto de masturbarse, tocar la zambomba, sacarle brillo al fusil, darle al manubrio, como se le quiera llamar, es algo absolutamente natural, sano y hasta recomendable. Además, se hace (normalmente) únicamente en compañía de uno mismo, así que no hay por qué avergonzarse de lo que uno hace o se imagina. Lo digo porque seguro que más de uno siente que masturbarse está mal. Pues no. Una buena paja, pero buena buena, te permite relajarte, liberar tensión y, evidentemente, pasar un buen rato, así que nada de lo que hagamos para que ese buen rato sea aún mejor debería avergonzarnos. De modo que desterrad todos los prejuicios y complejos y vamos a ello.

Para empezar hace falta mencionar un par de cosas, obvias pero que aún así deben ser tenidas en cuenta:

  1. Relájate. La paja será más placentera cuanto más cómodo y relajado estés. Lógicamente, para ello lo mejor es hacerlo en tu cama por la noche y a oscuras.

  2. Mentalízate. Esto significa que antes de empezar a darle caña deberías ponerte a tono, caliente, vamos. Eso ayudará a que se te ponga dura de verdad, a que la erección dure más tiempo y a que el orgasmo sea más intenso. Para ello hay varias cosas que puedes hacer: ver pornografía, leer relatos o simplemente dejar volar tu imaginación. Yo, personalmente, prefiero combinar las tres cosas, pero es al gusto del consumidor.

  3. Ten paciencia. A veces lo mejor es acabar cuanto antes, pero cuando tienes tiempo y ganas, lo mejor es hacerlo durar. Quince, veinte, treinta, hasta cincuenta minutos, lo que haga falta. El placer será más prolongado y el orgasmo más intenso, así que no creas que por acabar en dos minutos disfrutarás más.

  4. Conoce tu cuerpo. Saber qué partes de tu cuerpo te dan más placer al contacto es importante, así que tómate tu tiempo explorándote.

Dicho esto, vayamos a lo importante. Primero empieza con lo de mentalizarse. Abre tu ordenador o tu archivo de revistas porno y empieza a frotarte. Normalmente la erección debería ser casi instantánea. Ahora que está dura, empieza con la paja propiamente dicha. A mí me gusta frotarla por encima de la tela del pantalón de dormir para luego darle caña de verdad, pero como quieras. El secreto es hacer siempre lo que más placer te proporcione.

Hasta aquí todo bien, ¿no? Todo lo mencionado debería ser obvio para todos los hombres. Los, digamos, trucos para mejorar la experiencia vienen ahora.

¿Recuerdas lo de conocer tu cuerpo? Bien, pues una vez descubierta esa zona erógena que te hace notar un cosquilleo en el rabo, estimula dicha zona mientras te masturbas. Normalmente se trata de las orejas, las nalgas, las ingles…O los pezones. Sí, los pezones. Todo el mundo sabe que a través de los pezones se puede volver loca a una mujer, pero en los hombres también son muy sensibles. Mientras esté dándole caña con una mano, lleva la otra a cualquiera de tu pezones y frótalo hasta que se ponga duro. Deberías notar que el placer aumenta. Ahora, cógelo entre tus dedos, pellízcalo, retuércelo hasta que te duela. Mola ¿verdad? Pues eso.

Ahora pasamos a la parte delicada. Iremos directamente al grano: esto se trata de estimularte analmente. Sí, como lo lees. Ya sé que a muchos hombres les da corte hablar de sexo anal, y que muchos otros creen que si te gusta eso es que eres homosexual. La realidad no podría ser más distinta. Yo soy infinitamente heterosexual, y sin embargo me encanta acompañar la paja con estimulación anal. Y, como ya he dicho, lo que hagas para masturbarte queda entre tú y tú mismo, así que déjate de tonterías y recuerda que, si te hace disfrutar, no es malo en absoluto. Dicho esto, vamos a la acción.

Mientras estés bombeando con una mano, llévate la otra a la boca y príngate bien un dedo de saliva. Si tienes algún tipo de lubricante úsalo antes que la saliva, funciona mejor. Una vez tengas el dedo bien pringado llévalo a tu puerta trasera. Deberías notar que el simple contacto con el ano es placentero, pero hay que ir más allá. Introduce el dedo en el recto. Si estás excitado y relajado este debería dejar paso con facilidad. Bien, ahora detente y saborea (perdonad la expresión) el momento. Tienes un dedo metido en el culo. Increíble, ¿verdad? Seguramente la sensación será sorprendente. Yo también pensé que me dolería antes de hacerlo la primera vez, pero resulta que no, que es placentero. Ahora puedes hacer dos cosas: dejar el dedo ahí metido mientras sigues masturbándote o hacer un movimiento de mete-saca con dicho dedo. En cualquier caso, intenta que el dedo siga dentro cuando te corras. Notarás las contracciones del recto y es algo muy agradable.

Ahora que has descubierto que la estimulación anal mejora notablemente la experiencia masturbatoria, prueba con otras cosas. Objetos que puedas alojar en tu recto para tener una mano libre para lo que quieras. Puedes probar con lo que quieras. A mí personalmente me gusta usar un rotulador que es algo más grueso que mi dedo corazón. Prueba lo siguiente, si te gustó lo del dedo y quiere ir más allá: Ponte a cuatro patas sobre la cama. Coge el objeto que quieras meterte en el recto e introdúcelo. Con la mano buena, empieza a masturbarte. En este momento estarás apoyando tu cuerpo sobre tu cabeza y tus rodillas, mientras con una mano te pajeas y con la otra te penetras analmente con dicho objeto. El orgasmo será brutal.

Bueno, ahora quiero recordaros una vez más que esto NO es algo de lo que debáis avergonzaros. Alguno pensara "me he metido un dedo en el culo y me ha gustado, ¿será que soy gay?" Bueno, pues sabed que no. No todos, al menos. Una cosa es que te guste el sexo anal, y otra muy distinta es que te guste el sexo anal con un hombre. Y en cualquier caso, no es algo por lo que debáis sentiros avergonzados o acomplejados. Así que, olvidados de estas tonterías y a meneársela a gusto.