Como un virus
Me invadiste lenta y completamente
como la hiedra
Inundaste las grietas del tiempo
regadas en mi piel
Incrustaste tus raíces como garras
hasta los limites del alma
Mis ojos se perdieron bajo tu bosque
húmedo y cálido
Sin nombres que recordar
Sin palabras que pronunciar
Me envolviste entre las ramas
de tus brazos
Me exprimiste las venas
y el corazón
Ahora soy el rompecabezas inconcluso
que aun te sigue amando.