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Compañia en sus solitarias sesiones

en Autosatisfacción

El joven muchacho había esperado ansioso ese corto momento del día, el único instante en el que todos en su hogar dormían. Se encontraba en la sala de su casa, recostado en el sofá junto al ordenador portátil. Una pantaloneta gris y unos calzoncillos del mismo color cubrían sus tobillos, vestía tan solo una corta camiseta blanca que llevaba el logo de la empresa en la que su padre había trabajado toda su vida, o al menos la porción que el recordaba. Tras su lampiño vientre una pequeña maraña de vello circundaba un grueso trozo de carne, moreno y de no mas de 14 centímetros que miraba firme al techo; realmente se encontraba muy caliente, en la tarde buscando algo interesante que ver en la televisión con papá y pequeño hermano pudo ver una escena de una película independiente en que sin miramientos un chico de su edad se masturbaba en un bosque, la imagen del pálido pene del chico tenia al suyo propio a tope, acariciaba suavemente su glande al compas de unos ligeros movimientos de piernas.

Hacia un par de años jugueteaba consigo mismo por lo menos una vez al día, y ese domingo no seria la excepción. Disfrutaba conversar con sus amigos cuando realizaba sus largas sesiones de pornografía y toqueteos, el hecho de que el otro no se imaginara lo que hacia lo mantenía en total excitación, solo que ese día las cosas darían un pequeño giro. Mientras pasaba una y otra pagina web, la titilante alarme del MSN le desconcentro, era ya muy tarde y no solía encontrarse alguien conectado que no fuera el, era un "Hola" de un compañero del colegio, no gran amigo suyo pero si le conocía desde hacia mucho tiempo.

Por unos minutos dejo de prestarle atención a su pequeño miembro y se la brindo a su compañero. La conversación se desarrollo normalmente sin nada fuera de lo común o que le indicara lo que sucedería, al cabo de un rato y de manera sorpresiva el otro muchacho le confeso que había faltado al instituto la semana anterior porque había sido circuncidado, esa sola mención levanto de nuevo su pene que ya dormía sobre las largas bolas, y eso hizo que le preguntara lo que bajo ninguna otra circunstancia haría. ¿Cómo te quedo? - ummm ¿Quieres verlo? – perplejo acepto la solicitud de Cámara web, lentamente jalaba su pene con su mano derecha y con las izquierda acariciaba sus bolas, hasta que apareció la imagen, un delgado y sonriente chico le saludaba con la mano izquierda, con la derecha sostenía un gran pene, a sus ojos de 16 centímetros o menos, en total estado de erección, estaba completamente desnudo, lo acercaba a la cámara al tiempo que le daba un par de jaladas. Poco o nada le importo si tuviera prepucio o no, inmediatamente le pregunto si se estaba masturbando, que ante el rotundo si el activo también su cámara.

La conversación se interrumpió por completo, tan solo miraban el miembro del otro o lo poco que se entrevía ante las feroces batidas de sus manos, daba un par de brinquitos y arremetían sus manos libres contra sus testículos, parecía un espejo los movimientos del uno se reflejaban en el otro, era la máxima expresión del desenfreno. Él jamás se había masturbado con otra persona y a pesar de que solo fuera una proyección lo estaba disfrutando mucho, gemía un poco y disminuía la velocidad de su mano, sabia que se correría por borbotones, y ya quería que sucediera pero esperaba con mas deseo ver la leche de su compañero, durante todos esos años jamás le imagino como un ser sexuado, pero ante el estaba un gran pene; se apretujaba con mas fuerzas las ya duras bolas para evitar correrse, no quería ser el primero y no lo fue, en un abrir y cerrar de ojos su amigo jadeante jugueteaba con todo el semen que se disparo en su estomago, esa imagen fue suficiente para que su cuerpo le ganara la partida y también terminara pegajoso, tres fuertes chorros cayeron en su pecho y estomago, cansado, repentinamente motivado por una pequeña sensación de culpa apago de golpe su computador portátil.