No sé qué te asustó más si el fuego de la noche o la cálida mañana...
Quizá esta guerra sea de las que se ganan en la oficina y no en el campo de batalla.
Explícame sino.....enemigo mio, porqué has tocado retirada?
Acaso crees poder evitar el recuerdo de la montaña cálida?
Sé, que nunca quisiste callar lo que sentías. Pero lo hiciste.
Una página a medio escribir y con algún borrón, se ensombrece al cerrar el cajón de la oportunidad.
Y la otra en blanco, se rasga con rabia e impotencia.
Pero, a pesar de todo, te comprendo enemigo, sé que jugaste a ser fuerte sin serlo.
Las cartas estaban repartidas. Pero no todos se atrevieron a levantarlas.
Sabías que es más importante saber jugar, que las cartas que te tocan.
Explícame, enemigo...a qué vas a dedicar tu mejor palabra?
Tu parte más egoísta grita. La menos, descansa.
No invoques al destino......Sabes que no te escucha.
No arrastres los pies. Hay alguien que no quieres que te escuche.
Vuelve a pintar tu fachada de blanco, seguro que algún día, no te importa el chirriar de las puertas al abrirse.
Entonces, enemigo mío, encontrarás tu camino.
Perdona si he sido duro contigo. Es que soy tu mayor enemigo