Hola, mi nombre es Susan y soy adicta al sexo, me encanta, hago todo tipo de cosas para disfrutar de un buen polvo, entre las cosas q más me entretienen está la masturbación, no hay nada mas excitante  que sentir como me corro en mis bragas…

Ya que estamos hablando d eso hoy te voy a contar una de mis aventuras…

Soy una chica universitaria, mis horarios escolares son en la tarde-noche. Yo y mi chico vamos juntos a la uni pero debido a que nuestros horarios no coinciden del todo a veces tengo horas libres, sin él, sin clases, sin nada que hacer… esto me pone en una situación muy difícil pues si no mantengo mi mente ocupada, inmediatamente se me antoja el sexo.

Pues bien, aquel día eran alrededor d las 8:00 PM y yo estaba bastante estresada, deje a mi chico en su clase y decidí ir a esperarlo en el auto (tenía dos horas para q acabara su clase), me comí mi almuerzo, algunas golosinas y lo q me temía ocurrió. Me quede sin nada q hacer y se me antojo muchísimo tener sexo, estaba ahí dentro del auto, en un estacionamiento semi oscuro, donde pasaban personas muy esporádicamente… Todo eso conformaba un ambiente sumamente excitante, a pesa d q yo trataba de abandonar la idea que era tan incitante fui vencida.

Comencé a sentir un cosquilleo entre mi piernas, mi temperatura aumentaba y como ese día llevaba puesto un diminuto vestido tenia fácil acceso a mi conchita sin que la gente que pasara lo notara mucho. Empecé a acariciarme sobre la tanguita y sentía como ésta se humedecía, sentí la necesidad de aumentar la sensación así que me baje la tanguita y continúe tocándome, me asomaba por la ventana cada vez q podía para asegurarme de que nadie pudiera descubrirme mis dedos se deslizaban alrededor de mi clítoris, quería mas, estaba muy húmeda. De repente note que se acercaban algunas personas al estacionamiento, tuve miedo y me deje de tocar por un instante, cubrí mi entrepierna de inmediato con un suéter, pero cuando pasaron justo al lado de mi auto y voltearon a ver que yo estaba ahí, sentí como si supieran lo que estaba haciendo y eso me éxito aun mas. Volví a tocarme esta vez con más intensidad, con una mano jugueteaba  con mi clítoris, mientras me penetraba con algunos dedos de la otra mano, estaba tan mojada, tan extasiada que deje caer mi suéter sin importarme más nada, finalmente alcancé un tremendo orgasmo cuando vi a mi chico acercarse al auto y me quede ahí, perdida en mis sensaciones, el subió al auto y se dio cuenta de que algo estaba pasando

-          ¿Te encuentras bien? – me dijo

Yo permanecí en silencio y tome su mano para llevarla a mi conchita chorreante, vi de inmediato como su miembro se puso bien duro debajo de sus jeans… y lo que sigue ya es parte de otra historia.

Besitos…