miprimita.com

Oda a un amor prohibido

en Otros Textos

Es desesperante necesitarte tanto. Aunque físicamente no te encuentres a mi lado, siempre estas presente en cada uno de mis pensamientos porque sencillamente te deseo. El hechizo continúa siendo igual de fuerte como en ese primer encuentro, aquel en el que mis temerosos labios se cerraron a tú alrededor para luego succionar y… aaaaaaaa que increíble ese momento: la torpeza del inicio.

Por favor no me reproches, ya sé que la culpa es mía. Sólo te pido que prestes atención a lo que te tengo que decir.

¡Sí! Soy la única responsable de haber terminado esta relación pero quiero que sepas algo muy importante, me obligaron a dejarte ir, “por mi bien” me explicaron y dado el estado en el que me encontraba realmente no tuve más opción que aceptar.

Desde muy pequeña me advirtieron de tu existencia. Me dijeron que no debía acercarme hasta que no fuera mayor de edad y siendo insuficiente agregaron otro requisito: ser consciente de las consecuencias de mis decisiones. Sin entender a lo que se referían les “seguí la corriente”. Intenté cumplir con mi palabra, después de todo se trataba de mis padres y parecían hablar muy en serio al respecto. 

Antes de continuar me gustaría hacer una salvedad… Qué graciosos aquellos tiempos ¿no? Esos en los que la credulidad de la inocencia hacía que la confianza fuera ciega, como la justicia. Sin embargo, observando todo en perspectiva y teniendo en cuenta el paso de los años, es inevitable llegar a la conclusión de que aquella pureza estaba destinada a desvanecerse, a extinguirse.

Efectivamente, eso mismo fue lo que ocurrió. No fui la excepción a la regla. Casi puedo escuchar a todos esos analistas convertirme en una variable más para ser utilizada en sus teorías sobre el comportamiento adolescente.

Siempre supe en mi interior que nuestros caminos se iban a cruzar antes de tiempo. En el momento que hice la promesa de esperar ya sentía que no la iba a poder cumplir. Era inocente pero no tonta.

Era de noche, la música sonaba en la casa de una compañera. El ambiente estaba candente. Los invitados bailaban, gritaban, comían y la bebida fluía como la lluvia en plena tormenta tropical.

En un momento dado me tuve que hacer a un lado para dejar pasar a unas chicas que estaban siendo perseguidas por un par de muchachos y ahí fue cuando te vi.

Hasta ese momento lo único que sabía era que la mayoría de mis amigas ya tenían el placer de conocerte y aunque mis padres me habían dicho una y otra vez que no me acercara, la curiosidad hizo acto de presencia. 

Te miré con desconfianza, se suponía que tenía que ocurrir de otra manera, las razones que me dieron mis padres no se cumplían. Me dije a mí misma que simplemente tenía que decir “no”. Sin embargo, todo transcurrió como si fuera un juego.

Me llevaron hasta el baño donde nos encerramos para que nadie nos viera, entre risas me desafiaron a seguir “las reglas”, yo estaba muy nerviosa y algo alcoholizada por lo que pese a todo hice lo que me dijeron.

Me obligaron a tocarte y lo hice, eras tan suave y delicado que no tuve reparos en continuar haciéndolo pero cuando me explicaron que lo siguiente era olerte las risas aumentaron de volumen ante mi expresión de confusión.  

La primera vez que tragué casi me ahogo. Lo que prometía ser toda una aventura, la excitación por lo prohibido y todo eso, terminó haciéndome llorar. No sabía nada, nunca me detuve a pensar, ni siquiera pude disfrutarte. Tranquilamente podrías acusarme de haberte usado pero quiero que sepas que cuando te tuve en mis manos jamás pensé que llegaría a quererte tanto como lo hago ahora. No imaginaba que ese era el inicio de un gran amor.

Te extraño tanto que siento que me voy a volver loca. Quizás ya lo este. En definitiva, le estoy contando al mundo lo que me esta pasando, lo que estoy sufriendo por no tenerte, no poder tocarte, sólo verte desde lejos y pensar que alguna vez fuiste mío y que ahora perteneces a… ni siquiera puedo mencionarlo. No quiero admitir mi error.

¿Te diste cuenta que estas en todos lados? Trato de olvidarte y no puedo, nada ni nadie me permite hacerlo. Te extraño tanto que siento que voy a caer en la tentación de llevarte a mis labios de nuevo y experimentar esa agradable sensación.  

Sé que no te puedo exigir nada ya que fui yo quien te dejo. ¿Es que no entendes que era necesario alejarme? Cuando te metiste con mi salud, ahí empezaron nuestros problemas.

¿Sería mucho pedir que me digas que me extrañas? Si, supongo que si. ¿Sabías que yo te extraño taaaaaaaaaaaanto taaaaaaaaanto taaaaaaaaaaaaaanto? No, supongo que no. Te trate mal y como consecuencia te enojaste conmigo.

Que fea tu actitud de “hacerte” el deseado, me haces creer que todos te quieren y te pueden tener. Dejame aclararte que por más que me tientes… No vas a lograr que caiga en tus redes.

Admito que extraño tu aroma, la sensación de apoyar mis labios en tu cuerpo, succionar delicadamente la punta para que lo que hay en tu interior entre en mi calida humedad, esa que te espera ansiosa por tener tu sabor. No puedo seguir describiendo lo que me haces sentir, quiero estar enojada por que así se me hace más fácil mantenerme alejada.

Pero hoy fue diferente, aún sabiendo lo dañino que eres para mí, cuando te encontré reviví aquella primera vez. Repetí las dichosas “reglas”, primero te olí para impregnarme de tu delicioso aroma y luego te acerqué a mis labios, al lugar de donde jamás te tendrías que haber ido.

Una vez encendida la cerilla, te prendí… Muy suavemente aspiré el humo y luego lo solté formando con él algunos aros que lentamente se fueron diluyendo en el aire.

Este es el último cigarrillo que fumo pensé y mirándote dije: -Adiós mi amor! Llegó la hora de separarnos para siempre.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Quiero dedicar este relato a dos personas:

1) Hardmack: muchas gracias por aporyarme en esta nueva etapa de mi vida. Bechito chuavechito.

2) Shadow: muchas gracias por ayudarme en aquellas frases raras. Sin embargo en esto de leer y re leer siento que agregue otras todavía más raras jajajaja Besote enorme.

A los lectores: muchísimas gracias por leer este relato, espero que no se hayan desilucionado jajajaja o sí... Bueno, espero que les haya gustado.