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Nos follamos a mi mujer en la playa

en Sexo con maduros

Por fin teníamos vacaciones Sandra y yo. Habíamos alquilado un chalet en la localidad de Calpe. Eran un grupo de 4-5 viviendas que se había edificado en el antiguo torrente de un río. La gran ventaja era que él camino desembocaba en una pequeña cala. No era privada, pero como había que pasar por los chalets, pocas veces iba nadie que no estuviera viviendo.

Nos levantamos sobre las 9:15 de la mañana con la idea de irnos a la playa tan pronto desayunáramos. Cogimos dos toallas y nos encaminamos hacia la cala. A esa hora estaba totalmente vacía y era un privilegio poder tomar el sol sin molestias. Extendimos las toallas en la arena. Me quité la camiseta y Sandra se quitó el vestido. Llevaba puesto el bikini que le compré. Era un sujetador de triángulo que le tapaba sólo el pezón y un tanga de hilo dental. Me quedé mirando y le dije:

Lucas: Verás que no hay nadie, así que puedes tomar el sol con las tetas libres sin ningún problema.

Sandra: Tienes toda la razón. Total, si seguro que luego me quitas el sujetador. (mientras me decía esto se lo quitaba).

Pude contemplar nuevamente las grandes tetas de mi mujer. Todavía estaban blancas, pero seguro que ese verano iba a conseguir que se pusieran morenas.

Lucas: Túmbate que te eche protector.

Sandra se tumbó bocarriba. Comencé a extenderle la crema y me centré, por supuesto, en sus enormes y blancas tetas. Los pezones se pusieron erectos. Después de darle un tremendo repaso, le dije que se diera la vuelta y pude ver el tremendo culo que se gasta. Me senté encima de él y comencé a extenderle la crema. Mi polla ya estaba tiesa y a punto de reventar.

Sandra: Ya estamos. Joder. Siempre estás caliente. Venga, uno rapidito antes que venga nadie. Sirvete tú mismo que no tengo ganas de hacer nada.

Inmediantamente me quité el bañador, me tumbé sobre ella y le aparté el hilito del tanga.Hundí mi polla en su coño. Sandra abrió más las piernas para facilitarme el trabajo. Por mucho que protestara, noté que estaba muy mojada. Estuve follandola salvajamente mientras ella estaba tumbada con los ojos cerrados y la cabeza sobre sus brazos a modo de almohada. Cuando al final me corrí, giró la cabeza:

Sandra: Espero que te hayas relajado y que por lo menos pueda tomar el sol tranquilamente.

Acto seguido nos levantamos y nos fuimos a lavar al mar. Cuando terminamos, volvimos a las toallas y nos tumbamos. Los dos estábamos en la misma posición, con la cabeza entre los brazos.

Cuando mis ojos parecían que iban a cerrarse para poder dormir, divisé tres siluetas que bajaban por el camino. Conforme se iban acercando, pude verlos mejor. Era una pareja mayor, ambos sobre 70 años, y un chaval más joven. No creía que tuviera más de 20 años. Pasaron por nuestro lado y nos saludaron en un castellano/guiri (a partir de ahora cuando hablen ellos, transcribiré sus conversaciones correctamente). Levanté la cabeza cortesmente y les dirigí la mirada:

Mujer mayor: Hola. Buenos días. Somos los vecinos de la casa de enfrente. Les vimos llegar anoche, pero no quisimos molestarlos.

Lucas: Buenos días. Encantado. Es mi mujer Sandra y yo soy Lucas (Sandra levantó la cabeza, sonrió y volvió a su posición)

Mujer mayor: Me llamo Mija (fonéticamente), mi marido Tomak y nuestro nieto Ras. Somos de Noruega. Le pido disculpas, pero sólo yo hablo un poco español.  ¿Les importa que nos pongamos a su lado? Es la parte de la playa que menos piedras tiene.

Lucas: Sin problemas.

Volví a tumbarme, pero no cerré del todo los ojos. Vi como se situaban a escasos 10 metros de nosotros. Tomak y Ras extendían las toallas cuando me fijé mejor en Mija mientras se quitaba el pareo. La edad no le había perdonado, pero ese bikini no podía esconder un cuerpo delgado y unas maravillosas tetas OPERADAS. Era una pasada comprobar cómo semejantes peras seguían desafiando la ley de la gravedad.

"Esto promete" me dije cuando Mija se quitó la parte de arriba del bikini, pero casi doy un salto cuando hizo lo mismo con la braga. Estaba completamente morena y sin ninguna marca. Estaba claro que practicaba nudismo. Esto se confirmó cuando mi vista se fijó en su marido y en su nieto. Estaban desnudos bocabajo y tumbados en la toalla.

Mi polla estaba volviendo a recobrar fuerza. Aquella imagen era fabulosa. "Esto va cada vez mejor". Mis pensamientos iban a mil. Mija se agachó sobre el bolso que traía y sacó una botella.

Mija: Luego si quieren se echan. Es una receta noruega para evitar las quemaduras. Me la enseñó mi madre.

Lucas: Muchas gracias.

Sandra se incorporó, giró la cabeza hacia nuestros vecinos y rápidamente se volvió hacia mí:

Sandra (susurrando): ¡Están en pelotas!. ¡Los tres!

Volvió nuevamente hacia ellos y se hizo la dormida. Yo seguí la misma táctica porque no quería perderme nada. Mi polla me lo estaba agradeciendo.

Mija se situó enmedio de los dos y comenzó primero a extender la crema sobre la espalda de su nieto. Cada vez bajaba más hasta que de vez en cuando, su mano se perdía entre las piernas. Cuando terminó con el chaval, le tocó el turno a su marido y repitió exactamente lo mismo. Al momento se dieron la vuelta y comprobé que los masajes habían echo efecto:

Sandra: Mira que polla le ha puesto al viejo.

Lucas (al oído): Pues el nieto está a punto de reventar. Si no descarga pronto, va a reventar.

El que iba a reventar era yo. Mija comenzó nuevamente los masajes con la crema. Esta vez el primer beneficiario fue su marido. Cuando llegó a la polla, le hizo varias veces un subebaja. Mi polla deseaba estar allí en esos momentos y por los movimientos de Sandra, ella también.

Cuando creíamos que iba a terminar la paja, se cambió a su nieto y más de lo mismo.

Sandra: ¡Joder, cómo los ha puesto!

Al terminar con su nieto se giró hacia nosotros y nos preguntó:

Mija: ¿Quieren un poco? Es muy buena.

Sandra asintió con la cabeza y Mija se dirigió hacia nuestras toallas. Se arrodilló al lado de Sandra a la altura de su cintura.

Mija: Yo se lo extenderé. No se preocupe. He sido durante más de 35 años masajista en una clínica de Noruega. Así aprovecha y mientras se lo extiendo le doy un masaje.

Aquello no me lo podía perder. Me levanté y me senté en mi toalla con las piernas cruzadas. Intentaba que Mija no viera mi polla, pero creo que eso era harto difícil.

Mija comenzó el masaje sobre la espalda de mi mujer igual que había hecho con su nieto y su marido. Conforme se iba acercando a su culo, mis pensamientos eran si sería tan atrevida como antes. Efectivamente, lo fue. Se sentó encima del culo de mi mujer y con la cara mirando hacia los pies de Sandra. Comenzó a masajear las piernas y vi cómo sus manos se metían dentro de la entrepierna de mi mujer. En una de tantas veces, le apartó el hilo del tanga y metió el dedo corazón en el coño de Sandra.

Sandra: Offf.. 

Los ojos no los podía tener más abiertos. Mija le estaba masturbando a mi mujer. Dos sombras me hicieron levantar la vista. Allí estaban Tomak y su nieto sentados al lado de mi mujer. Mientras Ras miraba cómo su abuela le metía el dedo a Sandra, Tomak se estaba masturbando y poco a poco su polla iba cogiendo forma. Los gemidos de Sandra no dejaban lugar a dudas, estaba disfrutando con Mija. cuando pensaba que iba a terminar:

Mija: Date la vuelta cariño. Ahora por delante.

Sandra se dio la vuelta sin abrir los ojos. Así no pudo ver que no estábamos sólos. Me fijé en su tanga. Brillaba y se notaba empapado de sus jugos. Mija prosiguió con su masaje. Esta vez se centró en las tetas de mi mujer y en sus pezones que cada vez estaban más tiesos. Sandra no paraba de morderse el labio inferior y su mano izquierda me agarraba la pierna con fuerza. Dirigí la mirada hacia Tomak y Ras. Este último ya tenía la polla totalmente dura y se la estaba cascando lentamente. Tomak todavía la tenía morcillona, pero no creo que tardara mucho en tenerla como su nieto.

Mija fue bajando una mano hacia la braga de mi mujer, la metió debajo y noté como su dedo volvía a meterese dentro del coño de Sandra. Esta giró la cabeza hacia mi y abrió los ojos. Su cara era de puro placer y le hice una sonrisa. Volvió a cerrar los ojos y se dejó llevar por Mija que en ese momento se levantaba para situarse entr las piernas de mi mujer. Le quitó el tanga y le agarró por los tobillos para abrirle más las piernas. Se puso de rodillas y mientras le metía el dedo corazón e índice de su mano derecha, con la izquierda le frotaba el clítoris a Sandra. Era la locura. Me miré hacia abajo y vi que era el único todavía vestido, me levanté y me quité el bañador. Mi polla salió como un resorte. Estaba deseando follarme a Sandra, pero prefiría dejar que Mija acabara su trabajao. Mija se agachó y comenzó a comerle el coño a Sandra. Hice ademán de pajearme, pero una pequeña parte de mi cerebro me pedía que tuviera paciencia. La lengua de Mija era puro vicio. Era increíble cómo entraba y salía sin parar de Sandra.

Sandra: ¡Hos....ti.....as! Lucaaaa...as. Meeee.... está uffffff..... comiendo..... el co...ahhhh...ño de putahhhhh.. madre. ...... ooooh.

Mientras intentaba transmitir su comida de coño, me apertaba cada vez más fuerte mi pierna. Era signo que el orgasmo estaba cerca. Ras se levantó y pensé que se iría a un lugar más apartado a terminarse su paja...., pero me equivoqué. Se situó detrás de su abuela, se cogió la polla y la encaminó hacia el coño. Mija ni se inmutó. Seguramente fruto de lo cachonda que ya estaba. Ras agarró por la cadera a sus abela y comenzó una follada salvaje justo cuando Sandra gritó:

Sandra: ¡AAAAAAAAAAHHHHHHHH.........!

Mija no se movió. Continuó comiendole el coño a Sandra mientras estaba gritaba y me clavaba las uñas en la rodilla. De repente Ras dio dos embestidas grandes y se quedó quieto. El joven se acababa de correr dentro de su abuela.

Mija (levantó la cabeza): Anda Ras, ve y lávate mientras le saco más orgasmos a esta putita. (Siguió comiendole el coño a Sandra)

Este comentario me encendió y todavía más cuando me incliné hacia el culo de Mija y pude ver como chorreaba semen por su coño. Después de varios minutos:

Mija: Creo que ya no puede más. Tu mujer es una putita. Ahí la tienes. Parece muerta.

Efectivamente así era. La imagen no dejaba lugar a dudas. Sandra estaba inmóvil con las piernas abiertas y las manos hacia detrás. Mija se fue a bañarse con su nieto y yo me disponía a levantarme para follarmela cuando Tomak se me adelantó. Se tumbó encima de Sandra, cogió su polla morcillona con la mano y se la metió de una estocada. Sandra abrió los ojos, pero no hizo ningún esfuerzo para evitarlo. Simplemente encogió las piernas para facilitarle la labor a Tomak.

Sandra: Uf, uf, uf, La tiene, uf... morcillona, pero ahh...... me daaaaa lo mismo. Heeee... perdido ahhhhh la cuenta de uff. ufff. los orgaaaaas....mos.

El viejo cada vez se estaba poniendo màs colorado y las embestidas eran más fuertes.

Sandra: Sigue igual de morcillona, pero ahhhh.... déjaaaaalo que disfru........ohhhhhh... disfrute. Cuaaando termine..... haz conmigo lo que te apetezca.

Estaba de pie viendo la escena y sobándome la polla cuando el viejo agarró a Sandra y, con un rápido movimiento, giró sobre un costado. Ahora era Tomak el que estaba debajo y Sandra encima.

Sandra: Lucas, pues si piensa que voy a continuar yo, está listo.

Pero Sandra se equivocaba. Con las dos manos, asió el culo de Sandra fuertemente y siguió la follada. Yo estaba a punto de correrme cuando Tomak cogió el bote de crema y señaló el culo de Sandra. Una explosión sacudió mi cabeza. Tomak quería que follara a Sandra por el culo. Eso era la hostia. Muchas veces había intentado follarme a mi mujer mientras por el culo le intentaba meter un consolador y nunca lo había conseguido. Se negaba rotundamente y ahora era mi oportunidad.

Sandra estaba totalmente tumbada sobre el arrugado pecho de Tomak . Cogía la botella y me embadurné la polla a conciencia. Me agaché al lado y le dije al oído a Sandra:

Lucas: Te quiero, pero aun te voy a querer más después de follarte.

Sandra: Espera que termine. Ya te he dicho que harás lo que quieras. No creo que tarde mucho.

Lucas: No puedo esperar.

Sandra: Pues tú mismo.

Me levanté y le hice un gesto a Tomak para que la agarrara con fuerza y no se levantara. Me arrodillé detrás de Sandra,¡ y agarré mi polla mientras con la otra mano le abría el culo.

Sandra: ¡ Qué vas a hacer! ¡Ni lo sueñes! Dos pollas al mismo tiempo es demasiado. Cabrón no lo intentes.

Intentó impedirlo, pero Tomak no lo consintió. Situé la punta de mi polla en la entrada de su rosado ano y..... zas. La polla entró de una vez debido a la maravillosa crema de Mija. Sandra se arqueó:

Sandra: Ahhhhhhhhhhhhh. Eres un cabrón. Como siempre, ganas tú.

Comencé a bombear lentamente para que mi Sandra se adaptara a la nueva situación: estaba siendo follada por dos pollas y no parecía disgustada:

Sandra: Uff. no.... teeeeeeh lo creeeeerás, perooooooooh, me guuusssssstaaaaah.

Tomak soplaba cada vez más hasta que se quedó quieto debajo de Sandra.

Sandra. Se acabahhhhhhh de correeeeeerrrrr el muuuuuy cabrón!. Me ahhhhhhhh.... ha llenaaaaado todaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh.

Sandra también se había corrido y yo no tardé mucho más. Mi polla llevaba mucha carga acumulada. Lentamente me retiré y vi cómo le salía semen por los dos agujeros a Sandra que permanecía quieta en la toalla..

Lucas: Ha sido la hostia!.

Sandra: Dímelo a mí. Creo que no voy a poder caminar bien durante una semana. Me habéis abierto en canal.

Nos dimos un beso y nos fuimos a bañarnos con nuestros amigos.