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Obseso Sexual

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Si señor, ese soy yo... un obseso sexual. Si teneis 20 minutos para leerme os lo podré explicar.

 

Actualmente tengo 32 años, vivo en la zona de la Axarquia (Málaga). Llevo viviendo felizmente con mi novia desde hace más de 4 años y llevo una vida que se puede denominar como “normal”.

Me denomino hetero aunque con cierta curiosidad, es decir: lo que me gustan son las tias sin lugar a dudas, me apasionan profundamente todas, pero no veo mal la idea de masturbarme mutuamente con un chico o incluso sexo oral. Lo que si que no paso es por sexo anal con chicos, ni me gusta dar, ni que me den.

 

Yo creo que esta enfermedad la tengo desde siempre. Ya cuando tenía 8 años por casualidad descubrí las pajas, por tocarme y tal.

Desde esa tierna edad yo ya me fijaba en las mujeres. No por deseo sexual sino por pura curiosidad. Me causaba mucho interés ver a una mujer desnuda.

Lo malo del asunto es que soy hijo único y la única femina que tenía en casa era mi madre. Me pasaba el día espiandola, la seguía a todas partes allá donde iba. Desde fuera se podría decir que era un niño “muy enmadrado” pero lo cierto es que me gustaba verla, aunque fuera vestida ya que ella era una mujer jamona y tenía buenas piernas que lucía con sus falditas por la rodilla o escotes mas o menos generosos para los años 80.

Además por suerte mi madre era muy distraida y muchas veces se paseaba por la casa directamente en bragas y sujetador.

En aquellos años no había acceso facilmente a material pornográfico. Ver una teta era un hito histórico y un coñito ya directamente misión imposible.

Recuerdo perfectamente que mis padres en si día compraron La Enciclopedia Sexual que constaba de 5-6 tomos divididos por edades. La tenían en una vitrina y yo aprovechaba cuando mi madre salía a comprar al mercado para darle un buen repaso a las fotitos que veía y cascarmela agusto.

También estaba muy al tanto del catálogo de ropa Venca. Salían unas modelos muy monas en braguitas y sujetador. Recuerdo que algunas braguitas eran de encaje y se le intuia una zona negra por dentro de las braguitas y os prometo que para mí era lo máximo.

Fueron años y años de pajas sin parar.

A los 13-14 años yo ya era un experto en pajas. Os lo prometo. Me hacía una media de 2-3 pajas diarias. Media que por otra parte nunca ha bajado.

Veraneabamos en un pequeño apartamento en la costa con mucho calor. Recuerdo que mi madre después de comer siempre se echaba la siesta en el sofá del salón en bragas y sujetador por el calor. Yo me ponía a sus piés con la idea de ver la tele un rato pero la verdadera intención era la de observar su cuerpo. Ella era mucho de braguitas semitransparentes que en realidad se le veia todo. A los 15 minutos de ver aquello tenía que ir irremediablemente al baño a cascarmela como un mono.

La primera vez que vi un coñito desde cerca fue cuando tenía 15 años. Vino a visitarnos una semana la hermana de mi madre (mi tia). Ella rondaría los 30 años, con mucho desparpajo y mas jamona que mi madre aun. Dormiamos en la misma habitación. Una noche cuando yo estaba en la cama sin poder dormir ella vino y me llamó por mi nombre, no se porqué razón pero preferí no responder. A continuación ella empezó a quitarse toda la ropa aun con la luz apagada. Yo que era un pillín estaba muy tapado la cabeza pero tenía el rabito del ojo abierto de forma que podía ver todo aquello bastante bien. Mi tia se quedó solo con una camiseta sin sujetador y nada debajo y con una pinza de depilar empezó a quitarse los pelitos del coño mirando directamente a la lamparita de la habitación, imagino que para tener mas luz. Osea que tenía un primer plano de un precioso coño peludito muy negro y bien abierto. Mi polla iba a reventar, la notaba pringosa pero no podía tocarme porque ella lo notaria. Cuando acabó se fue al baño cosa que aproveché para cascarmela que en tres sacudidas eché leche sin parar un buen rato. Es de esas escenar que se te quedan grabadas para toda la vida.

Aparte de eso mi vida transcurría muy aburrida, era un chico tímido, algo cerrado en mí mismo. No era mal estudiante y para entretenerme empecé a apuntarme a cursos después de clase.

Una tarde con 16 años pensé en comprar la revista “Interviu”. Esa revista para los que no la conozcan es de política sobre todo pero siempre añaden 7 u 8 páginas de desnudos, por lo que se podría llamar una revista erótica.

Os juro que cuando fui a comprarla por primera vez el corazón me latía a mil. Estrategicamente escogí un kiosko muy alejado de donde yo vivia y que sabía que era un señor adulto el que atendía. El hombre comprendió muy bien lo que yo pedía y me la entregó con mucha discrección. Mi primera revista erotica!!!! No se cuantas pajas le dediqué a aquella revista, mas de 30 pajas seguro.

Una tarde vi las braguitas de mi madre tiradas en el baño, casi sin darme cuenta las cogí para olerlas y realmente algo tiene ese olor que atrae muchisimo. Me empalmé al instante. Desde ese momento me hice un firme detective de braguitas. A menudo las buscaba y las olia mientras me pajeaba o directamente las enrollaba en mi polla para pajearme. Al principio trataba de no ensuciarlas con mi leche pero poco a poco empezó a darme morbo mancharlas un poquito de leche y mas adelante practicamente siempre dejaba mi marca.

Mi madre debió darse cuenta porque en una ocasión mi madre sin venir a cuento me preguntó: Oye mi roca interior no debes tocarla.

Solo me dijo eso pero fue suficiente para hacerme un nudo en el estómado que me duró días. Ni que decir tiene que ya no volví a repetir.

Durante el siguiente año perdí el miedo a comprar revistas eroticas... e incluso pasé a comprar Playboy y Penthouse. Me hice con un buen arsenal de revistas, no las deseaba tirar pero tampoco podía tener muchas por si algún día me las pillan que no pareciera un obseso sexual, osea lo que soy.

Ya con 17 años si había visto algunas pelis pornos esporádicas malillas que esas que a veces ponían los canales regionales algunos sábados por la noche.

Una tarde pasé por un sexshop y le eché valor para entrar. Vi que había cabinas y decidí entrar. Increible: resultó que tenía una tele y 16 canales a elegir entre porno hetero, bisex, gay, lesbico y algo de zoofilia. Y encima tenía un rollo de papel higienico. Era el paraiso de cualquier pajero.

El dueño del sexshop me miró con curiosidad. Supongo que no entrarian muchos chicos con 17 años a ese sitio. Conseguí averiguar donde se encontraban todos los sexshops de mi ciudad y los visité como si fuera un inspector. Observaba si tenian cabinas, si eran  grandes o pequeños, que tal era el dueño y demás detalles. En uno de ellos vi que tenia un rotulo que rezaba “Sala X”. Le pregunté y el dueño me dijo con una sonrisa muy picara que era una sala pequeña de cine para varias personas. Yo pensé: ostias ver pelis con gente delante!! Me muero de vergüenza!!! El dueño del videoclub me invitó a pasar a verlo, yo decliné la oferta y él me dijo: pasa pasa ahora no hay nadie.

Entré y me dijo... quedate aquí y te pongo una peli. Puso una peli en la que dos chicos se follaban a una chica bastante joven y de vez en cuando se tocaban las pollas entre ellos. Yo me saqué la polla y empecé a darle al mambo. Al rato veo que corren las cortinas, era el dueño y me dice: ¿quieres que te ayude, chico? Yo le dije que no y casi salí corriendo de allí.

En ese momento me cortó muchísimo pero pensé durante muchos días sobre esa idea... ¿qué se sentirá cuando te hacen una paja? Dejar mi polla a merced de otra persona para que la toque a su gusto.

Con el paso de los dias me convencí de que aunque me daba mucho miedo queria probarlo.

Volví al sitio y le pegunté si la sala estaba abierta. Me dijo que pasara y volvió a poner la misma peli.

Al rato pasó el hombre y se me quedó mirando. Yo nervioso perdido seguí masturbandole como demostrandole que no me importaba que me mirase. El hombre se me puso al lado y poco a poco acercó su mano hasta que agarró mi polla. Os diré que disfruté muchisimo de la paja que me hizo. Incluso luego de correrme él mismo me limpió la polla con mucho mimo.

Lamentablemente justo después de correrme me entró un sentimiento de rechazo y culpa increible. Pensé que eso era el principio de convertirme en gay, y durante mucho tiempo no volví a repetir.

 

A los 18 años empecé con mi primera novia. Los promeros besos. Yo estaba deseando hacerle de todo pero ella me frenaba como podía. Era una chica normalita tirando a fea, pero era la única que me hizo caso. Era buena chica y se notaba que también como yo tenía curiosidad en el sexo.

Hay una curiosidad: Yo siempre me empalmaba con extremada facilidad, incluso cuando no debía sin tomarme ni nada. Sin embargo cuando ella me tocaba me daba vergüenza y no empalmaba bien, se quedaba como morcillona. Eran los nervios supongo.

Con ella estuve 1 año mas o menos. Con ella probé las pajas, el sexo oral (aunque a ella le daba un poco de asco) y follar, aunque no fue una buena experiencia: Por culpa de mi nerviosismo no empalmaba bien, lo cual venía muy mal para el tema del condón que se salía facilmente. Preferiamos las pajas y mamadas. A ella en cambio le apasionaba que le comiera el coñito. Se corría como una vendita. Nuestra cama era la los asientos traseros de mi opel kadett y mi terraza era el descampado. Jejeje

 

Después de esa chica vino otra que aunque si era una preciosidad, muy muy guapa y con un cuerpo precioso parece ser que estaba menos interesada en el sexo. Estuve con ella desde los 20 años a los 24. Para mí fueron 4 años de frustraciones. Imaginaros una tia buena en mis manos con un cuerpazo brutal y la jodia no queria. Me decia que estaba enfermo, que siempre queria lo mismo. Además no vestia muy sexy. A mí me encantaba que se pusiera ropa sexy pero ella se empeñaba en vestirse como una madre.

Parece ser que esto les pasa a muchas tias buenas. Ellas siempre han sido guapas e intentan pasar desapercibidas, o algo asi. Incluso diría que les molesta si los tios la miran con deseo.

Ella llegó a decirme que con un polvo ya tenía para la semana y ya no tenía ganas. Os juro que la mitad de las veces que conseguía follar con ella era por pura lástima de ella a mí, en plan: venga anda follame que te veo desesperado. Para intentar incentivarla me preocupaba mucho de los preliminares para ponerla cachonda, le comía el coño con sumo cuidado y empleandome a fondo pero nada, ella no parecía tener interés.

En el resto de cosas nos llevabamos genial, pero en la cama me ocurria esto. Empecé a pensar que yo no la excitaba ni le atraía y yo me sentía fatal.

En ese siempre empecé a obsesionarme y mi media de pajas diarias pasó de 2-3 a 5-6 pajas diarias.

En este tiempo empecé a entrar en chats de sexo, hablaba con chicas sobre todo, algunos chicos y también chicos que se hacían pasar por chicas.

Cogí confianza con varios chicos en los que hablabamos de todo un poco, entre eso de sexo.

Ya sabeis amigos pajeros como yo.

Con uno cogí bastante confianza y me dijo que iba a playas nudistas y que se hartaba de ver chicas desnudas. Me ofreció llevarme un día cosa que acepté encantado.

Ese día llegó y quedamos en un sitio muy común para conocernos. Al momento de conocerlo me dí cuenta que el chico era un poco amanerado, pero no me importó, era buen tio y listo.

Al llegar a la playa impacta un poco todo, pero lo que más me sorprendió es lo poco que me costó quitarme la ropa y quedarme con la polla al aire delante de todo el mundo, mi amigo creyó que ya había estado otras veces.

Me fijé bien en el panorama y me dí cuenta que casi toda la gente rondaba los 40-50 años, muchos tios solos y algunas parejas.

Nos pusimos en la toalla Javi y yo y nos dedicamos a hablar. Me contó que él se excitaba mucho de ver tanta gente desnuda y yo desde hacía rato ya tenía la polla mas que morcillona. Estuvimos una hora y pico y a la hora de irnos mi amigo me dijo que no aguantaba más y que si ibamos a su casa y nos marturbamos. Yo le dije que si y lo seguí hasta su casa. Una vez dentro de su casa (un piso de estudiantes tipico) allí se comportó como un chico gay total. Me la chupó, nos pajeamos me preguntó si quería follarmelo (cosa que decliné) y me dijo abiertamente que le gustan tanto chicos como chicas. Menudas corridas nos pegamos. Me fui de allí con la firme convicción de no volver a verlo, pero seguimos hablando por el messenger y volvimos a quedar unas cuantas veces para ver pelis pornos juntos en su casa, masturbarnos y mamarnoslas. Incluso en una ocasión se corrió él encima mio dejandome con una buena lechada encima y la verdad es que me excitó.

Empecé a ir solo a playas nudistas, se nota mucho que allí la gente es ciertamente más liberal. Muchos tios bisexuales y las parejas tienen ese morbillo del exhibicionismo. Allí también me dí cuenta que me gustaba muchisimo que alguién (ya sea hombre o mujer) me mire el cuerpo con deseo. Me volví algo exhibicionista.

También me dí cuenta que aunque no me gustan los tios, si veo a un tio con la polla bien dura y es una buena polla, me excito bastante.

Durante estos años (22-24 años) aunque yo seguía siendo muy tímido, ya estaba demasiado salido, me hacia 4-5 pajas al día, iba a cabinas de sexshops, me bajaba todo el porno posible de internet, en fin vivía y respiraba para el sexo. Follar con mi novia poco porque no me dejaba, follabamos un par de veces a la semana pero con esto no tenía ni para empezar.

Mas o menos al cumplir los 25 años corté yo con mi novia. No podía mas, era buena chica pero me sentía fatal.

Empecé a conectarme a webs de relaciones sociales tipo badoo o meetic para encontrar chicas. Poco a poco se me quitó la timidez. Me di cuenta que si eres un poco guapo, te cuidas fisicamente y si eres simpático y bromeas mucho con las chicas, practicamente tienes el trabajo hecho.

Primero empecé a quedar con chicas con cuerpos preciosos, valoraba el físico por encima de todo. Aunque la mayoría eran chicas muy válidas, ninguna me llenaba, ni en el plano sexual ni para una relación larga. Las tenía como “amiguitas”. Empecé a salir mucho de noche con los amigos y demás. En ese tiempo follé muchisimo y con muchas chicas distintas. Realmente ni yo mismo sé lo que quería. Entré en una espiral de conocer chicas, follar y luego pasar de ellas que no llevaba a ninguna parte. Ahora viendolo todo eso con cierta perspectiva me doy cuenta que algunas de ellas eran verdaderos encantos en todos los sentidos y que hice mucho daño, además con una noche de sexo realmente no ves el potencial de una chica.

También tenía un grupo de amigas feillas en el messenger con las que hablaba cuando estaba aburrido pero nunca quedaba. Una noche me encontraba aburrido y sin plan y una chica me ofreció quedar. La chica fisicamente no estaba mal, pero sinceramente de cara era bastante feilla. Lo que me sorprendió es que me cayó muy bien y con un par de botellas de vino empezamos a hablar de sexo y me confesó que le encantaba follar, que le gustan los chicos malos y que no sabe porqué pero que le gustaba que la traen mal, como una puta, me dijo textualmente.

Me sorprendió.

Me dijo que tenía muchisimas fantasias. Que algunas se podian contar y otras no.

Conseguí que me contara algunas. Parece ser que fantaseaba con ser la tipica puta barata que está en el poligono esperando clientes, que le gusta arrodillarse y chupar polla hasta que llenen su cara de leche.

Que fantaseaba con que muchos tios se corrian (bukkake) e incluso con la idea de ser violada con dos tios en un parking.

Es increible esa tia sobrepasaba mis expectativas.

Ahí me di cuenta que hay también algunas tias muy muy obsesas, además con fantasias peligrosas. Con ella solo quedaba para follar. La chica follaba realmente bien, no se cansaba nunca, podía conmigo y la verdad es que la traté como una verdadera putita. Y para colmo ella estaba encantada. Eso de llegar a las 4 de la mañana a su casa borracho simplemente para que me hiciera una mamada era algo que le encantaba. Rarisimo, ¿verdad?

Follamos en playas nudistas, en salas xxx, por la webcam a cara descubierta, era increible.

Aun así no estaba contento, quería mas. Una tarde vi un anuncio en el periodico donde una chica daba masajes con final feliz por no demasiado dinero. Fui y me gustó mucho. Una prostituta latina me atendió con un tanguita me hizo que me tumbara en una mesa de masajes totalmente en bolas a su merced. Me llenó de aceite y a continuación me sobó todo el cuerpo. Salí de allí encantado. Eso que una chica te haga un pajazo semidesnuda es una gozada. Sin embargo curiosamente probé una noche con una prostituta y aunque no salí descontento, no me gustó demasiado. Follar por follar tampoco me atrae tanto como pensaba, me gusta mucho más el morbo y con una prostituta se pierde mucho.

He repetido alguna vez pero mas por probar cosas nuevas: mulatas, asiaticas, gorditas, maduras. Por variedad.

Fueron años de muchisima locura.

Después conocí una chica muy dulce, muy morbosa que me robó el corazón desde el primer día.

Es la típica chica con cara de niña, dulce pero que sabe vestir muy sexy, que es buena tia pero que le gusta mucho el sexo.

La cosa es que llevo ya con ella 5 años, vivimos juntos como cualquier pareja casada. Follamos casi a diario.

El problema viene porque yo sigo pensando en sexo, en probar cosas nuevas, en situaciones morbosas. Con ella he conseguido hacer ciertas cosas, sacar su lado exhibicionista, vamos a playas nudistas y me gusta que se exhiba. Incluso hemos ido a clubs liberales.

Que esa es otra cosa que me da mucha curiosidad: me excita pensar en intercambios, en trios hmh, mhm o simplemente fantaseo con la idea de que un chico se folle a mi chica delante de mis narices mientras yo me masturbo.

Pero ella por ahora no quiere aunque no se cierra para un futuro.

Siento que tengo como una doble vida. Por una parte tengo mi vida normal, con mi novia, mi trabajo y demás pero por otra parte sigo conectandome a internet: hablo con gente (con mi polla en la mano disfrutando de la charla), tanto chicos como chicas, alguna vez que otra he quedado con parejas, con chicos o con alguna transexual (que son la cosa más morbosa y viciosa que hay). No paro de pensar.

Cada oportunidad que veo la intento aprovechar.

Por ejemplo: hace poco entré en una tienda de ropa, el dependiente me saludó  con cierto tonillo gay. Vi unos bañadores y se me acercó y sacó uno especialmente pegado de esos que marcan paquete y me dijo que ese me quedaría muy bien. Al principio pensé en salir de allí pero pensé que era un buen momento para dejarme hacer un poco. Cogí el bañador y me metí en el probador dejando la cortina un poco abierta. Me quité los pantalones y los boxers dejando la polla al aire. Me di cuenta que el tio miraba por la rajilla que dejé, cosa que esperaba.

El hombre me preguntó que tal me quedaba y yo abrí la cortina. La imagen debía ser divertida. Yo con un bañador pegado con la polla mas que morcillona que se marcaba todo. El tio se acercó y me dijo que me quedaba muy bien y que tenía una buena herramienta. Le di las gracias y le dije que es que estaba un poco excitado. Me volví a meter en el probador pero esta vez la cortina la dejé echada solo a la mitad. Esta vez totalmente a la vista. Me despeloté y me quedé acariciando la polla un poco, el tio me miraba desesperado. Se me acercó y me cogió la polla diciendome que la tenia enorme, que le gustaban mucho las pollas de los jovenes como yo y bla bla. Y la cosa es que el tio me hizo una paja que cuando me corrí le dejé  toda mi leche pringosa en el suelo del probador. Cuando me iba vi como el tio cogió una fregona.

Cosas así me han ocurrido varias, pero sinceramente como habeis visto son un poco buscadas.

Con respecto a las chicas es más complicado, las chicas no son tan abiertas como nosotros, pero hay morbillo, tonteos y demás. Simplemente es que hay que invertir mas tiempo para las chicas.

 

Siendo sincero yo soy el primero que admite que esto es una enfermedad, parecida al alcohólico o al drogadicto. No controlo mi vida. Pienso en sexo a todas horas. Cada vez que pasa una mujer delante mia le miro el escote, me la imagino desnuda, deseo follarmela. No tiene porqué ser guapa, simplemente que tenga algo que me atraiga, la cara, un culazo respindón, un buen par de tetazas, casi siempre hay algo que me atrae de una mujer.

Además que esto va a peor, con el paso de tiempo estoy algo más obsesionado. Sobre todo si hay algo que me vaya mal (mi trabajo o mi vida personal) entonces me vuelvo más obseso, con necesidad de correrme en cualquier situación morbosa o como sea.

 

Por otra parte pienso que aunque si es una enfermedad, no pienso que haga daño a nadie. No robo dinero ni daño a las personas. Esta vida la llevo oculta y nadie de mi familia o amigos sabe de esta parte de mí que no puedo controlar.

Quizás a la única persona que puedo hacer daño es a mi novia por aquello de ocultarle cosas, pero no lo puedo evitar. Y si se me ocurriera decirle la verdad de mi vida tengo por seguro que ella cortaría conmigo.

 

Se que no soy el único y que hay gente como yo, en el chat hay gente parecida a mí a montones, pero es verdad que la mayoria son gente con 45-55 años, curioso ¿verdad?

Yo creo simplemente que es porque empecé antes.

En fin, no pretendo que nadie me ayude, quizás si alguien de mi zona le pasa como a mí, no estaría de más quedar y tomar un café juntos o algo así.

 

Saludos a todos y gracias por leerme.