El es un hombre muy diferente a los que he conocido, yo creo que cualquier persona cuando está enamorada dice lo mismo, pero es la verdad, nos conocimos e hicimos amigos en la Secundaria, teníamos una relación muy superficial (no en el mal sentido), casi no platicábamos mucho, ni cruzábamos platicas largas como con otros compañeros.

Paso muchísimo tiempo y cosas en mi vida para volverlo a encontrar, pero nunca imagine enamorarme de él, porque nunca me intereso de esa manera.

Recuerdo muy bien la segunda vez que lo volví a ver por casualidad en una fiesta una amiga me lo presento pero se sorprendió cuando le dijimos que ya nos conocíamos, ella estaba muy ilusionada con él. Con el tiempo fuimos conociéndonos más el uno al otro.

El viajaba mucho, el estaba a gusto cuando regresaba a la colonia pero cuando los problemas lo ahogaban, los recuerdos lo perseguían o no sé, el prefería irse por largos meses, siempre fue muy independiente de su familia, teniendo siempre la firme idea de que él era su propio Dios, aunque eso no me agradaba yo lo aceptaba porque nunca me gusto discutir con el ya que curiosamente siempre me dejaba la boca callada.

El estuvo en muchos desmadritos, al igual que yo, tuve muchas experiencias con diferentes hombres, y él con diferentes mujeres. El no era muy comunicativo conmigo al principio ya que siempre ocultaba sus sentimientos, y en realidad no voy a mentir, en esos momentos si me era un poco indiferente su vida porque yo lo estimaba como un conocido cualquiera, aparte porque solo lo veía dos veces al año, solo me platicaba sus aventuras de sus viajes y yo de mi vida y mi rutina; lo que si era que me entretenía mucho escucharlo hablar, era muy gracioso, y sus platicas entretenidas siempre me encantaban, no sabía si era verdad o mentira lo que me platicaba pero se me hacia interesante, como cuando me platico de sus viajes a Chiapas, los animales hermosos que haya se veían, la gente, sus amigos, sus pedas y pasadas que se daba, siempre era algo nuevo lo que me platicaba y yo con el tiempo le fui teniendo un aprecio muy grande, y empezaba a preocuparme por él como un gran amigo.

Notar que en ocasiones tenía una soledad interna me hacía a veces sentir lástima, eso no me agradaba, nunca me ha gustado tener ese sentimiento, tal vez para mí era horrible lo que a veces le pasaba pero no quería sentirle lástima porque era como verlo desgraciando su vida, y no era así porque en cierta manera el estaba campante con su vida, iba y venía cuando se le daba la gana, en verdad que era un verdadero cabron (así le decimos en México), tenía algo característico que era ver la vida con sarcasmo, y de hecho así era él, sarcástico.

Le encanta dibujar, es algo que a él le llena, es su forma de expresarse, aun cuando estaba enojado dibujaba cosas bellísimas, tengo algunos de sus dibujos que me obsequio y guardo con gran amor... en memoria de el gran amor que siempre le voy a tener

 Prometo pronto seguir con mi relato gracias ♥