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Una aventura riezgosa en un crucero

en Sexo Oral

Mi esposo y yo tomamos un crucero de 3 dias con su amigo del trabajo Miguel y su esposa. En el pasado ya habiamos salido con ellos, eran una pareja joven como nosotros y la pasabamos muy bien en grupo

Yo me habia dado cuenta en alguna ocasion que Miguel me habia mirado las piernas o el trasero de una forma nada correcta pero la verdad no le preste demasiada importancia, lo tome como que Miguel era hombre al fin y al cabo y le gustaba mirar.

La primera noche en el crucero salimos los 4 a tomar, bailar y divertirnos, lamentablemente era la primera vez que la esposa de Miguel se subia a un crucero y el movimiento de la marea no le cayo nada bien, se disculpo, prefirio tomarse una pastilla para los mareos e irse a dormir a su habitacion. Antes de marcharse, la esposa de Miguel le suplico a el que no se preocupara por ella, que ella solo se iba a dormir y que el se quedara y se divirtiera con nosotros, al parecer Miguel tomo sus palabras demasiado literalmente.

Miguel mi esposo y yo fuimos a la discoteca del crucero a continuar bailando y divirtiendonos. Cerca de las 2 de la manana la verdad los 3 estabamos bastante tomados, yo me sentia borracha pero al verlo a mi esposo me di cuenta que el estaba peor que yo. Antes de pasar una verguenza en publico le pedi a Miguel que me ayudara a llevarlo a mi esposo a dormir a la habitacion.

Tan pronto entramos a la suite acostamos a mi esposo en la cama, yo le quite los zapatos y el se quedo completamente dormido. La verdad yo hubiera preferido irme a descansar tambien pero Miguel me dijo que no tenia sueno y me pidio si se podia quedar un rato conversando. Yo le dije que estaba bien.

Como ibamos a quedarnos a conversar Miguel abrio el pequeno bar que habia en la habitacion, saco una botella de vino y empezamos a tomarla entre los dos en la pequena sala que habia al lado de la cama, mi esposo seguia completamente inconciente y hasta roncando por momentos.

Despues de 5 minutos de conversar con Miguel algo me fue increiblemente obvio, Miguel me habia pedido quedarse en la habitacion porque iba a tratar de seducirme y cojerme. Lo se porque empezo a mirarme las piernas con descaro y a piropearme insistentemente haciendo bromas y comentarios sexuales.

Tengo que admitir que tan pronto me di cuenta de sus intenciones hubiera podido ponerme de pie y pedirle a Miguel que se retirara, pero la verdad es que no lo hize, la verdad es que me gusto sentir la forma tan agresiva que Miguel estaba tratando de seducirme y peligrosamente decidi seguirle el juego.

Las palabras subidas de tono de Miguel pronto pasaron a contactos fisicos, Miguel se sento al lado mio en el sillon empezo a querer agarrarme las piernas y a pedirme que lo dejara que me diera masajes en los pies, otra vez accedi a lo que me pidio.

Miguel se sento en el suelo, me quito los tacos que llevaba puestos y empezo a darme masajes en los pies, tengo que admitir que me gustaron sus masajes, me relaje, acoste la cabeza hacia atras y cerre los ojos, Miguel se aprovecho de que baje la guardia completamente y empezo a lamerme los pies, senti que empezo a meterse los dedos de mis pies a su boca y chuparmelos uno por uno... me calente, no tengo otra forma de describir lo que senti mas que decir que el contacto de su lengua entre los dedos de mis pies me calento muchisimo, empeze a mover las piernas como cuando estoy empezando a exitarme y Miguel se dio cuenta inmediatamente de lo que me estaba haciendo sentir.

Miguel empezo a lamerme los tobillos, las pantorillas y las rodillas, en este momento yo ya habia perdido el control de la situacion, estaba caliente y la verdad deseaba que Miguel continuara. Cuando senti las manos de Miguel tratando de bajarme el calzon por debajo del vestido, mire hacia la cama para chequear a mi esposo, el seguia completamente dormido de lo borracho que estaba, creo que una bomba hubiera podido explotar en ese momento y el no se hubiera despertado, jamas se hubiera imaginado que a unos pocos metros de el su buen amigo Miguel estaba tratando de meterme la lengua por entre las piernas.

Miguel me bajo el calzon completamente, metio la cabeza entre mis piernas y empezo a darme sexo oral. Yo me mordi los labios con fuerza para no gritar porque la verdad es que me encanto sentir su lengua en los labios de mi vagina. Miguel empezo a lamerme con fuerza y yo senti delicioso, tambien empezo a meterme el dedo y masturbarme, yo estaba desesperda, miraba de reojo a mi esposo y trataba de contenerme de no gemir y gritar con todas mis fuerzas.

Miguel me dio sexo oral por alrededor de 15 minutos hasta que tuve un orgasmo delicioso, senti mi cuerpo estremecerse desde la punta de los pies hasta la punta del cabello, hacia mucho tiempo que no me venia tan fuerte y no me mojaba tanto, Miguel no paro ni por un segundo de lamerme mientras me venia, eso hizo que el orgasmo lo sintiera tan fuerte y delicioso en todo el cuerpo.

Despues del orgasmo me senti extremadamente caliente y queria continuar, tenia unas ganas locas de sentir la verga de Miguel y metermela por la boca. Miguel y yo cambiamos de lugares, el se sento en el sillon y yo me arrodille entre sus piernas. Le hize una sena que se fijara en mi esposo por si se despertaba, en realidad fue algo extremadamente arriezgado lo que hize pero como dije mi esposo estaba inconciente de lo borracho que estaba. Al mismo tiempo desde la cama solo se hubiera podido ver la cabeza de alguien sentado en el sillon, no se veia de la cintura para abajo, si mi esposo se despertaba daba unos segundos de chance para que no se diera cuenta de lo que sucedia.

Le abri los pantalones a Miguel y me avalanze a comerme su verga. Siempre me ha gustado darle sexo oral a un hombre, me hace sentir una mujer apasionada y sexual en todo el sentido de la palabra. Miguel empezo a tomarme por el cabello y a gemir despacito, me daba cuenta que tambien hacia un esfuerzo increible por no levantar la voz y despertar a mi esposo.

Le di un sexo oral a Miguel muy pero muy bueno, todos los hombres que he tenido siempre se han vuelto locos con el sexo oral que les daba, me gusta babearlo, lamerlo, pasarmelo por el rostro, por los senos y mirarlo a mi amante a los ojos, me gusta sentirme una mujer muy sucia cuando tengo la verga de un hombre en la boca.

Miguel empezo a exitarse como a punto de venirse, yo estaba todavia loca y exitadisima asi que en vez de corrersela y hacerlo venirse sobre mis tetas decidi mamarsela con mas fuerza y dejarlo que se venga dentro de mi boca. Jamas dejo que un amante ocasional eyacule en mi boca, solo lo habia hecho con parejas estables pero la verdad me sentia extremadamente caliente con todo lo que habia pasado. Senti el semen de Miguel eyaculando en mi boca y me lo trague todo. Mi esposo jamas se desperto, recien lo hizo hasta la manana siguiente a las 8 de la manana cuando se levanto y me pregunto que habia pasado, le dije que se emborracho y Miguel me ayudo a llevarlo a la habitacion y luego se marcho.

Miguel y yo nos volvimos a ver a la hora del almuerzo del dia siguiente, ambos cruzabamos miradas discretas sin decir ni una palabra, ninguna de nuestras parejas siquiera sospecho de algo extrano entre nosotros. Fue hasta la tarde que Miguel me alcanzo a solas mientras su esposa fue a su habitacion y mi esposo se distrajo, me tomo por la cintura y me dijo con toda frescura que esa noche queria meterme la verga y cojerme fuerte. Yo me sonrei, la verdad su propuesta sono tentadora pero con mucho carino le dije que lo nuestro no iba a volver a suceder, la noche anterior habia sido muy divertida pero ambos eramos casados y era mejor que dejaramos todo como una aventura muy buena de una noche. Miguel me miro se sonrio y por el resto del viaje no volvio a insistir.

Miguel y yo nos hemos mantenido en contacto, aveces me llama al trabajo o me mando un email curioso, hasta quizas podria decir que nos hemos vuelto amigos, aveces me dice que quiere volver a verme y siempre le digo que no, felizmente no es pesado y toma mi negativa con humor, siempre sonrie y me dice "te la voy a meter, vas a ver que te la voy a meter", yo solo me rio de sus amenazas, quizas algun dia que me vuelva loca otra vez le de una llamada.