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La dulce espera

en Autosatisfacción

Era una tarde lluviosa,ella estaba sola en casa,nerviosa,esperando a su amante.

Se encontraba en su habitacion,atabiada con su nuevo conjunto,sabia ke le iba a encantar,era translucido con encajes,como sabia encenderle cuando se lo proponia.Habia preparado la mesa para la ocasion,asado y un buen Lambrusco frio,las burbujas se le subian a la cabeza y era capaz de cualkier cosa.la espera se le hacia interminable,deseaba ke sus manos la poselleran a cada instante,necesitaba sentirle en su piel.

 

Recordaba la primera vez que habian estado juntos,en aquel bar,ella se encontraba de fiesta y un guapo joven no paraba de mirarla desde la barra.Ella todavia no cree como fue capaz de tomar las riendas y acercarse a el para conocer su nombre,pero al acercarse el la miró intensamente y le hizo el gesto de que no hablara,un escalofrio recorrio su espalda,y sin quererlo acababa de convertirse en su esclava,la habia conquistado con un simple gesto.

La cogió de la mano y sin dejar de mirarse fueron hasta el baño,y alli ,en aquella pequeña habitacion vacía,se fundieron en un beso,él la abrazaba con fuerza y ella no podia creer como era capaz de semejante locura,no lo conocía de nada, no sabia ni su nombre,pero le deseaba en aquel instante e iba a ser suyo.

 

Los besos apasionados dieron paso a las caricias,al principio lentas y por encima de la ropa,pero la poca timidez que a ella le quedaba desapareció y agarró fuertemente su trasero.El le levanto el jersey hasta que quedaron al descubierto sus pechos pero con las manos y la cebeza todavia atrapados por su ropa.

No podia ni moverse y eso la volvia aun mas loca.Él lentamente fue acercandose con su lengua desde su cuello,bajando hasta sus pechos,pero sin llegar a los duros pezones que deseaban ese aliento,la torturaba rodeandolos,y dandoles leves mordiscos que la hacian estremecer.Decidio liberarse y tomar las riendas,ella le quito la camisa,no era un hombre de gimnasio pero estaba fuerte,su piel morena y sobretodo esa mirada de ojos negros la habian conquistado y ahora ella iba a dar rienda suelta a su pasion.

 

Bajo despacio acariciando con sus manos el torso,desabrochando el pantalon,y jugando por encima de los boxers ajustados con aquel bulto que la desafiaba.Sin dudarlo un momento lo liberó de aquella prision y se quedó mirandolo,deseaba hacerle esperar ,desear su lengua sobre aquel falo,pero ella misma lo deseaba con locura asi que despacio su lengua comenzo a recorrer desde la base hasta la punta aquel miembro,lo recorria haciendo circulos con la punta de la lengua y de vez en cuando lo metia muy muy despacio en su boca,para que sintiese la humedad,como ella la estaba sintiendo debajo de su ropa interior.

 

La deseaba,deseaba ke la inundase,que llenase cada mm de su interior y como si leyera su mente el la levanto,la puso de espaldas apoyada en la puerta,y bajo hasta su ardiente sexo.Sus dedos recorrieron esa entrada a lo que ella respondia con leves gemidos,y decidio hacerla suya,le separó las piernas y apoyo su miembro sobre la ardiente abertura que le esperaba.

 

Era una locura pero la deseaba dentro,muy dentro,y él la complació,introduciendo aquella interminable vara,que la inundaba de sensaciones,que entraba y salia despacio y casi por completo.La volvia loca,su espalda se arqueaba,y sus caderas hacian lo posible por sentirlo dentro en cada esquina.El comenzó a dar mordiscos en su nuca y besar su cuello mientras comenzaba un ritmo mas rapido,acelerando el corazon de ambos al vez que se iban rozando sus cuerpos,mezclandose en un baiben de pasion cada vez mas y mas rapido.Ella notaba como se concentraba el placer en su bajo vientre,como la inundaba aquel hombre que de nada conocia,pero como era capaz de sentir tanto deseo y placer con un desconocido,su mente volaba mientras su cuerpo no paraba de recibir las embestidas de placer,el ritmo era frenetico,creia que iba a romperse de arquearse y mover sus caderas como en un baile de pasion.

 

Recordaba el calor,la humedad,como el placer la invadia,al revivir aquellas imagenes,en su cabeza solo habia sitio para el deseo,sus manos bajaron y en su entrepierna la humedad se apoderaba de ella,no podia esperarle mas, la lluvia cai fuerte sobre la ciudad y la tormenta crecia como su deseo de sentirle alli abajo,sus dedos comenzaron aquel juego de circulos y leves presiones que tanto placer le daba...

Y el timbre sonó.