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Grata sorpresa

en Dominación

Esto que voy a relatar paso el pasado año 2011, comentar que yo soy de Barcelona, me encanta la iniciación a la sumisión, y disfruto mucho de ello, tengo 41 años, 1,85 de altura, 80 kilos, y soy una persona normal.

 

Como respuesta a un anuncio que había colocado me llego esto "hola.. suena interesante.. me gustaría probar"

 

A partir de ese momento contacte con ella, era una chica de 25 años, 1,65 de altura y 60 kilos, rubia, de Europa del este, y que estaba cursando un máster en Barcelona, empezamos a cruzarnos mails, en ellos intentaba descubrir quién era ella, que inquietudes tenia y que estaba buscando realmente, lo que fui descubriendo me cautivo al instante.

 

Era una chica muy guapa, era inteligente, y muy tímida, aunque había tenido algunas relaciones sexuales nunca había saboreado un orgasmo, y nunca se había masturbado, según ella porque no le gustaba, la verdad es que era tan tímida que me costaba sacarle la información, tanto fue así al principio que estuve a punto de tirar la toalla con ella, yo aunque tengo bastante paciencia debo reconocer que a veces me sentía que perdía el tiempo.

 

Pero poco a poco se fue acercando y abriéndose mas a mí, considero imprescindible conocer a la persona siempre antes que a la sumisa, suelo jugar mucho psicológicamente sobre todo al comienzo, la verdad que esta chica me lo estaba poniendo todo bastante cuesta arriba, casi era ya un reto, le mandaba para leer relatos, y le preguntaba qué tal y su respuesta era “me ha gustado tenia morbo”. Le mandaba deberes para hacer como jugar con el chorro de la ducha y su respuesta era “es imposible tener un orgasmo así” sus respuestas eran siempre escuetas, supongo que el idioma también influía, la verdad que me estaba quedando sin ideas, ¿que podía mandarle a una chica que ni se masturba? al final decidí romper con esa pérdida de tiempo, quede con ella un viernes a comer pues la verdad era una buena chica, para poder charlar y explicarle que de ese modo no íbamos a ningún sitio y así dejarlo en ese punto.

 

Quede con ella en la Plaza Cataluña, estaba convencido que ni tan siquiera vendría, pero prefería explicarle a la cara del porque no podía seguir con ese juego. “Sorpresa” cuando llegue ya estaba allí, nerviosa, pero había venido, no me lo podía creer, había llegado antes que yo, era una chica preciosa, más que en las fotos que me envió, venia vestida con una falda corta negra, y una blusa blanca, nos dimos los besos de rigor y nos fuimos a comer a un restaurante cercano, cuando nos íbamos a sentar ella me comento que quería ir al baño, la verdad es que no me extraño en absoluto, la sorpresa vino después a su vuelta, se sentó a mi lado, en vez de frente, se quiso sentar a mi lado, y me entrego una bolsita que llevaba en las manos, en ella estaba su tanga y sujetador, me miro y me pregunto si lo había echo bien, pues eso lo había leído en uno de los relatos que le solía enviar y le gusto mucho, la verdad en ese momento me quede de piedra, pues yo estaba allí para mandarla a paseo y ella en cambio, estaba allí con la idea de empezar una sesión conmigo, todo al revés de cómo lo había planteado, me estaba ganando la partida y eso no podía permitírmelo, así que intente centrarme nuevamente en mi rol, pues la verdad este lo había dejado en casa, y no tenía nada preparado para esa tarde, pero ella sin embargo venia decidida y a la vez también había dejado en casa su timidez, no podía defraudarla pensé.

 

Pedimos de comer, y mientras esperábamos le puse una mano en el muslo, y fui subiéndola lentamente hacia sus labios, quería ver su reacción ante eso, separo las piernas, bajo la mirada y me dejo llegar hasta su sexo, estaba empapado, mis dedos comenzaron a jugar en su clítoris, viendo yo como le estaba cambiando la cara, esta era bastante blanca cuando entro y los colores estaban empezando a subirle el tono, se estaba empezando a morder el labio, le estaba gustando, así que empecé a invadir con los dedos su sexo, cada vez su respiración era más agitada, así que decidí parar para no llamar la atención y detenerme en ese punto.

 

Al momento nos trajeron 2 ensaladas para ambos, en ellas habían rábanos y tomates cherry, le pregunte si le gustaban a lo que me respondio afirmativamente, entonces le pedí que antes de ponérselos en su boca para comerlos, debía pasarlos por su sexo y luego se los podría comer, su reacción ante mi petición fue la esperada, me sonrió, se sonrojo nuevamente cogió un cherry con los dedos, se lo metió entre su sexo unos segundos, y luego lo coloco en su apetecible boca saboreándolo, me puso a mil, lo hizo con una delicadeza y sensualidad tremenda, y así fuimos comiendo nuestra ensalada, hasta que uno de los cherrys se volvió demasiado travieso, supongo que ya por la excitación en la que ella estaba y se le coló dentro, su cara fue todo un poema, pero valió la pena el suceso.

 

Durante el resto de la comida, a parte del susto que ella tenía y las risas que eso provoco en mí, no paso nada mas destacable.

 

En los próximos dias os seguire contando como continuo la tarde.

Alex