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Mi despertar sexual

en Hetero: Primera vez

Hola amig@s de Todo Relatos. Tengo 27 años, mujer paisa (Medellín – Colombia) y bastante calientica. Hace varios años que visito esta pagina y me encanta! Todos sus relatos me han ayudado a bajar unos calentones que mejor ni hablar!!! Hoy me decidí a escribir, espero que les guste, los relatos son autobiografía y se aceptan sugerencias y comentarios, besos.

Naci en una familia típica paisa, padres católicos, con valores y morales fuertemente marcados. Soy la hija menor de cuatro hermanos hombres. En este relato en especial quiero contarles lo que recuerdo de mi despertar sexual. Este es el primer relato de los varios que pienso escribir para contar mi historia hasta hoy en día.

Pequeña recuerdo que me gustaba jugar con mis hermanos, era su niña consentida y me llevaban a todos lados.  Pero,  aun siendo una niña, me sentía distinta, me veía diferente a ellos. En las mañanas en casa veía a través de sus bóxers el bulto que ellos tenían entre sus piernas y que a mi por lo contrario me hacia falta. Así que al escondido de mis padres y de mis hermanos me gustaba ponerme un par de medias entre mis piernas para parecerme más a ellos. Tenia solo seis años y ese roce me hacia sentir un calor extraño, cruzaba mis piernas y me era difícil caminar, ese calor se iba subiendo a mi cara y sentía que el aire se me iba. Un día mi hermano descubrió que le estaba cogiendo sus medias y le conto a mi mama, ella por supuesto me interrogo hasta descubrir que era lo que estaba pasando, me regaño fuertemente diciendo que eso era pecado y que nunca lo volviera a hacer. Pasó el tiempo y mi curiosidad por la sexualidad y que era lo que había sentido creció cada día más. Pase a primaria y las tardes de estudio con mi amiga Natalia siempre terminaban jugando al doctor. Aprovechábamos cualquier oportunidad de su madre que nos dejara solas y en una pequeña carpa que tenia Naty en su cuarto nos encerrábamos ahí a jugar, siempre fui el doctor y ella la paciente, la cual se quitaba toda la ropa para poderla revisar. Comenzaba a tocarla en su frente y a preguntarle si se sentía bien, pasaba a sus mejillas, su cuello y  sus senos aun sin crecer, hasta que llegaba a su vientre, cuando la tocaba allí ya sentía como se daban pequeñas contracciones y sus piernas se abrían de a poco invitándome a seguir hacia abajo. Solo me deje llevar y pasaba mi mano de arriba abajo por la vagina de Naty, mientras que ella solo permanecía con sus ojos cerrados y su boca entreabierta. Así continuo mi niñez jugaba al doctor con primas y primos, otros días era chucha americana o la verdad o se atreve, pero nunca paso de calenturas y roces inocentes.

Mis avances no habían sido muchos en la  parte física, pero descubrí los videos de Porkys y Wild On que tenían mis hermanos escondidos y eso me trajo nuevas ideas y más ganas de experimentar. Llegue a quinto de primaria, tenia 12 años y  era día de acto cívico, las niñas debíamos presentarnos con el uniforme de diario que era falda y camisa formal, mientras que para los niños era blue jeans y camisa formal, nuestro salón era en un segundo piso y las niñas nos ordenábamos en fila delante de los niños, estábamos de primeras en el balcon. Atrás mío quedo Juan Pablo, uno de los niños mas lindos del salón, yo ni me había dado cuenta de que ahí estaba, pero recién comenzó el desfile Juan Pablo se me acerco por detrás y me pidió que lo dejara ver el desfile. Lo primero que sentí fue como el bulto de Juan Pablo se pegaba a mis caderas, su respiración y su voz cerca a mi oído y cuello hicieron que todo mi cuerpo se estremeciera, ni una sola palabra respondí, solo salió un pequeño gemido que pude ahogar antes de que los compañeros y la profesora lo notaran. El se dio cuenta de esto que me estaba pasando y aunque su cabeza la retiro, su bulto lo dejo pegadito a mi, la delgada tela de mi falda escolar me dejaba sentir como iba creciendo cada vez mas, los dos lo estábamos disfrutando y la excusa era que estábamos muy estrechos todos así que no nos separamos hasta que termino el acto cívico. Al llegar a casa esa misma tarde aun sentía un calor entre mis piernas y al dirigirme al baño note como tenia un flujo transparente en mis tangas. Desde ahí me dedique a conocerme, me pasaba horas en el baño conociendo mis labios y mis aberturas, y veía como salía el flujo aun tocándome superficialmente.   

   

Para cuando tenía 13 años mi madre comenzó a trabajar con una tía vendiendo ropa, por lo cual íbamos mucho a su casa los fines de semana. Allá estaba Fernando un primo de 15 años con el que siempre me había llevado bien y con el cual pasaba el tiempo haciendo llamadas bromas a los vecinos y ordenando domicilios falsos para ellos. Una tarde que quedamos solos en su casa Fernando me dijo que me quería enseñar unos videos, al ponerlos reconocí inmediatamente que eran los de Wild On y le dije que ya eran viejos para mi, el se quedo con la boca abierta y no podía creer lo que estaba escuchando. Yo por mi parte muy lanzada le dije que si ya había blujeaniado, el se quedo mudo y no supo que responder, yo me acerque tanto que pegue todo mi cuerpo a el y al oído le dije que significaba tocarnos encima de la ropa, baje mi mano y empecé a tocar su pene por encima de su blue jean. Tome las riendas de la situación y parecía tener mucha experiencia, pero era la primera vez que lo hacia, Fernando solo tocaba mis senos encima de mi camisa torpemente. Después de esa tarde lo volvimos a repetir varias veces, con Fernando me di mi primer beso, estaba muy asustada, recuerdo que casi no supe responder y que de la sensación tan fuerte mis piernas y mis manos comenzaron a temblar. Cada vez era más intensos nuestros encuentros, ya los hacíamos en la cama y Fernando solo usaba bóxers cuando lo tocaba y eso nos permitía sentir mucho más. El ya me tocaba mis senos delicadamente y apretaba mis pezones, a la vez que su otra mano bajaba y me tocaba toda de arriba abajo sobre mis tanguitas. Cada vez que volvía a casa notaba como estaban mojadas de tanto flujo. A los meses Fernando me informo  que el y mi tía se irían a vivir a Barranquilla, así que en nuestro ultimo encuentro no tuvimos reparos. Ese día mi tía y mi madre habían salido aproximadamente a las dos de la tarde dejándonos solos. Y solo fue sentir que ellas cerraron la puerta de la casa para que mi primo me cogiera fuertemente contra la pared y me comenzara a besar, los dos sabíamos que nuestras madres no tardaban mucho en volver. El empezó a pasar sus manos por todo mi cuerpo y yo con mis manos en su cuello solo me dejaba hacer. Entre Fernando y yo no había sentimientos, ni estábamos enamorados ni nada por el estilo, la pasábamos bien y solo eran puras ganas de experimentar. Quito mi camisa y me bajo mi jean dejándome solo en interiores, yo puse mis piernas alrededor de su cintura y el me cargo hasta la cama. Era la primera vez que había tanta piel descubierta entre los dos. Nos besábamos y nuestras manos recorrían todo nuestro cuerpo, el estaba encima mío y poco a poco se fue ganando espacio entre mis piernas. Yo ya sentía como todo su pene estaba parado y duro, no lo había llegado a sentir así de grande hasta me llegue a asustar un poco. En un momento el paro de besarme, me miro a los ojos y me pregunto si lo dejaba meterlo, yo solo le dije con mi cabeza que si. La respiración entrecortada ya ni me dejaba hablar. Sus besos descendieron a mi cuello, a mis senos y despacio pasaba su lengua por mi ombligo y alrededor del abdomen. Yo de tanto que sentía solo me agarraba fuerte a el y le enterraba mis uñas en su espalda, ya los gemidos de los dos se confundían con el placer y el dolor. Una vez mas Fernando subió a besar mis labios y el roce de su pene con mi vagina me hacia arquear mi espalda, aunque el tuviera bóxers y yo aun mis tanguitas se sentía demasiado rico, no podía esperar lo que venia, mi pelvis con cada roce se levantaba mas y hacia mas presión contra su pene. Fernando volvió a bajar, esta vez no se demoro tanto y fue directo a mis tanguitas las cuales mordió con sus dientes y empezó a bajarlas, en ese momento escuchamos el timbre…