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La primera vez de yuni

en Hetero: Primera vez

Hola amigos, gracias por sus comentarios a cerca de mi relato anterior, si bien este es mucho antes del que leyeron recientemente, ayuda a explicar el por qué de andar con tantas ganas de sexo todo el tiempo...

Soy Yuni, ahora soy toda una mujer realizada, profesionista, casada, con hijos y una vida que parecería cotidiana, pero en la intimidad soy otra cosa, físicamente soy de tez clara, 1.68m, caderona principalmente, no precisamente delgada, pero si muy cachonda y con hermosas piernas, mi carita exuda deseo a más no poder (pueden verme en 123-amateur.tv , como karla69xxx).

Pero en mis años de princesita de casita (a eso de los 25 años) yo todavía no había probado en mi intimidad a un hombre, yo creía plenamente en llegar inmaculada al matrimonio, si bien ya durante el bachillerato y universidad había tenido 2 novios que me habían comido mis pechos y  nalgas muy rico, nunca había dejado que pasaran de ahí, como podrán ver en las fotos del sitio que les mencionó mis caderas y nalgas son muy grandes, por ende siempre han llamado la atención, a los 25 años era delgada, pero caderona, con pelo teñido de pelirrojo, siempre he pensado que mis pechos son pequeños; con pantalones no podía disimular si me ponía otra cosa debajo que no fueran tangas de hilo dental, por lo que mis amigas e incluso mi madre me había recomendado usarlas y de verdad que les tomé bastante comodidad.

Soy Doctora  y es un ambiente lleno de promiscuidad, desde saludar al Sr que barre en la entrada del hospital hasta los jefes que no desaprovechaban ninguna oportunidad para saludar, acercarse y de paso darme un abrazo que en ocasiones era demasiado efusivo, como mi papá también es Médico, pues en parte no sentía raro todo este tipo de situaciones.

Precisamente en el hospital de mi papá es que conocí a un hombre que era algo mayor, pues en ese momento yo con 25 años, la diferencia de edad de 12 años si que era notoria, pero me llamó la atención desde el primer día que lo vi, su nombre Roger, alto de 1.80m, complexión media y realmente varonil, a más de una de las chicas internas, enfermeras y desde luego Doctoras les llamaba la atención, pero él tenía 1 año divorciado debido a infidelidad por parte de su mujer, dejándole con un niño de 5 años a su cuidado y toda la responsabilidad de su crianza. Como él tenía mucha cercanía con mi padre (ambos ginecólogos), ocasionalmente acudía a la casa a comer o cenar, en más de una ocasión nos topamos en el vestíbulo de la clínica cuando él iba llegando y yo de salida a alguna fiesta, como toda joven de mi edad me gustaba vestir provocativa y pues mi anatomía me permitía ser la envidia de todas mis amigas, por lo que él en más de una ocasión me felicitó y felicitó a mi padre por la hija tan guapa que tenía.

Flirteábamos frecuentemente y desde luego que era notorio que cuando él estaba enfrente, yo tenía una sonrisa más grande de lo usual, prácticamente me desvivía por atenderlo cuando podía en la casa. En ese momento en la escuela tenía un novio que habíamos intentado hacer el amor, pero ambos éramos inexperto y él nunca sabía cómo tratarme, por lo que ante las dudas yo al final siempre decía que mejor lo dejáramos para otra vez...

En cierta ocasión yo estaba ya decidida a entregarme a mi novio y finalmente sentirme toda una mujer, pero como siempre pasa en esos planes que quieres que salgan perfectos, mi padre se puso en un plan severo que no quería que saliera de la casa porque él tenía que irse de viaje y no iba a checar a qué hora llegaría yo.

Para esto, Roger tuvo el acierto de llegar a saludar precisamente en el momento que mi papá y yo discutíamos, por lo que se quedó un rato a platicar, cenar y al final de la cena recibió una llamada para ir a ver a una embarazada a eso de las 22hrs, como sabía que mi papá salía, le ofreció que me llevaría a ver a su paciente y de regreso me traería a la casa, a lo que mi papá asintió. Una vez estando en su coche, me dijo que la llamada era de su secretaria para recordarle una cita temprano al otro día, pero que se le había ocurrido para que yo saliera y mi papá no pusiera objeción, cosa que me encantó, pues hasta ese momento yo ya tenía mis planes muy bien hechos.

Me llevó hacia la zona donde vivía mi novio, pero antes de bajar del carro yo tuve una vez más mis dudas, era increíble que a los 25 años yo siguiera virgen y con muchísimas interrogantes a pesar de estudiar medicina. Como él era una persona de confianza, ginecólogo y sobretodo hombre, preferí  armarme de valor y le comenté lo que estaba pensando hacer, a lo que él muy respetuosamente y siendo todo un caballero comenzó a explicarme con lujo de detalles todo lo que estaría yo por experimentar, el miedo, el dolor, pero también el deseo y el placer tan intenso, pero que si aún así yo no estaba todavía segura, tal vez lo mejor sería esperar a que se dieran las cosas de una manera mucha más natural. Todo ello fue haciendo que yo lo viera cada vez más hermoso, pues era todo un caballero, guapísimo y además respetuoso, creo ninguna mujer se resistiría.

Finalmente decidí regresar a la casa a seguir pensando las cosas, por lo que él me llevó de regreso como había prometido a mi papá, como yo solamente vivía con mi papá en ese entonces y como sabía que no iba a regresar sino hasta el otro día por la tarde, invité a Roger a pasar y platicar, lo pasé a la salita de la casa y le ofrecí  algo de tomar, desde agua  y hasta lo que él quisiera, por lo que solamente aceptó vino, lo dejé un momento y yo fui a ponerme un poco más cómoda, pues en ese entonces mi novio siempre me exigía que vistiera demasiado seria, para que los demás chicos en la uni no estuvieran molestándome. Me puse solamente una playerita de franela gris con tirantes y un pans rosa, pero como siempre con mi tanguita, ese día recuerdo muy bien, me puse una que tenía encaje en la porción superior, pero que por delante era transparente, ese día me había rasurado mi cosita hasta dejar solamente una rajita de 1 cm de ancho y 3cm de largo justo sobre mi clítoris, la verdad que se veía muy coqueta mi cosita y obviamente mi cola se veía todavía más grande.

Nos pusimos a platicar de todo, del hospital, de mi papá, pero finalmente a cerca de que yo seguía siendo virgencita hasta ese momento, como normalmente yo no acostumbraba el vino y ya había tomado alrededor de 4 copas estaba algo mareada, pero completamente consciente de todo lo que pasaba, en eso comencé a preguntarle a él cómo es que había sido su primera vez y me relataba que todo había sido muy torpe, pues había sido a corta edad y con una chica muy joven también, pero que con el tiempo cada vez que lo iba haciendo era mejor una y otra vez al tener mayor experiencia. Finalmente a eso de la 1am yo me caía de sueño y por el vino me reía de todo, el anunció que se tenía que retirar, pero al despedirnos yo tuve un traspié y fui a dar a su brazos, por lo que como en escena de película nos quedamos mirando directamente a los ojos, tras lo cual nos dimos el que para mí ha sido uno de los mejores y más grandes besos de los que tengo memoria, él se cohibió, pues mi papá era su jefe, pero al notar que yo no podía caminar del todo bien, me llevó por las escaleras hacia mi cuarto, una vez que me dejó ahí, se despidió con un beso en la mejilla, pero yo lo tomé de la mano y le pedí que no se fuera, que quería que fuera él el primer hombre en mi vida y que me tratara como a una dama, para que recordara yo ese momento toda mi vida...

Llevé su mano hasta uno de mis senos y él comenzó a apretarlo suavemente, jugando con mi rosado pezón, al ya no tener mi braa, podía sentir perfectamente incluso la temperatura de sus dedos, a mi me excita sobremanera que me toquen los pechos, por lo que comencé a mojarme en mi interior, eso me excitó todavía más, no sé si haya sido por el vino, por idealizarlo o porque me lo hacía con tal cuidado, pero yo estaba cada vez más caliente por dentro, por lo que tomé su mano nuevamente y la llevé hasta mi huequito, él al sentirlo húmedo comenzó a rosarlo con círculos solamente sobre mi clítoris y yo solamente gemía de placer, ni siquiera podía abrir los ojos y eso que todo apenas comenzaba. No sé por qué, pero tomé su mano mojada con mis jugos y me la llevé a la boca para comenzar a chupar cada uno de sus dedos impregnados de mí, eso fue el disparador de excitación para él, pues ya no pudo contenerse más y si bien hasta ese momento se mostraba solamente como un autómata tocándome, fue que comenzó a transformarse en el hombre que yo había soñado para esa primera vez.

Quitó sus dedos de mi boca y comenzó a besarme con una intensidad que nunca había experimentado con ninguno de mis novios, al tiempo que me besaba, recorría con sus grandes manos mi cara, mi cabello, el cuello y mis caderas, las apretaba de un modo queme enloquecía cada vez más, después de permanecer así unos 15 minutos comenzó a decirme que iba a hacerme mujer de modo que siempre que estuviera con alguien me acordara de él y deseara que fuera él quien nuevamente me tocara. Comenzó a mordisquear mi cuello bajando hasta mis senos, solamente levantó mi playerita y  si bien ya había sentido el tacto de un chico anteriormente, él me los mordía, los apretaba, los juntaba y los besaba a la vez cada uno de mis pezones, de repente los pellizcaba, en ese momento me sentía como en una de esas películas pornográficas que alguna vez había visto con mis amigas, pero el morbo que sentí era excelso, me los comía una y otra vez. Poco a poco comenzó a bajar a través de abdomen, mordiendo cada centímetro y dejándome impresos sus besos, hasta que llegó a mi tanguita, hasta ese momento que ya me había tocado, pero no la había visto, se deleitó notando lo mojada que la tenía, pero más lo arregladita y que era completamente traslúcido mi tirita de calzoncito, fue tocando por arriba, aprensando con sus dedos mi huequito, yo solamente me limitaba a temblar y gozarlo. Poco a poco fue deslizando mi pans hasta mis pies y finalmente me lo quitó del todo, una vez hecho esto, comenzó a besarme los pies, nunca nadie lo había hecho y es una de las cosas más eróticas que he vivido, comenzó a morderlos, chupar uno a uno mis dedos, mis tobillos, mientras con sus manos jugueteaba con mis piernas y mis nalgas, así fue ahora subiendo a través de mis rodillas, sentía cómo temblaba de placer hasta ese momento tan sublime. Mordiendo mis muslos iba subiendo cada vez más hasta llegar a mi huequito, ahí al principio solamente metía la nariz sobre mi tanguita, percibía cómo saboreaba el aroma de mi vagina mojada a más no poder escurriendo por él. Con sus largos dedos fue apartando mi tanguita, moviéndola para dejar mi vagina a su merced, por lo que al verla su excitación se podía palpar. Al tiempo de tocarme suavemente comenzó a darme besos en mis labios vaginales, era como los besos que percibes con la boca apasionados pero a la vez candentes, con su lengua iba abriendo mis entrañas lentamente y yo me retorcía de placer y escurría cada vez en su boca al tiempo que comenzó a succionar mi clítoris como si de un falo se tratara, era indescriptible las sensaciones que me provocaba mientras apretaba mi pecho izquierdo como si de ello dependiera su vida. Yo no pude aguantar más que 5 minutos bajo todo ese placer y me llegó mi primer orgasmo en una explosión de sensaciones que nunca había sentido, percibí que me había orinado durante el espasmo y me dio muchísima pena, pero él me dijo que eso era natural en algunas mujeres, literalmente chorree su cara con mis jugos vaginales y el gustoso se tomó todo mi placer.

Pasaron unos segundos que pensé eran horas durante mi orgasmo, él se apartó y fue a quitarse toda su ropa para quedar completamente desnudo, ni qué decir de su cuerpo que como todo un semental de pura sangre se erguía orgulloso de si, se notaba las horas en el gimnasio, se acercó a mí y me abrazó tiernamente besándome nuevamente, yo quería ya experimentar sentirlo dentro, pero él iba alargando el momento culminante de su obra de volverme mujer. Puso mi mano en su glande erecto y muy grande para mí, casi del doble de tamaño comparado con el de mi novio que alguna vez había estado jugando y masturbando con mis manos, éste se salía completamente, no lo apresaba, era grueso y firme, palpitaba durante mi tacto.

Comencé a tocarlo como si de una joya se tratara, explorándolo, percibiendo cada uno de sus pliegues y lo hinchada que tenía la punta que se miraba roja de lo abombada que estaba. Me dijo que fuera tocándolo poco a poco por los testículos, bajando y llegando a su periné, se me hizo raro percibirlo sin vello en esa parte, de una manera por demás instintiva comencé a acercar mi cara a ese monumento frente a mí y con ojos de lujuria comencé a besarlo de la misma manera que él había hecho con mi clítoris, lo recorría con mis labios, trataba de morderlo, al ser inexperta de repente me ganaba la ansiedad y le daba mordidas más intensas de lo debido, pero él solamente se limitaba a darme ritmo con su mano en mi cabeza, mientras poco a poco iba engullendo ese gran falo, así estuvimos largo rato, tras lo cual él me pidió que me colocara sobre de él, pero con mi vagina en su cara, mientras él debajo de mí seguía con su pene en la boca, así comenzamos un abrazo largo e intenso comiendo nuestras partes más íntimas, yo me excitaba nuevamente al borde del orgasmo, pero lo que comenzó a hacer después me hizo explotar inmediatamente, comenzó a tocarme en mi ano, recorriéndolo con su dedo índice en toda su periferia, mojando de vez en cuando en mi vagina su dedo para comenzar a meterlo en mi colita todavía nueva, poco a poco introduciendo casi la mitad de su dedo comenzó a moverlo en un vaivén que simulaba la penetración, de más está decir que me llegó inmediatamente un nuevo orgasmo, gritando de placer, gimiendo como nunca, apretando sus piernas y contrayendo mi vagina en múltiples espasmos, vaciándome nuevamente sobre su cara fue mucho más intenso al estarme comiendo la vagina y estimulando el ano al mismo tiempo, después de que me llegó sacó su dedo y permaneció besando mi colita como si de su postre preferido se tratar, mientras su pene erecto golpeaba palpitando contra mi cara, pero sin mostrar la más mínima intensión de decaer en su erección, poco a poco éste hombre me estaba haciendo desearlo más y más, no pasaba un segundo que no pensara en el hecho de sentirme suya.

Me preguntó si quería descansar un momento, pero realmente lo que yo quería era sentirlo ya dentro de mí. Por lo que le pedí que siguiéramos, me dijo que parecía yo era multiorgásmica, pues apenas me estaba llegando cuando ya estaba repuesta para el siguiente, cosa que hoy disfruto enormemente. Como recordarán soy muy caderona y nalgona, por lo que me indicó que pusiera una almohada debajo de mi cadera para que fuera más fácil y menos doloroso para mí cuando me penetrara, nuevamente comenzó a besar mi cara, mis labios con una pasión desenfrenada, se acercó a mi oído y me preguntó si ya me sentía lista para que comenzara a hacerme el amor, a lo que yo le pedí que sí, que fuera gentil conmigo, que recordara que nunca había tenido nada dentro de mí y que su falo me parecía el más grande que había visto en toda mi vida. Colocó la punta del glande en la entrada de mi vagina, podía sentir perfectamente cómo palpitaba, lentamente fue introduciéndose en mi, mientras me besaba y decía lo maravillosa que era, mis paredes se iban acostumbrando poco a poco, podía sentí placer, pero también dolor, un dolor muy placentero, habrá metido si acaso 4cm de su enorme asta, cuando comencé a percibir un dolor intenso, él paró en ese momento, esperando que yo le indicara que siguiera, casi pude ver cómo es que fruncía mi entrecejo del dolor-placer tan grande que estaba experimentando por primera vez, lo comencé a besar y le pedí que siguiera, que estaba lista para ser completamente suya, comenzó nuevamente su ataque a mis entrañas, lentamente y fue intenso el dolor punzante que recorrió desde mi nuca hasta mis talones, era algo extraordinario, lo sentí hasta el fondo de mi apretada vagina, en ese momento no podía abrir los ojos, todo era dolor y placer, lo mordía en el hombro, mis manos arañaban su atlética espalda, así estuvo unos segundos, cuando comenzó su sube y baja lentamente, cada uno de sus movimientos llenaban plenamente todo mi hueco en toda su extensión, podía percibir cómo mi vagina lo aprisionaba y lo succionaba en cada uno de sus movimientos, el dolor fue transformándose en placer cada vez más, a su oído le pedí que lo hiciera más rápido y lo único que alcanzaba a decir era máaaaas, máaaaas, máaaaas, por lo que su arremetida cada vez se hizo más intensa, me bombeaba toda su fuerza yo no aguantaba todo ese placer y cada vez máaaaas y máaaaas se lo pedía, le pedía que lo hiciera más fuerte, que rebotaran sus bolas en mi vagina,  quería sentir nuevamente ese dolor, pero era demasiado placer, de repente sin pensarlo le pedía cógemeee, cógemeee a lo que él extrañado pero con una cara de lujuria que no podía con ella comenzó a decirme, eres toda una zorrita, sabía que hasta las niñas bien les encanta sentirse zorritas cuando las cogen y comenzó a meterlo con mayor fuerza, yo gritaba extasiada, se perfectamente que no quería ser como en las películas que había visto, no quería que pareciera actuado, pero no podía sino gritar una y otra vez, pidiéndole cógemeee, cógemeee, máaaaas, máaaaas, máaaaas, me mojaba, escurría, podía percibir en mis nalgas todos mis jugos, él tomo mi tobillo izquierdo y comenzó  a alzarlo hacia él, eso provocó que me entrara más de esos alrededor de 20cm que tenía gozando, me preguntó: así te gusta zorrita? El decir eso y la gran cogida que me daba dispararon otro orgasmo nuevamente, al tiempo que mientras lo metía una y otra vez, él comenzó a bombearme su leche de la fertilidad dentro de mí, era maravilloso sentir ese fluido caliente en mí, eso me excitó todavía más, no podía parar quería que me siguiera cogiendo y llenando de su leche una y otra vez, yo no podía estar satisfecha quería más y más, le llegó de una manera indescriptible, creo de una sola vez lo dejé seco y satisfecho, me abrazó, comenzó a besarme y decirme lo mucho que lo estaba gozando, yo le agradecía haberme hecho mujer de una manera tan linda, pero todavía sentía la lujuria quemando mi entrañas y deseando más. Él a pesar de ser todavía joven, parecía que había quedado sin ganas de más, cosa que ya no me resultó tan lindo, pero pensaba solamente en el gran placer que me había dado durante todos esos momentos, abrazados nos quedamos dormidos un rato, ya siendo su mujer me daba toda la confianza de dejarme a todo su placer.

Ya sobre las 5am el decidió que era momento de irse, en un rato más llegaría la señora que limpiaba en la casa y obviamente no podría ver a un hombre saliendo de mi cuarto. Después de este encuentro decidí dejar a mi novio, pues lo veía demasiado niño para una mujer ya hecha y derecha, mis amigas me decían que se me notaban más anchas las caderas, que caminaba diferente, que sonreía diferente.

Roger y yo iniciamos una relación que se puede decir ya formal, al grado que en algún momento llegamos a pensar en casarnos y quedarme prendada de él para toda la vida, pero yo todavía sentía la cosquillita de hacerlo toda la noche y definitivamente todavía no había encontrado al hombre que pudiera realizar la proeza de cogerme sin descaso toda la noche, todo esto dio paso a mucho más venturas para mí, pero eso se los contaré en otra ocasión, pues hasta la fecha sigo con ganas de encontrarme un semental que llene mis entrañas como para decir basta…

 

Espero les haya gustado, sé que es largo mi relato, pero así fue como deje de ser la hija de papi y comenzar a ser toda una mujer…

 

Besitos … Yuni