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El salto del Ángel

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EL SALTO DEL ÁNGEL

Candela estaba en su cuna, como todas las noches, sin poder dormir, en sus cortos dos años y medio de vida, había aprendido que los mayores, no importaba si tuviera o no sueño, la hacían acostar durante la noche para poder dormir ellos. Eso no le importaba, Candela estaba contenta de quedarse despierta mientras los demás dormían, porque sabía que dentro de unos instantes, “su amiguito” iba a llegar a jugar con ella, cosa que no pasaba mientras “los grandes” estaban despiertos. Ya hacía media hora que estaba en su cuna esperando, cuando escuchó unos ruidos que venían desde la ventana, se paró dentro de la cuna sostenida por los barrotes, miró hacia la cama de sus padres, los dos estaban bien dormidos, y decidió bajar al suelo. Una semana antes, “su amiguito” le había enseñado a bajarse de la cuna sin ayuda de “los grandes”, pero ella nunca lo demostró para que no sospecharan. Cuando tocó el suelo dio un respingo, el piso de madera estaba frío, y ella iba descalza, buscó sus pantuflas mirando alrededor de la cuna, pero no las encontró, no importaba, ya se estaba acostumbrando y dejaba de sentir el frió en los pies. Miró a la ventana, y vio a “su amiguito” del otro lado, la llamaba con su mano, y parecía apurado. Ella le hizo señas para que entre, como hacía todos los días, pero “el amiguito” le dijo que no moviendo su cabeza de un lado a otro, esta vez era ella quien tenía que salir. Decidió que si iba a salir, como su madre le había enseñado, tenía que vestirse, ya tenía colocado su pijama, así que se calzó los pies con las ojotas de mamá, se puso su camperita que usaba para ir al jardín de infantes, y como no podía faltar cada vez que salía, tomó su peluche de “El Sapo Pepe”, que la acompañaba a todos lados. Pensó en buscar su mochilita del jardín, donde tenía su vasito, por si le daba sed, pero los golpecitos en la ventana se hicieron más insistentes, apremiándola. Se acercó a la ventana, no sabía abrirla, pero eso no fue problema porque esa noche sus padres se habían olvidado de cerrar la traba, se sentían seguros en un piso doce, nadie iba a poder entrar por allí, empujó el vidrio y aire helado entró, pero ella tenía su campera y no se inmutó. “VAMOS”, le dijo “el amiguito”, “YA ES TARDE Y NOS ESTÁ ESPERANDO”. Candela le preguntó adonde iban a ir, ya que nunca antes habían salido, le dio un poco de miedo, pero “el amiguito” le dijo “NO TENGAS MIEDO, VAS A IR CONMIGO, ÉL TE ESTÁ ESPERANDO, TE NECESITAMOS, ALLÁ VAS A ESTAR MEJOR”. Candela estiró su manito, “el amiguito” se la tomó, y alzándola la sacó a través de la ventana. El viento en su cara era algo sensacional, le gustaba como se sentía, volar era lo mejor, cuando vuelva le iba a contar a sus papás lo hermoso que era volar…

 

DIARIO LA CAPITAL DE ROSARIO.

Sección Policiales.

Tragedia en Zeballos al 1300. Un matrimonio fue detenido a última hora de la noche, acusados de haber asesinado a su hija de dos años de edad. La pareja, él de 32 años y su esposa de 31, fueron arrestados anoche por efectivos de la Seccional 2° de Policía, imputados por el homicidio de su hija Candela de dos años de edad. Todo comenzó cuando un taxista que circulaba por la zona buscando pasajeros, observó caer algo desde un edificio, y al acercarse pudo ver que se trataba de una nena de unos dos años, por lo que dio aviso al 911, cuando la policía arribó al lugar, no le costó mucho averiguar que se trataba de la hija de José A. y su esposa Sabrina M., domiciliados en el edificio de calle Zeballos 1345, piso 12°, depto. A, desde el cual habría caído al vacío Candela. Al principio la policía estaba en dudas sobre si se trataba de un accidente o un hecho intencional, pero fuentes de la Fiscalía que investiga el caso, revelaron a este medio que fue decisiva la declaración de la abuela de Candela en la imputación de sus padres. Según la suegra de José A., Candela sufrió una enfermedad a poco de nacer, que la mantendría postrada para toda su vida, por lo que la hipótesis del accidente fue inmediatamente descartada, sobre todo al allanar la vivienda y hallar estudios médicos que corroboraron los dichos de su abuela. Los padres permanecen detenidos a la espera de ser indagados en el tribunal, mientras que el cuerpo de Candela fue derivado al Instituto Médico Legal para la autopsia de rigor.-