Eran las cuatro de la tarde de un día caluroso de Junio, Ignacio (al que sus amigos llamaban Nacho) se encontraba aburrido en su habitación viendo la televisión desde su cama, no había nada interesante, pero era mejor que no hacer nada.

Al cabo de un rato decidió levantarse a por una coca cola, pues con el calor que hacía no era plan de morirse deshidratado, tras recorrer los apenas diez metros que separan su cuarto de la cocina pudo contemplar un espectáculo grandioso.

Su vecina una joven rubia de unos dieciséis años se estaba cambiando de ropa con la ventana abierta sin importarle que alguien pudiera verla por la ventana en esa aptitud, rápidamente Nacho se agacho al suelo y repto hasta la pared, una vez allí giro la ventana lo suficiente como para poder ver el espectáculo sin ser visto.

La verdad es que la joven no tenía mucha prisa en cambiarse, pues se estaba probando varios vestidos frente al espejo, lo cual no hacia si no aumentar el libido de Nacho, el cual ya estaba palpándose el paquete, si su vecina seguía así mucho más tiempo, no le iba a quedar más remedio que sacársela y empezar a cascársela ahí mismo, afortunadamente para él se encontraba solo en casa, lo que sin duda facilitaría la tarea.

Sin embargo mientras dudaba si comenzar con su actividad, sonó el timbre de su puerta lo cual le hizo desconcentrarse en su tarea, ante la insistencia no tuvo más remedio que acudir allí, no sin antes reptar por el suelo para no ser visto por su vecina.

-          Dígame.

-          Nacho soy Héctor, te traigo el DVD que me prestaste para el trabajo.

-          Bien sube anda.

Una vez Héctor hubo subido los dos pisos, Nacho le abrió la puerta.

-          ¿Qué pasa figura? Le saludo Héctor nada más ver a Nacho

-          No hagas ruido y sígueme. Le interpelo en seguida Nacho

Ambos volvieron a la posición de observación, pero para fastidio de Nacho su vecina ya no estaba frente a la ventana.

-          Joder tío no puedes ser más inoportuno

-          Que pasa, ni que estuvieses haciendo algo importante

-          Pues si, estaba viendo a mi vecina cambiándose de ropa

-          ¿A Carla?, no jodas tío eso se avisa

-          Si, la próxima vez te mando un wasap no te jode

-          Oye pero ¿le has visto desnuda entera?

-          ¿Tú qué crees?

-          Joder colega, ¿y no te dado por hacerte una paja mientras la veías?

-          Estaba a punto hasta que has entrado tu, ahora llevo un calentón de narices

-          Oye pues vamos a hacernos una, por mi no hay problema.

-          Si hombre, contigo delante me voy a hacer una….

-          Pero que pasa chaval, si es lo más normal del mundo yo me la hice con Kike el otro día en su casa y no paso nada.

-          ¿Con kike?, vamos no me jodas…

-          Ya sabes lo que dicen cuando uno no quiere es que algo tiene que esconder…..

-          Bueno, lo que me faltaba por oír.

-          Lo mismo te da vergüenza por lo pequeña que la tienes.

-          ¿pequeña? Vamos hombre te aseguro que te saco hasta un par de centímetros.

-          Demuéstramelo

-          Hombre por supuesto, dijo Nacho bajándose los bóxer.

-          Hombre yo creo que te mide unos seis o siete centímetros, si con eso pretendes impresionarme….

-          Gilipollas que esta blanda

-          Bueno ¿y dura cuanto te mide?

-          Comprobémoslo, dijo mientras empezaba a sobarse el pene

-           Bueno en vista de que al final te la vas a hacer me apunto yo también, dijo Héctor bajándose los pantalones y los bóxer.

-          Pues la tuya es más pequeña todavía no se de que te quejas…

-          Espera y veras…

Así pues los dos chavales comenzaron a cascársela a la vez, haciendo cada vez más rápido con el objetivo de ponerse dura la polla para impresionar al otro. En apenas cinco minutos ambos ya habían llegado a su tope, la polla de Nacho media unos quince centímetros, mientras que la de Héctor llegaba a los trece.

-¿Qué, ahora quien gana?

- bueno esto se puede considerar empate. Dijo Héctor.

- si claro empate, jaja que gracioso el nene

- Bueno, supongo que tú ya te correrás ¿no?

-vaya pregunta, pues claro.

-vale, vale, pues te propongo un reto a ver quien se corre antes.

-De acuerdo, cuando quieras.

-ya  mismo.

Así pues ambos comenzaron a pajearse a toda potencia, al cabo de unos diez minutos Héctor consiguió correrse lanzando tres lefazos que le llegaron hasta el pelo.

-Joder tío, vaya corrida... comento Nacho.

-Si, es que llevaba dos días sin hacer nada y eso se nota. Farfulló Héctor.

Al cabo de dos minutos Nacho hizo lo propio sobre su pecho, aunque claro está con una cantidad inferior a la de Héctor.

-bueno ha sido una buena paja. Dijo Héctor.

- no ha estado mal. Reconoció Nacho.

-habrá que repetirla un día de estos con Kike también. Sentenció Héctor.

- venga limpiarte y vístete que van a llegar mis padres. Termino diciendo Nacho.