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Era un sábado por la noche (1)

en Hetero: Primera vez

Era un sábado por la noche, normal, como siempre. Mi novio y yo habíamos salido a cenar, y esa noche me quedaría a dormir con él ya que mis padres se habían ido de fin de semana a una casa de campo y estaba sola en casa.

Cuando terminamos de cenar, nos dirigimos hacia mi casa para llevarme algo de ropa para el día siguiente. Cogí la llave de debajo del macetero, la introduje en la cerradura de la puerta y la abrí.

Estábamos los dos en mi habitación, yo preparándome la ropa y él hablándome sin dejar de mirar mis pechos. En ese momento, se me acercó, me abrazó muy fuertemente, y me dijo al oído suavemente:

 -Tú de esta noche no pasas, amor mío.

Y acto seguido, me besó con una pasión que nunca había creído poder encontrar en él, empujándome contra el armario, que estaba cerrado. Me separé un poquito de él como pude, y fui directa a una pequeña cajita metálica, la cual cogí y metí junto con el equipaje que me iba a llevar para esa noche.

Me preguntó por la cajita, a lo que respondí:

 -Sorpresa, sorpresa, ya lo descubrirás.

Al cabo de unos minutos, por fin lleguemos a su casa. Era una casa de 2 plantas, decorada normal, sin estar muy recargada. Subimos hacia el piso de arriba, y entremos a su habitación. Dejé el equipaje, cuando de pronto me coge en brazos y me lleva hasta la cama, situándose encima de mí para que no pudiese escaparme.

Me volvió a besar muy fuertemente, y esta vez, le seguí el juego. Comenzó a quitarme la ropa: primero la americana negra, los tacones, las medias.... Cuando llegó al vestido me dijo:

 -Gírate para que te lo pueda desabrochar, o, ¿quieres que te haga el amor con el vestido puesto?

Le hice caso, me giré. Cuando iba a coger la cremallera, conseguí salir de la cama y le dije:

 -Si te esperas unos minutos, la sorpresa puede ser aún mejor...

Cuando lo ví echado en la cama, lo miré de arriba abajo, y pude comprobar que ya estaba empalmado. Le sonreí maliciosamente y me entré al baño con el equipaje, dejándolo con el calentón y muy confundido.

 Dentro del baño, me quité toda la ropa y me puse una camisa grande que usaba de pijama, y me solté el pelo, dejándolo caer hasta mis hombros.

Salí con la cajita metálica en la mano, y la dejé sobre el escritorio.

Ahora fui yo la que se lanzó sobre él para besarle, pero muuy dulcemente, poquito a poquito, dirigiendo mis labios hacia su cuello y más abajo, pero, su camisa lo impedía. Le pedí que se levantase y se pusiera contra la pared.

Comencé a quitarle la camisa muy lento, disfrutando de su cara de desesperación al ver a la velocidad a la que iba. Cuando al fin se la quité, fue él el que tomó la iniciativa. Me puso justo en el lugar en el que él estaba, estando yo encerrada entre sus brazos.

Me fue desabrochando los botones de la camisa, uno a uno, muy despacito, en señal de venganza, hasta dejarme desnuda, mojada, completamente a su merced. Su sonrisa pervertida se volvió a reflejar en su rostro.

Nos volvimos a besar, y fue entonces, cuando, mediante una danza de pasión, nos volvimos a recostar sobre la cama, sin dejar de besarnos muy locamente.

Le quité los pantalones y me coloqué encima de él. Fui bajando por su pecho con pequeños besitos, intercalándolos con algún que otro mordisquito, y, finalmente llegué a su pene, ya erecto y humedecido por el líquido preseminal. Por mi inexperiencia en este campo, le pregunté:

-Eeee…. Amor mío…, esto…, ¿cómo se chupa?,¿qué se hace?

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Me gustaría que valoráseis el relato y si os gustaría que lo terminase. Gracias y un saludo!