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Orgía en el balneario

en No Consentido

Antes que nada os pondré al corriente de mi vida en ese momento, mi madre se había separado de mi padre hacía cosa de un año, yo tenía dieciocho años recién cumplidos y era una chica sana y atractiva. Mi pelo era negro, era delgada y todos los que me conocían me consideraban muy guapa. Mis pechos eran grandes para mi edad, y los había heredado de mi madre, la cual era una mujer con unos pechos muy grandes y exuberantes, yo tenía novio y ya hacía tiempo, desde los quince años, que no era virgen, me gustaba mucho practicar el sexo con él e incluso le hacía pajas y mamadas en su deliciosa polla, aunque nunca había le había dejado eyacular en mi boca, por supuesto, no quería ni oír hablar de sexo anal.

Mi madre, como ya he dicho, tenía unos pechos grandísimos, su pelo era rubio y estaba algo rellenita, pero era muy atractiva, con un buen culo, bien perfilado.

Al separarse mis padre, mi madre tenía que buscar trabajo, y, como era verano, yo decidí buscar también un trabajo antes de volver a los estudios, estuvimos meses buscando sin encontrar nada, hasta que un día tuvimos un golpe de suerte, mi madre compró un periódico especializado en trabajo y vio esta oferta.

 

“SE BUSCA GENTE, HOMBRE O MUJER, PARA TRABAJAR EN UN BALNEARIO, NO HACE FALTA EXPERIENCIA, INCORPORACION INMEDIATA CON ADELANTO DE SUELDO”

 

Acudimos sin pensar a la dirección, que sin duda nos parecía una ganga, ninguna podíamos pensar de lo que en verdad se trataba aquel trabajo.

El sitio era un balneario que se llamaba “Valle del Sol”, o al menos eso ponía en la puerta de una casa grande que había en medio del campo, muy lejos de la ciudad, cuando entramos vimos a dos hombres algo mayores y a un chico y una chica joven, de unos veintipocos años, que eran hermanos según nos dijeron después de hablar unos minutos.

Un hombre vestido con camiseta y pantalones negros vino y nos dijo que le siguiéramos, lo hicimos hasta una habitación redonda, sin ventanas, donde tan solo había una cama en medio, pensábamos que sería allí donde haríamos la entrevista, era extraño, ¿Pero que podíamos pensar si no?

Al rato apareció otro hombre con una cámara de video profesional y yo pensé que grabaría las entrevistas para guardarlas en alguna base de datos.

--Gracias a todos por venir—dijo el hombre de la camisa captando nuestra atención--El trabajo es un tanto especial, se trata de grabar un video.

--Un video para qué—preguntó un hombre maduro, con algo de músculo y pelo blanco, aunque atractivo.

--Un video pornográfico—dijo el hombre sonriendo.

Todos nos miramos entre sí consternados y mi madre fue la primera que habló.

--Pues lo siento, pero el trabajo no nos interesa—dijo.

Se acercó a la puerta y la encontró cerrada, entonces el hombre de la camisa se llevó la mano a la espalda y sacó una pistola grande y brillante, todos retrocedimos asustados de repente.

--No me han entendido—dijo—No es opcional.

Todos comenzaron a quejarse, diciendo que aquello tenía que ser una broma, que no iban a hacer nada de eso, pero el hombre disparó al techo haciendo que las tres mujeres gritásemos horrorizadas, estaba claro que iba en serio.

--Aquí ahora mandamos nosotros—dijo—Empezada  quitaros la ropa despacio, que empezamos a rodar ya, cojones.

Tras unas nuevas miradas de consternación, la chica joven se desabrochó la blusa, los dos hombres comenzaron a desnudarse y mi madre y yo, llorando, nos quitamos la ropa también. Yo llevaba un vestido de flores corto, debido al calor del verano, vi como la chica se deshacía de su blusa y sus pantalones, quedándose en ropa interior, el camarógrafo ya había empezado a grabar, mi madre llevaba otro vestido, se lo quitó despacio mientras lloraba y observé su cuerpo, en ropa interior, sus tetas estaban tapadas por un sujetador blanco.

Los hombres también se deshicieron de sus ropas, en ese momento no me fijé, pero, menos el joven, que era guapo aunque delgado, los otros dos eran atractivos, con brazos y piernas musculosas, me deshice del vestido y lo tiré al suelo junto con toda la demás ropa.

--La ropa interior también—dijo el hombre.

Y miró a mi madre.

--Tu—le dijo apuntándola con la pistola—Ve y ayuda a tu hija, empieza a ponernos calientes, vamos.

Mi madre, resignada, se acercó a mí y yo me volví, sentí como me desabrochaba el sujetador.

El hombre de la pistola le daba instrucciones.

--Despacio—decía—Y pásale las manos por sus tetazas, así.

Mi madre obedeció y pasó sus manos por mis pechos desde detrás, perfilándolos, después se agachó y me bajó despacio las bragas.

--Dale un beso en el culo—le dijo el tipo.

Y mi madre me besó mi nalga izquierda, algo que tan solo me había hecho mi novio antes de follarme.

Después me dijo que yo hiciera lo mismo con mamá, le desabroché el sujetador y llevé mis manos hasta sus tetas, las noté calientes y blancas, noté sus pezones, su sujetador cayó al suelo, desvié la mirada despacio y vi como los penes de los hombres estaban erectos bajo los calzoncillos.

--Bájale las bragas despacio—dijo el tipo—Que se vea que lo deseas.

Yo me arrodillé y bajé las braguitas de mamá, miré su culo, muy cerca de mi cara.

--Bésalo, puta—escuché.

Acerqué mi boca a una de las nalgas y lo besé despacio, mi madre gimió, me separé de ella y los tipos se quitaron sus calzoncillos.

¡Dios santo!, al ver los penes erectos me quedé sorprendida, el del muchacho era algo normal, pero los de los otros dos tipos era enormes, aunque quizás me sorprendió porque tan solo había visto el de mi novio.

La chica se quitó la ropa interior y quedó también desnuda, sus pechos eran medianos y su sexo era rubio como su pelo, su cuerpo era bonito, su hermano la miraba con algo de timidez, pero su miembro estaba tieso y palpitante.

 

Una vez desnudos, nuestras ropas quedaron tiradas en el suelo, nos dijeron que nos sentásemos en círculo el suelo, y obedecimos.

El tipo de la pistola nos miraba callado y pensativo, su amigo nos grababa callado.

Miró a mi madre y después al hombre maduro de pelo blanco.

--Primero tú y tu—dijo—Poneros en medio y echad un polvo, y quiero vida, follad como Dios manda.

Mi madre rompió a llorar, pero el hombre no dijo nada, el tipo agarró a mi madre del pelo y la arrastró hacia el medio, haciéndola gritar, el maduro se acercó a ella y mi madre se tumbó boca arriba.

El hombre, algo temeroso, palpó primero las piernas de mi madre, rollizas pero atractivas, todavía jóvenes, sus manos reptaron hacia su sexo, algo que hizo que su pene, ya de por si lleno de sangre, se endureciera todavía más, después, ya sin timidez, se acercó a ella y apretó sus pechos, los pezones de mi madre ya apuntaban hacia el techo, el hombre maduro la miraba callado mientras la manoseaba, después inclinó su cabeza y comenzó a lamerlos con fervor, estaba claro que en el fondo deseaba penetrar a mi madre.

Durante varios minutos vimos como lamía y succionaba las tetazas de mama, en ese tiempo todos los penes se endurecieron todavía más, era inevitable que al ver aquello no nos excitásemos, incluso yo, al ver como mi madre gemía tímidamente, estaba comenzando a ponerme cachonda.

--Vamos—ordenó el tipo—Métesela ya, joder.

El hombre obedeció y se colocó encima de mi madre, con sus piernas le hizo abrir las suyas.

 

Mi madre se quedó quieta, apartó la mirada hacia un lado cuando fue penetrada por ese hombre, que dejó escapar un gemido cuando introdujo su pene en su sexo.

Después comenzó a moverse despacio, entrando y sacando su miembro erecto del coño de mi madre, ella continuaba mirando a un lado, no sé si me miraba a mí pero yo observaba su rostro, sin expresión alguna, quizás aceptándolo en el fondo.

El tipo movió su cara e hizo que le besara, metiendo su lengua hasta el fondo de su boca, después comenzó a besar su cuello, mi madre dejó escapar un gemido y las embestidas se aceleraron.

Nunca me ha gustado el porno, pero aquello era como estar viendo una película X en vivo, y, sin saber por qué, el saber que era mi madre la protagonista, hizo que todo mi cuerpo comenzara a excitarse.

Y creo que mi madre también comenzó a excitarse, pues comenzó a gemir.

--Ahaa, Ahaa—gemía—Nooo, no.

El tipo de la cámara de video enfocaba bien la imagen, mientras su compañero no dejaba de mirar apuntando con la pistola.

--¡Dios mío!—pensé--¡Están violando a máma! ¡Cómo gime! Me estoy poniendo cachonda solo de verla.

Pronto ambos comenzaron a gemir, ya presos de ese placer, el tipo comenzó a moverse muy deprisa, follando a mi madre casi como un degenerado, ella gemía sin parar con los ojos cerrados y la boca abierta, sus manos fueron casi como con vida propia hacia la espalda del hombre y por fin le miró a la cara.

--Ahaaaa, Aahaaaa.

Mi madre entonces intentó quitar al tipo de encima de ella, adivinando que iba  a eyacular dentro de su vagina, pero el tipo cogió sus brazos y los sujetó contra el suelo, ya movido por el sadismo, empujó fuerte y ambos gritaron cuando él eyaculo.

--Ahaaaa--gritó mi madre--Ahaaa Siiiiii.

Estiró las piernas y pareció temblar, su rostro reflejaba un placer casi inaguantable, y todos supimos que se había corrido mientras ese hombre la llenaba por dentro de semen caliente.

Después el tipo devoró sus pechos durante casi un minuto, lamiéndolos y apretujándolos, luego se apartó, mi madre se movió despacio y de su sexo salió el semen de aquel hombre, blanco y pastoso, se arrastró a mí lado y se quedó allí sentada, mirando al vacío avergonzada.

--Ahora tú y tú—dijo el tipo del arma refiriéndose a la chica y su hermano.

--No--dijo la chica—Con él no, por favor.

--Hazlo o me lo cargo—dijo él apuntando al joven.

La chica pareció pensarlo mejor, debía elegir entre entregarse a su propio hermano o perderle, todos allí habríamos tomado la misma decisión.

--Pero él no—se quejó de nuevo la chica—Lo haré con otro.

--Con lo que vende el incesto—dijo el de la cámara.

Fue el hermano el que agarró a su hermana del brazo y la condujo despacio hacia el centro del círculo, la chica se mostró sorprendida ante aquel gesto, al igual que todos, quizás tan solo quería acabar con aquello cuanto antes, o quizás deseaba penetrar a aquella hermana tan sexy que la naturaleza le había dado.

Estaba claro que ahí tenía la oportunidad para hacerlo.

--No nos queda otra—dijo.

Yo le miré y sabía que deseaba follar con su hermana, la cual era morena, atractiva, con grandes pechos y piernas perfiladas, esta accedió, creyéndose las palabras de su hermano, le empujó despacio y le tumbó en el suelo.

--Chúpasela—le ordenó el hombre de la pistola.

La joven se arrodilló a su lado y cogió despacio el pene, el joven lanzó un gemido al sentir la femenina mano de su propia hermana tocando su polla.

La chica comenzó a masturbarlo despacio a la vez que el pene engordaba todavía más, sin duda la joven sabía cómo hacerlo, tocaba el pene con delicadeza pero con decisión, después se inclinó y sacó la punta de su lengua, tocó la punta del miembro del joven y este lanzó un gemido de placer.

--Ahuh.

La muchacha miró a su hermano y continuó con su trabajo, lamió desde la base hasta la punta y la succionó, entonces el muchacho llevó su mano a la cabeza y casi la obligó a introducirse su polla dentro de su atractiva boca, empujando la cabeza despacio.

La chica se dejó y comenzó a mamar con decisión, introducía el pene hasta casi el fondo de su boca y lo sacaba, sin descubrir el glande de este, movía la cabeza chupándolo despacio, y a veces también gemía silenciosamente.

--Mmmmm.

Yo la miraba callada, y, por que negarlo, excitada también, yo ya había comido pollas y sabía lo que se sentí al notar el sabor de u buen naba en la boca de una, caliente y palpitando, para mí era de lo mejor que había.

Mi madre estaba sentada a mi lado, desnuda, el tipo que la había penetrado estaba a su lado, ambos no podían apartar la mirada de aquel espectáculo incestuoso.

El chico joven comenzó a acariciar la cabeza de su hermana mientras esta le comía el rabo endurecido, lleno de placer, después ella se apartó y vi el pene lleno de saliva caliente y brillante.

La joven se puso a horcajadas sobre su hermano y supimos lo que venía.

Yo miré al único hombre que quedaba por follar, él me miró y ninguno de los dos supimos que hacer, sabíamos que íbamos a tener que follar, nos gustase o no, miré su pene, era grueso y bastante largo, lleno de venas y reluciente, estaba erecto y palpitaba por sí solo, los ojos del tipo me recorrieron de arriba a abajo, deteniéndose en mi coño negro, pues yo estaba sentada abierta de piernas, sentía mi sexo mojado al querer ser follado y no me moví, como queriendo mostrarle lo que pronto iba a ser suyo.

La chica cogió la polla de su hermano y la puso toda tiesa, se dejó caer despacio y se empaló ella misma con ese miembro, ambos lazaron un grito de placer.

--Ahhaaaa.

--Ohooooaaaa.

Pronto la chica comenzó a moverse de arriba a abajo, primero despacio, emitiendo pequeños gemidos cuando la polla entraba hasta el fondo de su ser, yo llevé con disimulo la mano a mi coño y acaricié mi clítoris, sintiendo placer, creía que si alguien no me follaba pronto comenzaría  a tocarme hasta correrme, pues estaba excitadísima.

La joven comenzó a moverse deprisa, moviendo las caderas sobre la pelvis de su hermano, gimiendo, con la cabeza hacia atrás y la boca abierta de gozo, el chico la miraba tumbado, sus manos la tocaban hasta donde llegaban y gemían los dos como dos adolescentes que follan como animales por primera vez.

--Ahaaa, Ahhaaaa, Aaaa—gemía el chico.

Su hermana se palpaba ella misma los pechos, que botaban grandes, a cada movimiento de ella.

--Ohooo—gemía rota de placer—Nnngmm, Ahaaa.

El camarógrafo les rodeó y grabó el rostro desencajado de la chica.

--Dile algo a tu hermanito—le dijo con deseo—Venga, dile que sientes.

La joven apenas podía articular palabra del placer del que era presa.

--No...—gimió—No puedo... ¡Ahaaa! ¿Por qué… me gusta?

Bajó la cabeza y miró a su hermano, quizás el verle allí, desnudo y mirándola, con esa expresión de placer y tocando sus pechos, hizo que se desatara de aquella manera.

--¡Ahaaa! ¡Hermano, no puedo más…tu polla está dentro, Ohooo, jamás creí que me follarías!

El muchacho comenzó de nuevo a gemir y movió sus caderas hacia arriba para penetrarla con más fuerza.

--¡Ohoooo!—gimió--¡Que tetas, que tetas! ¡Toma toda mi leche, hermana! ¡Te quiero follar!

El orgasmo mutuo no tardó en llegar, la joven comenzó a revolverse como un gato en una manta caliente, acelerando el ritmo de su frenético baile, yo deseé ser ella en ese tiempo. Su hermano no dejaba de pellizcarle las tetas, los pezones, incluso le daba pequeñas bofetadas en ellos haciéndolos moverse, todo ello mientras gritaban de placer como dos descosidos.

La chica se mordió el labio inferior bajando la cabeza, tratando de lo exteriorizar ese orgasmo que estaba sintiendo, entonces su hermano se incorporó y comenzó a lamer y morder sus pechos, abrazándola y empujándola hacia su rabo.

Y ambos comenzaron a gritar de placer.

--¡Ahaaaaa!--gritó ella--¡Siiiiii!¡Ahaaaaa! ¡Me corro, me corroooo!

El chico, todo sudoroso la atrajo hacia ella y su pene, supongo, o al menos lo imaginé, pues en ese momento me excitó de sobra imaginarlo, expulsó ese semen caliente, dulce, excitado, dentro del sexo de su hermana, llenando la matriz con ese mismo ADN.

--¡Siiiiii!—gimió—¡Toma mi lefaaa!

Lo frenéticos movimientos continuaron durante unos minutos más, mientras se acariciaban y se besaban en la boca con lengua. Después se tumbaron, ella le susurró algo y él asintió, ella sonrió y le dio un piquito en los labios.

El tipo de la cámara había grabado toda la escena, me enchufó a mí y comenzó a grabar mi cuerpo desnudo, yo ni me moví, la cámara enchufó mis grandes pechos, con sus pezones ya erectos, y mi coño que ya se abría y cerraba solo, pidiendo un buen nardo que comer.

--Abre más las piernas—me dijo el tipo.

Yo obedecí y abrí las piernas todo lo que pude, el objetivo se acercó a mi sexo de pelo rubio.

--Que coño tan estupendo—dijo el tipo de la pistola—Vamos, poneos a follar que no tenemos todo el día.

Yo me tumbé en el suelo y el hombre que quedaba, mi violador, gateó hasta mí, me miró con lascivia, con su pene tieso, y comenzó a tocarme las tetas, las apretaba con violencia, pellizcando los pezones y estirando de ellos, yo gemía, aquello me dolía pero me hacía sentir sorprendentemente puta.

Después de unos minutos el tipo se tumbó sobre mí y yo le miré a la cara, yo ya estaba a punto de estallar y llevé mi mano hacia su polla, la noté caliente y jugosa, sin decir nada la llevé hasta la entrada de mi coño.

Sin preámbulos, me penetró, la polla, caliente y esponjosa, pero a la vez tan dura como una barra de hierro, entró deprisa en mi coño, yo abrí la boca sin dejar de mirar al tipo, sintiéndome empalada por él.

Las embestidas eran rápidas y profundas, sentía el rabo latir en mi interior y llegar hasta el fondo de mi ser, palpitaba, sentía sus latidos dentro de mí. Pum pum, pum, pum.

Yo comencé a gemir sin ninguna vergüenza, olvidándome de todos los presentes y de que estaba siendo grabada.

--Ahaaaa, Ahaaaa.

El tipo gemía despacio, me tocaba mis pechos, acariciando mis pezones con los dedos, yo acariciaba su espalda, movía mis piernas sobre su culo, me relamía incluso sintiendo tan profanación de mi cuerpo.

Se notaba que aquel tipo había follado más que el aficionado de mi novio.

--Ahaaa--gemí---Siiii.

Mi madre no me quitaba ojo de encima y yo la miré, ella se mordió el labio, con una expresión de inevitable deseo, y se apretó un pecho mientras veía como me follaban, me acordé de ella siendo violada, y de la joven perpetrando incesto con su hermano, y me excité todavía más.

El camarógrafo grabó mi placentero rostro.

--Te gusta, ¿Verdad?—me preguntó.

Yo intenté hablar, pero estaba deshecha de placer.

--Si—dije—Me gusta, Ahaaaa, por favor, está dentro…

El hombre me besó, fue un beso con lengua, frenético y apasionado, yo me abracé a él, al sentir aquella lengua dentro de mi boca, al saborear su saliva salada y caliente, tuve un pequeño orgasmo, no dejaba de pensar en aquella obscenidad de la que estaba formando parte.

--¡Su lengua!—pensé temblando de placer—Juega con la mía, voy a correrme, su polla, su lengua, no puedo más, quiero lefa.

--Deciros guarradas—dijo el tipo—Vamos, quiero que os digáis lo mucho que os gusta.

Yo miré a mi violador y él a mí, en ese momento me pareció el tío más machote del mundo y deseé que me follara todos los días de mi perra vida.

--Dame más—comencé a gemir—No pares, quiero que me rellenes, córrete dentro de mi coño.

Y el hombre también comenzó a proferirme insultos que, lejos de molestarme, le excitaban todavía más.

--Si—gimió sin dejar de mirarme—Voy a romperte tu coño de puta, te gusta que te violen y vio a violarte hasta que llores de placer. Y entonces ambos comenzamos no a gemir, sino a gritar pidiéndonos más mutuamente mientras todos nos miraban, mi madre, a la cual miré unos segundos, había comenzado a tocarse el coño, y los hombres a masturbar sus rabos tiesos y deseosos.

--Siiii, maaass, ahhhhahhhh, relléname, cabrón—grité—Follame mi coño.

El tipo me agarró los brazos y los empujó contra el suelo, al igual que el que había forzado a mi madre, supuse que aquello le excitaba, yo comencé a mover las piernas como si sufriera calambres mientras todo mi cuerpo recibía el ansiado orgasmo, mi coño comenzó a soltar líquido como si llorase.

--¡Ahaaa!--grité--¡Ohoooo, Siiii, siiii! ¡Me corroooooo!

El pene por fin eyaculó, sentí un chorro caliente llenarme por dentro y os juro que casi me deshago de placer, todo mi cuerpo temblaba sintiendo un increíble orgasmo, la polla entraba y salía a una velocidad endiablada, y a cada golpe escupía semen dentro de mí.

El tipo gritó conmigo, entregados al inevitable gozo.

--¡Ahaaaaa! ¡Ohooo!—gritó--¡Pequeña, como me gustaaa!

Después sus embestidas bajaron y estuvo casi un minuto follándome despacio mientras nos besábamos, su polla todavía soltaba gotitas de semen dentro de mi vagina, después nos separamos gustosos.

El tipo que había violado a mi madre ya estaba listo para la acción, de nuevo, el tipo de la pistola le hizo un gesto que bastó para que fuera a la joven que había follado con su hermano. Ella no se resistió, simplemente se tumbó y, como yo, aceptó lo que venía, abrió las piernas mientras se acariciaba los pechos, el hombre se tumbó sobre ella y se besaron, después él, sin decir nada, cogió su polla endurecida y la introdujo dentro de ella de golpe.

--Augh., ¡Mi coño!

El hombre sacó la polla despacio mientras la miraba a la cara y después se la metió tan de golpe que la chica dio un grito como si la estuvieran matando.

--¡Ahaaaa! ¡Siiiii! ¡Me has roto, cabrón!

El tipo comenzó a moverse como un animal salvaje y la joven a gemir.

Movía sus caderas a ritmo de las del tipo, gritando cada vez que la polla abría su coño, con los brazos extendidos sobre el suelo.

Yo podía ver cada vez que se movían la polla entrando y saliendo, escondiéndose dentro de la joven, la cual gemía sin ningún tipo de vergüenza, el hombre acariciaba sus medianos pechos mientras la miraba gemir, gimiendo también, la chica miraba hacia un lado, pero no observaba nada pues estaba casi ida de placer, solamente gemía y gemía con la boca abierta y los ojos entrecerrados mientras era penetrada salvajemente, todos observábamos callados y sin poder evitar sentir deseos de sumirnos nuevamente en el coito, yo me imaginaba siendo follada de nuevo, de mi coño salía todavía el semen de mi improvisada pareja mezclado con mi corrida.

La joven abrió más sus piernas y comenzó a gritar como una loca.

--¡Ahaaaa!¡Ahaaoooo!

Sus caderas se movían acompasadamente con las de su amante y por fin alcanzó ese orgasmo que todos sabíamos deseaba.

--¡Siiii!--gritó-¡Ahhaaaa!

El tipo se apartó de ella, pero su pene, erecto todavía, anunciaba que no se había corrido, se puso de pié y la joven se arrodillo, sin pensarlo acercó su boca a la punta del capullo y lo tragó de golpe.

--Ahaa--gimió el tipo.

La chica comenzó a succionar con ansia aquel miembro, a bañarlo de su saliva, a saborear la punta, el cuerpo y los testículos, que lamía con su lengua.

La corrida llegó de repente, un chorro de lefa caliente y orgiástica bañó la cara de la joven, e inmediatamente ella abrió la boca y la acercó a la polla, nuevos chorros bañaron sus labios y su barbilla, cayeron por su cuello y sus pechos desnudos.

---Nnnmmm--gemía ella lamiendo la polla, tratando de encontrar la mayor cantidad de semen para ella.

Su hermano se masturbaba sin pensarlo viendo como su propia hermana comía y tragaba lefa, con la mirada fija en aquella escena y observando el cuerpo de su hermana, después miraba a mi madre, la cual estaba se relamía callada y después me miró y, sin recibir ninguna orden, se acercó a mí, yo me puse de rodillas sabiendo lo que quería, estaba deseosa de sentir su rabo en mi boca, viendo la sonrisa algo tímida de la joven, con boceras de esperma, de comprobar ese sabor, esa dureza que me entregaba la polla de su hermanito pequeño, y la violencia con la que le semen iba a llenarme mi boca.

Aquel era el día en el que iba a resignarme y probar el semen caliente por primera vez.

Delante de la mirada atenta de mi madre, rodeé el pene con mis labios y me supo mal, pero sabía que no podía echarme atrás, toque su punta con mi lengua y el chico lanzó un gemido, la noté rugosa, interesante, toqué la entrada de su orifico, el agujerito por el cual iba a correrse en mí, después, decidida, comencé a rodearlo con la lengua causando gemidos incontrolados del chaval, hundí aquella lanza de carne más en mi boca y lo saqué, repetí el movimiento y comencé por fin a succionar.

Notaba su calor, sus venas, los surcos de su glande, notaba el vello púbico tocando mis labios cuando me lo tragaba del todo, llegando su punta hasta casi mi campanilla, y comencé a gemir, me sentía una puta, y me gustaba, me gustaba, para mi asombro, comer rabos de desconocidos incluso obligada.

--Mmmmm, mmmm.

Dejé de chupar y miré al chico, el cual me miraba con la cara desencajada de placer, noté su mano en la nuca y como me empujaba hacia su mimbro caliente, lo devoré de nuevo con más ansia si cabía.

No tardé en notar como la polla se hinchaba dentro de mi boca, la bañe con mi lengua y tembló, de su punto salió un líquido dulzón y supe que el semen no tardaría en llegar.

De repente noté un chorro que llegó hasta el fondo de mi boca, caliente y muy dulce, era el semen, abrí la boca y saqué un poco el rabo y un chorro chocó contra mis labios, todos vieron como mi boca y mi barbilla era bañada de esperma, el chico dio un largo gemido.

--Ahaaaaa.

Lo masturbé deprisa y un chorro nuevo bañó mis pechos desnudos, me encantó su tacto caliente, gemí, mi madre no me había apartado la vista ni un instante, viendo como su hija hacía su primera mamada.

El chico se apartó con la polla bañada por mis babas, yo me limpiaba las boceras y cogía el semen de mis pechos con los dedos para llevármelo a la boca como si fuera maná sagrado.

¡Qué rico estaba! De haberlo sabido antes hubiera comido rabos no solo de mi novio, si no de cualquier tipo que quisiera correrse en mi boca.

Estaba claro que ahora le tocaba a mi madre comer un rabo, el hombre que quedaba se acercó a ella con la polla tiesa, latiendo, y mi madre se arrodilló dispuesta a comerla, la acarició primero, despacio, haciéndolo gemir, después sacó su lengua y lamió el glande, gimió gustosa y lo introdujo de golpe entre sus labios.

Chupaba deprisa, era una profesional, y yo me la imaginé comiendo el rabo de mi padre alguna noche, en su dormitorio, acariciaba los testículos despacio, masajeándolos, mientras movía la cabeza adelante y atrás saboreando aquel pollón que minutos antes me había penetrado con fuerza, el tipo gemía mientras acariciaba su cabeza como queriéndole marcarle el ritmo.

--¡Ohooo! ¡Siii!.

Mientras mi madre succionaba su miembro con los ojos entrecerrados y a veces se apretaba los pecho ella misma ansiosa y fuera de sí.

--¡Mmmm!--gemía--¡Mmmmnnmm!

No tardamos mucho de ser testigos de una nueva y caliente corrida, el tipo dio un largo gemido y mi madre frunció el ceño ante el inesperado sabor de la lefa, abrió un poco la boca y chorros de esperma salieron de esta con presión, cuando se separó continuó masturbándolo con la boca y la barbilla blancas por el semen caliente, otro chorro salió y fue a parar a su cara, acercó de nuevo la boca, pero sin meterse el rabo, los chorros bañaron sus labios entreabiertos de placer y su mano que masturbaba el miembro, después lamió el pene de arriba a abajo para adueñarse de los últimos rastros de corrida.

Mientras veía como mi madre cogió con las manos todo el semen de su cara para llevárselo a la boca y tragarlo, los tipos que nos obligaban supieron por fin que ya no íbamos a luchar por escapar, el hombre del arma dejó la pistola en el suelo, en u rincón de la sala, y comenzó a desnudarse mientras el camarógrafo grababa a la joven, que tumbada, intentaba descansar de aquella orgía, grabó su coño y sus pechos que subían y bajaban abatidos.

Cuando su compañero ya estaba desnudo, vimos que su polla era gorda, la más gorda que allí había, yo me pregunté a quien elegiría primero para penetrarla y correrse dentro como un salvaje, aunque sabía que nos tocaría a todas, antes o después.

El tipo, par mi asombro, se acercó a mí, yo estaba sentada en el suelo, todavía me sabía la boca a semen ajeno y caliente.

--Túmbate--me dijo.

Yo obedecí, sabía que no podía escapar, vi su pene gordo y temí que me hiciera daño cuando me lo metiera dentro de mi coño, abrí las piernas ofreciéndome a él, deseosa en el fondo por probar aquel hombre y que él me probara a mí.

El tipo se tumbó sobre mí y comenzó a tocarme, yo miraba hacia un lado y vi a la joven mirarnos y como el otro tipo me grababa, creo que mi cara, esperando registrar el momento de una nueva penetración.

Sentí la gorda punta del rabo acariciando mi coño de arriba abajo, caliente y pegajosa y gemí de gusto, lo sentía tocando mis labios mayores y menores, hurgando dentro de mi vulva, y tocando mi clítoris.

--¡Ahaaauu!

Sentí como me besaba en cuello y me dijo al oído:

--Te gusta, ¿Eh?, voy a follarte hasta que me pidas más.

Inmediatamente me empaló viva, de repente y sin yo esperarlo, las paredes de mi coño se abrieron ante aquel extraordinario miembro que me violaba sin remedio y grité sintiendo algo de dolor.

--Ahaaaaa.

Todos los nervios de mis paredes vaginales me lanzaron una señal de alarma, dolor y placer, una mezcla a la que ya me había habitado y que incluso me gustaba.

El tipo me apretó los pechos y acarició mis pezones con sus dedos, los apretaba y frotaba con fricción, disfrutando su textura y su volumen, yo gemía dolorida, aunque sentía placer mientras el rabo estaba insertado en lo más hondo de mi sexo, latiendo y palpitando.

Cuando comenzó a moverse, lo hizo deprisa, sin titubear, no le importaba si me hacía daño, y comencé a gemir cada vez que la polla entraba en mí.

--¡Ahaa! ¡Ahaa! ¡Ahyyyhhaaa!

Me violaba a gran velocidad, golpeando su pubis desnudo contra el mío, y durante varios minutos estuvo así, follándome, gimiendo conmigo, yo ya estaba loca de placer, moviéndome tratando en encontrar más gozo en aquel polvo que me estaban echando, y acariciando su espalda, le miré y el tipo me sonrió maléficamente, yo apenas podía articular palabra, solo gemía con el rostro desencajado por las embestidas de aquel desconocido.

--Ahaa, ahaaa haaayyy, haaaa.

Pronto sentí que iba a correrse, no creía que fuera posible, pero comenzó a follarme más rápido, de tal modo que de los mismos golpes de polla que me estaba dando nos movimos varios metros en el suelo, yo entonces me entregué a un placer que jamás he vuelto a sentir, y que me provoca escalofríos cada vez que lo recuerdo.

--Ohoooo--grité--Siiii, siiii.

En ese momento me escapé tanto de ese lugar que, como si fuera una vulgar puta, comencé a decir barbaridades delante de todos, delante de mi propia madre, la cual me miraba callada.

--¡Siiii!--grité--¡Siii, fóllame, follame mi coño, siii, como me gustaaaa, ahaaaa, ohoooo, másss, maaaasss!

Entonces el tipo me apretujó con tanta fuerza las tetas que me hizo daño, y empujó con tanta fuerza que me creí morir, un chorro de abundante semen caliente salió de su pene y me llenó por dentro mientras yo lanzaba un largo grito de placer, me corrí sintiendo el mayor orgasmo de mi vida, el tipo sacó un poco la polla y volvió a metérmela de golpe para darme un nuevo chorro de lefa, después otro, y otro, cada vez eran más pequeños, y su polla menos erecta.

Cuando se separó de mí, me sentí profundamente avergonzada por haberme corrido de tal forma, por haber seguido el juego de ese degenerado, cansada y dolorida, me senté en un rincón deseando que ya hubieran acabado conmigo.

El hombre que me había follado se levantó, me miró sonriente.

--La mejor perra que me he follado—dijo.

Su compañero le entregó la cámara y se quitó deprisa toda la ropa, miró a mi madre y a la joven, sin saber a cual elegir, después avanzó hacia la chica, la cual, al ver que iba a violarla, intentó escapar inútilmente, el tipo la cogió con fuerza mientras ella forcejeaba y la lanzó contra la cama, la tumbó boca abajo en ella, pero con las piernas fuera de estas.

--Déjame--pedía ella—Por favor, no puedo más.

El tipo le separó las piernas con los pies como un policía que registra a un sospechoso y palpó los fuertes muslos de la joven, después tocó su sexo y la chica lanzó un gemido de sorpresa.

--Ahug--dijo--Ayudadme, que alguien me ayude.

Ninguno de los presentes hizo nada, no sé si por miedo o porque deseaban ver un nuevo coito.

--Voy a follarle el culo a esta preciosidad—dijo el tipo.

La joven, al oír estas palabras, comenzó a intentar librarse de su violador, pues, supuse, nunca había practicado sexo anal.

--No, por favor—suplicó llorando—Por el culo no, haré lo que sea, lo que quieras, pero por favor, no, no.

--¿Lo que quiera?---le preguntó él.

--Si.

La cogió y la puso de pie, abrazándola por detrás, su polla estaba pegada a su trasero, latiendo caliente.

--¿Lo que yo quiera?

--Siiiii--repitió la joven.

El tipo la soltó, se dirigió a mi madre y la alzó, ella apenas se resistió, creyendo quizás que se había cansado de la joven y que le tocaba a ella ser violada.

La condujo hasta la cama y la tiró allí, mi madre quedó tumbada boca arriba.

--Abre las piernas—le dijo el tipo.

Ella obedeció sin rechistar, suponiendo que la penetraría hasta correrse dentro de ella, pero el tipo volvió a coger a la chica y la condujo hacia mi madre, en ese momento supe lo que los dos degenerados querían hacer.

--Vas a comerle el coño a esta madurita—dijo el tipo.

La tiró al suelo y la chica quedó de rodillas en el suelo, frente a la cama, mi madre continuaba con las piernas abiertas, mirando al vacío.

--No--dijo la chica.

--O le comes el coño o te reviento el culo a pollazos.

La chica lloró como una niña, después, miró a su hermano, el cual, como todos, observaba callado la escena, pero con el pene de nuevo erecto, avanzó hacia la cama hasta meter medio cuerpo en ella y miró el sexo maduro de mi madre.

Sabía que no le quedaba más remedio, agachó despacio la cabeza y mi madre dio un respingo, yo no podía ver si de verdad chupaba o no el coño de mi madre desde donde estaba, así que poco a poco, sin querer parecer ansiosa, me moví hasta que pude ver mejor la cara de la chica y el sexo de mi progenitora, no sé por qué hice eso, quizás por una malsana curiosidad de presenciar aquella relación lésbica.

La joven sacó su lengua y lamió casi fugazmente parte de la raja de mi madre, la cual pareció coger aire ante lo que venía, después la lengua de la joven pareció insistir un poco más.

Comenzó a lamer despacio, con los ojos cerrados, mi madre se agarró a las sábanas cuando sintió por fin la lengua caliente de aquella chica en su coño.

Los tipos se miraban entre ellos y sonreían, el que tenía ahora la cámara grababa aquel cunnilingus sin perderse detalle.

Todos callábamos, por lo que pronto nos dimos cuenta de los gemidos de mi madre, yo la miré y vi como tenía los ojos cerrados y se mordía el labio, pero sin poder evitar gemir de placer.

--Mmmm.

Poco a poco la joven comenzó a hundir más la cabeza en aquella vulva, gimiendo también, mi madre llevó las manos hacia la cabeza de la joven y comenzó a acariciarla despacio, ya sumida en ese placer que solo se siente cuando a una le comen el coño con avaricia.

--Ahaaaa--gritó--Nooooo.

La chica se apartó un poco, se tocó los labios como si quisiera coger algo de ellos y un hilo de líquido se quedó entre la yema de sus dedos y su boca, mi madre se había corrido en sus suaves y femeninos labios.

--Sigue--le ordenó el tipo.

Hundió de nuevo la cabeza y siguió lamiendo, succionando y saboreando el coño mojado de mi madre, yo estaba de nuevo excitada, y por alguna razón deseaba unirme a ese dúo lésbico de placer y corridas, viendo a mi madre gemir, moverse en la cama y estirarse mientras la joven movía su cabeza hundiendo su boca en su sexo.

--Ahaaa--gemía mi propia madre mientras le comían el coño—Uuuufff, siiiii.

El tipo se acercó a la joven por detrás y abrió sus nalgas, la chica se movió, interrumpiendo el cunnilingus.

--¡Nooo!--gritó.

Pero ya era tarde, el tipo puso la punta de su rabo a la entrada de su culo virgen y empujó, lo hizo de tal manera que la empaló de una, la joven alzó la cabeza dando un grito de dolor.

--¡Noooooooo!

El tipo acarició sus pechos desde detrás, con la polla metida del todo en el culo.

--Siii--gimió--Menudo culo de puta tienes.

Comenzó a moverse y la joven a gritar, mi madre miraba callada, todavía en la cama.

La joven gemía, ahora más despacio, el tipo gimió y la penetró con fuerza una vez más, corriéndose dentro, se apartó.

--Quien quiera follarla--dijo—que aproveche.

Curiosamente, el primero en correr hacia ella para romperle de nuevo el culo fue su propio hermano, ella no hizo nada, continuó a cuatro patas, ofreciéndose, mi madre salió de la cama y se sentó a mi lado.

Su hermano metió con algo de dificultad su polla dentro de su culo, gimiendo, después cogió sus caderas y comenzó a follarla deprisa, la joven ya gemía cansada, mirando al suelo, aunque de vez en cuando alzaba la cabeza.

Su hermano no tardó en llenarle el culo de semen, se apartó cansado, ella giró la cabeza  y le miró con reproche, el tipo gordo se colocó tras ella y empujó con fuerza, el rabo se metió en el ano con velocidad.

--Auuuuu--gimió la joven—Noooo, me duele.

El  tipo comenzó a follarla analmente, yo temía que después me tocara a mí, pues mi culo también era virgen, mi madre cogió mi mano y observamos calladas como la joven era violada por turnos.

--¡Noooo!--suplicaba ella--¡Parad, por favor, me duele, nooo!

Yo miraba a la joven, sufría por ella pero sabía que si decía algo podría ser yo la que fuera violada de aquella manera, a cuatro patas, siendo empujada hacia delante con cada pollazo que forzaría mi culo virgen hasta el fondo de mi ano.

Cuando todos la habían enculado, la chica se tumbó en el suelo como muerta, de su culo salía el semen ajeno de varios hombres, uno de ellos el de su propio hermano, la joven cogía aliento, seguramente sintiendo el ano dolorido por tanta penetración y sin poder creerse todavía lo que le había pasado.

El tipo que grababa le pasó entonces la cámara a su amigo y cogió a mi madre, ella se dejó hacer, la tiró sobre la cama y rápidamente se tumbó sobre ella.

--Que madurita—gemía el tipo—Fóllame.

Se tumbó boca arriba y mi madre se colocó sobre él, sabía lo que quería e iba a dárselo, cogió el rabo del pito y se lo metió en su coño con una violencia que me sorprendió.

--Ahaa—gimió.

El tipo la mira a la cara y tocaba sus grandes pechos, comenzó a mover las caderas al ritmo de las de mamá y a gemir.

--¡Ohoo, sí, eso es, zorra!—gritó--¡Eres una madura puta!

Mi madre votaba sobre él, sus tetazas bailaban en aquel polvazo, le miró, casi no podía hablar del placer, pero aún así consiguió proferir algunas excitantes barbaridades.

--¡Siii!—Que polla más larga, ¡Ahaaa!, me vas a reventaaaar. ¡Ohoooo!

Todos mirábamos callados como ese cerdo follaba a mi madre, ¿O era al revés? ella miraba el rostro del tipo sin poder evitar gemir cada vez que el pene entraba en su coño.

--Ahaa, ahha, hayyyaa.

Las embestidas se aceleraron y pronto observamos como ambos gemían de placer, mi madre era empujada en esa cama por su improvisado amante, sintiendo como la descomunal polla la violaba sin cesar, era alzada para arriba con cada empujón, casi desmayada de placer, se tocaba las tetas y se tocaba el pelo como con movimientos compulsivos, se acariciaba el cuello e incluso babeaba.

--¡Ahhhaa!--gritaba ahora--¡Siiii, Ohoooo! ¡Me corrro, me corrooooo!

Vino el orgasmo y mi madre se entregó al placer como yo me había entregado antes.

--¡Siii, me corrroooo, haaa, fóllame, rompemé el coño,  siiii, follame con tu polla!

Las embestidas aceleraron y mi madre comenzó a botar literalmente sobre el tipo, con la boca abierta y gritando con cada chorro de semen que la llenaba,

--¡Aha!, ¡Aha! ¡Aha! ¡Aha! ¡Aha! ¡Aha! ¡Ahaaaaaa!

Se dejó caer sobre el tipo y se besaron, las manos del hombre fueron a su culo y la atrajeron hacia él, como si quisiera soltar los últimos restos de corrida dentro de ella.

De nuevo, la cámara pasó de unas manos a otras, y amante de mi madre se separó de ella, dejándola casi desmayada de placer en la cama.

--Si alguien quiero follar otro buen culo—dijo el tipo—Allí tenéis a la madurita.

Al oír aquellas palabras, temblé de miedo por mi madre, pues iban a penetrarla analmente, yo no sabía si mi madre lo había hecho antes, pero estaba casi segura que no.

Los dos hombres y el chico joven se dirigieron hacia ella, de nuevo con sus pollas erectas, deseosos de violar el culo de mi madre, ella no dijo nada, ya había aceptado aquello como si fuera su destino, los tipos la cogieron y la colocaron arrodillada frente a la cama, con el culo en pompa dispuesto para ser follado.

El chico joven fue el primero en actuar, se colocó detrás de mi madre y cogió su joven y erecta polla, cuando la penetró lo hizo con dificultad, mi madre apretó los ojos y estiró los brazos sobre las sábanas gimiendo de dolor mientras era forzada.

--¡Noooo!--gimió--¡Paraaaaa!

El chico dejó escapar un largo gemido y la polla entró hasta el final del culo de mi madre.

No tardaron en moverse, el chico enculando a mi madre y ella moviéndose como restregándose en las sábanas ante el inmenso dolor que sentía, yo miraba llorando, ya casi segura de que me tocaría a mí después.

El joven la embestía con violencia, golpeando su pubis contra los glúteos de mama mientras ella se retorcía por aquella profanación, durante minutos fue violada así, después la vi tranquilizarse, como si su ano se hubiera acostumbrado a la polla, el joven se corrió dentro dando un largo grito de placer e inmediatamente otro hombre ocupó su lugar, mi madre ya gemía casi desmayada, sintiendo el pene en sus entrañas.

--Ahaaa, Ahaaa, noooo.

Yo observaba callada, como era follada una y otra vez, escuchaba los gemidos del hombre y como apretaba sus caderas y la atraía hacia él para llegar a lo más hondo de su ano, como mi madre gemía agarrando las sábanas, sin querer me excité, pensando en lo atrayente de la escena, e incluso en que se sentiría al ser penetrada analmente.

El  tipo lanzó un largo grito y empujó de una, de tal manera que alzó a mi madre de la cama.

Se separó y el otro tipo la folló metiendo su polla de una sola vez, pues el ano de mi madre ya estaba lo suficientemente abierto.

No tardó en ser de nuevo llenada de lefa caliente, el tipo se apartó, cansado.

Mi madre se tumbó boca abajo en la cama, manchándola de muchas eyaculaciones ajenas mezcladas.

En aquel momento pensé que me tocaría a mí ser violada analmente, y entonces rompí a llorar como una niña, muerta de miedo por lo que se avecinaba inevitablemente contra mí.

--Ahora le toca a la jovencita—dijo el tipo acercándome a mí.

En ese momento yo comencé a gritar y a suplicarles que no lo hicieran, que haría lo que ellos quisieran, pero que no me violaran analmente, el tipo mee cogió con violencia y me lanzó contra la cama.

--Que llorica—dijo--Si va a gustarte.

--Dile que se folle a esa puta—propuso su compañero señalando a la chica.

El tipo me miró y miró a la chica, esta se levantó obediente, sabía lo que quería y, como había dicho su amigo, ya era una puta, al igual que mi madre y yo.

La joven se sentó en la cama despacio, como si esperase que algo o alguien detuvieran lo que ya era inevitable.

--Empezar--dijo el camarógrafo—Que se termina la batería.

Estaba claro que acostarme con una mujer no estaba en mis planes, aunque comparado con la desvirgación de mi culo prefería aquello mil veces, si había alguien que iba a romperme el culo por primera vez, ese debía ser mi novio o un hombre al que yo quisiera, no dejaba de pensar en mi ano violado, sangrando, la vergüenza que conllevaría ir al hospital para que me curasen y la posterior recuperación.

La chica fue la que empezó, para mi sorpresa, llevó sus manos a mis caderas y me atrajo hacia ella, sentí como me besaba de golpe, nunca había besado a una mujer, pero os diré que no me resultó desagradable, sus labios eran suaves y su saliva dulce, una lengua esponjosa se posó sobre la mía y comenzó a jugar con ella.

Sus manos acariciaban mi espalda y mi culo, y mis manos, como si quisieran responder a todo aquello, comenzaron a deslizarse por sus suaves caderas y su espalda, la saliva de ambas, mezcladas, escapaba por la unión de nuestros labios, me agarró el culo con decisión y se acercó a mí de modo que se colocó sobre mí, me miró a los ojos, ambas estábamos excitadas y se nos notaba de lleno, yo acaricié su culo, esponjoso, caliente, el cual había sido violado por todos los presentes allí, cuando ella bajó su mano hacia mi sexo yo me sorprendí al notar cómo me lo acariciaba, como pasaba sus yemas por mi pubis negro y después metía dos de sus dedos en mi interior.

Así que yo hice lo mismo, llevé mi mano hacia su coño y lo acaricié de arriba abajo, después metí mi dedo anular y corazón dentro, su interior parecía de terciopelo y estaba caliente como la pared de un volcán.

Comenzamos a mastúrbanos mutuamente, gimiendo las dos como dos locas, me resultaba increíble la sensación que me producía sentir como sus dedos se movían dentro de mi húmedo coño, estaba claro que ella si sabía cómo masturbar a una mujer, ya que ella era también mujer.

--Mmhnmmmm--gemía retorciéndome de gozo—Siiiiii, no pares.

Todos los hombres se masturbaban viéndonos, besándonos, pidiéndonos más mutuamente.

Ella llevó su boca hacia mis tetas y comenzó a comerlas, a succionarlas, haciendo que casi me corriera allí mismo, en ese instante, no sé si la obligaron o fue idea suya, pero mi madre se unió a nosotras, rebuscó por entre las femeninas piernas, con medio cuerpo fuera de la cama y hundió sin pensárselo su boca en el primer coño que encontró, el mío, el de su hija.

--¡Ahaaa!--exclamé yo al sentirla—¡Mama, mi coño!

Nunca me habían comido el coño, y la primera vez, encima siendo lamido y saboreado por mi propia madre, imaginaros la excitación que me produjo.

Me movía como si tuviera calambres mientras la chica me besaba y me acariciaba y mi madre hundía su lengua en el interior de mi sexo, ya no gemí, sino gritaba de placar.

-¡Siii!--decía--¡Maaasss, no paréis, folladme, siiii!

Me corrí, alcanzando un orgasmo que me entrecortó la voz, la joven llevó mi cabeza hacia sus tetas y yo comencé a comerlas, eran muy grandes, aunque no tanto como las de mi madre, blandas y suaves, sus pezones me gustaban en mi boca, los rodeaba con la lengua, los lamía como queriendo borrarlos, estaba erectos, juguetones al sentir mi lengua empapándolos de saliva salada.

Mi madre dejó de comerme el coño, tenía toda la boca manchada de mi corrida, reptó hasta nosotras y besó a la chica, fue un beso con lengua, apasionado, yo estaba fuera de mi, por eso decidí incorporarme y comerle el coño a aquella joven, aunque nunca había comido ninguno, en ese momento pensaba que necesitaba saborear un sexo ajeno, necesitaba saber que se sentía al tener en la boca un bueno coño.

Al verlo frente a mi me resultó extraño, depilado y abierto, chorreaba, como si supiera que iba a correrse en mi boca, era rosado y de aspecto blandito, en ese instante no sé porque pero me resultó apetecible, lo lamí despacio, más que nada para ver a que sabía, para tantear el terreno,  y la joven gimió al sentir mi lengua en él.

El sabor de ese coño era dulce, sabía a las corridas que había recibido y seguramente al líquido que chorreaba cuando su dueña había alcanzado el orgasmo.

Decidí ir a por todas y comencé a comerlo.

Hundía mi lengua entre sus labios rosados, movía la cabeza, lo besaba, rodeaba el clítoris con mis labios provocando en aquella joven auténticos gritos de placer.

Estaba claro, se me daba de muerte comer coños, y encima me encantaba.

--Siii--gritaba la chica—No pares, cómeme el coño, ahaaaa, que bien, voy a correrme en tu boca, chica, siiii.

Mi madre devoraba las tetas de la joven y se acariciaban mutuamente, masturbándose, besándose, los hombres rodearon la cama sin dejar de tocarse, el camarógrafo incluido, sin querer perderse ningún detalle de aquella orgía lésbica tan increíble de la que estaba siendo testigo.

De repente noté como el coño se calentaba y lo saboreé con más fuerza, iba a correrse y no quería perdérmelo, lo que más me excitó en ese instante es que mi boca, mi propia boca, iba a hacer que un coño eyaculara en mi cara, mi boca se llenó de líquido caliente mientras la joven gritaba corriéndose.

--¡Me corro, me corro en tu boca, siiii!

Mi boca, mi cuello y mis tetas se mancharon de líquido, era dulzón, de un sabor agradable, volví al lado de las dos féminas y comenzamos las tres a tocarnos y besarnos, hundí mi boca en las tetas de mi madre, tan grandes y blandas, tan calientes, abrí la boca tratando de meterme una dentro, pero no podía con aquella tetaza, mordí el pezón con mis labios mientras apretaba la otra con mi mano, había vuelto a los pechos de mi madre como cuando era un bebé, solo que ahora no quería su leche materna, sino su placer incestuoso, lo quería todo para mí.

La joven fue apartada de nosotras de repente, los hombres no aguantaban más y la cogieron para forzarla de nuevo, ella no dijo nada, ya era un juguete sexual, el tipo que no tenía la cámara la cogió y la alzó, ella se abrazó a él gimiendo y casi temblando mientras su líquido todavía goteaba por sus muslos desnudos, el tipo llevó una mano hacia su culo y metió dos dedos en él sin avisarla, haciendo que ella gritara de sorpresa.

--¡Ahu, mi culo!

Así, con sus dedos hurgando en su ano, la alzó, la chica gritó todavía más y el tipo cogió su polla con la otra mano, dejó caer a la joven y la penetró de golpe.

--¡Ahaaaa!—gritó la joven.

Se aferró a él y el hombre comenzó a moverla arriba y abajo, pronto el chaval joven se acercó a su hermana por detrás, seseaba probar de nuevo aquel culo, el tipo sacó los dedos y la polla erecta entró sin ninguna dificultad.

--¡Noo!—se quejó la muchacha—Por detrás, cabrones.

Giró solo un poco la cabeza y vio el rostro de su hermano, lo cual pareció excitarla todavía más, pues comenzó a gritar sin descanso y a pedir más.

--¡Siiii!, ¡Folladme, quiero más, folladme con vuestras pollas!

Los dos hombres que quedaban se acercaron a mi madre y a mí y me cogieron, sacaron mis piernas hacia fuera de la cama dejándome medio tumbada en ella, supe que había llegado el momento de perder la virginidad anal.

Primero sentí un dedo mojado del hombre, el mismo que se había follado a mi madre primero, di un respingo, frente a mí estaba mi madre, la cual, al verme así tumbada, aprovecho y se colocó de modo que su coño quedó a pocos centímetros de mi boca, yo ya no quería estar allí, pero sentía que no podía parar, mi coño me cosquilleaba y mi boca quería probar el sexo mojado y violado de mamá, olía bien, acerqué la  boca hacia él y lo lamí con fervor, restregando mi lengua por toda aquella sonrisa vertical y mi madre lanzó un largo gemido de placer.

--¡Ahaaahggg!

Aquello me hizo excitarme de sobre manera, saber que mi madre disfrutaba con mi lengua en su coño mojado me hizo temblar, en ese momento dos dedos se introdujeron en mi culo y gemí de sorpresa.

--Ahug!

El otro tipo de acercó a mi madre y se la metió en la boca, ella comenzó a succionar el miembro caliente mientras los dos dedos comenzaban a meterse y sacarse de mi ano, yo comía el coño maduro de mi progenitora como si no hubiera mañana.

La joven comenzó a gritar y todos dejamos lo que estábamos haciendo para verla, el orgasmo la sorprendió de golpe mientras era violada por dos de sus más deseados agujeros.

--¡Siii!---gritó--¡Folladme, folladme más, siii,  no paréis!¡Ahaaaaaaa!

Un chorro de su líquido salió de su sexo como si se estuviera meando, jamás en mi vida había visto nada igual, en ese instante de pletórica excitación fue el ideal para mi violador, ya no podía resistir más, me empujó contra la cama y me la metió por el culo, al principio no entró, su punta intentaba forzarme las paredes de mi ano y yo gritaba como loca de dolor.

--¡Noooo!, duele, por favor, para…

La joven había sido soltada por sus dos violadores, uno de ellos su hermano y cayó al suelo de rodillas, vio ante ella dos pollas y comenzó a chuparlas con ansia.

Yo casi lloraba de dolor, mi madre me miraba mientras su follador la tocaba por todos lados, creía, estaba casi segura, de que les excitaba verme así, sufriendo una violación dolorosa por mi culo virgen.

El tipo empujó una vez más y el glande del miembro entró en mí, todo mi cuerpo se estremeció y las lágrimas saltaron de mis ojos.

--¡Mi culo!—grité--¡Joder, mi culo!

No podía respirar y me dolían las tripas y la entrada de mi culo, mi madre cogió mi cabeza y volvió a llevarla hasta su coño, yo volvió a comerlo, ya era una zombi que me dejaba follar hasta por mi puta madre, en sentido literal.

Curiosamente, comer el coño me distrajo de tener una polla en mi culo, el miembro caliente estuvo allí quieto durante unos minutos, en los que el tío me acariciaba mis nalgas horondas y blancas, después empujó de golpe y me la metió hasta el fondo.

--Ahaaaaa!!-grité.

Pero mi grito fue callado por la mano de mi madre, que me empujó de nuevo la boca hacia su coño.

--Agahaaamannannnnn!

La joven continuaba comiendo nabos a pares, y lo hacía con devoción, los dos tipos entonces comenzaron a gemir y dos riadas de lefa blancuzca y caliente mancharon toda la cara de la muchacha, la cual se mostró complacida saboreando aquellas dos corridas mezcladas, incluso la vi sonreír.

Yo volví a lo mío, comerle el sexo a mi madre, la visión de aquel bukake me había excitado todavía más y a mi violador también, pues comenzó a meter y sacar la polla de mi culo, yo ya casi no sentía dolor, incluso me resultaba estimulante, hundía la boca en el coño chorreante de mamá, la cual comía la polla del hombre que quedaba mientras gemía, pero de repente dejó de hacerlo y comenzó a moverse en la cama.

---¡Uhhuuu!—gimió--¡Me voy a correr, hija!

Acariciaba mi pelo con fervor mientras yo hundía mi lengua todo lo que podía en su raja, en seguidas noté su orgasmo en mi boca, su líquido dulzón salió disparado por el placer y me machó la cara como si me disparasen con una pistola de agua, era el flujo de mamá, entonces me volví loca, comencé a mover las caderas para que aquella polla que me estaba forzando el ano entrase más hondo y comencé a sentir espasmos en mi coño y como se abría y se cerraba, de nuevo estaba cachonda, mi madre respiraba profusamente después de correrse y el tipo al que le estaba comiendo la polla la cogió y la puso a cuatro patas, el chico joven, el cual parecía el más insaciable de todos, cogió a su hermana como si fuera un trapo y la llevó hacia la cama, ella se dejó hacer, pues ya incluso se ofrecía a la violación, el tipo que quedaba cogió la cámara de nuevo para grabar la orgía.

Estábamos las tres mujeres a cuatro patas, con los brazos en la cama, una a cada lado mientras éramos violadas analmente.

--¡Ahaaa!—gritaba la joven--¡Siii! Hermano, no dejes de follarme.

Sentí un orgasmo y me estremecí, mi madre gimió al ser penetrada, me gustaba verla desnuda, con sus tetas colgando, siendo sacudida mientras taladraban su ano.

Pronto todo aquello se convirtió en un debacle de gritos y gemidos, jamás había sentido tanto placer en mi vida.

--Siii—gritó mi madre—Mi culo, rompedme mi culo.

--Folladme—grité yo—Soy una puta, folladme todos.

Las tres mujeres comenzamos a gritar y nos corrimos a coro, después, durante varios minutos las pollas continuaron penetrándonos hasta que se separaron de nosotras, nos dijeron que nos acercáramos y nos tocáramos, y obedecimos, nos rodearon desnudas, incluido el de la cámara y comenzaron a masturbarse, nosotras comenzamos a tocarnos y besarnos, a introducir nuestras dodos en el coño que teníamos más cerca mientras gemíamos con la clara y simple intención de hacer que aquellos cerdos se corrieran en nuestros cuerpos desnudos, y aquello no tardó en llegar, las tres acercamos nuestras caras a los nabos y vimos como el semen blanco salía disparado y nos bañaba, fue tan excitante que me corrí solamente sintiendo la lefada en mi cara y mi cuello, después comenzamos a lamerlo mutuamente y a saborearlo.

Las tres nos quedamos desnudas en el suelo, tumbadas exhaustas y sintiendo todavía pequeños orgasmos.

 

Los dos tipos se vistieron y uno de ellos se acercó a nosotros.

--Muy bien—dijo--Todos lo habéis hecho muy bien, pronto podréis ver el video en mi pagina web.

Ninguno de los allí presentes dijo nada, y menos cuando por fin se marcharon, yo entré en el baño seguida de mi madre y la joven y encontré un plato de ducha, allí entré y me duche para quitarme los restos de semen y saliva, casi toda femenina, del cuerpo, pensaba que ellas esperarían a que acabase, pero entraron conmigo, sin saber por qué nos frotamos los cuerpos mutuamente, me era agradable sentir las manos de aquellas mujeres por mi piel. Salimos y nos vestimos con nuestras ropas, aunque mi madre y yo no conseguimos averiguar dónde estaban nuestras bragas, ella no lo sabía pero yo vi como el chico joven y otro hombre se las guardaban deprisa en el bolsillo, como queriendo un recuerdo de aquel día. Estaba cansada y avergonzada, así que preferí callar y no decir nada.

Aquella misma noche nos fuimos de allí todos, los dos hermanos ni siquiera podían mirarse a la cara cuando subieron a su coche, mi madre y yo tampoco, cuando llegamos me fui a mi habitación, no dejaba de pensar en lo que me había pasado, en cómo, sin poder evitarlo, había sentido varios orgasmos tan profundos, que todavía me estremecía al recordarlos, me quedé dormida muy pronto.

Al siguiente día me levanté con una idea fija en la cabeza, el encontrar aquel video, no sabía porque pero necesitaba verlo, mi cuerpo clamaba el verme a mí misma gimiendo y pidiendo más, mi madre se fue a la compra y comencé a buscar en interne, después de casi un hora encontré un video llamado, Balneario incesto sexual y lo abrí.

Era mi video.

Aquello fue maravilloso y vergonzoso a la vez, no quería mirar, pero me vi desnuda, penetrada, comiendo rabos y coños, y mi madre, Dios Santo, cuando miraba al vacío aceptando el polvo, y cuando gritó más y más al correrse, me desnudé corriendo y comencé a masturbarme como una puta, la imagen mía, de mi boca lamiendo el sexo, y como me habían violado analmente, y aquella joven siendo forzada por su propio hermano, me corrí una, dos y hasta tres veces casi seguidas, no podía dejar de ver ese video y masturbarme.

Lo descargué, tuve que pagar por él pero mereció la pena, y lo guardé fielmente en mi ordenador.

Dos días después llegué a casa de la escuela y subí despacio a mi habitación, estaba deseando masturbarme de nuevo con el video, pero, para mi sorpresa, vi a mi madre sentada frente a mi PC, desnuda completamente, tocándose su coño excitado con una mano mientras manejaba el ratón con la otra, lo que me sorprendió más y me excitó fue que manejaba el video para ver tan solo mi parte, la parte donde me violaban sin piedad y me hacían suplicar más placer.

No quise entrar por vergüenza y me fui, por la noche, en la soledad de mi habitación, volví a ver el video y comprendí porque a mi madre le excitaba ver a su hija violada, a mí me excitaba mucho verla a ella penetrada, decidí hacer un montaje del video donde solo saliera yo y lo dejé en el escritorio del ordenador como un reglado para ella, antes de empezar la película podía como título de entrada. Para ti, mamá, yo también me excito.

Tras hacerme varios dedos me fui a dormir y al día siguiente volví en silencio una hora antes, allí estaba mamá, tocándose mientras veía el video, completamente desnuda, pellizcándose sus tetazas e incluso gimiendo mi nombre.

--Sara, si, follaros a mi hija, mmm, que puta es.

Me excité como una burra al ver eso, pero no sabía qué hacer, me fui al cuarto de baño y me masturbé escuchando los gemidos de mamá, que se oían hasta allí.

A partir de ese momento una idea fija se asentó en mi cabeza, quería, ansiaba con toda mi alma volver a follar con mamá, quería sentir de nuevo su lengua en mi coño y su coño en mi boca, sus blandas y grandes tetas tocando mi lengua y su líquido caliente bañándome.

Una mañana de sábado me levanté y bajé a la cocina, lo hice con el atuendo que llevaba cuando dormía, una camiseta de tirantes y unas braguitas, mi madre estaba en la cocina, tenía su camisón puesto, era rosa claro y muy corto, este le tapaba el coño y poco más, se transparentaba muchísimo y sus grandes senos se mostraban a través de la tela, con esos pezones tan grandes.

Hasta ese momento nunca me había fijado en eso, al vivir las dos solas, siempre íbamos así por casa antes de vestirnos, incluso ella pasaba a mi habitación si llamar porque a mí no me importaba que me pillara en ropa interior o incluso denuda, pero ese día mis ojos fueron directos hacia sus tetas y casi sin quererlo yo me excité tanto que mis pezones empezaron a señalarse bajo mi camiseta.

Desayunamos hablando de tonterías, ninguna queríamos hablar sobre lo que ocurrió, ambas queríamos hacer como si nunca hubiera ocurrido.

Me fui a mi habitación algo desilusionada, en el fondo deseaba hablarlo, más por recordarlo, me excitaba la idea de saber cómo se había sentido mi propia madre al ser violada tantas veces, y sobre todo al saborear mi cuerpo desnudo.

Dejé la puerta entornada de la habitación y me desnudé, al poco apareció mi madre ya vestida  y se asomó dentro sin llamar, yo estaba tal y como ella me había traído al mundo. La miré sin decir nada y ella me miró de arriba abajo.

--Me voy a la compra—me dijo.

Se marchó y yo no me vestí, estaba demasiado excitada después de ver con que mirada me había mirado mi madre, era de deseo, no cabía duda.

Me senté frente al ordenador y puse el video, comencé a masturbarme rememorando como habían profanado a mi madre por todos los agujeros de su cuerpo desnudo, cuando mi madre gritó en el video: --¡Siii, me corrroooo, haaa, fóllame, rómpeme el coño,  siiii, fóllame con tu polla. Un chorro de mi líquido salió disparado mojándome las manos y los muslos, casi me desmayo, pero quería más.

En ese momento tuve una idea genial, si Mahona no iba a la montaña, la montaña iría a Mahoma, puse la cámara web apuntándome y encendí el programa para grabar por ella, con el video de nuestra violación bajado de volumen para que mi madre pudiera oír mis gemidos, comencé a masturbarme de nuevo, tocándome el coño e incluso metiendo mis dedos dentro de él.

--Siii—gemía—Si, mamá, como me gusta, ahaahhhh, me corro, siiii, follaros a mi mamá…

Me corrí dos veces y me restregué toda la corrida por el cuerpo, después me acerqué a la cámara.

--Para ti, mamá—le dije con cara de viciosa.

Guardé el video en el escritorio del ordenador y me marché fuera, estuve fuera como dos horas, cuando volví ya era la hora de comer, comimos viendo la televisión y sin hablar y me subí de nuevo a mi cuarto.

Encendí el ordenador con la intención de navegar un poco y, para mi sorpresa, había un nuevo video en el escritorio. ¿Qué significaba eso?

Al encenderlo me quedé boquiabierta, mi madre estaba desnuda en mi propia cama, y se masturbaba como loca.

No se tocaba con los dedos, sino con un consolador que vibraba y que introducía dentro de ella con fervor mientras gemía, y lo hacía para mí, para mi deleite.

--Ahhaaa, hija—decía en el video—Como me gusta esto… Ahhaaa, me excité tanto al ver cómo te violaban…. Ohooo, no puedo dejar de desearte, quiero tu cuerpo desnudo.

Sintiendo una repentina excitación me desnudé por completo y comencé a masturbarme de nuevo, el ver a mi madre con sus piernas abiertas, penetrándose ella misma, me hizo sentir un orgasmo en seguidas, vi como mi madre se corría mientras se revolvía de placer.

--Ohooooo, Sara---gritó

Creía que el video había acabado cuando vi que se daba la vuelta y comenzaba a auto-violarse el ano con el consolador, gritó de dolor y placer al sentirlo dentro, como cuando habían profanado su culo días antes, y eso me excitó tanto que le pedí a Dios que mi madre quisiera por fin follar conmigo.

Aquella tarde mi madre se marchó a casa de una amiga y yo entré en su habitación, no dejaba de recordarla con ese consolador dentro de su cuerpo, gimiendo de placer, abrí los cajones de su cómoda y saqué unas bragas suyas de encaje, su tacto me excitó, pero mi intención era otra, busqué por los cajones y no encontré ese consolador color negro que la había follado, cuando abrí el primer cajón de la mesita lo vi allí, mi madre ni siquiera se había molestado en esconderlo, lo cogí y llegué a cabo mi plan.

Al día siguiente estuve fuera casi todo el día, con mis amigas y mi novio, por la tarde fuimos mi novio y yo a su casa, ya que sus padres no estaban, y allí me folló, me corrí bien corrida, pero sentía que no era lo mismo, nada podía compararse al sexo violento y forzado del que había sido víctima, por no hablar de los polvos con mi propia madre.

Volví casi de noche a casa y subí a mi habitación, en efecto, ahí estaba mi madre, y estaba viendo el video que yo, con mi video cámara, había grabado en su habitación.

En el video, primero hacía un estriptis erótico para calentarla, después comenzaba a tocarme por todos lados, gimiendo como una puta, luego sacaba el consolador, sin dejar de tocarme, me lo había introducido en la boca, el saber que ese trozo de plástico había estado dentro de mamá me excitaba mucho más, lo lamía como si fuera una polla de carne caliente.

--Mmmmhmm—gemía—Mmmmnmmm.

Después me tumbé en la cama de mama y me penetré con fuerza mientras gritaba de gozo, mi madre, desnuda frente a la computadora, se tocaba gimiendo.

--Ahaaa, si, hija, métetelo.

Yo, espiándola a través de una rendija, no pude más y comencé a tocarme el coño tras desabrocharme la bragueta y meter la mano bajo mis bragas.

En el video yo me corría gritando como una puta y pidiendo más, y después procedía al coito anal, recordé la sensación que sentí cuando la polla de plástico se introdujo en mi ano, como había gritado de un placentero dolor, y me corrí un poco, pero quería más, quería más sexo.

--Siii—gemía yo en el video—Hahh, mi culo, mira como me follo mi culo mamá, es para ti, yo también me excito viendo tu violación, quiero que gimas como una puta conmigo.

Mi madre continuaba tocándose el coño y las tetas cuando entré en la habitación, esperaba que se sorprendiera o se enfadase al verme, pero no lo hizo, solamente dejó de tocarse y se levantó despacio.

--Ya has vuelto—dijo sin más.

--Si—dije yo—Veo que estás viendo el video que te he dejado. ¿Te gusta?

--Mucho, cariño—dijo mi madre desnuda.

Miré sus grandes pechos y su coño y me excité todavía más.

--A mí también me gustó el que me dejaste—le dije.

--Ya lo sé—dijo ella—Te espié.

Yo me acerqué al ordenador y puse el video del balneario, las dos estábamos cada vez más excitadas.

Me desnudé despacio bajo la atenta mirada de mi madre, que miraba el video y a mí, el video y a mí, mientras comenzaba a tocarse sus tetas de nuevo.

--¿Qué parte te gusta más?—le pregunté ya desnuda.

--Me gusta todo—dijo ella sonriendo—Pero cuando por fin te ofreces a ese tipo y te corres, dios mío, como me pone.

Yo aceleré el video hasta esa parte y las dos nos sentamos en la cama desnudas, jamás creí que estuviera allí, viendo con mi madre como nos violaban, yo comencé a tocarme el coño y ella, al verme, hizo lo mismo, pero pronto nuestras manos se mezclaron y sentí sus manos por mis pechos y mi sexo, yo toqué sus tetazas, había olvidado lo calentitas y blanditas que eran, y palpé su coño mojado.

--Ohoo, mamá—gemí—No dejes de acariciarme.

Me besó de pronto metiéndome su lengua lo más hondo en mi boca, y yo jugué con ella, estaba extasiada de placer, pasaron algunos minutos y miramos el video.

--Esta es mi parte favorita—me dijo—Cuando te violan el culo, cariño.

Yo me levante desnuda de la cama y fui a su habitación, cogí sin dudar el consolador y volví, ella sonrió excitada al verme.

--Pues vamos a hacerlo, mamá—le dije—Vamos a follarnos los culos.

Mi madre se tumbó boca abajo en la cama y dobló las piernas, poniendo el culo en pompa.

Yo no podía creerme aquello, acaricié su culo, era suave y hermoso, no me extrañó que aquellos tipos del balneario lo hubieran querido violar, lo besé unas veces y mojé mis dedos para mojar la entrada de su ano.

--Ahu—gimió ella al sentir mi saliva allí.

Después chupé el nabo como si fuera una polla de verdad y puse la punta en la entrada del glorioso culo de mi madre.

--Mmggg—gimió—No tengas piedad, hija, como si me violaras, quiero sentir como me fuerzas.

Me sorprendieron aquellas palabras de mamá, pero también me pusieron súper cachonda.

Introduje el nabo con fuerza en su culo y ella dio un grito, no sé si de dolor o placer.

--¡Ahaaaa!—gritó--¡Mi culo, me violan el culo!

Yo acaricié sus tetas y comencé a “violarla”, la polla entraba en ella despacio pero con decisión mientras mi madre se revolvía gimiendo como una puta.

Me tocaba el coño mientras hacía aquello, pero deseaba más y más placer, así que me tumbé y mi madre adivinó al instante lo que quería, nos tumbamos de lado haciendo un sesenta y nueve, yo empecé a lamer su coño, casi no recordaba lo delicioso que estaba, esto sin dejar de meterle el rabo de plástico en el culo, mi madre lamía mi coño mojado mientras me acariciaba el culo.

--Siiii—gemí yo—Cómeme el coño, mamá, me gusta tu lengua en mi coño.

El no dejaba de moverse para que aquel nabo artificial la follara más y más hondo mientras devoraba mi sexo, no tardé en correrme y en ese momento comencé a gritar como una loca.

--¡Siiii!-grité—Méteme los dedos en mi culo, viólame mi culo, mama, quiero que me violes.

Mi madre introdujo dos dedos dentro de mi culo y los movió dentro, mi coño soltaba líquido caliente mojando la femenina boca que se lo comía, mi lengua se introducía en su vagina de terciopelo mientras su culo era profanado, el orgasmo llegó de improviso al cuerpo de mi madre.

--¡Me corro, me corro, me corroooo!—gritó—Siiii, trágate mi corrida, cariño.

Comenzó a moverse como si tuviera convulsiones y llevó sus manos a mi cabeza, pegando mi boca contra su sexo con fuerza, yo me excité ante aquella violencia y me corrí salvajemente mientras mi boca se llenaba de sus fluidos.

Después me aparté de ella y me puse a cuatro patas.

--Ahora métemela en mi culo—pedí—Folla mi culete, mami.

Ella obedeció y me metió el nabo negro de una en mi culo, yo grité al sentir como las paredes de mi ano se ensanchaban y mi madre comenzó a meterlo y a sacarlo.

--Ahaa, mamá—gemí—Como me gusta, siiii, rómpeme mi culo, te quiero mamá, fóllame toda la noche.

Mi madre me besaba el culo mientras me lo rompía, tal y como yo le había pedido, no tardé en correrme como una puta, un chorro de líquido salió de mi sexo y mojó toda la cama.

--Ahaaaa-grité—Siiiii, me corrooooo.

Después de eso nos quedamos tumbadas, desnudas y tocándonos, ambas sabíamos que nuestra vida había cambiado para siempre y a mejor.

A partir de ese momento lo hacíamos casi todos los días, en la cocina, en el salón, incluso en el coche de viaje, a día de hoy ya no vemos ese video, hemos hecho nuestros propios videos, mi novio acabó por dejarme diciendo que no le daba el placer que necesitaba, pero no me importó, mi amante es mi madre, y no necesito más que su cuerpo y su sexo.

Por cierto, semanas después recibimos un cheque por una suculenta suma de dinero, ambas sabíamos de que era, al final al menos esos cabrones cumplieron su palabra.

 

¿Continuará?