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Mi primera vez con creampie

en Hetero: Primera vez

Bueno este es mi primer relato, así que no esperen mucho profesionalismo. Me llamo Miriam, y les contaré el día que supe que era "Creampie" y como lo disfruté.

Había estado yendo a la casa de mi novio Héctor, sobre todo por las  tardes para para pasar tiempo con él, ya que por su trabajo no nos quedaba mucho tiempo para disfrutar el uno del otro. Procuraba llegar antes que él normalmente para ver televisión y usar su portátil, mientras lo esperaba.

Ese día quería sorprenderlo así que me arreglé más de lo normal, me puse una blusa naranja escotada y una falda negra algo corta, deje mi cabello suelto porque sabía que eso lo mataba,  bien me arreglé sólo para él. Cuando llegue no había llegado así que me dispuse a navegar mientras hacía tiempo, prendí su portátil y cuando inicié en navegador, me preguntó si quería  reanudar la sesión previa, a lo cual accedí.

Me di cuenta que la sesión estaba llena de pestañas de páginas porno, con la búsqueda Creampie por doquier, justo cuando iba a darle clic a un vídeo para ver de que trataba, llegó él. Cerré la tapa del portátil rápidamente, y corrí a sus brazos. Él por su parte se sorprendió al verme.

-       ¿Estamos celebrando algo? – Me preguntó extrañado mientras me besaba.

-       No ¿Por qué lo dices? – le respondí.

-       Bueno normalmente, no vienes vestida de ésta forma – me señaló con su mano mi vestimenta.

-       Bueno… No quiero que pienses que soy una descuidada – Le contesté justificándome.

-       Está bien ¿Quieres hacer algo esta noche? – Me extraño su pregunta y le miré confundida, el entendió - ¿Quieres ir a cenar o quieres quedarte a ver películas conmigo? –

-       No sé…Creo que ver películas. –

Terminó de llegar con sus cosas y pasó a su recamara, en cuanto entró al pasillo puse su portátil en su lugar y le seguí.

Esperé a que se quitara la camisa para acercarme y darle un beso, pero no era cualquier beso, se lo planté apasionadamente, mientras me enganchaba de su cuello y lo halaba hacia mí esperando respuesta. Él ni tardo ni perezoso, se prendió y correspondió mi beso de la misma forma. Nuestro beso nos dejaba sin respiración, su lengua se entrelazaba con la mía  y por fin terminamos por tumbarnos en la cama. Sus manos se paseaban por todo mi cuerpo mientras yo no sabía qué hacer con las mías y solo acariciaba su cabello. En un momento paramos de besarnos y me miró extrañado.

-       ¿Segura que quieres seguir? – Asentí inmediatamente la realidad es que no me había sentido segura de entregarme a un hombre pero con él me sentía bien en todos los aspectos.

-       Sí, sí quiero. – reafirmé.

Me levanté y me quité la blusa y la falda quedando solo en sostén y bragas,  quité mis zapatillas y el me miraba atónito. Me acerque nuevamente con la intención de quedar encima de él, y le agradó la idea. Me acomodé de forma que quedará con mi conchita a la altura de su verga. Me froté frenéticamente  por un momento sobre su pantalón porque sabía que ya la tenía dura. Le gustó y me separó un poco para quitárselo, claro yo le ayudé. Parecía desesperada.

-       Quítate el bra, amor, déjame ver tus tetitas – me dijo mientras quedaba en boxers.

Me quité el sostén inmediatamente y liberé mis tetas, las cuales no son muy grandes pero con lo que traía puesto me las hacía ver un poco más grande.

Él exclamó un levé "Mmm" mientras me las apretaba y me jalaba mis pezones, yo por mi parte gemí enseguida a su contacto. Me volví a acomodar encima de él. Y me seguía magreando las tetas, me encantaba como sus dedos jugaban con mis  pezones duros y excitados, movía las caderas de forma sugerente sobre su verga.  Podía ver que a él le gustaba dejó mis tetas un momento y posó sus manos en mis caderas para dirigir mis movimientos, yo estaba en las nubes, me quería ensartar esa verga a la voz de ya.

-       ¿Te gusta amor? – le dije mientras veía la cara de excitación que tenía y aceleraba mis movimientos.

-       Tranquila, pequeña harás que me venga en el bóxer – me paró en seco.

-       Acércame esas tetitas a la boca, anda –

Le acerqué mis tetas empezó a lamer alocadamente, parecía becerro, me succionaba de forma bruta pero me  encantaba, me las quería dejar rojas. De pronto siento como mete su mano debajo del panty que traía y empieza a jugar con mi clítoris y me mete dedos. Empiezo a gemir, estaba excitada o lo que le sigue.

-       Que rica estás, y pensar que hacías la del rogar para coger –

-       Sigue lamiendo mis tetas amor, sigue, no pares – susurré

Paró, se quitó el bóxer y me quito las pantis me dijo que me abriera de piernas, me lo frotó un largo rato, mi conchita estaba babosa de tanto flujo, él con la punta me la refregaba a los largo de mi concha y me pegaba con la punta en mi clítoris, esto me hacía estremecer.

-       Es hora ¿La quieres? – me jodía engañándome con meterla

-       Sí – respondí

-       Pídemela, anda, pequeña – me exhortó

-       Dámela, amor, dame tu verga – le dije

-       Sí mi putita – terminó de decir cuando me la ensartó de un solo.

Empezó a bombear de una manera alocada, y a decir cosas, como que estrecha estas, que rica amor, apriétame más con tu concha, y me excitaba mucho. Sólo gemía porque estaba en el cielo, al sentir a mi hombre así dentro de mí. No tardé mucho en arquear mi espalda y anunciarle que me había producido un orgasmo, en cuanto terminé de contornearme, me la sacó y se paró.

-       Pequeña dame placer con tu boquita, anda – me la acercó y la meneó cerca de mi cara, pero después del placer que me hizo pasar no pude decirle que no.

-       Sí amor – Me hinqué  y justo daba mi cara hacia su verga, se la mamé con pasión. No era el primer hombre en mamársela, así que me esmeré en darle lengua a todo su glande, y concentrarme en la punta mientras con mis manos le acariciaba los huevos.

-       Sí amor así, pequeña…Ahh….sigue así. – decía entre cortada su voz.

Yo seguía con lo mío me la metía lo más que podía a mi boca, hasta llegar a provocarme arcadas en eso me agarró de mi cabello y me empezó a coger por la boca. Yo sólo me dejé hacer.  De repente paró. Recuperé aire.

-       Amor… ¿Qué es Creampie? – Le pregunté volteándolo a ver hacia arriba.

-       ¿Quieres saber? – me pregunto mientras acariciaba su verga.

Asentí, y me ordenó que me pusiera en cuatro. Entonces me penetró nuevamente mientras me pellizcaba los pezones, Enloquecí y también empecé a moverme por cuenta propia, cada vez quería que la penetración fuera más profunda. Se acercó a mi oído.

-       Creampie es cuando un hombre eyacula dentro de su mujer, se fija como sale todo el semen de la conchita – me susurró

Abrí los ojos como plato, además de no llevar preservativo, me di cuenta que él no se había corrido, y entonces me intenté alejar.

-       No amor, puedo quedar embarazada –le dije asustada, pero él se aferró a mis caderas, halándome hacia él sin soltarme.

-       ¿No te gustaría saber que se siente un Creampie, Pequeña? Me excita saber que puedes quedar preñada, anda, déjame venirme dentro –

-       No. – intentaba separarme sin éxito.

-       Claro que sí te vas a dejar – me agarró más fuerte y siguió bombeando.

Aceleró, y de repente se dejó venir, llenándome de semen, y gruñendo de satisfacción, sentí tan rico me vine con él, arqueé nuevamente mi espalda, y sentí los chorros de semen caliente llenarme. Se separó me vio la concha, que escurría su semen.

-       Pequeña con todo lo que me vine, seguro te hago un bebé – alardeó metiendo su semen con su dedo.

-       Eres un tonto – intenté cerrar mi piernas pero no me lo permitió – ¿Qué tal si termino embarazada?

-       Te verás hermosa, con tu pancita amor, y me darán más ganas de cogerte ¿No te gustó el Creampie?

Me quede callada, la verdad sí me excitó saber que podía quedar embarazada, y más el hecho de  cómo me lo dijo.  Se acostó a mi lado, y me besó, diciéndome lo mucho  que me amaba, yo le correspondí y me quede dormida.