Tenía 18 años y aunque había tenido dos novios serios nunca había tenido relaciones sexuales con ellos; siempre tuve miedo de no ser buena en el sexo o que no me gustara y esa fue la principal causa de que nunca me hubiera acostado con alguno de mis ex.  Antes de continuar me voy a describir,  mido un metro setenta, soy de piel aperlada, ojos color miel, mi pelo era corto hasta mis hombros en ese entonces ahora tengo 28 y es mucho más largo;  soy delgada siempre he pesado alrededor de los 44 – 50 kilos, mis pechos son 34b  y mis glúteos son firmes, mi talla en pantalón en 3 y mi estoy orgullosa de mi abdomen plano y marcado. 

No estaba muy segura del por qué escogimos este bar pero bueno ahí estábamos, esa noche me había vestido lo más sexy que pude, me puse un minivestido color negro, unos zapatos de tacón de aguja y debajo llevaba una tanga de encaje y  un brasier a juego de media copa. Le había contado a mi mejor amiga Lola que estaba harta de no saber cuál era el alboroto por el sexo y que hoy sería mi primera noche en busca de perder mi virginidad Lola me dijo que estaba loca y que debería esperar a conocer al elegido pero la verdad es que ya había pensado en dos ocasiones que lo había conocido y seguía siendo virgen

Entramos al bar y nos decidimos por sentarnos en una mesa del fondo, la música era buena, pedimos unas bebidas y después de un rato nuestros amigos llegaron, cuando vi a Luis me emocione él y  yo habíamos estado platicando mucho por Messenger sobre muchas cosas, el era un compañero de la universidad  a la que asistía y el ahora se encontraba suspendido seguíamos manteniendo la comunicación y últimamente platicábamos de muchas cosas entre ellas sexo, relaciones y fantasías; estábamos coqueteando por Messenger pero era muy diferente verlo en persona.

—flaca; que guapa estas hoy — dijo mientras me saludaba dándome un beso en la mejilla

—hola Luis, donde esta Gaby — conteste,  Gaby era su novia llevaban más de tres años juntos y siempre iba a todos lados juntos se me hizo raro no verla con el

—no podía venir mañana tiene un examen temprano — dijo mientras ponía una de sus grandes manos en la parte baja de mi espalda. Luis era un chico guapo de ojos verdes, piel blanca y muy alto medía un metro ochenta siete y tenía unos labios rojos y carnosos

Es una lástima — dije pero en verdad me alegraba de que no hubiera venido, sabía que mi relación con Luis se estaba poniendo intensa y me gustaba así que estaba decidida hacer que Luis fuera el primer hombre en mi vida.

Nos pusimos a bailar y  yo me arrimaba a Luis cada vez que podía y el tocaba mi nalgas, mi pecho disimuladamente, cuando ya era muy entrada la noche, Lola anuncio que tenía que irse y Alberto su amigo con beneficios le iba a dar un aventón, lo cual significaba que iban a tener sexo.  Le dije que no había problema que se fuera que yo tomaría un taxi a casa cuando Luis dijo que él me llevaría

—No tienes por qué llevarme a casa, te voy a desviar mucho — dije mientras caminábamos hacia su coche

De pronto Luis me agarro con fuerza de la mano y me presiono contra la pared de un edificio una de sus manos sujetaba fuertemente mi cintura  y me beso fuerte y duro mientras habría con su lengua mis labios, la mano que no estaba sujetándome tocaba mi pecho instintivamente me arque hacia el

—Toda la noche quise hacer esto — dijo mientras volvía a besarme

Después de lo que parecieron horas nos dejamos de besar seguimos caminando al coche, cuando entramos Luis me dijo que toda la noche estuvo conteniéndose para no llevarme a uno de los baños del bar y cogerme, sus palabras me excitaban y mi coño esta húmedo de solo escucharlo; nunca me había sentido así antes, con otro hombre.  Luis iba manejando hacia mi departamento  y  en cada semáforo en rojo me daba un beso, tocaba uno de mis pechos o metía su mano debajo de la falda de mi vestido y jugaba con mi clítoris, haciéndome gemir ;  yo  por mi parte tenía mi mano sobre el bulto de sus pantalones y lo frotaba, en un semáforo no pude aguantar más y abrí el cierre de su pantalón saque su pene que era grande largo y grueso y empecé a masturbarlo; el cerro los ojos  y cuando los abrió vi en su cara deseo, arranco el coche sin que la luz hubiera cambiado a verde.

Yo vivía en un edificio mi departamento estaba en el segundo piso, subimos las escaleras besándonos tocándonos, cuando abrí la puerta Luis me cargo en vilo y envolví  mis piernas alrededor de su cintura, empezó a besar frenéticamente mis pechos, mi boca, mi cuello

—Que rica estas — dijo mientras metía chupaba uno de mis pezones, me acostó en el único sillón que había en mi casa él se quito los pantalones y me ayudo a desnudarme, inmediatamente volvió a besarme mientras con una de sus manos tocaba mi clítoris

—Me voy a venir — le dije mientras llegaba a un orgasmo fuertemente, el siguió moviendo sus dedos y presionando mi clítoris y cuando sintió que me venía metió dos dedos dentro de mi coño mojado y eso solo hizo que volviera a llegar al orgasmo de nuevo

El sonreía  mientras mi respiración se hacía regular saco sus dedos de mi coño y los llevo a su boca

—sabes riquísimo

Y sin decir más volvió a meter uno de sus dedos los saco  y lo metió en mi boca yo chupe su dedo y pude probarme a mí misma, después el se puso de pie me levanto y me llevo a mi cuarto, me acostó en la cama y me dijo

—se que es tu primera vez — dijo mirándome a los ojos — no te voy a mentir te va doler un poco al principio pero prometo que después el dolor desaparecerá y solo sentirás placer —  dijo mientras hacia un camino de besos hasta mi coño siento su aliento caliente y húmedo  su lengua empieza a moverse dentro y afuera como lo hicieron sus dedos hace unos momentos en la sala, uno de sus dedos presiona mi clítoris de pronto aparta su lengua y su boca esta besando mi boca me pruebo a mi misma en sus labios sus piernas abren las mías y la punta de pene se encuentra en la entrada de mi húmedo coño

—mírame, dice y abro lo ojos y sin más mete su pene dentro de mí, siento dolor y siento como mi cuerpo se abre y se acostumbra a él, el saca su pene y lo vuelve a meter, de nuevo

—estas muy apretada — dice mientras vuelve a entrar, el dolor se está convirtiendo en otra cosa, y conforme el saca y mete despacio yo empiezo a mover mis caderas al ritmo de sus movimientos, el  me besa y me dice que envuelva mis piernas alrededor de su cintura fuerte , lo hago y empieza a meter y sacar más rápido más fuerte, las sensaciones son enormes y siento que llego de nuevo al orgasmo,  sale de mí y me dice que me ponga a cuatro lo hago y él se pone detrás de mí y me la mete toda de un solo golpe, empieza a salir y entrar más fuerte

—mas fuerte, digo gritando y él se mueve más fuerte una de sus manos acaricia mi clítoris y siento de nuevo que vuelvo a llegar

—aprietas muy rico si sigues así me voy a correr dentro — dice y sigue entrando y saliendo y yo llego a mi quinto o sexto orgasmo de la noche cuando estoy a punto de venirme otra vez el grita un

—me vengo — y siento como su pene se ensancha dentro de mí y como algo caliente llena mi vagina y eso hace que me corra de nuevo,

El se tumba en la cama y yo caigo rendida a un lado del, me besa de nuevo y me dice que tenemos que limpiarnos, me lleva al baño y abre la llave del agua caliente, nos enjabonamos y limpia con el jabón mis piernas manchadas de semen y sangre, el limpia su pene también cuando terminamos de bañarnos, volvimos hacerlo esta vez fue más duro y fuerte que la primera vez y Luis termino en mi abdomen, me dijo que mañana debería tomarme la pastilla del día siguiente para evitar un embarazo después nos quedamos dormidos.

Me despierto a la mañana siguiente adolorida, pero satisfecha me doy cuenta que Luis se ha ido, cuando salgo de mi habitación veo a lola y me pregunta cómo me fue con una sonrisa en la cara le digo que muy bien cuando le digo que también tengo que comprar la píldora del día siguiente.

Espero que les guste, es mi primer relato de la primera vez que tuve sexo después de esa noche volví a costarme con Luis otras veces y aun lo hago, actualmente está casado, yo sigo soltera pues la verdad es que me gusta mucho el sexo y aun no he encontrado al hombre que me satisfaga en todo y por el cual siente cabeza.