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Harry Potter y el Lago del Fénix (7)

en Parodias

Capitulo 15: Pasillos Solitarios

 

El ambiente del colegio no mejoraba con el paso de los días, que luego se volvieron semanas donde los estudiantes no tenían otra opción que estar de acuerdo con la nueva directora y su Brigada Inquisitorial que le hacia la vida imposible a cualquiera que no se cuidara de ellos. Con el paso de los días, Umbridge adquiría mas poder y era casi imposible destituirla de su cargo.

Harry corría fuera de las mazmorras del colegio,  acababa de salir de su clase de Oclumancia con Snape, al parecer era la ultima de todas sus clases con el temido profesor de Pociones, mientras Harry caminaba de vuelta a la Sala Común, su mente le bombardeaba de preguntas y no sabia a cual darle mas importancia.

¿Por qué mi padre ha sido así con Snape? ¿Acaso el y mi madre no se amaban con cariño? ¿Porque nunca Sirius y Lupin me hablaron de aquella otra cara de mi padre?

Recostado en su cama, su mente estaba más desordenada que el cuarto de Dudley  en Privet Drive. No quería darle mas vueltas al asunto pero mientras menos quería, mas curiosidad tenía. Había que buscar la forma de responder sus preguntas y esas eran dos personas: Sirius y Lupin

A la mañana siguiente, después de la hora del desayuno, camino  por los terrenos del colegio ya que tenia una hora libre antes de la siguiente clase. No sabía como sentirse con respecto a una conversación que tuvo antes de su clase de Oclumancia el día anterior

“¡Fue culpa de Marietta! ¡Todo fue culpa de tu querida amiga!”

“Lo siento, ella no quería, Harry, de verdad que ella…. “

“Gracias por nada Cho”

“Tienes que entenderla”

“Claro, así dejaríamos que Umbridge gane mas poder del que tiene”

“No seas así Harry”

“No comiences a llorar”

“¡No estoy llorando!”

Cho no le había vuelto a hablar, a Harry no le preocupaba, al fin y a cabo su amiga fue la causante de que estuvieran ahora pagando las consecuencias, sin Dumbledore en Hogwarts, todo parecía perdido y por si fuera poco, los sueños del Departamento de Misterios no dejaban de atormentarlo, a cada paso de lograr su cometido de abrir la puerta, siempre era interrumpido.

Sin mas que pensar, se sentó cerca del lago de Hogwarts y admiraba aquel gran espejo de agua que estaba ante el, y a lo lejos podía apreciar como el Calamar gigante  movía sus tentáculos  fuera del lago. Harry buscaba la forma de cómo llegar hasta su padrino y preguntarle sobre lo que había visto en el pensadero de Snape, luego de tomar unas piedras para lanzarlas por el lago y unos silenciosos minutos, el muchacho dio con el plan necesario para llegar hasta Sirius: Usaría la chimenea de Umbridge para comunicarse con el numero 12 de Grinmauld Place.

-¿De verdad que eso es lo que piensas hacer?- le decía Ginny dos horas mas tarde cuando el joven le contó en que consistía su plan.

-Si, solo necesito una distracción de más o menos 20 minutos para entrar en el despacho de Umbridge y hablar con Sirius- indico Harry

-Déjanos eso a nosotros-dijeron dos voces al unísono

Fred y George habían aparecido de repente por aquellos lugares y se disponían a prestarle toda su ayuda a Harry.

Veinte minutos mas tarde, Harry se encontraba en el numero doce de Grinmauld Place luego de esperar a que los gemelos Weasley explotaran un pantano en un pasillo de Hogwarts creando la distracción necesaria para que el joven usara la chimenea de la temida directora.

-¿Por qué nunca me dijeron que mi padre era un arrogante y le gustaba pavonearse en el colegio? Mi madre no lo quería, lo odiaba más que a nadie- preguntaba Harry a un desconcertado Sirius que no esperaba la visita

-Tienes que entender que muchas cosas suceden con el paso de los años Harry- le decía Sirius tomando un asiento en el comedor de Grinmauld Place

-Mi padre se aprovechaba de Snape y mi madre lo defendía- expreso Harry sin dejar de mirar a su padrino

-Snape no fue educado con Lily aquel día, y James la defendió- dijo Sirius- Snape en esos momentos fue más apegado a las artes oscuras y no era buena persona

-¿Qué sucedió después con mis padres? ¿Cómo dejaron de odiarse?-pregunto Harry

-James cambio en el 7mo año, se volvió mas popular y tenia numerosos logros, Snape le envidiaba, se le notaba mucho en su mirada pero tu madre comenzó a sentirse atraída por tu padre - respondió Sirius con un aire nostálgico –tienes que saber que en aquellos tiempos, hacíamos muchas travesuras, eran buenos días, nunca olvidare cuando estábamos juntos los cuatros

Harry no sabia que responder, se sentía aun con curiosidad de aquel pensadero de Snape, tenia ganas de poder entrar de nuevo y seguir viendo lo que hacían sus padres.

No tenia mucho tiempo para hacerle mas preguntas a su padrino porque la distracción estaba por acabar y solo era cuestión de tiempo para que Umbridge lo pillara con las manos en la masa, Harry se despidió de su padrino y salio de la chimenea justo a tiempo para observar que los gemelos Weasleys habían sido capturados por Filch y Umbridge los iba a hacer sufrir pero eso no duraría mucho

Fred y George habían invocado escobas y entre los aplausos de los alumnos (y algunos profesores) abandonaron Hogwarts para siempre dejándole su legado de travesuras a Peeves quien no lo dejaría morir en vano. Los gemelos abandonaron Hogwarts y Harry aplaudió a aquellas personas que tantas veces lo han hecho reír con sus travesuras.

Los días previos a los TIMOS se estaban comenzando a poner muy tensos para los estudiantes, la partida de los gemelos Weasley alegro un poco el ambiente que la directora no tardo en apagar como una vela, de un soplo muchos alumnos en contra de su mandato se encontraban cumpliendo terribles castigos, cosa que le agradaba de gran manera a la Brigada Inquisitorial comandada por Malfoy.

Aquella noche Harry tenía bien planificado lo que iba a hacer, tenía que llegar al despacho de Snape y entrar en ese pensadero para poder aclarar sus dudas aunque temia que esos recuerdos se mantuvieran allí pero el joven mago no perdía la esperanza, armado con  su varita y su capa de invisibilidad se dispuso a recorrer el castillo en dirección a las mazmorras del colegio.

Durante aquel recorrido, el muchacho no pudo evitar encontrarse con personas que rondaban a altas horas de la noche, la brigada no solo se encontraba fastidiando sino que además se aprovechaba del momento para poder ganar algo a cambio.

-¿De dónde eres?-preguntaba Draco Malfoy a una chica que previamente había pillado  en los pasillos.

-Soy de Hufflepuff- respondió con voz baja- solo quería ir al baño, déjame ir

-¿Irte?- Draco soltó una leve carcajada- debe ser que no sabes quién es la voz al mando en este momento- empujo a la chica contra la pared- yo decido cuando te vas

El rubio y la chica de Hufflepup se encontraban muy cerca, casi podían sentirse uno al otro la respiración, por alguna extraña razón no hubo forcejeos ni resistencia alguna, ambos se encontraban mirándose fijamente , nadie decía una sola palabra hasta que la mano de Draco soltó una mano de la muchacha y paso a recorrer desde los hombros hasta el rostro redondo de la chica, sus labios carnosos comenzaban a abrirse lentamente, el de Slytherin aprovecho para dirigir sus dedos hacia aquellos labios

-¡DEJAME!

-No lo creo- decía Malfoy mientras sacaba su varita y apuntaba a la muchacha murmurando algún conjuro

Harry no llego a escuchar aquel encantamiento pero la escena que se encontraba viendo entre aquellos personajes se estaba volviendo más interesante.

La chica de Hufflepuff ya no opuso más resistencia y solamente se quedaba mirando al joven Malfoy que lentamente volvía a poner sus manos sobre ella, acariciando su bella cabellera negra, suavemente comenzó a rodear su cuello de besos lentos pero intensos en cada uno, aquella chica comenzaba a respirar de forma un poco más rápido mientras que el rubio no se detenía en lo que hacía, no dejo ninguna parte de su cuello sin besar y luego se dirigió a aquella túnica que llevaba en ese momento, nunca entendía porque debían llevar aquello que su única función era evitar mostrar las bellezas que muchas alumnas de Hogwarts ocultaban tras él.

-Suéltame maldito enfermo-expreso aquella chica que no parecía poder zafarse de aquella situación

La túnica cayó al piso, Malfoy puso observar aquella belleza escondida en un cuerpo de niña, sus senos redondos resaltaban por encima de cualquier otra parte, con cada respiro de la muchacha se movía hacia arriba y parecía que fueran a salir de la camisa donde ocultos se encontraban. El chico seguía besando cada parte de su cuerpo mientras desabotonaba aquella camisa dejando ver aquella belleza, para sorpresa del mismo, la joven de Hufflepuff no tenía sostén.

-Que hermosos-comentaba Malfoy y sin mediar palabra procedió a quitarle su camisa dejándole ver unos lindos pezones de forma picuda pero listos para ser probados, cosa que no dudo en ningún momento.

Se adentraba más y más en aquellos carnosos senos mientras la mirada perdida de la chica daba a entender que había perdido el control total sobre su cuerpo mientras el muchacho procedía a chuparle sus pezones, aunque no podía negar que le gustaba...

Un fuerte ruido que provenía de un lugar cercano detuvo la acción por completo, Harry había volteado a lugar donde creía venia el ruido con varita en mano, resultaba ser una sombra muy alta para ser un estudiante de Hogwarts o la cara de sapo. El joven mago se había olvidado por completo de su misión a cumplir aquella noche y cuando volteo al lugar donde se encontraba Malfoy y la chica, había notado que desaparecieron en el acto. Con un poco de  molestia Harry comprendió que debieron haberse ido para evitar ser descubiertos y sin más que agregar prosiguió su camino al despacho del profesor de Pociones.

-¡Genial!

Snape para suerte de Harry se encontraba en su despacho dando vueltas de un lado a otro, no parecía estar pensando en algo ya que su mirada se encontraba fija en algún punto sin definir cuál era en sí. Harry logro escabullirse en el despacho y alojarse en un lugar donde se encontraba alejado del profesor mientras el mismo seguía recorriendo la sala.

Finalmente se detuvo en el pensadero donde hace algunos días Harry y el tuvieron un encuentro , el profesor miro aquellos lagos de pensamientos que allí se almacenaban y la luz que emanaba se mostraba en su rostro con nariz ganchuda, sin mostrar sentimiento algunos Severus puso su varita en su sien dejando caer un hilo de sus recuerdos en el pensadero, se pudo notar que después de hacerlo se encontraba bastante aliviado como si se hubiera quitado un gran peso de encima, se quedó mirado aquel pozo por un largo tiempo hasta que finalmente dio por concluido su estadía en ese lugar y se marchó a dormir.

Harry no dudo en acercarse lentamente al pensadero una vez el profesor se retiró del despacho, si tenía una mejor oportunidad para poder averiguar más de sus padres, ese era el momento. Se aseguró que ninguna persona lo interrumpiría como aquella vez y vio aquel mar de pensamientos de Snape, respiro profundamente y sin perder mas tiempo, entro en el pensadero.

Hubo un mar de recuerdos que pasaban a toda velocidad y ninguno se lograba ver con claridad, el joven pensó que vomitaría de tantas vueltas que daba hasta que finalmente se golpeó con el tronco de un árbol, después de maldecir por lo bajo y ponerse de pie se dio cuenta que se encontraba en los terrenos del colegio, la tarde avanzaba lentamente en Hogwarts y muchos estudiantes se encontraban recostados en el suelo viendo el lago o bien, caminando o jugando algunas partidas de naipes explosivos para entretenerse un rato, al parecer se encontraba en los últimos días de clases y seguramente muchos tenían horas libres.

Severus Snape se encontraba mirando al Calamar Gigante asomando sus tentáculos en el lago, tenía un aire desanimado (podrían haber sido los TIMOS, nadie sale con buena actitud de esos exámenes), se encontraba leyendo un libro pero aquella acción del calamar le hizo distraerse un poco. El joven de nariz ganchuda no lograba sacar de su mente aquella situación con James Potter y su pandilla que ocasiono una ruptura en su relación con Lily Evans.

Se levantó y justo cuando disponía a marcharse a su Sala Común, unas sogas unieron sus pies impidiéndole moverse, intento mantener el equilibrio pero sin éxito. Sirius y James apuntaba con sus varitas a Snape y este se limitó a soltarles una serie de groserías que ocasiono que los estudiantes que lo rodeaban se alejaran y otros lo miraran con caras de desaprobación.

-¡Quejicus! Deberías de verdad considerar lavarte esa boca – se mofaba Sirius

-No te tengo miedo Black-se defendía Snape

Canuto y Cornamenta soltaron grandes carcajadas mientras seguían apuntando con sus varitas al pobre joven.

-Seguro que ni en un duelo justo me puedes hacer daño, Maestro de las artes oscuras- decía James

-Siempre luciéndote con los demás Potter,  debes de saber que esa actitud no te ayuda en nada- le comentaba Snape- ni siquiera Lily te aprueba

-¿Lily?, yo por lo menos no le ando diciendo “sangre sucia” a todo el mundo por ahí- recordaba James

-A ti que te importa, yo respeto a Lily más de lo que tú crees- espetaba Snape

-Si claro, Ya veremos que piensa ella de ti cuando se lo preguntemos- dijo James

-¡Expelliarmus!

La varita de James salió despedida y cayo a unos cuantos metros del joven, Snape había logrado sacar su varita y defenderse, justo cuando Sirius sacaba la suya, el muchacho fue más rápido.

-¡Desmaius!

 

El hechizo le dio en el pecho a Sirius y este cayó al suelo totalmente aturdido, Severus logro librarse de las sogas al momento que James corría a donde había caído su varita, el joven logro derribarlo y sin mediar palabras, ambos comenzaron a intercambiar golpes entre sí.

Lupin y Peter Pettigrew llegaron al lugar y procedieron a separar a los jóvenes que parecía que se encontraban pegados el uno al otro ya que resulto muy difícil detenerlos, Snape tenía el labio superior partido y James varias marcas en su rostro.

-Me las vas a pagar Quejicus-amenazaba James señalándolo con el dedo

-Atrévete y será lo último que hagas-se defendía Severus levantando la varita

Los cuatro amigos se marcharon del lugar, Snape guardo su varita y de dispuso a continuar con su lectura en otro lugar pero una persona que se encontraba lejos de él lo miraba y el joven no tardo en percatarse de quien era.

Lily Evans con su larga cabellera pelirroja le clavaba sus ojos verdes en señal de desaprobación, al parecer había visto todo el desorden que había ocurrido hace poco , Snape no podía evitar mirarla a ella y sentirse culpable por lo que había ocurrido hace algunos días.

-¡Lily!

La chica se alejó corriendo del joven y este la siguió por los pasillos del colegio, aunque ella resultaba ser muy veloz e intentaba perder a Snape en cada piso o esquina que cruzaba hasta que finalmente se ocultó en los baños del segundo piso (los de Myrtle la Llorona)

Snape logro alcanzarla en los baños y al llegar vio que Lily se encontraba de espaldas a él, mientras el joven se acercaba no pudo evitar escuchar algunos sollozos de la chica, mientras más se aproximaba a ella, el pulso le temblaba y se olvidaba que había entrado a un baño de chicas (al final no muchos iban a ese lugar por el fantasma)

-Déjame Severus- soltó finalmente Lily sin voltearse hacia el

-Lily, perdóname- decía Snape mientras ponía una mano en el hombro de la chica-No era mi intención herirte

-Si claro

-De verdad, perdóname

-Eres igual a Potter

-No me compares con Potter-decía Snape alzando un poco la voz

Lily se había volteado y lo miraba con sus hermosos ojos verdes, Snape no podía evitar sentirse atraído por ellos, sin haberlo notado era la primera vez en mucho tiempo que se encontraban solos en aquellos lugares de Hogwarts que parecían únicos, no solo porque estaban embrujados sino porque albergaban una atmosfera cálida y placentera.

-¿Por qué no me dejas sola?- preguntaba Lily mientras se cruzaba de brazos y le clavaba más la mirada

-Porque me importas -aclaraba Snape

-Tal vez piensas eso de mi de verdad, desde que te juntaste con tus amigos eres simplemente diferente a como te conocí-decía Lily como si no hubiera escuchado lo último que dijo el joven

-No he cambiado Lily

-Mejor no malgastes más aliento Severus, me voy

Pero la chica se mantenía sujetada por las manos de Snape

-Suéltame

Snape y Lily seguían intercambiando miradas, los profundos ojos negros del muchacho examinaban cada parte de su amiga que a pesar de su edad tenía un muy buen físico, la falda daba a mostrar sus hermosas piernas y el suéter del colegio no ocultaba sus desarrollados senos, Snape seguía sujetando a la chica y paso a rodearle la cintura y acercar sus labios…

-Severus...

La chica saco su varita pero Snape se había acercado lo suficiente a ella como para que esta no tuviera muchas opciones de moverse, no sabía porque no oponía mayor resistencia pero muy pronto comenzó a sentir como los labios del chico pasaban por su desnudo cuello y lo recorrían suavemente, no pudo negar que aquello le gustaba y sus brazos rodeaban al muchacho que no se detenía, comenzó a subir hasta llegar a sus mejillas que se habían puesto algo rojizas, Lily había cerrado los ojos.

El beso no se hizo esperar y poco a poco los labios de ambos se unieron con suaves roces hasta unirse en una apasionada muestra de cariño, Lily había soltado su varita y acariciaba la cabellera de Snape, este no despegaba las manos de la cintura de su amiga mientras los besos se volvían más intensos.

Snape desnudaba lentamente a Lily y esta de una forma muy tonta pero que no molesto al chico, hacia lo mismo, cada botón que desabrochaban aceleraba sus corazones e intensificaban aún más aquellos besos apasionados, al descubierto quedaron los hermosos senos de Lily Evans que Snape no demoro en besarlos y acariciarlos mientras ella agitadamente y acariciaba la cabeza del muchacho.

Snape muy torpemente le desabrochaba la falda y una mano se puso sobre la de él, tal vez Lily no aprobaba que se llegaran a esos límites pero su sorpresa fue cuando ella lo ayudo a librarse de aquella vestimenta dejándole ver su ropa interior de un color verde claro, la chica ya no oponía ninguna resistencia y tomo la iniciativa al desvestir al chico que a diferencia de muchos hombres de su edad, no tenía la musculatura aun desarrollada y se encontraba muy delgado. La pelirroja ahora era quien besaba el cuello de Snape mientras este acariciaba su espalda y bajaba hasta sus levantadas nalgas que no daban ningún indicio de tener grasa. No podía controlar su erección y la chica se había percatado de aquello.

Ambos jóvenes se tumbaron en el frio piso del baño , Snape seguía adentrándose más y más en el cuerpo de Lily y ella no paraba de respirar agitadamente mientras mantenía los ojos fuertemente cerrados hasta que sintió como una mano llegaba hasta su intimidad y dos dedos fueron lentamente introduciéndose en su vagina.

-Severus….

Ella se encontraba completamente mojada y aquellos dedos entraban y salían con una facilidad, Lily comenzaba a soltar pequeños gemidos, se agarraba de la espalda del chico, sus uñas se clavaban, el joven tenía el corazón a millón mientras de desabrochaba el pantalón y mostraba su erecto pene de un tamaño considerable. Seguía besando a Lily mientras aproximaba su miembro a la entrada de la chica y en un momento, había penetrado la intimidad de su amiga.

El grito de placer se vio opacado por que ambos jóvenes seguían besándose apasionadamente mientras poco a poco el pene de Snape entraba y salía de  Lily, ella seguía sujetándose fuertemente de la espalda del chico y las marcas de sus uñas se hacía más notorias a medida que la velocidad de penetración iba aumentando, estaban en el paraíso. Tímidamente la muchacha dirigía sus manos a las nalgas del joven insinuando que entrara más en ella y este no desobedeció.

Snape se sentó y Lily procedió a sentarse en su pene todavía erecto mientras seguían disfrutándose uno del otro, ella no se soltaba de la espalda del joven mago mientras dominaba por completo el acto sexual moviéndose lenta y luego rápidamente en la masculinidad de su amigo, los gritos de ambos comenzaba a ser cada vez más fuerte y el orgasmo estaba por llegar.

Una nube se interpuso entre Harry y la escena de amor entre su profesor de pociones y su madre, no pudo evitar sentirse realmente sorprendido y a la vez excitado por lo que acababa de ver, tal vez porque nunca se esperaba una escena así, el imaginaba que su progenitora había pasado por varios chicos antes que su padre pero nunca por aquella persona que tanto odiaba. Seguía dando vueltas entre los recuerdos pero no todo terminaba allí, poco a poco se fue adentrando en un recuerdo más.

Esta vez se encontraba en la Sala Común de Gryffindor, a Harry le pareció extraño que Snape tenga un recuerdo así siendo de Slytherin y termino por entender que ese recuerdo no venía de la mente del profesor de Pociones sino de quizás algún alumno de Gryffindor y esa persona se encontraba justo enfrente de él.

James Potter y Remus Lupin descansaban en el sofá frente a la chimenea con unos ánimos algo bajos, al notarse las marcas de golpes de James, ese recuerdo debía de ser unas horas después de la pelea entre Snape y su padre. La tarde había avanzado bastante y muchos estudiantes regresaban de sus respectivas actividades y poco a poco la sala se iba llenando.

-James- decía Lupin- necesitamos hablar en privado

-¿Porque?- preguntaba Potter de mala gana

-Es importante, sobre lo que encontró Sirius- respondía Lupin- creí que te interesaba

-Está bien- concluyo James-vamos

Cuando se encontraban en el solitario dormitorio de chicos de Gryffindor, Lupin cerró la puerta detrás de ellos y se sentó en su cama.

-Sirius ha estado buscando en los terrenos y creo que ha dado con la ubicación de ese lugar - decía Lupin

-¿Está totalmente seguro?- preguntaba James- No me gustaría toparme con otro mito de este castillo nuevamente

-Hoy lo vi muy seguro cuando me lo comento- aseguraba Lupin- tenemos que idear un plan para ir  sin que nadie nos vea.

-Podemos usar mi Capa

-Allí no cabemos los cuatro- recordaba Lupin mientras sacaba de su baúl una pluma y un pergamino- entrar allí es más complicado que burlar al Sauce Boxeador

-¿Y si volamos sobre el lugar en nuestras escobas?- proponía James mientras Lupin escribía en el pergamino

-Podría ser pero debemos de tener en cuenta que puede tener Hechizo Protectores muy poderosos James- dijo Lupin mientras seguía escribiendo en el pergamino.

¡Alohomora!

 

La puerta se abrió, James y Lupin apuntaron con sus varitas al que entraban, Sirius apareció en el acto

-Vaya bienvenida- decía mientras observaba a sus amigos

-Deberías decirnos que eres tu Canuto, estábamos hablando sobre como entrar al lugar que investigamos- decía James que guardaba su varita

-¿Te refieres al Lago del Fénix?- pregunto Sirius

-¿Así se llama?-preguntaba muy curioso Lupin- vaya nombre

- Es curioso la verdad pero desde que me puse a investigar los más oscuros secretos de Hogwarts, no había dado con el nombre hasta ahora- dijo Sirius- En la historia de la Fundación de Hogwarts se habla de ese Lago aunque se oculta con el nombre del Lago Negro. 

-¿Estás seguro de eso?- volvía a preguntar Lupin

-Más seguro no puedo estar Remus- aseguraba Sirius- me gustaría echarle un vistazo a ese Lago antes de irnos, quizás encontremos cosas muy interesantes ya que resulta ser un tesoro muy preciado de los fundadores de Hogwarts

-Debemos ir mañana, no creo que haya otro mejor momento para ir- dijo James que se encontraba mirándose al espejo

-Estoy de acuerdo contigo James- dijo Sirius

-No se diga más- concluyo Lupin

Los amigos procedieron a bajar a la Sala Común para no despertar ninguna sospecha de sus hazañas, Lupin y Sirius dispusieron a jugar una partida de ajedrez mágico pero James tenía hambre de curiosidad y aventura que Harry no tardo en percatarse, su padre procedió a meterse en su Capa Invisible y salir directo al oscuro castillo.

Hogwarts de noche no había cambiado mucho como lo veía Harry cuando él se disponía a recorrerlo al igual que su padre pero para ese momento se encontraban muchos estudiantes fuera de sus Salas Comunes y James hizo el mayor esfuerzo por no tropezar con ninguno de ellos. Cuando se encontraba por el solitario pasillo del segundo piso, un ruido lo hizo fijar su atención hacia el lugar de donde provenía: los baños.

Con un mayor sigilo James se adentró lentamente en el baño y aquellos ruidos resultaron ser gemidos de una chica (“se está masturbando alguien- pensaba”), la curiosidad crecía en su persona y para cuando logro visualizar desde un buen ángulo quien gemía, se llevó tal sorpresa que soltó un pequeño grito que no se escuchó debido a los gritos de la chica.

Las manos sujetaban fuertemente el lavamanos frente a Lily Evans mientras su pelirroja cabellera le cubría la cara y Snape la penetraba por atrás a un ritmo considerablemente rápido, este la tenía tomada por la cintura y miraba la espalda de la chica donde se podían apreciar algunas pecas, el sudor le recorría la cara y las piernas de su amiga comenzaron a tambalearse un poco pero él seguía sujeto a su cintura moviendo su pelvis contra las formadas nalgas de Lily.

Los gritos se fueron intensificando, parecía que no tuviesen miedo de ser descubiertos y a punto se encontraban de llegar al orgasmo mientras el anonadado James oculto bajo la capa invisible los miraba, finalmente ambos amigos se fundieron en un placentero orgasmo y Snape mientras respiraba más tranquilo seguía moviéndose detrás de su amiga quien se recogía el cabello.

-Esto no se queda así- susurraba James

James se quitó la capa invisible, mientras Severus y Lily seguían recuperándose del acto sin mirar hacia atrás, el padre de Harry había sacado su varita sosteniéndola en alto comenzaba a murmurar algún conjuro que no se llegó a escuchar, Lily se había dado la vuelta y cuando visualizo aquel acompañante no dudo en gritar.

¡POTTER!

La escena volvió a desaparecer ante los ojos de Harry quien todavía más sorprendido salió del Pensadero cayendo hacia atrás, noto el sudor en toda su cara y una fuerte erección en sus pantalones de la cual no se sintió orgulloso, de pronto sintió que la puerta del despacho comenzaba a abrirse y el joven fue rápido en ocultarse bajo su Capa

El adulto Snape volvió a aparecer, tenía aspecto de haberse levantado hace poco y tenía en sus manos un pergamino arrugado y muy viejo, Harry logro esquivarlo y llegar hacia la puerta que el profesor había dejado medio abierta, justo cuando disponía a irse ya que no encontraba motivos para quedarse más tiempo allí, escucho la voz de Snape.

-Te encontrare

Harry pensó que aquellas palabras iban dirigidas hacia el pero cuando volteo lentamente pudo apreciar que Snape había puesto aquel pergamino viejo y arrugado en su mesa al lado del Pensadero, el joven mago se detuvo a apreciarla un poquito más y se llevó las manos a la boca al resultarle familiar aquello, el pergamino que Lupin tenía cuando hablaba con James.

-El Lago del Fénix, pronto te encontrare – decía Snape con una seguridad indudable.

Capítulo 16: Hogwarts esconde muchos Secretos

 

Los T.I.M.Os no se hacían esperar cuando llego junio y los estudiantes de quinto corrían de un lado a otro, muchos cargaban preocupaciones de todo tipo y otros no podían dormir por la tremenda presión que aquellos exámenes implicaban , aunque tuvieron todo un año para estudiar, jamás se habían sentido tan inseguros como en ese momento, algunos optaban por ser rebeldes, otros por ser estudiosos dando lo mejor y una pequeña minoría simplemente no le daban mucha importancia actuando al mayor estilo de Fred y George lo que ocasionaba severas sanciones por parte de la Directora.

Harry se encontraba vistiéndose en el dormitorio, no había dormido mucho la noche anterior, miraba al espejo esperando que el reflejo le diera alguna respuesta o ánimo para quitarle esa perturbación que en ese momento pasaba por su mente.

Lago del Fénix- murmuraba- ¿existirá?

Lo más seguro es que si- su voz interior le respondía serenamente

“¿Por qué Snape esta tan seguro en encontrarlo?”

 

“Encontremos ese Lago y lo averiguaremos”

 

“¿Ron y Hermione deben saberlo?”

“Debe ser nuestro secreto”

 

Aquel “secreto” no podía ocupar mucho la mente del joven mago debido a la gran cantidad de exámenes que debía presentar, durante aquellos momentos que estudiaba con sus amigos, estos lo pillaban con la vista perdida o simplemente desconcentrado cuando se disponían a repasar algún texto leído.

Ronald Weasley caminaba por los pasillos del colegio luego de la cena en el Gran Comedor, gozaba de su posición como Prefecto y aquel día había sido muy agotador para el debido a la inmensa ola de deberes que tenía que hacer, se le ocurrió la brillante idea de pasar por el baño de los Prefectos y darse unos minutos.

El baño de los Prefectos ubicado en el quinto piso ya se encontraba abierto cuando llego, le extraño que algunos de los Prefecto también decidiera darse un relajo aquella noche, decidió investigar sigilosamente un momento antes de entrar y visualizo algunas sombras en el baño, la luz de la luna alumbraba el lugar (no había encendido las velas) y el ruido del agua cayendo en la tina era algo que relajaba un poco al estresado Ron, con un poco más de ánimo se dispuso a entrar normalmente y saludar al Prefecto pero se llevó un gran sorpresa antes de entrar.

Neville Longbottom estaba dentro de la tina llena de mucha espuma, tenía los brazos abiertos y se recostaba en los bordes de la misma con la cabeza mirando hacia arriba y los ojos cerrados, daba la impresión de que se había quedado dormido pero en un momento abrió la boca con una expresión que Ron no pudo describir, el pelirrojo seguía plantado en la puerta y gracias a la oscuridad era muy poco probable que su amigo lo viera.

Algunas burbujas salían de la tina justo frente al pecho desnudo de Neville quien seguía teniendo aquella expresión, a continuación paso a poner una de sus manos en aquel lugar de donde salían las burbujas y Ron pudo visualizar que se trataba de alguien que estaba debajo de Neville, la coronilla de ese alguien salió al descubierto dejando ver el empapado cabello que por desgracia no se pudo apreciar el color del mismo debido a la oscuridad.

-Sigue así, no pares

Neville comenzaba a gemir de placer y la persona que se encontraba abajo no paraba en aquella acción que obviamente Ron ya sabía lo que era, siempre resulto ser un curioso como cuando pillo a su hermana con Fred y George pero aquello lo estaba poniendo más a tono que aquella vez…

-¿Ron?

El corazón del pelirrojo parecía salirse de su lugar y el muchacho apresuradamente salto de la puerta donde se encontraba espiando y volteo a ver quién lo había llamado, era Hermione.

-¿Qué haces aquí?- pregunto extrañada

-Nada, nada estaba haciendo una patrulla – se excusaba rápidamente Ron, se había puesto tan colorado que parecía un tomate

Hermione lo miro extrañada y luego dirigió su mirada hacia la puerta medio abierta del Baño, el joven sabía lo que ocurría pero no quería que su amiga supiera lo que estaba haciendo ni lo que andaban haciendo allí adentro

-¿Qué haces tú aquí? – pregunto el chico intentando desviar las preguntas de Hermione

-Iba a encontrarme con alguien- respondió ella serenamente

-¿Con quién?

-No es tu problema Ronald- su tono de voz había subido

Ron no había podido evitar sentirse molesto y algo celoso por lo que le decía Hermione y lo que había visto de su amigo Neville, parecía encajar algunas piezas pero no era el momento para discutir ya que podrían ser descubiertos

-¿También esperar a alguien?- pregunto Hermione

-¿Yo? Para nada – se defendía Ron

-¿Por qué estas sudando?-volvió a preguntar

-¿No te cansas de preguntar?- Ron comenzaba  molestarse

-Si no tienes nada que hacer, me permites que tengo que ir al baño

-¡NO VAYAS ALLI!

-¿Porque?

Ron tenia sujeto a su amiga de la mano fuertemente y esta intentaba zafarse de toda las maneras posibles, pero ella ya comenzaba a molestarse de la actitud del muchacho así que saco su varita y sin murmurar palabra alguna, una fuerza invisible empujo a Ron lejos de Hermione.

Para cuando Ron volvió en sí y se encamino hacia el Baño de los Prefectos, noto que ni Hermione ni Neville se encontraban allí, algo que le pareció muy raro y lo dejo aún más confundido de lo que estaba.

-¿Por qué te preocupas tanto?- aquella voz serena se escuchó detrás del pelirrojo

-Yo la quiero de verdad- respondió Ron sin voltearse

-¿Qué hay de mí? ¿No te gusto?- una mano se posaba en el hombro derecho del muchacho

-No lo se

-Tienes dudas, eso no agrada a ninguna chica Ron- la otra mano acariciaba el pecho del pelirrojo

Ronald volteo y tomo por los brazos a aquella persona, las ropas desaparecieron, los besos aparecieron mientras que el placer reinaba en aquel baño.

Los días siguientes fueron de mucha tensión para los estudiantes, Harry y sus amigos cada vez tenían menos tiempo para reunirse a hablar de cualquier otra cosa que no fuera estudiar, el Gran Comedor solo se volvió un lugar para comer y los dolores de cabeza estaban a la orden del día

El Lago del Fénix no dejaba de ser algo importante en la mente de Harry, este se limitó a solamente mantener ese secreto con su alma porque no veía de importancia meter a sus amigos en otra situación similar, mientras más le daba vuelta a su ubicación, más se le retorcía la mente y lo dejaba casi sin opciones de concentración para su siguiente examen.

La noche antes de su T.I.M.O de Historia de la Magia, el joven mago se adentró en las profundidades de la Biblioteca buscando respuesta alguna sobre aquel Lago, su intuición era que podría estar en la Sección Prohibida así que por allí comenzó, existieron momentos donde los grandes Libros que sacaba le ocasionaban un estrés que acumulado al que tenía por los exámenes hacia que estuviera al borde de tirar la toalla.

Finalmente, tras unas fuertes 2 horas de búsqueda, en un viejo libro titulado “Hogwarts desde XIV” encontró lo que venía buscando, se acomodó los lentes y entre aquellas páginas dio con la bendita página, llevaba de título “Mitos de Hogwarts” y el nombre de diversos lugares se hallaban como subtítulos, logro encontrar el que buscaba y leyó en voz baja.

Lago del Fénix

 

Hogwarts esconde muchos secretos, anteriormente pudimos conocer lo que se encuentra en las profundidades del colegio como lo es la Cámara Secreta que hasta la fecha no ha sido abierta ni encontrada pero ninguna historia encierra tanto misterio como lo es el Lago del Fénix

 

El Lago del Fénix es un mito que se remonta a la época de la creación de Hogwarts, su nombre proviene de las virtudes del ave Fénix (Fuego, Renacimiento, Volar). Según el mito poco conocido, este Lago encierra muchos secretos en sí , en sus tiempos fue un lugar de descanso para los 4 fundadores de Hogwarts que después de ciertos tiempo, encantaron dicho lugar con encantamientos y magia muy avanzada que hasta el día de hoy no se ha descubierto ya que el lugar es desconocido por la mayoría de magos y brujas.

Muchos magos de Gran Bretaña en sus años de estudio en Hogwarts han intentado dar con el lugar y algunos afirman haber estado allí , los testimonios de aquellos que dicen haber visto el Lago del Fénix son diversos , entre ellos dicen que el Lago encierra magia oscura peligrosa en manos equivocadas, que puede regresar a los muertos ya que actúa como un lugar de reposo para ellos o que tiene funciones similares al Espejo de Oesed.

 

Tales testimonios de diversos magos no reúnen lo suficiente para fortalecer la existencia de dicho Lago por lo que queda como un mito más que esconde el Colegio para de una manera mostrar lo increíble que puede llegar a ser en el mundo de los hechiceros.

 

Harry volvió a leer aquellos párrafos como si pudieran darle otro significado a lo que en su mente maquinaba, un aire de nostalgia le recorría al acordarse que en su 2do año había llegado a una cámara que todo el mundo daba por una leyenda y perdida ¿podrá demostrar que el Lago del Fénix tampoco lo es?

Mientras se encaminaba a su dormitorio, pensaba en lo muy importante que podría ser llegar a ese lugar ya que aquello que visualizo en el pensadero de Snape junto con la decisión del profesor de encontrar ese lugar le abría opciones de por lo mínimo intentar dar con ese sitio.

Pensaba en su padre quien junto con sus otros compañeros discutía la existencia del mismo y su padrino había dado con el lugar donde podría estar, ¿acaso Sirius estaba en lo cierto y junto con su padre habían conocido el dichoso Lago del Fénix?, si tan solo pudiera encontrarse con él una vez más le preguntaría aquello que tanto le atormentaba aquellos días (además de los exámenes finales).

Sirius esa sufriendo…. Sirius va a morir….. No puedo dejarlo morir…. Es la única familia que me queda….

 

Harry despertó de aquel terrible sueño y el sudor le recorría cada centímetro de su rostro, ¿Cómo Voldemort podía tener s Sirius rehén? ¿Qué tiene que ver el Departamento de Misterios donde se encontraban? Necesitaba rescatarlo

-¿Y si Voldemort quiso que vieras eso?- decía Hermione cuando el chico salía de clases y se dirigía a la Sala Común- Tal vez quiere llegar a ti

-Sirius es lo único que me queda Hermione- dijo Harry que no paraba de sudar – no puedo dejarlo morir

-Al menos hay que asegurarnos de que está en peligro- opinaba Ron- debemos ir a Grinmauld Place

-Todas las chimeneas se encuentran vigiladas-aseguraba Hermione mientras los tres amigos entraban a la Sala Común

-La de Umbridge no, es la Directora, no necesita vigilancia – explico Harry

Media hora más tarde , gracias a un plan junto con Neville, Ginny y Luna lograron adentrarse en la Oficina de Umbridge para poder tener contacto con Grinmauld Place, Harry no dudo en poder asegurarse lo más pronto posible que su padrino no corria peligro así que se adentró en las llamas de la chimenea de Umbridge y rápidamente llego a la cocinita que tanto vio en el verano pasado.

-¡Sirius!

-El amo Black no se encuentra – contestaba Kreacher el elfo domestico

-¿Cómo que no está?- preguntaba indignado Harry

-El amo Black no se encuentra en la casa- repetía el elfo

-¡No juegues conmigo maldito elfo! ¡Necesito saber dónde está Sirius!

Una mano arrastraba a Harry fuera de la chimenea y el elfo domestico se quedó plantado frente a la chimenea de Grinmauld Place mientras el desesperado Canuto hacia acto de aparición en la cocina.

-¿Quién era Kreacher?- pregunto Sirius

-Nadie amo Black – contestaba serenamente Kreacher

-Juro que escuche voces Kreacher- le lanzo una mirada asesina- te ordeno que me lo digas ¡AHORA!

-No hace falta que te lo diga- una voz de mujer sonó detrás de Sirius y este se volteo.

-¡Narcissa!

La madre de Malfoy se encontraba frente a él y lo miraba directamente a los ojos con una tranquilidad que solo ella podía tener

-¿Qué haces aquí?

-Tengo mayor derecho que tú de estar aquí Sirius-contestaba serenamente- ¿Qué se siente estar entre 4 paredes sin tener mucho contacto con el mundo exterior? Eres igual a una rata

-Alguien vino a comunicarse- Sirius señalo la chimenea sin darle importancia a lo que dijo Narcissa- aquí algo me extraña mucho y necesito saber de qué se trata.

-No es nada Sirius- Narcissa se dirigió al elfo domestico- Lárgate Kreacher

El elfo no dudo en dejar aquella escena luego de hacer una pequeña reverencia

-Hace tiempo que no nos veíamos, ¿no te alegra ver un familiar?- decía Narcissa

-No te considero familia- respondía bruscamente Sirius- nunca fuimos iguales en nuestra forma de ver a las personas por igual.

-¿Te refieres a los sangre sucia?- la mujer seguía dando vueltas por la cocina

-Vuelve a repetir eso Narcissa- Sirius poco a poco perdía las casillas y apuntaba con su varita a su prima

- No creo que sea necesario ponernos agresivos Sirius

-¿Por qué no te acompaña Lucius? ¿Acaso le da pena mostrarse contigo o que sepan que eres su esposa? – Canuto no había bajado la varita y seguía apuntando a la bruja.

-Lucius no tiene tiempo para tonterías- respondía Narcissa

-Yo tampoco – se dio media vuelta

Tan pronto como caminaba hacia la chimenea sintió como una fuerza de empuje hizo que impactara contra la pared más cercana y cayera estrepitosamente al suelo, su varita se le cayó de las manos y cuando se recuperó completamente, observo como Narcissa estaba encima de él y le sujetaba los brazos fuertemente, para ser una mujer tenia una fuerza considerable.

-¿Qué te sucede?

-Nada Sirius, solo déjate llevar- estas últimas palabras se las dijo cuándo se encontraba a centímetros del rostro del mago

Sirius sospechaba del extraño comportamiento de su prima e intentaba de una vez por todas zafarse de Narcissa pero no podía y se sentía apenado consigo mismo por permitir que una mujer lo tuviera así. De pronto se percató como la cremallera de su pantalón bajaba…

-Que Dem…

Narcissa murmuro algo con sus labios  y al instante Sirius no podía articular palabra alguna, lo que ocasiono que este se alterara aún más. Sin esperar mucho tiempo, la madre de Malfoy procedía a bajar lentamente a la parte baja de sus pantalones sin soltar las manos del mago.

El pene de Sirius comenzaba a crecer y este no podía evitarlo, nunca se imaginó porque estaba ocurriendo ya que para su persona, su prima nunca le pareció atractiva comparado al odio que ambos se tenían desde mucho tiempo, sentía que esa Narcissa era una persona bajo los efectos de la poción multijugos. Para cuando su miembro estaba parcialmente erecto, la mujer no dudo mucho en lentamente introducírselo dentro de su boca mientras subía y bajaba a un ritmo relativamente suave.

El placer no tardo en llenar a Sirius que aun forcejeaba por librarse de ella pero no negaba que aquello que le estaba haciendo lo ponía a millón y luchaba con los pensamientos divididos que tenía sobre qué hacer en el momento que se encontraba. Narcissa seguía succionando aquel miembro como su fuera un dulce y su lengua rodeaba cada parte del glande, ocasionando un placer sin igual

Las piernas de Sirius sentía el roce de  los senos de la bruja que resultaron ser grandes (“vaya suerte la de Lucius-pensaba”) , por su buen sentido del tacto noto que  los pezones de Narcissa se encontraba firme,  ella no paraba se subir y bajar la cabeza en el miembro del hombre que cada vez se rendía ante el buen movimiento de lengua.

La acción paso a mayores cuando después del acto, Narcissa se levantó (aun sujetaba fuertemente los brazos de Sirius) y puso sus piernas  a la altura del descubierto pene . Como llevaba falda era algo incómodo pero la bruja se levantó aquella vestimenta que mostraba unas nalgas blancas pero bien formadas  y un vello púbico  cubría los labios vaginales, para ser una mujer de su edad, Narcissa tenía las caderas anchas y resultaba ser muy fácil penetrarla, cosa que no se hizo esperar

Dirigió el pene hacia la entrada vaginal y lentamente se iba sentando, Sirius levanto un poco la cabeza y noto como los labios se iban abriendo más hasta que su masculinidad desapareció por completo dentro de su prima. Narcissa gemía un poco y meneaba rápidamente las caderas sobre aquel placer que solo ella podía disfrutar en ese momento

Subía y bajaba rápidamente, no podía detenerse mientras Sirius se adentraba mucho más dentro de su prima, como tenía un buen sentido del tacto, la vagina de su prima la encontró cálida y sin problemas para poder entrar con facilidad, se había olvidado que lo tenían sujetado y no podía hablar

-¡Sirius!

Narcissa le daba cachetadas y una bestia se movía encima de su pene

-¡Sirius!

La mujer había dejado al descubierto sus pechos y se los dio a probar, resultaron de muy buen gusto, rodeaba el área del pezón suavemente son su lengua

-¡Sirius!

Otra cachetada

-¡Despierta!

Sirius todavía se encontraba tumbado en el suelo de cocina de Grinmauld Place, el sudor le recorría la cara y aun no visualizaba bien, sentía que se hubiera quedado dormido por muchas horas, cuando vio que la cara de Ojoloco Moody lo miraba directamente y una mano de el volvía a darle una cachetada, se dio cuenta de lo que pasaba ¿estuvo en un sueño?

-¿Qué hacías allí?- pregunto Ojoloco mientras lo ayudaba a levantarse

-No lo se- la cabeza de Sirius le daba vueltas- estaba hablando con Narcissa y de repente paso algo

-Narcissa Malfoy ¿Qué hacia ella aquí?- pregunto Tonks que había aparecido en la puerta

-No me acuerdo bien- mintió Sirius, no veía necesidad de contar lo que vivió

-Ahora no es momento de estar durmiendo Sirius- dijo Ojoloco mientras observaba el lugar donde Sirius hace un momento se encontraba tirado- tenemos que movernos

-¿Qué ocurre?- pregunto Sirius que iba recuperándose de ese “sueño”

-Quien-tu-sabes y sus seguidores están en el ministerio-dijo Ojoloco- es hora de terminar esto de una vez

-¡Vamos!- exclamo Tonks

Cuando se dirigían a la puerta que daba a la calle, Sirius buscaba entre sus bolsillos la varita y cuando dio con ella, también dio con un pequeño papel escrito con una fina caligrafía

 

Recuérdame

 

Sin darle mucha importancia a aquella palabra escrita por Narcissa, Sirius atravesó a toda prisa el vestíbulo y salió con los demás de la Orden camino al Ministerio de Magia con el objetivo de detener a Voldemort de una vez por todas.

 

Hasta aquí llega la 7ma parte

 

Próximo Capitulo: FINAL

 

Luego de varios años he decidido terminar lo que empecé, en el tiempo que espero cumplir terminare esta saga. Espero comentarios y opiniones sobre esta parte para continuar con la última parte.

 

Saludos

 

Rafael