Breve Testimonio
¿Ya es de noche? ... es una pregunta bastante simple pero complicada de responder cuando llevas noches sin conciliar bien el sueño. Como cualquier otra persona, el hecho de tumbarse en la cama y cerrar los ojos preceden al sueño que sería fácil de conseguir, solamente es necesario estar cansado y dispuesto a dejarte llevar por la calidez de la noche. Sin embargo, ese merezido descanso que todos merecemos al final del día no es dado con tanta facilidad para todo el mundo. Muchos duermen, sueñan con lo que desean, ajenos a los elementos que se ocultan en las sombras. Cuando amanecen, despiertan una vez más pensando que la jornada será como ayer, que nada podrá cambiar el ritmo cotidiano que siempre llevamos. Pero lejos de esa perfecta imagen de un mundo perfecto y sin problemas... algunos viven en la sombra.
Una vista rápida al pasado
Esta es una pequeña historia, un breve cuento sin final feliz sobre un chico que nunca vió la luz cálida de este mundo. Era conocido cómo "niebla blanca", pero los pocos que le conocían le llamaban Haku, un nombre de origen japones que simboliza la harmonía del color blanco. Pero irónicamente, el chico era de procedencia Europea... en realidad nunca se supo mucho de su pasado. Lo encontraron diambulando por las calles de Berlin en un invierno ya lejano, tenía hambre y llevaba mucho tiempo solo... pero lo más inquietante era su mirada... una mirada abatida pero tranquila, capaz de dotarle con la fuerza de sonreir incluso cuando ya no tenía nada a su lado. Era claro que su destino sería morir congelado, nunca vería una nueva primavera ni sentiría el calor de sol. En verdad lo que le sucedió fue algo similar. Siendo recogido por la policía y entregado a los servicios sociales como otro despojo humano. En ningún momento se defendió, no contestó a ninguna de las preguntas que los cuidadores le hacian y pensaron que lo mejor sería dejarlo en adopción para que una familia lo educase a su modo. Justo antes de aquello sucediera, un hombre intervino. Haku estaba en una residencia provisional para niños, ya restaban pocos días para que le dieran en adopción pero ese hombre se lo llevó sin tan siquiera tener que dar motivos. El chico no se quejó, ni habló, solamente se dejó hacer como si no le diera importancia a su vida.
Lo que sucedió después, formarían parte de los primeros recuerdos del chico. Con sus ojos pudo apreciar como personas bestidas de blanco se acercaban seriamente y le hacían todo tipo de pruebas con instrumentos metálicos. Después, día a día era obligado a realizar entrenamientos intensos que dificilmente un soldado pudiera soportar. Fue instruido en toda clae de materias, desde inglés a ingienería. Él desconocía el porque de todo aquello, solamente quería formar parte de algo, tener un motivo por el que vivir y siempre encontraba ese sentimiento en su instructor.
El día de hoy
Su mirada no ha cambiado des de entonces. Durante todo el viaje esutvó mirando la lejanía con una expresión melancólica sin apenas añadir palabras a su día a día. Sin embargo esa es su naturaleza, siempre es serio y reservado. Tantos años aislado del mundo le han convertido en una persona que desconoce y desconfía de todo lo que le rodea. Solamente vive por la misión que debe cumplir, por la misión que le encomendó su instructor antes de que desapareciera de su vida. Ahora se encontraba otra vez solo, tenía un camino que seguir pero no un guía. Su decisión era fuerte, también su fuerza de voluntad para lograr todo lo que se propusiera.
Ahora, lejos del lugar en el que fue criado. Se hallaba en una isla aparentemente desierta para los satélites pero habitada para los contravandistas. Haku tenía la misión de buscar las pruebas necesarias que demostraran la actividad ilegal que se estaba llevando a cabo, aunque primero debía de infilrarse como cliente para entrar en contacto con sus objetivos. Para ello, se haría pasar por mercenario de una nueva guerrilla del próximo oriente la cual necesitaba armas para comenzar a imponer su autoria. Haku debía de