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Arturo, Alicia, Fernando y Aracelí. ¿trío o inter?

en Intercambios

Mi nombre es Arturo y el de mi esposa es Alicia. Ella tiene 39 y yo, 44. Después de un tiempo viviendo en el D.F. nos vinimos a radicar a Morelia.

Resulta que después de varios años de casados nos dimos cuenta que nuestra relación sexual ya era muy monótona, aunque tuvimos sexo oral y anal, ya no era lo mismo.

Una noche al estar en nuestra cama manoseando a mi esposa, le dije al oído:

-Cómo me gustaría tener dos vergas para poder cogerte.

A lo que ella me respondió:

- “yo también las quisiera”

Esto me sorprendió y saque un consolador que había comprado por la tarde y se lo mostré.

Sonrió, se quito la pantaleta, se puso en cuatro y me dijo:

-por donde quieras entrar, mi amor.....

Tome lubricante, me unte un poco en la verga y con mis dedos le unte otro tanto al anito de Alicia. Mientras yo le metía la verga por el culo, el vibrador le entraba por su vagina. Gemía como hacía mucho no lo hacía. Cuando terminamos, me dijo:

- “por un momento creí que habías hablado de dos vergas, pero de carne”.

Me dejo frió sin saber que decirle.

Al otro día en la noche me puse cachondo de recordar sus palabras, y le dije:

- si quieres tengo un buen prospecto de carne y hueso. (Pensé en un compañero de trabajo que se quedo en el D.F. y sé, siempre tuvo ganas de cogerse a mi mujer)

Se me quedo mirando fijamente y me respondió:

- ¿estás seguro que eso no te afectaría?

Me sorprendió que su comentario fuera en referencia a mi y no a ella.

Le respondí:

-claro que no, sé separar el amor que te tengo, de las experiencias sexuales que pudiéramos tener.

Se quedo callada unos instantes y dijo que si yo conocía al candidato. Dije que si eso importaba y contestó que si, que quisiera que fuera alguien desconocido, que no la conociera para evitar molestias posteriores.

Mi prospecto quedo descartado de inmediato. Conocía a mi mujer.

Dije que podíamos ir a un bar y tratar de ver si encontrábamos a un hombre que le agradara a ella y que accediera a hacer un trío con nosotros.

Estuvo de acuerdo. Esa noche y la siguiente cogimos como recién casados. Ambos estábamos ansiosos.

Fuimos dos días después a un bar como a las 9 de la noche. Ella se veía muy hermosa pues se esmeró en su arreglo. Alicia ha tenido tres hijos pero se conserva bien porque no ha dejado de ir al gym. Se calzo unas zapatillas altisimas, un pantalon blanco semi trasparente y para no dejar dudas a que íbamos, una tanga roja.

! Sí que se le notaba !

Además de una blusa que dejaba entrever sus tetas. Se veía realmente guapa.

El primer día no vimos nada que nos agradara. Hombres iban y venían y nada que le gustaban a mi esposa.

Dos días después volvimos y ya había más de donde escoger. Mi mujer se cambio el pantalón por un vestido corto. A petición mía, le sugerí que no se pusiera ropa interior. De tal modo, llegamos al bar con una mujer que llevaba zapatillas altas, un vestido y su perfume.

La mesera nos reconoció y nos dio una mesa aunque el lugar estaba lleno. Alicia se puso de inmediato a buscar prospectos y me hacía comentarios sobre dos hombres que le agradaron; uno joven, de 20 años más o menos y otro de 50 y tantos.

Convenimos que era mejor que ella "los sedujera". Eso se arregló con cruces de piernas, miradas seductoras y dos idas a los baños. Regreso con 2 números de celulares en dos servilletas.

Le meti mano por debajo de la mesa y descubrí que a mi mujer le excitaba andar de golfa. Estaba humeda y  le meti un dedo en su panochita. Estábamos detallando el siguiente paso a seguir, cuando se nos acerco un matrimonio a preguntarnos si no habíamos visto a un joven que los estaría esperando hace como una hora. Nos dieron las características y lo recordé pues estaba coqueteando con mi mujer. Yo lo elimine de mis candidatos pues tenia pinta de creido.

Les dije que si, que lo vi cuando pago su cuenta y se marcho.

Note en la señora una cierta decepción en sus ojos. Mi esposa también lo noto y les pidió que si querían acompañarnos, lo hicieran por favor, ya que no había mesas disponibles. Yo un poco contrariado pero sin demostrarlo, acepte.

Se presentaron: Fernando y Araceli, un matrimonio. 42 años los dos. Para agradecernos el gesto de la mesa, nos invitaron dos brandys que aceptamos de inmediato. Después de minutos de plática y varias saludes, Fernando fue al baño y yo lo acompañe.

Supongo le cai bien ya que me dijo que su matrimonio no andaba muy bien que digamos, que su esposa le pedía que cambiaran un poco su modo de vida sedentaria y aburrida, pero él no sabía que hacer.

Le dije que Araceli era muy guapa y estaba muy bien conservada y él se veía joven. Que los veía felices.

Me respondió:

- supongo es la edad donde las mujeres se re-evaluan . Si tu supieras nuestros planes...

No quise preguntar.

Deje que el me dijera, si eso consideraba.

Regresamos a la mesa y note a Alicia y Araceli muy platicadoras.

Araceli le dijo a Fernando:

-He invitado a Alicia a la casa a tomarnos otro brandy ¿podemos ir ahora? Por supuesto, con su esposo.

-Claro, si Arturo (yo) no tiene ningún inconveniente. Estamos muy cerca de la casa.

Revise el bar y no vi a ninguno de los dos hombres que elegimos de candidatos. Seguro ya se habían ido. Me asegure que las servilletas con sus números aun estuvieran en mi bolsillo del pantalón.

Mire a mi esposa y vi en sus ojos que ella si quería ir.

Dije:

-bueno, vamos.

Pagamos la cuenta y nos salimos, les dije: los seguimos en nuestro carro ¿ok?

Ya en el auto le pregunte a mi esposa:

-¿ que pasa amor?

Ella, ansiosa, me dijo:

-¿para que crees que fueron al bar?

-No tengo idea -respondi.

-El joven que se fue, era un sexoservidor que contrataron para que le hiciera el amor a Aracelí. Ellos querían hacer un trío HMH, ¡¡¡¡¡quieren salvar su matrimonio !!!! Por supuesto, ante tamaña confesión, yo hice lo mismo y le conté que nosotros también teníamos problemas con nuestras rutinas sexuales ¿no te molesta?”

Le dije que no, y se me paró la verga de inmediato. En el bar me percate que Araceli, aparte de guapa, estaba muy buena. Ahora entendía el porqué de su vestido ajustado y su escote. No existe nada en este mundo que se compare a la seguridad con la que una mujer madura muestra sus encantos, sin en miedo de las jovencitas.

Llegamos a su casa, metimos el carro al garaje y nos bajamos; cuando entramos a la casa nos dijeron:

- los niños están en casa de sus abuelos, no regresaran en toda la noche. Estamos solos.

Fernando me miraba como esperando que yo le dijera si estaba de acuerdo. Entonces sin preámbulos le pregunte:

-¿ qué es exactamente lo que esperan de nosotros ? Por favor, sean sinceros.

Se miraron uno al otro. Después de sentarnos, Fernando nos dio un brandy a cada quien y nos dijo:

- Nuestras mujeres ya conversaron de nuestras intimidades matrimoniales. Sé que es muy precipitado y el encuentro nos tomó por sorpresa, pero creo ambas parejas podemos ayudarnos. Espero que si a tu esposa no le molesta, entre tu y yo nos cojamos a Araceli. Ella quiere sentir la experiencia de dos vergas y yo quiero verla y sentirla que goza plenamente.

Mi esposa solo dijo:

- por supuesto que no me molesta. No me gustaría ver un matrimonio destruido. Se ve que se ustedes se aman.

Fer puso música suave.

Le pidió a mi esposa que si quería bailar. Ella acepto,

Yo saque a Araceli a bailar. Al paso romántico de la música pego su entrepierna a la mia, y me dijo al oído:

- ¿puedo meter mi mano en el bolsillo de tu pantalon?

Le dije que si. Su manita se deslizo y toco mi verga que ya se habia levantado.

-se siente que tienes una rica verga- dijo-

Yo tenia la mano en su espalda. Miré a mi esposa y ella con la mirada me indico que bajara mas mi mano, Así lo hice, pase mi mano por su nalga que sentía firme y dura, y que no traia calzón. Le empece a subir y bajar la mano acariciando sus nalgas, le metí la mano por la espalda descubierta del vestido. Traía hilo dental super delgadito.

Mmmmmm, con lo que me encantan esas prendas!

Miré a mi esposa. Ellos ya se habían sentado y nos observaban.

Yo, bese a Araceli. Ella abrió sus labios y me atrapo la sensación. Tenía años de no besar a otra mujer que no fuera mi esposa. Me excite tanto por el nuevo cuerpo...nuevos labios, nuevo aliento....

Levanté el vestido hasta sacárselo por completo, tenia un brasier transparente blanco, unas medias blancas de encaje con elastico (sin liguero, solo de esas que se ajustan a media pierna) y unas zapatillas, tambien blancas, de tacon que la hacían ver despampanante. Y ahi, perdido, un triangulito perdido en su monte de venus.

Parecia novia en noche de bodas.

Fernando nos dijo que si podíamos pasar a la recamara, mejor.

Él la abrazo y acariciandola, la condujo al dormitorio; nosotros los seguimos. Me perdi en las nalgas de Araceli y sus dos cordones de la tanga.

Alicia me detuvo un momento y me beso con pasion y me dijo:

- me estas excitando mucho papito...por favor, cógete a Araceli como me cogías a mi cuando andábamos de novios...Me tomo la mano y la puso en su panocha. Estaba lubricada.

Cuando entramos, Araceli estaba acostada en la cama , con las piernas abierta para que nosotros viéramos su pepa depilada, brillosa por la excitacion y semiabierta, mientras Fer, parado a su lado, recibia tremenda mamada . Araceli solo abria y cerraba sus piernas y cada vez, yo veia su chocho mas brilloso.

Me encanto y fascinó ver a Araceli con sus medias blancas, a medio muslo, y sus zapatillas altisimas, ofreciendo la mejor vision que un hombre pueda desear.

Me senti feliz por Fer y agradecido por la oportunidad de compartirme a su mujer.  Y amé mas que nunca a mi esposa. ¿con quien mas sino con tu compañera puedes vivir cosas asi?

Mientras mi verga se ponia mas dura ante semejante vista , mi mujer tenia los ojos clavados en la verga de Fer o lo que salia y entraba de la boca de Araceli. Sentí como mi esposa se estremeció de verlo. Tenia una verga no tan gruesa pero si larga y de buen tamaño.

Araceli me llamo, me pidió si me subía a la cama. Lo hice. Ella se hinco y empezó a mamármela muy despacio, mientras fer le lengüeteaba el chocho.

Gemía como ninguna mujer. Cada que la lengua de su marido entraba en medio se sus nalgas, gemía muy sexy , dejaba de mamarme , gemía otra vez y continuaba mamandomela. Asi estuvimos unos minutos. Yo, al borde de venirme.

Se detuvo, me pidió me colocara un condon (cosa que hice rapidamente) y se monto en mi. Le pidió a Fer que se la metiera por el culo.

Fer tomo una botellita y unto un liquido en el culo de su esposa. Ante la cercania, senti sus dedos masajeando la otra entrada.

Él le abría las nalgas para poder meterla. Ella le decía:

- rápido por favor, ya........ me vengo

Cuando por fin se la metió, ella ya se había venido 2 veces pero decía:

- mas, denme mas, cojanse a esta, su puta.....¿soy tu puta fer? ¿Así me querías ver? ¿con otra verga adentro?... dímelo por favor.

El le decía;

-si putita, así te queria ver, pidiendo verga por el culo y por la panocha.

Fer apoyaba sus manos en la cabecera de la cama y de ahi se agarraba para metersela con mas fuerza a su mujer. Yo seguia abajo casi sin moverme por el peso y enmedio, Araceli gimiendo y sus tetas bamboleandose en mi cara.

¡ Que chupada de tetas le di!

¡Hasta chupetones le deje!

Nos cansamos de esa posicion y Araceli se safo de sus dos vergas. Nos quitamos los condones (supongo que la excitacion hizo que los dejaramos semilechosos)

Mi mujer habia ido por nuestras bebidas y nos ofrecio un sorbo a cada uno. Se acerco a Fer y rodeandolo por atras, le dio a tomar en la boca mientras con su otra mano, le tocaba la verga y lo masturbaba.

Fer se volteo y la beso. Un sentimiento de celos y excitación me recorrió la espalda.

Nunca había visto como besaban a mi esposa. Ni de cerca ni de lejos. Y ahi, a medio metro, mi mujer tenía su lengua en la boca de otro. Y no fue un beso tierno, sino uno de pasión, de esos cogedores...

continuara...