Capitulo 1 ¡cambio drastico de vida!

-¿Qué su papá murió por una extraña enfermedad? Si, ya, otra escusa barata, o pagan mañana o se van de nuestro inmueble inmediatamente.

Tras colgar el telefono, Damian Gonzalez, Banquero y experto en capital de riesgo acomodaba sus 150 kilos en su sillón,sus 40 años usa un peluquin y su ropa de marca de lujo, fruto de tantos llantos de gente de clase baja o media.

-señor Damian, los Rodriguez vienen para hablarles sobre el asunto de las preferentes de su matriarca – decia su mazizorra secretaria.

-¡¿otra vez?! Envia los guardias que les den una paliza, ella misma me firmó con su huella dactilar que podiamos disponer de sus ahorros a perpetuidad a cambio de darle una renta si el negocio funciona, si hay alguna culpable es ella.

-pero alegan de que tenia las facultades mentales mermadas y han venido con niños

-¡Santo cielo! ¡que bajo cae la gente! ¡venir con niños! ¡usarlos para tener alguna miserable ventaja! Dile a los guardias que despues de dar una paliza a los padres echen a patadas a los niños, después venga aquí, tiene que darme un masaje “ya sabe donde”

-si señor Damian – decia la secretaria tristemente.

Si, la vida del señor Damian, es dura, lidiar con abogados, historias tristes y defraudar a Hacienda, aceptar las ayudas estatales al banco, todo para traer a su casa un banquete de caviar, carne de panda y sushi de atun rojo sobre cuerpos de supermodelos desnudas.

Tras una dura jornada de trabajo aguantando gimoteos, amenazas y suplicas, Damian va a su supermansion donde ha organizado una fiesta con lo mejor de lo mejor.

Damian recibe a sus invitados, comisarios, jueces, politicos, estrellas de cine, empresarios, productores  y clientes VIP.

Mesas llenas de Banquetes, un concierto con las teen stars del momento, hermosas jovenes recien salidas de la pubertad sirviendo los canapés, todo eran fiestas y jolgorio, tanto, que apareció tras la verja una persona, era un hombre de color, andrajoso, olia mal y no parecia sano.

Nadie le importaba ese hombre que miraba hipnotizado la fiesta.

Pero se le unió una mujer blanca, de edad acanzada con un vendaje en la mano.

Luego otro hombre, joven, que cojeaba.

Un chaval de once años que se arrastraba.

Y el ultimo era una gitana tarotista.

Gemian, como si lamentasen su vida, los ricachones los vieron y se preocupaban por la mala imagen que daban.

-no hay problema, son como animales, solo hay que mostrarles las consecuencias de un acto negativo, un par de hostias y no vuelven – decia Damián tan alegremente.

Los guardias fueron allá, salieron de la mansion y con sus motos recorrieron el jardin para llegar a la verja.

-joder, como apestan estos – dijo el más joven.

-tranquilo chaval, solo hay que mostrarles quien tiene más huevos – dijo el Veterano.

El veterano se acercó a la anciana y la agarró del cuello estrellando su cabeza contra los barrotes.

-a ver, vieja de mierda ¡o os largais todos o vas a ir al cementerio más pronto de lo que…. AAAAAAHHHHH.

La anciana mordió el pulgar del veterano, arrancandoselo, ej joven tuvo que atenderlo, pero a lo lejos vió más y más gente, con andares lentos, torpes pero decididos.

-vamos, he de atenderte esa herida, hemos de llamar a la poli – decia el joven.

Fueron a la sala de seguridad, tenian armas suficientes como para parar un asalto en la casa, eran unos veinte guardias y todos fueron del ejercito. Lo mejor en seguridad que el dinero puede comprar, varios compañeros atendieron al herido, mientras el joven iba por los primeros auxilios, recibió una llamada de la puerta norte.

“necesitamos refuerzos, un monton de civiles está intentando tirar la valla”

-recibido, pero no dispareis, llamaré a la poli, no sea que nos metamos en lios.

El joven llama a la policia, pero solo pone la mecanica voz del contestador, nadie cogia el telefono.

-Llamo desde la Mansion del señor Damian, deberian coger el telefono apenas sonara.

-me siento tan cansado, creo que cerraré los ojos un segundo – dijo el veterano sudando y con fiebre.

Damian mandaba a los politicos a la “habitacion secreta”  donde sus invitados disfrutan de sus deseos más secretos, virgenes, niños, gente desaparecida para snuff movies, sus invitados satisfacen sus deseos más bajos mientras Damian los graba para chantajearlos más tarde.

Mientras disfrutaba de la fiesta que estaba durando horas, horas de banquetes en los que has de vomitar para comer más, en la que los invitados abusaban de las jovenes que llevaban los canapes, donde el olor a alcohol caro era ya mareante.

-¡HAN DERRIBADO LA VERJA! ¡PREPARENCÉ!

Los guardias apuntaron con sus rifles a la multitud que avanzaba con torpeza.

-¡LARGUENSE!

La multitud avanzaba gimiendo.

El  jefe de los guardias cogió una pistola y disparó a los pies de la multitud, una multitud que seguia avanzando.

-¡ESTÁ BIEN! ¡FUEGO!

Todos dispararon, las balas atravesaban la carne de la multitud, pero no caian, el poder de parada de las balas les hacian retroceder, pero luego avanzaban lenta pero firmemente.

-¡¿QUE COÑO?! ¡DISPARAD! ¡DISPARAD!

Desde la cabina, el joven miraba como la multitud avanzaba y acababa agarrando a sus compañeros, de forma instintiva, cogió al camarada veterano y se lo llevó a hombros, pero el veterano abrió los ojos y mordió la cara al joven que no supo lo que le venia encima.

Los invitados estaban preocupados por los sonidos de los disparos.

Damian tranquilizaba la velada con musica más alta comprobando de que los los invitados estaban comodos, hasta que una de las ventanas se rompió, uno de los intrusos consiguió pasar.

La gente estaba escandalizada ¿ese andrajoso apestoso se atrevia a entrar?.

El comisario se acercó al intruso y le advirtió que esto era propiedad privada, que o se iba o ternimaria entre rejas.

El hombre se abalanzó sobre el comisario, mordiendole la yugular, regando de sangre el caviar, la alfombra persa, las tetas de una estrella en ciernes, todos gritaron ante el espectaculo del intruso comiendose al comisario.

Los cristales de las ventanas uno a uno se rompian, dejando pasar a una multitud hambrienta de carne humana, agarrando cuantos podian, Damian, temeroso de fuera una revuelta ciudadana, fue hacia su helicoptero, un bell 212 con mas de  1800 kilos de maletines llenos de dinero, oro y diamantes, para ese tipo de situaciones.

Pero mientras se elevaba el helicoptero, los invitados supervivientes se subian al helicoptero intentando entrar.

-señor, tenemos demasiado peso, hemos de tirar lastre.

Damián abrió la puerta y les exigió que se soltaran del helicoptero.

-¡maldito barrigón! Dejanos entrar.

Eso cabreó a Damián que empezó a patear a sus invitados, tirandolos uno a uno a un largo vacio.

-¡no basta señor! ¡debe tirar esos maletines!

-¡ANTES TE TIRO A TI! ¡HAZ QUE SE CAIGAN ESOS INBECILES.

El piloto maniobró para tirar a la gente que se agarraba con fuerza los patines de aterizaje del helicoptero.

Pero el excesivo peso hacia que el helicoptero perdiede altura.

-ARRASTRALOS POR EL SUELO – ordenó Damian.

El piloto obedeció , fue a ras del suelo, arrastrando los que se agarraban, desgarrando piel y musculos, pero un coche que venia de frente les obligó a subir, pero durante la bruzca maniobra se rompió el rotor de cola y el helicoptero, fuera de control giró como una peonza, varios maletines salieron volando, haciendo gritar de rabia a Damian.

El helicoptero acabó estrellandose, el piloto atrapado, suplicaba a Damian que le ayudara, pero este estaba demasiado preocupado por salvar las maletas que le quedaban.

-AYUDEMEEEE POR FAVOR.

-ya no eres problema mio, estás despedido – dijo Damian sacando las ultimas maletas.

El piloto murió abrazado por las llamas mientras maldecia a Damián de todas las formas imaginables.

Damian miraba sus ultimas maletas, dos con un total de veinte millones de euros en billetes de 500 y dos llenas de diamantes, era una miseria comparado con lo que ha perdido, pero aun tenia sus cuentas en los paraisos fiscales, solo tiene comprar un coche y contratar un guia que lo lleve a salvo, a un bunquer que se construyó para resistir las profecias de nostradamus,.

Proximamente en un banquero en el pais de los muertos.

-si me llevais os pagaré bien – dice Damian a una pareja  gimiente en un coche.

-¡¿ESTAS GILIPOLLAS O QUE?! ¡HUYE! – gritaba la chica desde lo alto de un edificio.

-no deberias saltar, cada salto que dás retumba la tierra – decia la chica.

-¡MIS DIAMANTES!

-tsk tsk tsk mis diamantes– decia la joven sacando la lengua.

Proximamente:  la segunda parte de un banquero en el pais de los muertos.

… ¡GRACIAS A DIOS! ¡POLICIA! ¡DETENGAN A ESA PUTA! ¡DISPARENLA!  - decia Damián a un policia zombie