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De profesora

en Zoofilia

Noche de quince cervezas y tres chupitos, así llamábamos a una noche en lo que se trataba era de tajarnos contando historias de lo mas variopintas, en la mayoría de esas noches acabábamos llorando y riendo, peleando y haciendo las paces y como no, revelando secretos oculto que aunque quedaran pocos algunos quedaban ocultos, ya por esos entonces tampoco hacia falta el beber para contarnos las cosas, eso si, a excepción de lo que hacíamos Curro y yo al secreto del mundo, ese era el secreto que pensaba que nunca saldría de mi, ni siquiera en una noche de quince cerveza y tres chupitos.

Mis lagunas tengo de esa noche pero la parte de la confesión si la tengo clara, ya habíamos llorado y reído y íbamos creo por la parte de putear a los novios, Lucia salia con un apuesto chico que de fachada prometía mucho pero en la cama según mi amiga dejaba mucho que desear, el todo galán musculitos que si que hacia justicia a la bella lucia al menos en el físico, al parecer era un picha floja... eso fue otra media hora de risas a costa de Arturo. Ahora el turno de critica me tocaba a mi, y precisamente el no tener un Arturo en mi vida al que criticar llevo la conversación al “ por que estaba sola” Ya pasarían unos siete meses que lo deje con mi novio que aunque también tenia floja algunas partes del cuerpo lo que si que debía de tener duro se le ponía con facilidad, pero la historia se volvió monótona, y fue una buena retirada a tiempo, y por aquellos entonces no me apetecía otro hombre, quería ser sola para Currito supongo. El caso es que la conversación se empezó a volver calurosa, y las dos conocíamos la existencia de algunos juguetes que apagaban nuestros fuego por separado por supuesto y de los cuales hacíamos chistes continuamente, esa noche Lucia, con su sutileza me pregunto que tal andaba de pilas... con su risa picarona, parecía otro chiste típico entre nosotras pero yo respondí con risa que tenia otro que no necesitaba pilas, - tienes algo que contarmeeeee??? me pregunto entre risas, mi cabeza gritaba el nombre de Curroooo pero evidentemente no podía salir. Entonces moví mi mano, diciéndole sin hablar -estaaaaa!!!! las dos nos descojonamos, pero entonces ella salto interrumpiendo al mundo y dijo -yo tengo a layka, ella tampoco tiene pilas. Deje de escuchar el bullicio de la gente que había en la plaza que estábamos sentada, la brisa que llegaba hasta la mesa en la terraza que sostenía nuestras copas tampoco fue capaz de aliviar el calor que me broto, y casi se me atraganta el buche de la cerveza que estaba bebiendo mientras ella le pegaba un buche al chupito, dije -Luciaaaaaa que haces queeee con layka???? en un tono bajo - tia lo tienes que probar tiene una lenguilla que te vuelve loca... por que crees que les llaman lamechochos...??? y exploto en carcajadas. Yo quede helada. Mi mente se puso a mil, osea que yo me tiro a mi perro y a ella se lo come su caniche???? que clase de juventud tenemos???? no dejaba de repetirme las preguntas en mi cabeza, No pude evitar otra carcajadas mas nerviosas que otra cosa, y una visual a las mesas próximas esperando que nos estuvieran mirando expectantes por la conversación que traíamos y que nos señalaran con las manos, pero no, el murmullo y las carcajadas de la gente camuflaba nuestra charla, ella me dijo entre carcajadas – lo hago de vez en cuando y tienes que probarlo con Currito, mi respuesta fue inmediata, - tu si que tendrías que probar las cosas con que yo hago con Curro le respondí casi mosqueada se podria decir, como había podido soltar Lucia lo de layka con tanta facilidad pensaba.

Las risas bajaron su tono a la vez que las pupilas de lucia se dilataban mirando a las miás, -¿de verdad haces cosas con curro? me pregunto casi en susurros, yo le respondí preguntándole que si de verdad a ella se lo comía la pequeña Layka, ella asentó con la cabeza y las cejas alqueadas mirando al cielo, afirmando de forma contundente pero con un movimiento de cabeza muy lento y suave mientras esperaba mi respuesta que fue -deberías probar con Curro... las dos volvimos a escandalosas carcajadas, y yo sorprendida por la conversación y de lo que acababa de revelar a Lucy y de forma tan imprevista y natural, era lo ultimo que esperaba de esa noche, pensaba que ninguna clase de tortura seria capaz de sacar mi confesión, y sin embargo mi amiga fue capaz de hacer que se lo contara incluso con orgullo, pero busque la forma de cambiar de tema, tenia que bajar las pulsaciones de mi corazón y enfriar el sudor de mis manos.

Pasaron unos días en los que nos evitábamos, y Pasaron unas semanas hasta que saliera el tema de nuevo desde aquella noche, después de la terraza la noche fue una mas, nos lo pasamos genial risas y bailes culminaron la noche, lo malo vino después, al día siguiente cuando me levante y las palabras en las que reconocía mis vicios mas secretos. El móvil ya habría sonado muchas veces poniendo el nombre de Lucy en la pantalla, pero ese día no sonaba al igual que en la pantalla del suyo tampoco pondría Clau ese día.

Un beso en la mejilla me saco del abismo, -vaya horitas para desayunar Clau, me dijo mi madre yo aparte la taza de leche que sostenía con las dos manos y bebía para soltar una sonrisa tonta, - Me voy con tu padre, come algooo... escuche mi sonrisa se volvía a poner y con voz de haberme levantado a las dos de la tarde y no haber mirado la hora hacerte a preguntar ¿que hora es mami? Ella miro el reloj que colgaba de la cocina de delante de mi cara y señalándolo me dijo -las dos hija las dos, otra pregunta volvió a frenar la huida en estampida de mi madre, ¿y mi hermana? Entonces casi mosqueada me respondió ¿Clau que bebiste anoche? Ana no vuelve hasta mañana no te acuerdas. Los flashes empezaron a llegar, Ana se iba el domingo por la mañana de acampada y no volvía hasta el lunes tarde, oferta que yo había rechazado por supuesto para quedarme con mi bestia, ya que mi madre y mi padre tampoco volverían hasta bien entrada la noche de ese domingo.

Mire a Curro que se lamia una de sus patas delanteras a escasos metros de mi, cuando hoy la puerta cerrarse dejándome una vez mas en al refugio del mundo, el corazón se me volvió a acelerar y ahora no dejaba de mirar el reloj invisible de la cocina, mire a Curro y le dije -es verda Currito hoy estamos solitos ¿me vas a hacer tuya? Susurre, pero aun tenia que dejar un tiempo prudencial por si acaso mi madre echaba algo en falta y tenia la necesidad de volver, tampoco me acordaba del mal cuerpo con el que me había levantado, y solo pensaba en ponerme a cuatro patas y que curro me hiciera su perrita una vez mas, ya hacia semana y media desde la ultima cogida y mi celo se mascaba en el ambiente.

Recoger mi habitación me daría el tiempo perfecto de margen, así que eso hice, estire mis sabanas ordene la montaña de ropa que había sacado la tarde antes decidiendo el que me ponía, y depile el escaso vello que había brotado en mi rincón mas oculto, que aun me saliera poco y rubio el dia antes no tuve tiempo de quitar y quería que la lengua de curro no rozara otra cosa que no fuese mi piel. Salí del baño de mi habitación tras terminar mis cuidados de mujer femenina, y bajaba a por agua cuando ya veía a Curro acechándome desde el salón, supongo que se había aburrido de esperarme arriba, ya había pasado una hora y media tiempo mas que suficiente, con la botella de agua fresca en la mano me fui al salón, y mirando a curro le di un largo trago para soltarla en la mesa baja que quedaba junto al sofá en el que me senté. Mi pijama seguía cubriendo mi cuerpo, el pijama de verano que solo se limitaba a una camisa larga y unos calcetines que separaban mis pies del fresco suelo, Curro se levanto de donde reposaba y no sin estirarse se acerco a mi, mis piernas le abrieron hueco y su cabeza se acerco a mi barriga, mis manos le acariciaba su cabeza peluda mientras mi voz ta temblorosas lo elogiaba a pesar que ya no era una novata seguían esos nervios de primeriza cada vez que me hacia perra.

No tardo en captar el olor de muchacha hirviendo a fuego rápido, al igual que yo no tarde en levantarme casi de un salto y bajar hasta mis tobillos las bragitas que estaba empapando, curro ya fue directo cuando mis nalgas se posaron nuevamente en el filo del sofá, mi espalada se tiro contra el respaldo con la primera lamida, mis rodillas huían una de la otra, y ni siquiera un puente seria capaz de unirlas mientras mis talones casi se tocaban capturados por las bragas que seguían enganchadas en mis tobillos, una de mis manos también había subido la camiseta hasta casi mi cuello para dejar mis pechos al aire, mi pezones duros apuntaban al cielo con mi otra mano que se colaba entre la lengua de Curro y el dulce que lamia.

Ya mis pies sostenía mis nalgas que apenas tocaban el sofá, mi espalda se arqueaba mi cuello torcido con el respaldo del sofá sujetaba mi cabeza, mis gemidos ya habían empezado a retumbar ese día en el salón. Mis corta melena ya me tapaban la cara y no me molestaban eso quería decir que Curro ya me estaba haciendo gozar, no tarde en voltear mi delgado cuerpo para dejarme a la merced de la bestia, ahora solo mis brazos apoyaban en el sofá, junto a mi cabeza sobre ellos, curro se subió pero algo torpe, empezó con el me subo y me bajo si ni siquiera arrimarse a lo que tenia que perforar, eso no hacia mas que encenderme mas, mi respiración ya empezaba a ser descoordinada mis nalgas se balanceaban reclamando su atención, pero el seguí igual, a lo mejor se estaba vengando por haberlo olvidado durante esa semana y media, pero entonces broto de mi garganta el quejido que sacaba de mi cuando su fina verga entraba hasta lo mas profundo de mi, mis piernas se cerraron de golpe y mi cuerpo avanzo sobre el sofá intentando escapar de lo que estaba creciendo en mi interior, ahora mis pezones rozaban en el borde del sofá mi y mi aliento retumbaba en mi cara después de calentar el respaldo del sofá. El va y ven de curro era descomunal al igual que mi gemidos intentando seguir el ritmo de sus embestida, ya no era algo fino y duro lo que tenia en mis entrañas, si no algo que llenaba cada rincón de mi vagina buscando sitio, su nudo ya se había formado capturandome una vez mas, sus embestidas cesaron y mis gemidos también, ahora sentía ese nudo en mi interior palpitando, su verga vaciándose en mi interior, me sentía arder, como curro llenaba con su esperma todo mi interior, como la bestia descansaba en mi vaciando todo su esencia en mi interior.

Debía de estar nombrando a dios como solía nombrarlo cuando ya no era capaz de recordar cuantos orgasmo me había arrancado Curro, cuando sentí a al animal moviéndose, buscaba liberarse de mi, de su perrita que ya la tenia llena de el, intente agarrare las patas trasera para tenerlo un poco mas en mi interior pero sonó el sonido de la libertad, el ploffff retumbo en mis tímpanos al igual que mi nuevo berrido debió sonar en lo suyos, me voltee para sentarme en el suelo mientras los músculos de mi cuerpo se cerraba en una palpitaciones, al sentarme sobre el charco que brotaba de mi cuerpo, Curro se quedo a medio metro y mi cabeza apoyada en el borde de sofá se giro para ver todo lo que había salido de mi, una vez mas sorprendida por lo que mi delgado cuerpo era capaz de guardar. Mi mano se abalanzo sobre lo mas rojizo de mi amigo, aun daba palpitaciones y emanaba pequeños chorros de esencia perruna, mi boca no se lo pensó dos veces y se abalanzo sobre ella, dos dedos aguantaban su ya pequeño nudo pero la punta todavía llegaba a mi garganta, ummmmm, que rico manjar, por fuera era mi sabor lo que saboreaba pero sus chorritos llenaba mi boca, ese era su sabor y no dejaba nada fuera. Por desgracia no había dejado mucho para después y cuando vi el charco donde estaba comprendí donde había descargado todo, me levante del suelo y aun sentía como la esencia de curro se seguía saliendo y resbalando por mis muslo temblorosos, un par de arañazos en mi costado también me recodo que no le había puesto calcetines, pero merecía la pena incluso si hubiese necesitado puntos.

La tarde había posado hacia ya un día, una buena limpieza tanto al salón como a mi cuerpo había devuelto la normalidad, aquella tarde pase unas quince revisiones que me aseguraron que todo había quedado recogido sin ninguna mancha sospechosa, sin ninguna pista que hicieran sospecha a mis padres lo que su joven e inocente Claudia hacia.

No tardo mucho el día en pasar, y la mañana siguiente después de enseñarle la luz a mis ojos a una hora mas prudente que el día anterior seguía disfrutando de las vacaciones veraniegas, me arme de valor y justo cuando tenia el móvil en la mano lista para buscar a mi amiga en la agenda apareció el aviso de llamada entrante con su nombre. -Clauuuuu... sonó nada mas aceptar la llamada, -tíaaaa que ayer estaba muerta. Yo le respondí con otra escusa tonta que ninguna de las dos nos creímos pero ambas estábamos ya como siempre, volvieron las risas y las tonterías y eso era lo importante. La semana fue pasando con normalidad hasta el jueves, ese jueves en el que Lucia me invito a dormir en su casa el fin de semana ya que se quedaba sola, eso tampoco erar raro, en mas de una ocasión lo hacíamos pero lo que si fue extraño era como bajo la cabeza y aparto la mirada cuando con una voz menos echa me pido que me llevara a Curro, tampoco erar raro que me lo llevara a su casa, miles de veces lo hacia, pero si era la primera vez que ella me pedía que lo llevara, y también fue la primera vez que yo apartaba la mirada al decirle que claro que me lo llevaría.

El viernes llego después de una noche maqui-velando las posibilidades de lo que buscaba Lucia, en mi mente no cabía la posibilidad de hacer nada delante de nadie ni incluso de Lucia, pero mi corazón se aceleraba al pensar en mis pensamientos. El viernes me levante de un salto, y tras un paseo con Curro, fue directo al baño, siempre lo mantenía limpio pero ese día quería que brillara. Ya eran cerca de las dos cuando toque el timbre, currito salto sobre Lucy cuando abrió la puerta loco de contento y ella lo acariciaba diciendo -que guapooo mi perrillooo, Layka también vino rápida y ladrando a diestro y siniestro.

La tarde comenzó después de unos minutos tenso de silencios prolongados, pero la tarde de chuches y pelis en la penumbra de un salon de persianas bajadas empezo con normalidad, no recuerdo cual era la película pero si la conversación. -Clauuuu- dijo Lucia sin dejar de mirar la tele, la tenia a una escasa carta y media en un cómodo sofá. -Que, respondí yo sin tampoco apartar la vista de la televisión.

- No me conteste si no quieres Clau, ¿pero de verdad haces lo que me dijiste con Currito?

- SI, afirme sin pensármelo mucho.

-¿Y como es?

-Es Increíble- respondí.

Justo en ese momento mire a Layca que se relamía el hocico y vi su lengua pequeña fina, recordaba la confesión de Lucia pero pensaba que aria si de verdad probara la lengua de curro. Lucia abrió una cerveza y le dio un largo trago, después me la ofreció a mi sin apartar la vista de la película, los dedos de mi mano acariciaron la mano de Lucy al sujetar la lata que me ofrecía, otro lago trago refresco mi nervioso cuerpo. Mis pernas estaban cruzadas una entre la otra y mi mano aguantaba la lata sobre la rodilla, ahora fueron los dedos de Lucia los que acariciaron mi mano para coger la lata de aquella cerveza, otro largo trago lleno su garganta de zumo de cebada.

Esta vez si dejo de lado la tele para perder la mirada en mi cuando me preguntaba como se hacia, mi mirada se perdió en sus cortos pantalones de estar por casa que llevaba y no sin quitarle otro trago a su lata, le respondí- se hace y ya esta. Creo que yo ya estaba preparada para decirle que no lo pensaba hacer delante de ella cuando con una voz contundente pero casi en susurro dijo - Quiero hacerlo. Se me corto la vida, y cuando mi corazón volvió a arrancar dije un - ¿queeee??? Lucia de nuevo volvió a perdé la mirada en la tele y terminando la cerveza que llevábamos a medias me dijo quiero hacer lo que tu haces con Curro, y quiero que tu me enseñes. Lastima que no quedara cerveza porque necesitaba como quince litros para calmarme, sabia por su tono que no estaba en broma, pero la pregunta salio sola ¿te estas quedando conmigo? Lucia se apresura a contestar de que no, desde mi confesión no se lo podía quitar de la cabeza, que estaba obsesionada con el tema y que quería sentirlo en ella misma, nuestras miradas se encontraron y unos segundos en los que se paro el mundo, le dije -vamos a tu habitación, recorrimos el pasillo de aquella casa vaciá, conocía el cuarto como el mio mismo, mientras me sentaba en su cama y abría el cajón de su ropa interior le pedía que que buscara una manta, con una voz que parecía una orden mas que una sugerencia, ella se apresuro a abrir su almario y enseñarme una sabana de florecitas de colores, sirve dije, tirala al suelo, no quería que se sollara las rodillas en su primera vez, igual que al fin encontré lo que buscaba en su cajón mas sexy, unos calcetines tupidos para que la bestia no desgarrara las finas caderas de mi buena amiga.

Llame a Curro que no observaba en la puerta con curiosidad como intuyendo que tocaba fiesta, y empece a colocarle los calcetines cuando mire a lucia, estaba paralizada, de pie con sus pies descalzo uno encima de la sabana y el otro en el suelo, la boca entreabierta y faltandole ya el aire, su mirada se aparto de Curro y encontró la miá, para preguntarme si dolía, yo sonreír y dije de tanto placer es lo que duele, ella emitió un sonido entre risa y tos que aun hoy día no se que fue, pero su mirada se fue otra vez a Curro y a sus preciosos tupidos calcetines rosas. Te tienes que desnudar dije, ella no perdía de vista al agitado curro que al verse con los calcetines ya sabia lo que tocaba, ella se despojo de su camiseta veraniega y sus pequeños pechos que no tenia nada que los sujetaran quedaron al aire, sus pezones ya estaban duros y rosados, se bajo los pantalones cortos rosa fucsia tirando a la vez de lo que no vi mas de unos encajes amarillos que seguramente estarían empapadas de niña traviesa.

Unos segundo tardo en mirarme reclamando mi siguiente orden pero yo también me tuve que mirar, me sorprendí examinando cada rincón de aquel delgado cuerpo, y lo mas raro es que me estaba encantando, volví en mi le dije que se pusiera a cuatro patas sobre la sabana, yo me senté en el suelo detrae de ella veía nalgas su vagina rosada, depilada a conciencia con unos pequeños labios que no llegaba a sobresalir mas de unos milímetros, separa las rodillas dije y apoya los codos en la sabana ahora junta tus pechos a los codos todo lo que puedas. Curro ya había captado el olor y ya de esa postura se veía incluso el brillo de su cueva, al igual que el brillo de sus ojos abiertos de par en par, siguiendo mis instrucciones al pie de la letra, mirándome como aguantaba a la bestia. Al fin lo solté y el hocico de curro fue directo, de la primera lamida casi vuelca a Lucia, yo me situé delante de ella ahora para que no se moviera, otra lamida subió el volumen de la respiración y empezaron a brotar gemidos de la perrita, -Mejor que Layka??? dije, ella solo dijo -jooooderrrrrr- iterrumpido por otro gemio, mi mirada se aparto de su rostro cuando vi a Curro trepando en ella, sin duda le había gustado lo que había probado que ya lo quería llenar.

Intente bajarlo pero sabia perfectamente lo que sentía Lucia, en su cara notaba que curro había acertado en ella, el quejido de lucia lleno mis oído y sus ojos azules tras abrirse de par en par cuando Curro hizo diana, se apagaron detrás de sus parpados, su boca se abrió un poco mas y solo destacaban sus pequeños dientes blanco al frente de la oscuridad. la estaba penetrando, el ritmo de su va y ven era frenético como la respiración de mi mejor amiga entre jadeos solo acertaba a decir mi nombre casi en susurros entrecortados intentaba mirarme con sus cejas apretando sus ojos, sus parpados casi cerrados y su boca abierta de par en par cantando en gritos, sus manos se aferraban a la sabana que la mantenía a flote, mi respiración casi eran jadeos al ver a Lucia, al ver a la bestia aferrando sus garras en las delgadas caderas de su loba, como a la vez que embesita sus patas tiraban de ella para llegar hasta lo mas profundo, y yo sabia lo que estaba sintiendo Lucy, veía en su rostro la sensación que producía el notar a Curro creciendo en tu interior, sus pechos volaba al ritmo de las embestidas que curro marcaba, un inmenso gemido ronco broto de la garganta de lucia rápida me apresure a ver que el aun pequeño nudo de curro ya llegaba a lo mas profundo de la inocente Lucia, para volver a ver la luz y una vez mas entrar en la oscuridad, mis dedos supieron guiar mi mano por el plano vientre de ella para aguantar ese nudo en el interior de aquella princesa, mis dedos rodeaban las base del amarre y lo empujaban hacia lucia, quite mis dedos de la entrada cuando supe que el nudo había amarrado a la perra, sin duda los gemidos de Lucy me lo confirmaban estaba abrochada al placer. Volví a quedar arrodillada frente a ella apoyando mis nalgas en mis tobillos, disfrutando el espectáculo, cuando unas de sus manos se aferro a mi brazo clavando sus uñas, sus jadeos ya eran gritos desde hacia rato su cuerpo ardía, su vagina estaba llena de placer y ella en el séptimo cielo arqueaba su espalda intentando escapar de la bestia. Su cabeza se derrumbo en mis pequeños pechos cubierto por una fina camiseta que me arrepentí de no haberme quitado, pero aun así, sus lamentos de placer retumbaban en mi, mi mano libre abrazo su cabeza, apretándola contra mi notaba el sudor de su rostro mezclándose con el mio a través de la tela el sudor que provocaba aquella habitación testada de alientos llenos de placer de las dos pervertidas jóvenes en celo.

Curro se relajo y Lucia fue capaz de levantar la cabeza, no podía hablar veía su rostro con las cejas apretada y la boca abierta intentado decirme algo, yo le susurre un intenso suuuuuuuu, sabia perfectamente que ya debía estar sintiendo las palpitaciones de curro, y como se siente el calor de su verga fluyendo en su interior, nos mirábamos a los ojos, veía su cara de placer, su cara de no saber en cuantas veces había estallado su cuerpo en interminables orgasmos, hasta que una vez mas el azul de sus ojos se volvió a cubrir por sus parpados, y su gemidos volvieron a aumentar en intensidad y duración, sus uñas se volvieron a apretar, estaba teniendo otro orgasmo bestial, de esos que solo Curro sabia darnos.

No puedo mas, Clau.... no puedo mas... acertó a decir con una claridad que me impresiono esas palabras me hicieron besar sus carnosos labios, no supe porque, pero necesitaba besar a mi amiga y ella necesita aun mas ese beso, sus labios estaban secos y agrietados, pero mi lengua la hizo revivir, se separo de mis labios cuando necesitaba coger todo el aire que pudo, y rápidamente los volvió a unir, para gemirme en mi boca, un gemido de aliento hirviendo que entro por mi garganta y hizo vibrar a mi cuerpo.

Curro comenzó a moverse pero yo no quería que lucia se liberara tan pronto de mi leal amigo, quería ver de primer plano lo que nunca veía, como la verga de mi Currito liberaba de lucia y también vería lo que guardaba Lucy en su interior, así que me deslice por debajo de ella hasta que mi cabeza quedo entre las piernas de lucia, veía como su rasurada vagina estaba llena, llena de Curro, Del curro que intentaba salir pero lo mas húmedo de ella no lo dejaba, no sabría decir que tiempo paso hasta que lo mas rojo de curro empezó a asomar del las profundidades de Lucia, primero salio un poco acompañado por los quejidos de la perra, se veia como el pequeño agujero de Lucy se ajustaba a su enorme nudo, hasta que el inmenso ploff con el quejido ahora mas intenso abandonaron a Lucia, después, pero si dar tiempo a parpadear salio su inmensa verga para terminar con una catarata de fluidos que lleno mi rostro, fluidos lleno de la pasión de curro mezclados con el placer de Lucia, otro nuevo quejido estallo de la garganta de mi dulce ángel cuando mi boca sello el rincón de lucia, no sabia lo que hacia pero como tantas veces me pasaba con Curro ahora me pasaba con Lucy, queria enfriar con mi lengua lo que a Lucy le quemaba, y ella en una contratación descargo una nueva ración del exquisito manjar que al estar boca arriba se deslizo por mi garganta. las delgadas caderas de lucia acabaron derrumbándose sobre mi cabeza, para terminar cediendo hacia un lado sobre el frio suelo, sus muslos dejaron al descubierto mi rostro lleno de todo, sus piernas que ya no eran capaz de sostener su poco peso descansaban en el frescor del suelo.

Después de mencionar a dios y mi nombre varias veces se sentó en el suelo mientras con las manos temblorosas se acicalaba su cabello, miraba a todos sitios como perdida en aquella cuatro paredes que escondía nuestros juegos, sus piernas estaban estirada en el suelo algo separadas sentada sobre el mar de jugos que su delgado cuerpo había expulsado en mi rostro, lo que cayo en mi boca ya estaría resbalando por mi esófago, su espalada apoyada sobre la pared intentaba mantenerla erguida y sus pechos firmes con sus pequeños senos se relajaban después de haberse endurecido como para rallar el suelo. Curro mientras tanto limpiaba su vara de castigo, este castigo tan placentero que desde ese momento ya no solo me aplicaba a mi, desde ese día tendría dos hembras a las que hacer suya, a las que agarrar de la cintura y descargar en nosotras todo su bravura.

Lucy comenzó a hablar, seguía desnuda pero volvía a respirar como una señorita, eso si señorita cansada, notaba en su rostro su arrepentimiento, una vez mas sabia lo que estaba sintiendo yo ya había pasado por ahi, el sentirte anormal, el sentir que lo que haces es lo mas sucio que se puede hacer.... entonces sin mirarme dijo mi nombre en voz baja -Clauuuu. Yo la interrumpí con otro suuuuuuu en forma de susurro esta vez mas delicado que los anteriores, y con voz firme le dije -¿has difrutado? Ella con la mirada aun perdida en el suelo me dijo – como nunca Clau... he perdido el control. Yo entre risas le respondí que bien venida al mundo del placer bestial y las dos nos fundimos en una carcajada con un abrazo.

Mis piernas estaban empapadas y curro ni siquiera me había mirado, pero no había momento para mi, no esa tarde, Lucia estaba rara, lo notaba y aun después de mis palabras seguía asimilando lo que había pasado, yo me levante y señalando al suelo y a una sabana enredada y empapada de todo, le dije – esto lo limpias tu acompañado de unas risa picarona, ella se incorporo lo mejor que pudo y mientras se levantaba se acaricio lo que curro había llenado mientras me decía – creo que yo también necesito una limpieza , dios me tiembla todo, las dos volvimos a reír y tras una buena ventilación y limpieza la habitación fuimos a respirar paz.

La tarde fue pasando fuera de casa, necesitábamos aire y yo mas bien diría que lo que necesitaba era un iceberg la ducha no había conseguido enfriar mi cuerpo, y solo pensaba en cuando iba a poder ser yo la perrita de curro. Un banco en un parque y unas pipas amenizaban dos horas ya en las que si cualquier dia no costaba encontrar temas de conversación, esa tarde aparecían muchos silencios incomodos, el tema volvió a aparecer cuando Lucy suspiro y dijo -estoy echa polvo, yo la mire y sin decir nada sonreí o mas bien me broto una carcajada, Lucy sonrió y me di una palmada suave en mi hombro mientras me decía -no es de esoooo a lo que yo respondí con otra carcajada diciendo – aaaa nooo???? y ella se volvió a ruborizar y dijo – bueno supongo que si... entonces me pregunto, - bueno y cuando te toca a ti??

-a mi??? ya no quiero a ese perro infiel, me a puesto los cuernos con mi mejor amiga, malditooo, respondí con una sonrisa picara,

- si tu me has visto a mi, pues yo te tengo que ver a ti.

- Mis carcajada. volvieron a sonar en el parque. - Es que te pone verme??? le pregunte. Ella dejo de buscar estrellas en el suero, cuando su ojos azules penetraron los míos mientras me preguntaba – es que a ti te ha puesto verme a mi???? ahora fueron mis ojos los que se fueron al suelo, la verdad es que me había puesto como nunca, hasta ese día Lucia era mi mejor amiga y nunca la había visto como nada mas, si que algún pico nos habíamos dado pero sin mas animo que hacer la gracia, o llevadas por mas de una cerveza, pero ese día la había deseado y la había saboreado como nunca, no me dio tiempo a responder cuando sentí su aliento entrando en mis pulmones, cerré los ojos y sentí sus carnosos labios acariciando los míos, su luenga buscando la miá, y solo recordad que estaba en un parque me separo de ese manjar, el corazón me latía a mil como con Curro, pero mi mirada dio un rápido repaso al parque hasta que encontré la mirada de una mujer mayor que contemplaba con curiosidad.

Ahora si que estaba liada, no solo me gustaba Curro si no que ¿también me había vuelto lesbiana? aun así parecía que Lucia le daba mas vuelta a lo suyo con Curro que al beso. Suponía que necesitaría una noche de quince cervezas y tres chupitos para aclararlo todo y porque no esa misma noche en casa.

Un saludo, espero que les guste.