- Me encanta cuando te lo tragas.-  Dijo Lidia después de escupirme la leche en la boca - Si yo fuera un tío me correría en tu boca todo los días -

- Si yo fuera tía todos los tíos me rifarían Lidia- Respondí yo.

- Y porque tienes que ser tía para que se te rifen? Me vas a decir tu que un tío no querría correrse en tu boca no?

-No creo que todos los tíos quieran correrse en mi boca la verdad, los gays puede, pero un tío hetero?

- Todo tío hetero tiene un gay dentro - Dijo mientras se reía. - Y sino mírate tu, ¿Quien te dijo que terminarías con todas tus corridas en tu boca eh?. Ahora en serio, me pone verte tragar leche.

- Tu lo que pasa es que eres una warra- Solté entre carcajadas- Si fuese por ti me la bebería de un vaso.

-Pues ala, por hablar, la próxima te corres en un vaso y te la bebes.

Y efectivamente fue así. Esa misma noche tras realizarme una buena mamada me hizo correrme en un vaso y tragarme toda mi leche.

Estas cosas hacian que nuestra vida sexual no cayera en una monotonía. Ya había pasado un par de semanas desde que nos conocimos y desde entonces sólo nos separamos para ir a trabajar. Pasaba el resto de mi tiempo junto a ella. Aun que no fue algo premeditado parecia que ya hacíamos vida de pareja estable. Comíamos juntos, dormíamos juntos, nos duchábamos juntos. Era por conexión lo que hubo entre nosotros. Éramos el uno para el otro.

No había tabús de ningún tipo a la hora de hablar o de expresarnos, todo era natural entre nosotros dos. Si queríamos hablar de algo lo hacíamos, sin importar el qué dirán.

Aun mejoró nuestra complicidad un día que, estando en su casa, pedí permiso para revisar unos correos muy navegar un poco por internet a ver si encontraba alguna película para descargarme que pudiéramos ver. Supongo que, al vivir sola, uno no tiene la costumbre de borrar el historial de navegación. Y no tarde en descubrir que mi Lidia, esa niña de cara buena, le daba más al porno que un servidor.

En ese momento ella estaba en la cocina y yo estaba en el salón, sentado en el sofá con el portátil apoyado en mis piernas. Como la cocina daba directamente al comedor podía verla a través de la puerta.

Era tarde e íbamos a preparar la cena, ella llevaba puesto una camiseta holgada que le llegaba a medio culete, iba sin sujetador y aun que no se le marcaban los pechos sí que lo hacia su figura. Levaba un culotte liso negro que realzaba el culete que tenia. Dejaba a la vista las piernas terminándolas con unos calcetines blancos muy bonitos.

Seguía mirando la pantalla del ordenador, reconocía la gran inmensidad de páginas web de videos porno que ella frecuentaba, que si xvi.. o porn.. o xham… todas aquellas páginas me las había revisado yo.

Iba con tiento de que aun no descubriera que yo estaba revisando el historial, y que no se acercara de imprevisto y me pillara. Pero algo capto mi atención. Un video de una amateur metiéndose un consolador enrome por la boca, auto infringiéndose una garganta profunda, hasta que le entraba una arcada y lo sacaba todo por la boca.

-¿Que ves?- Dijo Lidia mientras se sentaba a mi lado en el sofá

¿Cómo es posible que no me diera cuenta que se había acercado?

- Pues.. esto…- Tartamudee sin saber que decir. Me ha pillado pensé

- A que mola la pava esta, hay unos cuantos mas, incluso hay uno que es un tío que “simula” que la fuerza y le mete el consolador por la boca hasta que suelta la toda la papilla encima de él. El tío se enfada y le unta toda la cara con sus restos. Es genial. Mira que te lo enseño -

Yo estaba de piedra, por el susto que me había dado al sentarse de golpe a mi lado y por lo que acababa de ocurrir. ¿Ella viendo porno conmigo? ¿Enseñándome lo que ella ve? No se avergüenza de nada y encima lo quiere compartir conmigo. O una de dos, o me ha tocado la lotería o estoy soñando.

Lidia había puesto el portátil en sus piernas y acabada de darle al play con el nuevo video. Efectivamente, la tía estaba de rodillas, desnuda, con los brazos atados a la espalda, la cabeza echada hacia atrás y la boca bien abierta. El protagonista tenía un consolador muy largo, estos que son dobles, en la mano. Empezaba a meterle la punta por la boca mientras le sujetaba por el pelo para que no se moviera.

Metió hasta la campanilla o hasta que le hizo tope en la garganta el consolador.  La tía ha ponía caras raras. Entonces el tío le aguantó la nuca y empezó a hacer presión y meterle un buen trozo de consolador por la garganta.

La tía tenia arcadas y hacia por deshacerse del consolador pero él no la dejaba. Seguía metiéndoselo mas y mas hasta que esta, empezó a soltar vomito por los pocos huecos que quedaban de la boca. Todo el vomito cayó encima del brazo el protagonista y el sobrante en el suelo.

Soltó a la muchacha de su prisión de asfixia y sin soltarle la cabeza se la empujo al suelo y le restregó el vomito/babas por la cara.

Yo que soy así de raro me excité, se me puso la polla dura.

-¿Te gusta verdad?, Este video me encanta, lo he visto mil veces y mil más que lo podría ver. Pero parece ser que a tu polla también le gusta mucho.- Dijo mientras me cogía el paquete y empezaba a masajeármelo.

-Si quieres leche solo tienes que pedírmelo-

-Si me sacas la leche ahora te lo agradecería- dije.

-No, no, no. Así no. Dímelo como si fueras una tía warra, Dímelo como si realmente quisieras el semen. Dime:  “Córrete en mi boca Mi Ama”.

Me la quedé mirando unos segundos. Nadie me había hablado así. Nadie me había tratado de esta manera. Pero Se le veía con cara de satisfacción, de superioridad, estaba excitada, cachonda y deseaba realmente que le dijera eso.

Así que, por primera vez en mi vida dije.

- Córrete en mi boca Mi Ama- Dije con el tono mas warro que pude.

Ella puso el portátil en la mesita que teníamos delante del sofá. Le dio al play y puso la peli otra vez a pantalla completa. Se acerco a mí, me quitó los pantalones y me dejó la polla al aire.

Sin mediar palabra empezó a chuparme los huevos, a chuparme la polla, a hacerme una de sus súper mamadas. Pero esta vez introdujo algo nuevo. Se puso de rodillas en el suelo en medio de mis piernas y las separo. Yo estaba sentado en el sofá medio recostado, desnudo y con una tía comiéndome la polla.

Levanto la polla y la apoyo en mi barriga, bajo la cabeza y me empezó a lamer los huevos. Luego siguió bajando un poco más, separó mis piernas aun más y como con un toque de maestría lamio mi ojete.

Mis huevos se apoyaban en su frente mientras su lengua recorría todo mi culo. ¡Ostia puta! Que gusto sentí en ese momento. ¿Porque nadie me había dicho que daba tanto placer?

No pude resistirlo y empecé a masturbarme mientras ella no paraba de lamer y lamer. Con sus manos separó mis piernas aun más. Empezó centrarse en mi agujero. Empezó a introducir su lengua poco a poco por mi ano. Empujó su cara contra mi todo lo que pudo y metió toda la lengua dentro de mi culo.

- Joder que gusto, sigue cariño- dije mientras dejaba escapar ligeros sonidos de gusto por mi boca.

Yo que estaba sentado él en sofá con las piernas apoyadas en el suelo no le dejaba apenas trabajar, así que cogió y me las levantó. Me puse en una postura que jamás había estado. Me puse como se ponen las tías para recibir pollazos. Como si estuviera de cunclillas pero recostado en el sofá.

Volvió a agacharse y sin mediar palabra volvió a centrarse en mi culo, pero ahora tenía mucho más acceso a él. Con sus manos separó mis nalgas y escupió directamente en mi ojete.

Lamia, metía la lengua, escupía y repetía el proceso. Hasta que empezó a utilizar sus dedos. El dedo índice masajeaba el orificio haciendo una ligera presión, poco a poco se iba metiendo dentro.

Notaba como se iba introduciendo en mi culo, y me gustaba. Me encantaba. Dejó su postura agachada y se medio incorporó quedándose de rodillas. Con su boca volvió a meterse mi polla y empezó de nuevo el maravilloso mundo de las mamadas de Lidia.

Metió todo su dedo índice en mi culo mientras se trabaja por completo mi polla. Cada vez que bajaba la cabeza con mi polla entrando en su garganta su dedo entraba en mi culo.

No tardó en incorporar un segundo dedo bien lubricadito por su saliva. Notaba presión en mi esfínter pero para nada me dolía. Me estaba dando uno de los mayores placeres que jamás me habían dado.

Arqueaba los dedos hacia arriba cuando los metía y me hacia gozar, me hacia respirar fuerte, gemir como nunca hasta que no pude mas. Mi polla estalló. Sin avisar le llené toda la boca con mi lefa. Lefa calentita.

Como un ritual sagrado, ella lo conservó en su boca. Sacó los dedos de mi culo lentamente y se dirigió a mi boca. Como algo instintivo y normal abrí mi boca para recibir mi ración de leche.

Escupió todo el contenido en mí. Cerré la boca, me lo tragué y la besé.

La besé apasionadamente durante unos buenos minutos. Hasta que la cosa bajo por su propio peso.

Pasado el momento de excitación y me dirigí a la ducha a refrescarme un poco.

Salí de la ducha. Mientras me vestía no podía dejar de pensar en lo que acababa de ocurrir. ¿Cómo es posible que Lidia me haga sentir tan bien?

Salí del cuarto de baño y me dirigí al comedor. Allí estaba ella. Recostada en el sofá, desnuda, con un consolador de color lila viendo una peli y masturbándose. Era la primea vez que la veía masturbarse. Como si fuese algo normal.

Hasta la fecha, todas con las que había estado jamás se tomaban el sexo como algo tan natural. Incluso muchas no les gustaba que yo me masturbara. Ya que.. ¿si las tenía a ellas para que me iba a masturbar?

Pero ahí estaba Lidia, con una mano se metía el consolador, con la otra frotaba su coño. Me vio acercarme y sonrió.

-Siento haberte dejado a medias, pero es que me ha encantado y no he aguantado mas.- Dije con un todo de disculpa.

- No te preocupes- Dijo mientras paraba de tocarse. - Siéntate a mi lado y hazme compañía mientras termino. -

Y así lo hice, me senté a su lado pero cuando iba a empezar a ayudarla a masturbarse me llamó la atención el video que salía de la pantalla del portátil.

Dos tíos con barba comiéndole una super-gran-polla a un negro mientras un cuarto tío enculaba a uno de los mamadores.

- Esto.. cariño… es una película de Gays, ¿Que haces viendo esto?- Pregunté

- Acaso no te gusta? es porno - contestó

- Ya sé que es porno, pero son tíos-

Al parecer creyó que esta conversación iba a ser larga porque dejo de masturbarse y se incorporó y se sentó en el sofá correctamente a mi lado. Me miró y dijo.

-¿Si se que son tíos, que problema hay?-

-No sé, es muy raro que veas este tipo de porno. Me extraña. ¿Te gusta verlo?

-Claro que me gusta, pero no entiendo que me preguntes esto. Acaso no te pone a ti ver dos tías comiéndose el coño?-  Dijo en un tono algo ofendido

-Si claro, pero no es lo mismo-

-¿Que no es lo mismo? Y porque no iba a serlo?. Para mi es lo mismo, es sexo. Y si el sexo gusta no entiendo porque hay que discriminarlo porque se haga de una forma o de otra. A mí me pone, y mucho a demás. Es uno de los géneros que más me gusta. Que quieres que te diga, ya sabes lo que me gusta a ver como tragas tu semen. Porque no he iba a gustar verlo en el porno? También me gusta cuando son sometidos… bufff me pone cachonda, muy cachonda ver como un tío le rompen el culo a pollazos..- Dijo ella mientras se mordía el labio y llevaba su mano al coño

-Esto.. tienes toda la razón. A mí me pone muchísimo ver a un par de tías follar, entiendo que te guste a ti lo mismo en tíos. Pero yo no he visto nunca una peli de estas con tíos la verdad.

- ¿NO? Podemos ver uno juntos ahora si quieres - Dijo lidia con cara de esperar una respuesta afirmativa

-Bueno vale, elige el que quieras.- Respondí

Vi claramente que lidia estaba contenta con mi respuesta y parecia ansiosa por empezar.

No tardó en poner una peli en el ordenador.

Salían tres chicos jóvenes. Con pollas enormes los dos. Uno de ellos estaba a cuatro patas mientras uno le follaba la boca el otro le insertaba la superpolla en el culo. Los primeros planos ofrecían una buena visión de cómo le entraba y salía todo el miembro del culo sin dificultad.

- Te importa que me masturbe- Dijo Lidia mientras se ponía en la misma posición que estaba antes.

-No claro que no, Te he dejado a media antes.-

Me dirigió una mirada cómplice pero no dijo nada, se centró en la peli y empezó a masturbarse como lo hacía antes. Yo la miraba a ella, pero la visón en primer plano de la sodomización me cautivó.

No sé si seria por el momento algo surrealista que se había creado, por ver a Lidia desnuda masturbándose o por la visión de la película… yo empecé a excitarme otra vez.

Notaba como la polla se ponía dura. Muy dura. así que me lancé a la piscina.

Me saque la ropa que tenia, me desnude por completo y me puse al lado de Lidia. Empecé a masturbarme viendo como dos tíos le daban lo suyo a un tercero.

No tardaron en turnarse, y el que le follaba la boca ahora le follaba el culo. Este aun tenia la polla mucho más gorda que el anterior y parecia que el tío a cuatro patas la notaba mucho mas por las cara que ponía.

Yo no dejaba de pajearme cada vez con más intensidad. Lidia ya soltaba gemiditos de placer. no tardaríamos en acabar los dos.

Llegado el momento el tipo sodomizado se puso de rodillas y los folladores le acercaron la polla a la cara. Como todo un experto se metía  una polla en la boca y con la mano que le sobraba pajeaba la otra. Se iba turnando. Hasta que uno de ellos dio claros síntomas de terminar. Acerco la cara del tipo con la boca abierta a la punta de la polla y se corrió dentro de su boca.

En ese momento me vino a la cabeza lo que hacía Lidia conmigo, lo de escupirme la leche en la boca.

Ahora le tocaba el turno al segundo tío, que hizo lo mismo. No con tanta puntería pero si con mucha más cantidad de semen. Parte de la corrida le cayó en la cara y parte dentro de la boca.

Yo ahí ya no puede más. Un chorro de leche salto por los aires y cayó por toda mi barriga y pecho.

No me había dado cuenta pero Lidia ya había terminado y llevaba un rato mirándome como me pajeaba con la peli.

Sonrió y me dio un beso en la mejilla. Miro mi barriga y los restos esparcidos de semen. Sin dudarlo, paso su lengua por todas y cada una de las gotas que tenia repartidas por mi cuerpo y las recogía en la boca. Llegó a la polla y succión en capullo y las gotas que rebosaban hasta dejarlo limpio. Cuando terminó se acercó a mi cara y abrí la boca por segunda vez hoy para recibir mi dosis de semen.

Hizo el gesto de pasarme el semen, pero fingió. Se lo tragó.

-Esta vez me lo quedo yo. - Dijo mientras se acercaba a darme un beso.

Estuvimos un buen rato en esa postura, Sentados en el sofá uno al lado del otro. Sin decirnos nada. Simplemente disfrutando del momento. Del buen cuerpo que se nos había quedado. Pensando en nuestras cosas.

- ¿Es el primer video porno gay que ves?- Dijo medio susurrándome.

- Si, y es la primera vez que me hago una paja también viéndolo.- Respondí

- A mi me gusta mucho esto. Me preguntaba si…-

-¿Si?- Me intrigue por la pregunta

-Si.. bueno… si quieres claro, a mi me gustaría verlo y estar presente. Es algo que nunca he hecho y q siempre he tenido en mete, pero nunca nadie lo ha hecho por mi…-

-¿El que Lidia? - seguí preguntando

- Ya sabes lo que me pone esto y lo acabas de ver. Y bueno.. me preguntaba si te gustaría.. bueno.. es que…

-¿El que Lidia? - Ya empecé a preguntar en un tono algo más serio

-  Mira, a mi me gustaría ver porno gay en directo. Y me gustaría si tu lo hicieras por mi.- Dijo de carrerilla

-Espera, espera… ¿hacer qué exactamente?-

- Bueno si tu quieres ehh. Me gustaría verte como el tío este de en medio de la peli porno, estar presente, a tu lado, yo no participaría, solo de espectadora. Quiero ver cómo te comes una polla, o te follan, y se te corren encima o en la boca y sobre todo cómo te lo tragas todo- Dijo mientras aparentaba cierta excitación al mencionar sus fantasías.

- Pero vamos a ver, ¿Pero cómo me voy a follar a un tío? Pero yo no soy gay, a mi me molan las tías Lidia!-

-Ya pero bien que te acabas de correr viendo a dos tíos follar, ya veo lo muy hetero que eres- Respondió con cierto tonito ofendida.

-A ver, espera. Un momento. Recapitulemos. Que yo haya visto esto no significa nada. Será el momento, la situación o el morbo. Pero a mí no es que me exciten los hombres. Vamos ni fu ni fa.-

- Ya, pero tampoco lo has probado, y no por eso tienes que decir que no te gusta-

- Y tú no has probado con una tía y tampoco sabes si te gusta o no.- Conteste semi automáticamente

- Vale ya, si lo sé no te digo nada- Remugó Lidia intentando dar fin a la discusión. Mientras se levantaba del sofá e irse a otro sitio.

- Lidia espera, yo no he dicho que no aun.-

Esto provoco que se parara en seco y se girase poco a poco hasta que dar a mi altura. Me miro y sonrió.

-¿Lo harás?-

- Dejemos las cosas claras-  Dije yo en tono contundente. - En el caso de que lo haga, y recalco “En el caso” que no significa que lo haga, ¿Cómo tienes pensado hacerlo? Porque vamos, yo no conozco a muchos tíos que quieran romperle el culo a otro mientras la novia de este está mirando.

-Mi amigo Jorge- Sin dudar la respuesta, cómo si supiese que fuera algo lógico preguntar lo que acababa de preguntar yo.

-¿Tu quien?-

- Si, mi amigo Jorge, sabes quién es, lo tengo en el facebook. Es íntimo desde hace mucho y nos contamos de todo. Y si, es gay. Una vez le conté esta fantasía y me dijo que estaba loca, pero si algún día encontraba a alguien es se prestaría a ayudarme. Entonces.. ¿le digo que venga el viernes a casa a cenar?

- ¡Cómo, qué, pero..! Este viernes? ya?.. oye espera. Así de sopetón....-

- Si, ¿Porque no?- Respondió lidia con cara de plena satisfacción.

- Ostias porque es algo nuevo para mí, me pides cosas así de golpe que no estoy muy preparado, Es como mi primera vez- Además no sé yo si eso me va a gustar o no- Dije con cierta resignación.

- Tu pruébalo, por lo menos una vez, si no te gusta no te lo volveré a pedir. Si te gusta pues mira, siempre podremos repetir. Pero no puedes negarte sin haberlo probado primero.

- Mira Lidia, Me gustas, Me gustas mucho. En este poco tiempo que llevo contigo me has hecho muy feliz y me has enseñado cosas que jamás nadie me ha enseñado. Confío plenamente en ti Lidia. Y por eso lo haré encantado, pero tu también harás algo por mi después no?

-¿Cómo? Mira, las cosas no van así. No quiero que hagas las cosas porque luego vayas a recibir cosas a cambio. Quiero que lo hagas porque te apetece, porque te lo pido yo o porque sabes que me hace feliz, pero no para conseguir cosas después. No quiero el chantaje: Si yo esto tu luego lo otro. Nunca me ha gustado. Así te lo pregunto una vez más, ¿Quiero hacerlo?

Me acerque a ella, la abracé, la besé, y luego la miré a los ojos y le dije.

- Quiero hacerlo. Quiero probarlo. Quiero que le llames y q venga este viernes. Quiero verte feliz. Quiero que me pidas lo que quieras. Quiero que probemos cosas juntos y descubramos nuevas fantasías. Quiero que me enseñes todo lo que sepas y quiero enseñarte todo lo que yo sé. Quiero estar a tu lado, me haces feliz, muy feliz, y espero hacerte tan feliz como me lo haces tú a mí.

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CONTINUARÁ