miprimita.com

Un puñado de bragas

en Fetichismo

Era un viernes lluvioso de noviembre. Yo estaba en mi cuarto mirando cosas en internet y chateando en algún chat  subido de tono. De repente y sin saber porque vi un nick que me llamó la atención y decidí abrir un privado. Era un hombre ya mayor. Le pregunté por su nick y me dijo que tenia de fetiche las bragas. Estuvimos hablando largo rato y fuimos cogiendo confianza. Me preguntó si quería correrme. Ya era de madrugada y podría hacerlo tranquilamente ya que todos en casa dormían.

El caso es que me dio su correo y seguimos hablando por ahí. Me empezó a enviar fotos de braguitas. Algunas nuevas, otras usadas, y otras incluso sucias. Yo alucinaba por la gran colección que tenía. Poco a poco y con las historias que me iba contando de como las fue consiguiendo me puse mas y mas cachondo y acabe masturbándome. El se fue a acostar y yo me quede viendo la colección de fotos que me había enviado hasta que me corrí.

Al día siguiente al abrir el correo vi como tenia un mensaje de mi nuevo amigo cuyo asunto era "que lo disfrutes". Lo abrí y vi que eran 5 fotos. Tenían puesta la edad en cada foto. Mi nuevo amigo me había mandado fotos de braguitas de chicas de todas las edades. Una de 19, una de 25 una de 31, una de 42 y la ultima de 57. Al verlo no pude evitar que mi polla se pusiera a mil imaginando como las había conseguido, si sería verdad todo lo que me contó la noche anterior o simplemente si era todo una invención suya.

No podía aguantar más y me fui al baño a correrme tranquilamente pensando en todas aquellas braguitas.

Pasó el día y como seguía igual de lluvioso que la noche anterior decidí no salir de casa. Tampoco es que me sobren amigos ya que soy algo tímido y bastante introvertido, pero aquel día preferí quedarme a salir a una fiesta en casa de unos amigos, bebiendo sin parar.

Me conecté y al poco rato entro mi nuevo amigo maduro. Charlando me dijo mas cosas sobre el, como que se llamaba Pedro y tenia 62 años. Me envió más fotos, todas de su colección particular y también me dijo el nombre de alguna página que se dedica a vender bragas usadas de chicas y poner fotos de las mismas. Mi fetichismo por las bragas iba en aumento. Ya no veía fotos ni videos de maduritas viciosas ni tríos ni orgías, ahora veía fotos de chicas en tanga o braguita. Acabe la noche masturbándome y teniendo una gran corrida.

Empezó a ser un poco obsesión. No sabía por que pero ver braguitas me excitaba. Llegué a un punto en el que en una visita a casa de una tía mía como era habitual ya que no vivía muy lejos, pues fui al baño. Mientras meaba vi el cesto de la ropa sucia tras la puerta. No pude evitarlo y fisgonee en su interior sacando unas braguitas. Las olí e inmediatamente mi polla creció de tal manera por el morbo generado que no pude hacer otra cosa que una gran paja rapidísima. Nunca llegue a saber si aquellas braguitas eran de mi tía o de alguna de mis primas, pero fue muy morboso correrme mientras las pasaba por mi cara. Cuando se lo conté a mi nuevo amigo Pedro me dijo que si quería algún día ir a su casa, que me prestaba alguna de las braguitas que tiene para que la huela y así deleitarnos los dos con aquella nueva afición que me traía loco.

Tras pensarlo un tiempo un día decidí ir. Era una locura, pero bueno...era como quedar con un colega, las únicas diferencia eran que no lo conocía de nada y que tenia 43 años mas que yo. Aun así decidí quedar un día con el e ir a su casa. Al entrar pude ver que vivía solo por lo desordenado y descuidado de la casa. Tras charlar e invitarme a tomar algo todo de forma muy correcta conmigo, yo me relaje. Aunque parecía buena gente, de internet no te puedes fiar, y eso que un tío mayor te invite a su casa me extrañaba. Resulto ser todo alucinaciones mías ya que el hombre lo único que quería era fantasear con braguitas y tangas.

Al cabo de un rato me pregunto si quería correrme con las braguitas de una chica de 37 que tenia nuevas. Yo obviamente le dije que si y nos levantamos para dirigirnos a un cuarto en el que había una mesa con un ordenador, un sofá cama con estanterías y un pequeño armario.

Encendió el ordenador y me enseño unas cuantas fotos de braguitas. Eran las que me había mandado. Después me enseño las fotos de las dueñas de aquellas braguitas y me contó como y cuando las consiguió. Si era morboso ver las braguitas, el poder ver a quien pertenecían era lo máximo. Después me enseño la foto de la chica de 37 años y era un autentico bombonazo. Ni que decir tiene que yo ya estaba bastante cachondo, pero cuando me dio las braguitas y me indicó donde estaba el baño no tarde ni 2 minutos en correrme encerrado con mi polla en una mano y con las bragas en la otra frotándolas por mi cara.

Al salir Pedro sonreía satisfecho preguntándome si había disfrutado. Me dijo que tenía mas videos e incluso alguna amiga que podría presentarme, pero que todo a su tiempo.

Yo me quedé con ganas de ver los videos pero se hacía tarde y tenia que volver a casa. Estaba nervioso, había mentido a mis padres diciéndoles que iba con el coche a Alcorcón a comprar un regalo en una tienda para una novia que no tenía.

Espero sus comentarios tanto buenos como críticos para así poder rectificar en futuras publicaciones. Estas historias son  fruto de experiencias vividas, tanto física como mentalmente, ya que no hay nada más poderoso que la mente y la imaginación, pero aun así, los nombres que aparecen están cambiados para salvaguardar la intimidad de las personas que fueran reales en las historias.

Espero sus comentarios en mi correo que es  jalopgom@gmail.com y si alguien quiere mandarme alguna foto de braguitas o tangas serán bien recibidas y agradecidas.

Muchas gracias y espero que les gustase el relato y no defraudarles en los siguientes. Gracias