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Rompiendo una mala racha

en Sexo Oral

¡Al fin! Terminé el último examen del semestre, un viernes a las siete de la tarde. Derecho Romano... terrorífico!

Pero era libre, casi tres semanas encerrado, poniendo codos, y con ganas de sacarme esta maldita carrera de una vez!

A la espera de las notas, se preveía un segundo trimestre tan o mas duro que este, por lo que tenía que aprovechar los días antes de volver de nuevo al suplicio.

Me fui a casa, una ducha rápida, me puse mis mejores galas, y directo al bar. Mis amigos ya estaban allí con la primera ronda. Esta noche salía, esta noche me iba de cacería a la espera que cayera alguna, después de tanto tiempo.

Las birras iban cayendo una tras otras. Con los colegas de toda la vida, risas, hablar de futbol, coches y chicas... qué mas se podía pedir.

Nos fuimos a comer algo, estábamos hambrientos, y en el restaurante de siempre nos pusieron al lado de una mesa llena de universitarias que también habían terminado exámenes. El intercambio de miradas entre mesas fue constante.

Me fijé en una rubita, guapita de cara, con un vestido muy ajustado y sexy, pero que parecía muy modosita. Estas a veces son las más salvajes!

Al final de la cena, nos dijeron a qué discoteca iban, y decidimos ir a la misma. Antes, pero, pasamos por el bar de un colega para tomar la primera copa, y ponernos a tono. Aunque con las birras y el vinito de la cena, algunos iban ya muy finos.

Ya en la disco no me lo pensé y ataqué a la rubia. Julia se llamaba. Primero le invité a una copa, y estuvimos bailando y charlando mucho rato. Me estaba poniendo muy burro, que bien bailaba y como se frotaba.... me la estaba poniendo muy dura. Todo iba a indicar que esta caía, y hoy por fin, descargaba!

Me acerqué a besarla y va y la tía ¡Me hace la cobra! Tengo novio me dice la tía.... joder, pues no calientes así so guarra!!

Me rallé, y con el calentón me fui. No me despedí ni de mis colegas.

Me fui andando, refunfuñando, y cagándome en esa tía por calentarme por nada.... menudo calentón... y encima me tendría que hacer una triste paja antes de irme a dormir.

Cuando estaba en la última esquina cerca de mi casa, vi que se acercaban un par de chicas. De lejos no pintaban nada mal, una iba con falda muy corta y top escotado, y la otra con un vestido verde muy chillón, pero de esos que resaltan la figura.

Ya más de cerca vi que era Irene, mi vecina con la que ya tuve una aventura una tarde aburrida en mi casa. Me saludó, y nos dimos dos besos.

-          “Te presento a Núria, una amiga.”

-          “Encantado, le dije.” Y me la repasé de arriba abajo. Menudo cuerpazo. No sé cuál de las dos estaba más buena,

Estuvimos hablando un rato, de todo y de nada, de los exámenes, de la noche. Me comentaron que el garito en el que estaban no les había molado, y que querían más fiesta pero no encontraron nada, y se iban ya para casa.

-          “¿Queréis venir a mi casa? Tengo una botella de ron, por estrenar” La verdad es que lo dije de corazón, sin ninguna intención sexual. Para pasar un buen rato.

Accedieron y subimos a mi casa. Les preparé el cubata, bien cargado, puse algo de música, y seguimos hablando. Les expliqué mi aventura nocturna, y vi que se miraban y se reían!

-          “jajajaja Núria hizo lo mismo, calentó un tío, y al final nada”

-          “Joder tía, eso no se hace.... si no quieres nada no calientes al pobre chaval”

-          “Tu no sabes como mola notar su polla dura, su deseo de follarte y que tu sepas que no harás nada. Te sientes poderosa”

Sentí lastima por el chaval, pero imaginarme a Núria, con ese vestido y perreando, me puso muy caliente, y algo entre mis piernas empezaba a crecer

- “Venga va, que os preparo otra!" Dije rápidamente para que no se notara nada.

- "¿Sabes qué pasa Núria? Que el tío ese no era el único al que pusiste cachondo" dijo Irene, sonriendo de esa manera que ella sabe.

Me hice el despistado cuando llegué con los cubatas. - "¿Ah sí? ¿Que había más tíos babeando? Y es que no me extraña Núria, este vestido te sienta genial" 

- "No sólo tíos..." Vi que se miraban entre ellas, como si hablaran con la mente.

- "Sabes Nuri, una tarde, en este piso, jugando a cartas, me quedé solo en tanga!" dijo picarona

- "¿Podemos cambiar de tema? Me estoy empezando a poner nervioso...." Recordar aquella tarde me puso muy "tenso"

- "¿Es que no te lo pasaste bien?" me dijo Ire mientras se acercaba y se sentaba a mi lado, pegadita a mi. 

- "Buf... fue brutal!" "Entonces, porqué te pones nervioso..." susurró, mientras me ponía una mano en el muslo.. Se me estremeció todo el cuerpo, de arriba a abajo.

- "Te gustaría repetir, pero esta vez con dos, y sin cartas por en medio?" Núria, se puso de pie, y antes de que pudiera responder, Irene ya me estaba dando un beso en la boca.

Por el rabillo del ojo vi como Núria se desataba el vestido y se quedaba en ropa interior, tanga y sujetador verdes, a juego con el vestido. Entonces se arrodilló, y me desabrochó el pantalón. Lo estaba a punto de reventar, qué dura la tenía. 

Irene seguía a lo suyo y Núria empezó a darme besitos por la tripa, mientras con las manos, acariciaba mi rabo por encima el boxer.

De repente, Irene, también se arrodilló. Se quitó su top, y me bajó el boxer.

- "Tenia ganas de volver a verla" comentó. -"Tenías razón Ire, calza bastante bien!" "De lo mejorcito que te puedes encontrar por ahí" dijo ella antes de meterle el primer lametón. 

Núria no se quiso quedar atrás, y la lamió por el otro lado. No me pude contener, y con ambas manos, cogí sus cabezas. Las dos me miraban con cara de viciosa... Se notaba que les gustaba todo esto, y además se les daba muy bien.

Núria se puso de pie, y me besó, lo aproveché para desatarle el sujetador, y empezarle a comer las tetas. Joder qué grandes eran, creo que sería una 95 o así. Mientras le lamía un pezón, con mis dedos le aparté el tanguita y metí un dedo. ¡Estaba empapada! Esta venía cachonda de la discoteca.

Mientras Irene se metía todo mi pollón en la boca y lo chupaba con ganas, metiéndoselo hasta el fondo.

Tener una tía comiéndote la polla, y a otra gimiéndote a la oreja,  es una sensación brutal, indescriptible.

Le pedí a Núria que bajara a chupármela, y se volvió a poner de rodillas, y, literalmente le quitó la polla de la boca a Irene para ponerla en la suya. La otra sin su preciada polla se fue a por los huevos, y los lamió con gusto. Joder, qué placer!! 

Entonces Irene empezó a besar a Núria por el cuello y mejillas, buscando su boca, pero ella erre que erre con mi polla, chuapando con ganas, sin hacer caso a su amiga, hasta que finalmente giró la cara y de dieron un profundo beso con lengua. Aproveché ese momento por desabrochar el sujetador de Irene y con mis dos manos manosear una teta de cada una. Núria las tenia más grande, pero las de Irene.... joder que bien puestas estaban!!

Después del beso Núria me cogió el rabo y lo empezó a pajear, mientras Irene chupaba un poquito la puntita. una por cada lado, empezaron a lamer la puntita de manera que sus lenguas también mantenían contacto. A veces mi polla desaparecía, succionada por una boca y por la otra alternativamente.

Tenia la sensación que no era la primera vez que hacían esto juntas. Menudas dos! Mi polla iba de una boca a la otra, y cuando una no la estaba chupando, la lamia o me comía los huevos....

Uf... al final no me pude contener y avisando en el último momento me empecé a correr! -"Que voy!" El primer chorro salió disparado hacia la cara de Núria, que no se lo esperaba. Se puso a reír, al notar mi leche caliente por la mejilla. El segundo lo intenté dirigir a la cara de Irene, y ella abrió la boca y acerté de lleno. Los otros fueron saliendo indistintamente y quedaron ambas llenas de mi leche. Hacia semanas que no descargaba!

Uf... ni me imaginaba que, tal como había ido, la noche pudiera terminar así.