Cristina seguía pasando de mí, como siempre. Seguía siendo mi novia, pero cada vez veía más desinterés por su parte. Parecía como si se quisiera alejar de mí minimizando los daños, provocando un adiós controlado. Yo era consciente de ello, y aunque me dolía intuía cual iba a ser el inminente final. Todo ello sumado a que llevabamos casi un mes sin tener sexo, hizo que aquella tarde decidiera sumergirme en un chat de internet. Aquello era un mundo nuevo para mí, y en principio no despertó mucho interés en mí. estuve a puntito de apagar el ordenador e irme a ver la tele con un bocata de nutella, pero entonces algo llamó mi atención.

Se llamamba MJ y me saludó timidamente. Resultó ser una mujer mayor que yo, pero que aun estaba en la flor de la vida. Venía por aquí huyendo del aburrimiento de su matrimonio vacío, al que seguía aferrada por la comodidad de su posición despreocupada, y por el niño que aun estaba en el colegio. Empezamos a hablar de vanalidades y poco a poco empecé a contarle mis problemas. Descubrimos que eramos de la misma ciudad, y ella empatizó conmigo. Descubrí que estas conversaciones me propiciaban un morbo enorme, y más cuando le conté que llevaba casi un mes sin sexo.

Nos intercambiamos el mail, y poco a poco empezamos a intimar, haciendo que nuestra relación esporádica fuese a un nivel superior, con divertidos juegos y pruebas, que dieron una chispa y un toque especial a nuestras vidas. La diferencia de edad, lejos de separar nuestro camino, fue un nexo morboso que ayudó a que se cumpliesen nuestras fantasías más ocultas..... Pero eso ya es otra historia.

CONTINUARÁ...

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