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La pareja amiga de mi marido...

en Intercambios

Al fin pudimos coger unos días de vacas, decidimos irnos  a una ciudad cercana pues mi marido solo disponía de tres días.  Mi marido Dani, tiene  una pequeña empresa, y económicamente estamos bien, eso nos permite cuidarnos y mimarnos. Por ello a pesar de estar en los 40 sinceramente estamos ummmm. El  1.75, atlético y muy atractivo, de esos maduritos que  hace clavarle la mirada de más de una chica., Yo morena,  1.60 y 55 kg, mis pechos sin ser grandes son muy bonitos y esbeltos, sobre todo mis pezones, que excitados son duros y gordos, mi culo respingón  hace que mis ropitas sea mi segunda piel.

Después de descansar un poco en la habitación del hotel, pues llegamos después del mediodía, decidimos salir por la tarde y posteriormente cenar en algún bar típico de la zona. Nos pusimos informal pero muy guapos, yo faldita corta de vuelo y blusa blanca, el pantalón vaquero y camisa.

Nos decidimos por la variedad, tapitas y vino dulce de la zona. Después de un par de vinito  y tapa,  mis ojos se abrieron como platos, vi a  Sandro y Mónica, eran amigos de Dani, y nos caían muy bien, eran muy simpáticos, siempre con una sonrisa, además de estar ummmm, treinta añitos los dos, el 1.85 súper cuidado y cara de niño malo, ella sonrisa muy provocadora y mirada muy  muy picara.

Dani se giró al verme sonreír, también el transmitía alegría, pues además de estar garantizadas las risas no estaríamos solos, bueno también, porque sé que a Dani le ponía Mónica.

Es curioso siempre en nuestros momentos íntimos fantaseamos con gente, alguno conocidos, pero nunca con Mónica y Sandro, creo porque en el fondo los dos deseábamos que no fuese una fantasía... Yo en mi intimidad muchas veces he fantaseado con él, y en mi interior siempre me queda si “folla” tan bien, como me lo fantaseo...

El bar alargado les obligaba a pasar por delante nuestra, al vernos se alegraron y con besos y abrazos no lo demostraron, le hicimos un sitio y seguimos bebiendo moscatel y tapitas.

Hablábamos, reíamos y bebíamos, yo y  Mónica no parábamos de reír y contar anécdotas pues hacia casi un año que nos no veíamos. Estábamos muy a gusto, por eso decidimos marcharnos a bailar, y quemar lo bebido.

Estaba cerca y fuimos andando, muy juntitos, cogidos por la cintura con mucha complicidad, a Mónica y a mí el vino se nos había subido, me gustaba tenerla cerca, a Sandro también y Dani tener cerca a Mónica

Entramos en la disco, mientras que los chicos pedían las copas nosotras fuimos a buscar un reservado cerquita de la pista, y al querer coger rápidamente uno  libre que quedaba, nos caímos literalmente en el sofá, una sobre la otra, sus muslos entre los míos, los pechos rozaron los míos y sus labios se posaron en mi cuello, me gusto…

Ya con los chicos y las copas decidimos bailar, estábamos todos muy contentos y entonados, bailábamos los 4 rodeados de mucha gente, nuestros bailes eran sensuales y provocadores, pues bailábamos entre los cuatros, yo entre Sandro y Dani, luego nosotras dos con Dani y luego las dos con Sandro, pero lo que más me ponía era cuando bailaba con Mónica  sensualmente, no solo calentábamos a nuestros chicos también a todos los tíos de la disco. Rozábamos nuestros muslos pechos, y nuestro labios a veces a milímetros, todo ello lentamente y al ritmo de la música. Creo que nunca estuve tan mojada sin que nadie me toque. Me entro ganas de besarla en la pista. Nunca he estado con ninguna chica pero estaba muy excitada…

Dejamos a los chicos para ir al baño, habíamos bebido bastante y necesitábamos evacuar líquidos. Ya en el baño, mientras esperábamos, nos retocábamos, ella con su sonrisa y mirada picarona, contoneándose bailando, me susurró al oído y con ritmo musical, “el vino se me ha subido, y con otra copa no respondo”

Su aliento y su voz dulce, me hacía sentir cómoda, pero a la vez altamente excitada. Al entrar ya en el baño, Mónica seguía con su juego,  y nuevamente se a cerco a mí, pero esta vez de frente. Me temblaban las piernas, estaba húmeda, mis pezones duros. Cuando estaba a centímetros, cerré los ojos, y fui yo quien agarrándola por la cintura le di un beso que en sus labios, después de unos segundos, las dos reaccionamos nuestros muslos se entrelazaron, mis pechos presionaban los suyos, y las lenguas se dejaban llevar… literalmente me moje enterita con solo un beso. Para las dos fue, nuestra primera vez.

Las chicas que esperaban el baño nos sacaron de la situación. Entre risas nos adecentamos, y volvimos con los chicos. Estábamos calientes como perras, y seguimos jugando, miradas cómplices, sonrisas provocadoras y bailes eróticos. Nuestros maridos estaban disfrutando  a la vez de calientes y excitados. Bailando en círculo, Dani, Mónica, Sandro y yo, agarrados por la cintura, Dani me sobaba el culo y Sandro la cintura y un poco de culo, imagino que a Mónica le estaban agarrando igual. Con el baile las manos resbalaban, a la vez, hasta notar las manos de Sandro totalmente en mi culo, Mónica me giño un ojo.

No supe saber lo del guiño, lo que si pude ver es que Dani le sobaba el culo también. Con el baile se me acerco Mónica y me beso suavemente en los labios, los chicos alucinaban, todos alucinábamos.

Decidimos marcharnos, pues la discoteca entera se estaba calentando con nosotros, decidimos tomarnos la última en su apartamento. Estábamos andando, riendo, agarrados por la cintura, esta vez, Sandro, Monica, Yo y Dani. Mónica metía su mano bajo mi falda tocándome los muslos y los glúteos, yo la imite. Dani me metía mano igual, sus manos sobaban a dúo. Mi mano también se juntó con la de Sandro.

Faltaba poco para llegar, según ellos, solo el camino de la urbanización. Mónica al llegar a la oscuridad, nos paró bruscamente. Se giró, y cogiéndome por la cintura nuevamente me susurro al oido.

  • Sonia bésame delante de ellos, o lo hago yo.

     

    Otra vez me puso nerviosa y excitada

     

  • Pues lo tendrás que hacer tú

Esperaba que no fuese capaz, me agarro por la cintura, y aproximándose lentamente, pego sus labios junto a los míos, nuestros cuerpos lo fundimos en uno, tímidamente saque la lengua y diossss, que placer. Los chicos desde atrás, no se perdían detalles, nos tocábamos el culo, los pechos, todo sin separar nuestros labios y lengua. Dani todo excitado frotaba su pene con mi culo, Sandro igual con ella. Las manos de ellos tocaban todo lo que podía, Sandro cogía los pechos de Mónica y a la vez los mío, Dani tenía su mano entre mis piernas y a la vez rosaba el sexo a  Mónica, yo tocaba el culo de Mónica y a la vez la polla de Sandro, la cual me sorprendió, no era normal. Ella me sobaba el culo imagino que también la polla de mi marido. Uffffff esto no lo he leído ni en los mejores relatos y lo estaba viviendo real.

 

En la misma posición, dejamos de besarnos y vivir el momento entre suspiros, dejarnos tocar por ocho manos. Dani me bajo lentamente el tanga, y creo que Sandro también se las quito a su mujer, le subí la falda a Mónica, y pude sentir el pene de Sandro directamente, y era verdad, vaya pollon, se lo cogi y movia golpeaba los muslo de ella, mi mano se quedaba pequeña ufff.

Cuando Dani rosaba mi encharcado coño, a punto de penetrarme, mirándome fijamente Mónica a los ojos, me volvió a besar, y me giros bruscamente.

Cambiamos de posición, Sandro detrás mía y Dani detrás de ella. La calentura me hacía olvidar que estamos en un camino oscuro. Creo que mejor, pues esperaba que Dani no viese como la cabeza de una gran pene estuviese justo en mis empapados labios vaginales, mientras ella chupaba mis pezones alternativamente. Yo tampoco podía ver a Dani imaginaba que… bueno mejor no imaginarlo.

Mónica apoyada en mi hombro me susurro:

  • Sientes la polla de Sandro

  • Siiii, la tiene en mis muslos, uffff es enorme

  • Dani esta jugando a meterme la puntita y calentarme, ahhh que tonto, estoy muy caliente ya

  • Sandro golpeaba mi clítoris con su pene

Ya con la respiración entrecortada, y entre suspiros y gozos:

  • Sonia, Dani me está follando yaaa… ahhhhhhh

  • Mónica, Sandro ya me follaba desde hace rato uufffffff, ostias que polllaaaa tiene tu maridooo ahhhh

  • Como me está dando, como a mí me gusta fuerte, muy fuerte ahhh

  • El tuyo me abre en dos, y lentamente hasta los huevos, la saca y otra vez uffffff

  • Me corro, me corro  ahhh

  • Ahhhh yo no paro de corrermeeeeeee

     

    Sin avisarme, se corrió dentro de mí, mis muslos temblaban y chorreaban semen,  entre espasmos volví a correrme otra vez, todo acompañado de un dulce e intenso beso de Mónica.

    A pesar del polvazo que me metió Sandro, seguía caliente como una perra, e íbamos para su apartamento…